الريــم
05-18-2023, 11:13 AM
Hablar de elecciones en Euskadi es hablar de celebraciones en Sabin Etxea. El PNV ha ganado todas las elecciones auton?micas y municipales de la reinstaurada democracia, y solo se le han resistido las europeas del 87 y apenas cuatro comicios generales. Para este 28 de mayo en que el Pa?s Vasco renueva alcald?as y juntas generales, la hegemon?a de los peneuvistas es indudable —gobierna las tres capitales y las tres diputaciones vascas—, pero lo es también la fuerza con la que Bildu quiere sacar rentabilidad a sus nuevas credenciales como uno de los socios prioritarios del gobierno central.
A?n falta un a?o para las elecciones auton?micas vascas, que ser?n en 2024, pero esta primera cita electoral servir? como term?metro para medir fuerzas. Y aunque en 2020 el lehendakari, I?igo Urkullu, logr? un 39% de los votos frente al 27,9% de la izquierda abertzale, eso fue antes de que EH Bildu confirmara su nuevo rol, mucho m?s pragm?tico, en Madrid. Ambas formaciones facilitaron la investidura de S?nchez, pero Bildu se ha convertido en un apoyo indispensable para los presupuestos generales del Estado y algunas de las medidas m?s progresistas del Gobierno, un perfil que hasta ahora serv?a al PNV como credencial exclusiva. Los peneuvistas llevan a?os arrancando acuerdos a gobiernos de derecha y de izquierda, pero en esta legislatura, medidas como la ley de Vivienda —con Bildu y sin el PNV— han servido para mostrar que en la pugna por ser el partido ?til en la capital de Espa?a le ha salido un enorme competidor.
“EH Bildu ha cambiado el derecho a decidir por el derecho a dirigir; pero eso s?, en Madrid”, dijo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, tras la aprobaci?n de la ley de vivienda. Y esa idea le servir? de eslogan de campa?a. Bildu, por su parte, insiste en situar al PNV como un partido conservador pese a su papel de apoyo al gobierno progresista, y recuerdan que hay iniciativas que no han defendido, como el impuesto a las grandes fortunas.
Alcald?as en juego
En las municipales de 2019, el PNV gan? con el 36,2% de los votos y se hizo con 1.050 concejales, mientras que Bildu obtuvo un 25,1% de las papeletas y 931 ediles. Ambas formaciones han demostrado que, en n?meros totales, los comicios en Euskadi son cosa de dos partidos. El PSE tiene 224 concejales, 60 tiene Podemos y el PP, 55. Y Vox no logr? representaci?n ni en un solo ayuntamiento. Pero esa es la foto general: algunas encuestas en las capitales de provincias s? ponen nervioso al PNV.
En Vitoria, feudo electoral del PP durante varias legislaturas —también gobern? la diputaci?n foral de ?lava—, el PNV logr? la alcald?a en 2015 pese a ser tercera fuerza. Sus cinco concejales se sumaron a los seis de Bildu y dos de Podemos para arrebatar el bast?n de mando al popular Javier Maroto, que hab?a obtenido nueve. En 2019 fue primera fuerza con siete ediles, frente a los seis de PSE y Bildu, los 5 del PP y los 3 de Podemos. El resultado estuvo algo m?s ajustado entonces, y aunque las encuestas parecen garantizar la victoria del actual alcalde, habr? batalla por el poder.
En Bilbao, el bar?metro preelectoral del CIS ha dado un susto al alcalde del PNV, Juan Mari Aburto. Aunque apunta a que vencer? en los comicios, perder?a alguno de los 14 concejales que tiene ahora y quedar?a lejos de los 15 necesarios para la mayor?a absoluta. La capital de Bizkaia no ha conocido un regidor que no sea del PNV desde 1979, pero el subid?n que la encuesta augura a la izquierda abertzale, que pasar?an de cuatro a entre cinco y siete concejales, no ayuda a acallar los fantasmas.
En San Sebasti?n , sin embargo, el PNV recuper? en 2015 una alcald?a que no lograba desde 1987. Venci? con nueve ediles frente a las siete del PSE y los seis de Bildu. En 2019 ampli? su ventaja, con diez concejales frente a los seis de Bildu y los cinco del PSE. Las encuestas auguran resultados similares para el 28 de mayo, dejando a los abertzales lejos de reeditar su experiencia de gobierno en la capital de Gipuzkoa —gobernaron entre 2011 y 2015—.
