الريــم
05-19-2023, 02:00 PM
Los ocupantes de las pateras que se quedan a la deriva, a merced de las olas y la sed, suelen compartir plegarias mientras conservan la cordura, no importa si se encomiendan a Dios o Al?, pues imploran el mismo milagro. Fofana V. no dej? de rezar mientras ve?a morir, uno a uno, a sus compa?eros, siempre con el presentimiento de que ser?a el siguiente.
Este mec?nico marfile?o de 27 a?os es el ?nico superviviente de las 34 personas que se embarcaron hacia Fuerteventura el viernes 23 de septiembre en una neum?tica remendada en un lugar de la costa del S?hara, a medio camino entre Bojador y El Aai?n, sin saber que se dirig?an a la zona de influencia de una tormenta tropical que descarg? en los tres d?as siguientes en Canarias todo un diluvio, casi tanta agua como la que cae en algunas islas en un a?o entero.
Cuatro pateras con unos 200 inmigrantes se vieron sorprendidas por el cicl?n Hermine aquel fin de semana en la franja mar?tima que separa Lanzarote y Fuerteventura de la costa africana, en la traves?a menos arriesgada (en teor?a) para quienes se aventuran en la Ruta Canaria, porque no suele suponer m?s de 150 kil?metros de navegaci?n, pero siempre en condiciones rigurosas de océano abierto
A tres las socorrieron los barcos de Salvamento Mar?timo con muy mala mar. De la cuarta no se supo nada en nueve d?as, hasta las 15.45 horas del 1 de octubre, cuando el Bulk Japan, un buque granelero con bandera de Liberia, emiti? una llamada de emergencia muy lejos de all?, a 272 kil?metros al sur de Gran Canaria: hab?an avistado una neum?tica negra, semihundida, en las coordenadas 25? 19.3N 16? 26.9W con una sola persona viva a bordo, Fofana.
El mar estaba tan mal que sus marineros se ve?an incapaces de arriar un bote. El capit?n hab?a llegado a la conclusi?n de que lo menos arriesgado que pod?a hacer con una mole de 228 metros de eslora como su carguero por aquel n?ufrago aferrado a la z?diac era protegerlo del viento, ofrecerle socaire con el casco hasta que llegara el helic?ptero de rescate. Eso, y descolgar algo de agua.
?Qué les ocurri? a los ocupantes de esa barca? Solo Fofana V. lo sabe, pero no se siente con fuerzas de compartirlo. Ni siquiera la Polic?a consigui? de él detalle alguno el d?a que lo citaron en comisar?a para escuchar su testimonio: llevaba apenas unas horas fuera del hospital y constantemente se refugiaba en expresiones como "no recuerdo", "me encontraba muy mal", "no conoc?a a nadie".
EFE ha podido reconstruir esa historia en los ?ltimos siete meses a través de las personas que compartieron conversaciones con Fofana en los 21 d?as que pas? en el Hospital Insular de Gran Canaria y en las semanas que continu? en Canarias hasta marcharse a Francia, as? como con datos de las autopsias de los cuerpos que se recuperaron en la neum?tica y del informe de Salvamento Mar?timo sobre el rescate.
Un n?mero sobre el crucigrama
Todo el que habl? con él coincide en lo mismo: estaba muy afectado, no solo por los efectos de la deshidrataci?n, que se pasaron pronto, o por las complicaciones que le produjo una infecci?n grave en una pierna (un "pie de patera"), que tard? en curar varias semanas, sino por un trauma evidente. Contaba apenas pinceladas.
Recordar aquellas noches en el Atl?ntico le pesaba. Solo le arrancaban una sonrisa el enfermo con el que compart?a habitaci?n y la esposa de este. Aunque ni ellos hablaban francés ni él entend?a espa?ol, funcion? entre los tres la camarader?a de hospital.
No se sabe qué se le pas? por la cabeza a la mujer de su vecino de cama cuando le compr? un cuaderno de crucigramas. Quiz?s quer?a ofrecerle una distracci?n inocente -tan inocente como in?til para quien no conoce el idioma-, pero el caso es que Fofana tom? un bol?grafo y escribi? encima un n?mero.
Aquel d?a habl? por primera vez con su familia en Costa de Marfil. Hab?a pasado una semana completa desde que lo rescataron. Con un m?vil prestado, Fofana le relat? a su hermano que casi muere intentado llegar a Canarias, que se quedaron a la deriva tras romper el motor (https://www.laprovincia.es/tags/motogp/) y que lo que sigui? fue una pesadilla.
Un cicl?n sin precedentes
En la cuenca atl?ntica se hab?an registrado hasta esa fecha m?s de 2.260 ciclones tropicales desde 1851, seg?n los registros de la Oficina Nacional de Administraci?n Oce?nica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Pero nunca hab?a habido uno con una trayectoria como la de Hermine, que se form? frente a las costas de Senegal y Mauritania el 23 de septiembre y pronto tom? rumbo hacia Canarias.
Con un m?vil prestado, Fofana le relat? a su hermano que casi muere intentado llegar a Canarias
Por primera vez en la historia, aquel s?bado 24 y domingo 25 se activaron todos los planes de emergencia en Canarias, en grado de alerta m?xima. En algunas islas cayeron m?s de 300 litros de agua por metro cuadrado en apenas dos d?as, sin que hubiera que lamentar da?os especiales por viento. Eso, en tierra.
Los partes meteorol?gicos de Salvamento Mar?timo de aquellas fechas recogen para la zona mar?tima de Tarfaya vientos de fuerza 6, incluso 7 (de 50 a 61 Km/h), con fuerte marejada o mar gruesa (olas de hasta cuatro metros); condiciones muy peligrosas para cualquier embarcaci?n de porte peque?o, imposibles para una neum?tica.
Nueve d?as
Treinta y dos hombres y dos mujeres, entre ellos Fofana, compart?an aquella semana una neum?tica negra de ocho metros de eslora, con algo menos de espacio que el que ofrecen dos Volkswagen Golf puestos uno detr?s de otro.
En este reportaje, EFE publica por primera vez las fotos que tomaron los marineros del barco de Salvamento Miguel de Cervantes cuando la recuperaron en alta mar.
As?, se aprecian numerosas l?neas de pegamento a lo largo de sus flotadores, incluso bordes levantados que delatan m?ltiples remiendos. El flotador de estribor y la proa est?n parcialmente deshinchados, s?ntoma de que la barca se estaba deshaciendo.
Se aprecian numerosas l?neas de pegamento a lo largo de sus flotadores, incluso bordes levantados que delatan m?ltiples remiendos. El flotador de estribor y la proa est?n parcialmente deshinchados
"Nueve d?as", fue lo poco que alcanz? a decir Fofana el 1 de octubre a los sanitarios que le atendieron al desembarcar del Helimer 206, el helic?ptero que lo hab?a evacuado a un hospital de Gran Canaria, consciente pero débil, deshidratado y con hipotermia.
Cuando lo encontr? el Bulk Japan, hundido bajo el agua que cubr?a el fondo de su lancha, hab?a cuatro cad?veres, los cuatro de hombres. Uno, senegalés, el ?nico identificado, llevaba en el bolsillo una carta de solicitud de asilo y 7.000 dirhams (638 euros). Otro se hab?a atado a la barca con un cabo en un intento por no caer al mar y ahogarse. Sigui? a flote, pero no resisti? la sed.
Cuatro cuerpos sin vida
?Por qué no tir? los cuerpos al mar? ?Quiz?s eran amigos o parientes? "Simplemente, no me quedaban fuerzas", le explic? a la responsable del programa de desaparecidos de Cruz Roja que se entrevist? con él en el hospital, a la que ayud? a identificar por fotos a algunas v?ctimas, unas pocas, porque en realidad no conoc?a a nadie a bordo. Se hab?a embarcado solo, sin amigos.
Ese d?a cont? que el motor de su neum?tica se par? en mitad de la traves?a a Fuerteventura, al filo de su segunda jornada en el mar, y que la barca empez? a llenarse de agua. En una lancha que apenas sobresale un metro sobre el mar, no es dif?cil imaginar con qué angustia intentaban mantenerse a flote achicando agua todas aquellas personas, entre olas de dos a cuatro metros y un aguacero constante.
A la Cruz Roja, Fofana solo le habl? de 31 hombres y dos mujeres adultos, la mayor?a de Senegal, aunque también de Guinea y Costa de Marfil. No mencion? a ning?n menor, pero a los marineros del buque Miguel de Cervantes que recuperaron la neum?tica para transportarla a Las Palmas no se les olvida que, entre los cad?veres, la ropa de abrigo, varios flotadores y mucha basura vieron dos zapatos de ni?o.
Zarandeados por las olas
"Embarcaci?n neum?tica con 34 personas a bordo ha sido reportada navegando en situaci?n desconocida, desde Lamsid y con destino a las costas espa?olas". El s?bado 24 de septiembre, las emisoras de la Red Nacional de Seguridad en el Mar comenzaron a transmitir por radio en inglés y espa?ol a todos los buques en el entorno del corredor mar?timo Canarias-Tarfaya este aviso para pedir su ayuda.
Buena parte de sus compa?eros cayeron al mar. Lucharon por subirse a la neum?tica de nuevo, a riesgo de hacerla volcar, pero no pudieron
A cinco nudos (9 km/h), si no hab?a imprevistos, esa neum?tica deber?a de haber avistado la costa de Fuerteventura en menos de 24 horas, pero su motor se rompi? y qued? al capricho del viento y de la Corriente de Canarias, que en esa zona del Atl?ntico empujan hacia el suroeste todo lo que flota. En los ocho d?as siguientes, la lancha recorrer?a a la deriva m?s de 300 kil?metros.
En un momento que Fofana pudo precisar, buena parte de sus compa?eros cayeron al mar. Lucharon por subirse a la neum?tica de nuevo, a riesgo de hacerla volcar, pero no pudieron. De nada sirvieron las ruedas que llevaban a bordo como salvavidas improvisados, murieron ahogados.
Los da?os que muestran las fotos de Salvamento sugieren que quiz?s fueron los que estaban sentados sobre el flotador de estribor.
A los que sobrevivieron a ese accidente les consumi? la sed. Todos hab?an pasado unos d?as escondidos en el desierto antes de embarcar con pocas provisiones cerca de Lamsid. Y ya faltaba el agua. La mayor?a bebi? del mar. Fofana, no: "Yo sab?a que no pod?a probarla".
Poco a poco, vio morir a varios de sus compa?eros, cuyos cuerpos fueron tirando al mar los dem?s mientras les quedaban fuerzas. Otros saltaron por la borda en estado de alucinaci?n o delirio.
Es algo muy frecuente en las pateras, corrobora a EFE un pediatra que ha atendido a cientos de inmigrantes en los muelles de Gran Canaria: la sal acelera la deshidrataci?n, el sodio en sangre se dispara, y el cuerpo le roba agua a las células para intentar compensar. Cuando eso ocurre en el cerebro, las neuronas mueren, y la persona delira, convulsiona, incluso sufre hemorragias internas.
"Muchas veces creen que ven tierra cerca y se arrojan al agua para intentar llegar a nado", relata este médico. En la Ruta Canaria hay incluso casos documentados de v?ctimas que aseguraron que iban a comprar tabaco un segundo antes de saltar del cayuco.
Tres d?as sin nadie m?s vivo a bordo
Todo debi? de ocurrir muy r?pido. Las autopsias de los cuerpos recuperados indican que esos hombres murieron entre el cuarto y sexto d?a de traves?a. Se cree que fueron los ?ltimos en morir porque los que iban quedando estaban demasiado débiles como para empujarlos al mar. "Seré el siguiente", pensaba Fofana todo el tiempo.
Durante tres d?as, fue el ?nico resto de vida a bordo y se abandon? a sus rezos, poco m?s pod?a hacer. Cuando vio aparecer en el horizonte el casco del Bulk Japan navegando hacia él, dio gracias a Al?. Se lo repiti? a todos sus interlocutores: "Dios me salv?".
"Me da lo mismo. Si me devuelven a mi pa?s, lo acepto. No volveré. No me hubiera embarcado de haber sabido lo que pod?a pasar", respondi? Fofana a un abogado
Cuando aguardaba la cita para declarar ante la Polic?a, un abogado que le asisti? esas semanas le inform? de que le entregar?an una orden de devoluci?n, as? que le sugiri? solicitar a Espa?a que le concediera la protecci?n internacional por razones humanitarias.
"Me da lo mismo. Si me devuelven a mi pa?s, lo acepto. No volveré. No me hubiera embarcado de haber sabido lo que pod?a pasar", le respondi?. La orden se la dieron, pero no se ejecut?. Fofana V. sigui? en unos apartamentos de Cruz Roja en Las Palmas hasta que consigui? viajar a Francia para reunirse con otro hermano.
All? ahora es un irregular, alguien expuesto a que lo deporten a Costa de Marfil si lo para la Gendarmer?a, sin la protecci?n que podr?a haberle brindado el estatus que Espa?a suele conceder, a petici?n de Acnur, a v?ctimas vulnerables de tragedias como la suya.
Quienes hablaron con él creen que no responde al perfil de emigrante econ?mico. "Con lo que ganaba de mec?nico en Costa de Marfil, me daba", les dijo. Quer?a otra cosa, quer?a estudiar en Francia, pero no hay visados a Europa para personas como él.
La Agencia EFE se ha puesto en contacto dos veces en estos meses con Fofana V. a través de personas de su confianza para invitarle a contar directamente su historia. Siempre lo ha rechazado. No se siente con fuerzas de volver a aquella neum?tica. No puede.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/historia-fofana-unico-superviviente-patera-87589320)
Este mec?nico marfile?o de 27 a?os es el ?nico superviviente de las 34 personas que se embarcaron hacia Fuerteventura el viernes 23 de septiembre en una neum?tica remendada en un lugar de la costa del S?hara, a medio camino entre Bojador y El Aai?n, sin saber que se dirig?an a la zona de influencia de una tormenta tropical que descarg? en los tres d?as siguientes en Canarias todo un diluvio, casi tanta agua como la que cae en algunas islas en un a?o entero.
Cuatro pateras con unos 200 inmigrantes se vieron sorprendidas por el cicl?n Hermine aquel fin de semana en la franja mar?tima que separa Lanzarote y Fuerteventura de la costa africana, en la traves?a menos arriesgada (en teor?a) para quienes se aventuran en la Ruta Canaria, porque no suele suponer m?s de 150 kil?metros de navegaci?n, pero siempre en condiciones rigurosas de océano abierto
A tres las socorrieron los barcos de Salvamento Mar?timo con muy mala mar. De la cuarta no se supo nada en nueve d?as, hasta las 15.45 horas del 1 de octubre, cuando el Bulk Japan, un buque granelero con bandera de Liberia, emiti? una llamada de emergencia muy lejos de all?, a 272 kil?metros al sur de Gran Canaria: hab?an avistado una neum?tica negra, semihundida, en las coordenadas 25? 19.3N 16? 26.9W con una sola persona viva a bordo, Fofana.
El mar estaba tan mal que sus marineros se ve?an incapaces de arriar un bote. El capit?n hab?a llegado a la conclusi?n de que lo menos arriesgado que pod?a hacer con una mole de 228 metros de eslora como su carguero por aquel n?ufrago aferrado a la z?diac era protegerlo del viento, ofrecerle socaire con el casco hasta que llegara el helic?ptero de rescate. Eso, y descolgar algo de agua.
?Qué les ocurri? a los ocupantes de esa barca? Solo Fofana V. lo sabe, pero no se siente con fuerzas de compartirlo. Ni siquiera la Polic?a consigui? de él detalle alguno el d?a que lo citaron en comisar?a para escuchar su testimonio: llevaba apenas unas horas fuera del hospital y constantemente se refugiaba en expresiones como "no recuerdo", "me encontraba muy mal", "no conoc?a a nadie".
EFE ha podido reconstruir esa historia en los ?ltimos siete meses a través de las personas que compartieron conversaciones con Fofana en los 21 d?as que pas? en el Hospital Insular de Gran Canaria y en las semanas que continu? en Canarias hasta marcharse a Francia, as? como con datos de las autopsias de los cuerpos que se recuperaron en la neum?tica y del informe de Salvamento Mar?timo sobre el rescate.
Un n?mero sobre el crucigrama
Todo el que habl? con él coincide en lo mismo: estaba muy afectado, no solo por los efectos de la deshidrataci?n, que se pasaron pronto, o por las complicaciones que le produjo una infecci?n grave en una pierna (un "pie de patera"), que tard? en curar varias semanas, sino por un trauma evidente. Contaba apenas pinceladas.
Recordar aquellas noches en el Atl?ntico le pesaba. Solo le arrancaban una sonrisa el enfermo con el que compart?a habitaci?n y la esposa de este. Aunque ni ellos hablaban francés ni él entend?a espa?ol, funcion? entre los tres la camarader?a de hospital.
No se sabe qué se le pas? por la cabeza a la mujer de su vecino de cama cuando le compr? un cuaderno de crucigramas. Quiz?s quer?a ofrecerle una distracci?n inocente -tan inocente como in?til para quien no conoce el idioma-, pero el caso es que Fofana tom? un bol?grafo y escribi? encima un n?mero.
Aquel d?a habl? por primera vez con su familia en Costa de Marfil. Hab?a pasado una semana completa desde que lo rescataron. Con un m?vil prestado, Fofana le relat? a su hermano que casi muere intentado llegar a Canarias, que se quedaron a la deriva tras romper el motor (https://www.laprovincia.es/tags/motogp/) y que lo que sigui? fue una pesadilla.
Un cicl?n sin precedentes
En la cuenca atl?ntica se hab?an registrado hasta esa fecha m?s de 2.260 ciclones tropicales desde 1851, seg?n los registros de la Oficina Nacional de Administraci?n Oce?nica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Pero nunca hab?a habido uno con una trayectoria como la de Hermine, que se form? frente a las costas de Senegal y Mauritania el 23 de septiembre y pronto tom? rumbo hacia Canarias.
Con un m?vil prestado, Fofana le relat? a su hermano que casi muere intentado llegar a Canarias
Por primera vez en la historia, aquel s?bado 24 y domingo 25 se activaron todos los planes de emergencia en Canarias, en grado de alerta m?xima. En algunas islas cayeron m?s de 300 litros de agua por metro cuadrado en apenas dos d?as, sin que hubiera que lamentar da?os especiales por viento. Eso, en tierra.
Los partes meteorol?gicos de Salvamento Mar?timo de aquellas fechas recogen para la zona mar?tima de Tarfaya vientos de fuerza 6, incluso 7 (de 50 a 61 Km/h), con fuerte marejada o mar gruesa (olas de hasta cuatro metros); condiciones muy peligrosas para cualquier embarcaci?n de porte peque?o, imposibles para una neum?tica.
Nueve d?as
Treinta y dos hombres y dos mujeres, entre ellos Fofana, compart?an aquella semana una neum?tica negra de ocho metros de eslora, con algo menos de espacio que el que ofrecen dos Volkswagen Golf puestos uno detr?s de otro.
En este reportaje, EFE publica por primera vez las fotos que tomaron los marineros del barco de Salvamento Miguel de Cervantes cuando la recuperaron en alta mar.
As?, se aprecian numerosas l?neas de pegamento a lo largo de sus flotadores, incluso bordes levantados que delatan m?ltiples remiendos. El flotador de estribor y la proa est?n parcialmente deshinchados, s?ntoma de que la barca se estaba deshaciendo.
Se aprecian numerosas l?neas de pegamento a lo largo de sus flotadores, incluso bordes levantados que delatan m?ltiples remiendos. El flotador de estribor y la proa est?n parcialmente deshinchados
"Nueve d?as", fue lo poco que alcanz? a decir Fofana el 1 de octubre a los sanitarios que le atendieron al desembarcar del Helimer 206, el helic?ptero que lo hab?a evacuado a un hospital de Gran Canaria, consciente pero débil, deshidratado y con hipotermia.
Cuando lo encontr? el Bulk Japan, hundido bajo el agua que cubr?a el fondo de su lancha, hab?a cuatro cad?veres, los cuatro de hombres. Uno, senegalés, el ?nico identificado, llevaba en el bolsillo una carta de solicitud de asilo y 7.000 dirhams (638 euros). Otro se hab?a atado a la barca con un cabo en un intento por no caer al mar y ahogarse. Sigui? a flote, pero no resisti? la sed.
Cuatro cuerpos sin vida
?Por qué no tir? los cuerpos al mar? ?Quiz?s eran amigos o parientes? "Simplemente, no me quedaban fuerzas", le explic? a la responsable del programa de desaparecidos de Cruz Roja que se entrevist? con él en el hospital, a la que ayud? a identificar por fotos a algunas v?ctimas, unas pocas, porque en realidad no conoc?a a nadie a bordo. Se hab?a embarcado solo, sin amigos.
Ese d?a cont? que el motor de su neum?tica se par? en mitad de la traves?a a Fuerteventura, al filo de su segunda jornada en el mar, y que la barca empez? a llenarse de agua. En una lancha que apenas sobresale un metro sobre el mar, no es dif?cil imaginar con qué angustia intentaban mantenerse a flote achicando agua todas aquellas personas, entre olas de dos a cuatro metros y un aguacero constante.
A la Cruz Roja, Fofana solo le habl? de 31 hombres y dos mujeres adultos, la mayor?a de Senegal, aunque también de Guinea y Costa de Marfil. No mencion? a ning?n menor, pero a los marineros del buque Miguel de Cervantes que recuperaron la neum?tica para transportarla a Las Palmas no se les olvida que, entre los cad?veres, la ropa de abrigo, varios flotadores y mucha basura vieron dos zapatos de ni?o.
Zarandeados por las olas
"Embarcaci?n neum?tica con 34 personas a bordo ha sido reportada navegando en situaci?n desconocida, desde Lamsid y con destino a las costas espa?olas". El s?bado 24 de septiembre, las emisoras de la Red Nacional de Seguridad en el Mar comenzaron a transmitir por radio en inglés y espa?ol a todos los buques en el entorno del corredor mar?timo Canarias-Tarfaya este aviso para pedir su ayuda.
Buena parte de sus compa?eros cayeron al mar. Lucharon por subirse a la neum?tica de nuevo, a riesgo de hacerla volcar, pero no pudieron
A cinco nudos (9 km/h), si no hab?a imprevistos, esa neum?tica deber?a de haber avistado la costa de Fuerteventura en menos de 24 horas, pero su motor se rompi? y qued? al capricho del viento y de la Corriente de Canarias, que en esa zona del Atl?ntico empujan hacia el suroeste todo lo que flota. En los ocho d?as siguientes, la lancha recorrer?a a la deriva m?s de 300 kil?metros.
En un momento que Fofana pudo precisar, buena parte de sus compa?eros cayeron al mar. Lucharon por subirse a la neum?tica de nuevo, a riesgo de hacerla volcar, pero no pudieron. De nada sirvieron las ruedas que llevaban a bordo como salvavidas improvisados, murieron ahogados.
Los da?os que muestran las fotos de Salvamento sugieren que quiz?s fueron los que estaban sentados sobre el flotador de estribor.
A los que sobrevivieron a ese accidente les consumi? la sed. Todos hab?an pasado unos d?as escondidos en el desierto antes de embarcar con pocas provisiones cerca de Lamsid. Y ya faltaba el agua. La mayor?a bebi? del mar. Fofana, no: "Yo sab?a que no pod?a probarla".
Poco a poco, vio morir a varios de sus compa?eros, cuyos cuerpos fueron tirando al mar los dem?s mientras les quedaban fuerzas. Otros saltaron por la borda en estado de alucinaci?n o delirio.
Es algo muy frecuente en las pateras, corrobora a EFE un pediatra que ha atendido a cientos de inmigrantes en los muelles de Gran Canaria: la sal acelera la deshidrataci?n, el sodio en sangre se dispara, y el cuerpo le roba agua a las células para intentar compensar. Cuando eso ocurre en el cerebro, las neuronas mueren, y la persona delira, convulsiona, incluso sufre hemorragias internas.
"Muchas veces creen que ven tierra cerca y se arrojan al agua para intentar llegar a nado", relata este médico. En la Ruta Canaria hay incluso casos documentados de v?ctimas que aseguraron que iban a comprar tabaco un segundo antes de saltar del cayuco.
Tres d?as sin nadie m?s vivo a bordo
Todo debi? de ocurrir muy r?pido. Las autopsias de los cuerpos recuperados indican que esos hombres murieron entre el cuarto y sexto d?a de traves?a. Se cree que fueron los ?ltimos en morir porque los que iban quedando estaban demasiado débiles como para empujarlos al mar. "Seré el siguiente", pensaba Fofana todo el tiempo.
Durante tres d?as, fue el ?nico resto de vida a bordo y se abandon? a sus rezos, poco m?s pod?a hacer. Cuando vio aparecer en el horizonte el casco del Bulk Japan navegando hacia él, dio gracias a Al?. Se lo repiti? a todos sus interlocutores: "Dios me salv?".
"Me da lo mismo. Si me devuelven a mi pa?s, lo acepto. No volveré. No me hubiera embarcado de haber sabido lo que pod?a pasar", respondi? Fofana a un abogado
Cuando aguardaba la cita para declarar ante la Polic?a, un abogado que le asisti? esas semanas le inform? de que le entregar?an una orden de devoluci?n, as? que le sugiri? solicitar a Espa?a que le concediera la protecci?n internacional por razones humanitarias.
"Me da lo mismo. Si me devuelven a mi pa?s, lo acepto. No volveré. No me hubiera embarcado de haber sabido lo que pod?a pasar", le respondi?. La orden se la dieron, pero no se ejecut?. Fofana V. sigui? en unos apartamentos de Cruz Roja en Las Palmas hasta que consigui? viajar a Francia para reunirse con otro hermano.
All? ahora es un irregular, alguien expuesto a que lo deporten a Costa de Marfil si lo para la Gendarmer?a, sin la protecci?n que podr?a haberle brindado el estatus que Espa?a suele conceder, a petici?n de Acnur, a v?ctimas vulnerables de tragedias como la suya.
Quienes hablaron con él creen que no responde al perfil de emigrante econ?mico. "Con lo que ganaba de mec?nico en Costa de Marfil, me daba", les dijo. Quer?a otra cosa, quer?a estudiar en Francia, pero no hay visados a Europa para personas como él.
La Agencia EFE se ha puesto en contacto dos veces en estos meses con Fofana V. a través de personas de su confianza para invitarle a contar directamente su historia. Siempre lo ha rechazado. No se siente con fuerzas de volver a aquella neum?tica. No puede.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/historia-fofana-unico-superviviente-patera-87589320)