La larga sombra de ETA
Bildu naci? hace una década como una coalici?n entre Sortu, Eusko Alkartasuna, Alternatiba y la ahora disuelta Aralar. Pese a que el Tribunal Supremo decret? su ilegalizaci?n, como ya hab?a ocurrido con el resto de marcas vinculadas a Batasuna, el Constitucional anul? esa decisi?n al considerar que rechazaba el terrorismo. Pero la sombra de ETA es alargada.
Si el partido lleva a?os teniendo que responder, con mayor o menor ambigüedad, a la insistente pregunta de si condena la violencia de la ya extinta banda terrorista, esta campa?a electoral ya ha puesto en el foco sus v?nculos con ETA. La asociaci?n de v?ctimas Covite denunci? que Bildu ha incluido en sus listas para Euskadi y Navarra a 44 condenados por pertenecer o colaborar con ETA y la noticia ha entrado de lleno en la campa?a. Tanto que los siete candidatos que tienen delitos de sangre —seis de ellos concurren en Pa?s Vasco— han dicho que renunciar?n a ser concejales si son elegidos. El coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi, denunci? la "inaceptable campa?a de acoso" de la derecha, pero insisti? en que es un “gesto inequ?voco” de que todos los candidatos abertzales suscriben el compromiso “con las v?as exclusivamente pac?ficas y democr?ticas”.
Estos comicios son también antesala de las contienda nacional, la que se jugar? en noviembre, y los partidos de la derecha han visto en las listas de Bildu el acicate perfecto contra Pedro S?nchez. Los populares hablan de “indignidad” del PSOE por apoyarse en los abertzales y Vox ha llevado al Congreso una propuesta para ilegalizar a Bildu que apunta directamente al PP, que se ha abstenido en el pasado en votaciones similares.
Romper el bipartidismo
En estos comicios, el tercero en discordia es el PSE. Pese a que incluso logr? la Lehendakaritza en 2009 tras pactar con el PP para desbancar al PNV, su papel en Euskadi se limita desde hace a?os a dar su apoyo para formar gobierno. Entre los objetivos que se han fijado los socialistas vascos para este 28 de mayo est? romper el bipartidismo que, de facto, impera en el territorio, valiéndose de un Podemos que parece estar en ca?da. El PSE aspira a arrebatar a Bildu la segunda fuerza en aquellas plazas en las que tienen m?s opciones y a asegurar alcald?as como las de Ermua, Ir?n o Barakaldo. Todo suma en unos comicios municipales que son antesala del verdadero examen para el PSOE, que llegar? en noviembre en forma de elecciones generales.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/pnv-busca-28-m-mantener-87525803)
A?n falta un a?o para las elecciones auton?micas vascas, que ser?n en 2024, pero esta primera cita electoral servir? como term?metro para medir fuerzas. Y aunque en 2020 el lehendakari, I?igo Urkullu, logr? un 39% de los votos frente al 27,9% de la izquierda abertzale, eso fue antes de que EH Bildu confirmara su nuevo rol, mucho m?s pragm?tico, en Madrid. Ambas formaciones facilitaron la investidura de S?nchez, pero Bildu se ha convertido en un apoyo indispensable para los presupuestos generales del Estado y algunas de las medidas m?s progresistas del Gobierno, un perfil que hasta ahora serv?a al PNV como credencial exclusiva. Los peneuvistas llevan a?os arrancando acuerdos a gobiernos de derecha y de izquierda, pero en esta legislatura, medidas como la ley de Vivienda —con Bildu y sin el PNV— han servido para mostrar que en la pugna por ser el partido ?til en la capital de Espa?a le ha salido un enorme competidor.
“EH Bildu ha cambiado el derecho a decidir por el derecho a dirigir; pero eso s?, en Madrid”, dijo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, tras la aprobaci?n de la ley de vivienda. Y esa idea le servir? de eslogan de campa?a. Bildu, por su parte, insiste en situar al PNV como un partido conservador pese a su papel de apoyo al gobierno progresista, y recuerdan que hay iniciativas que no han defendido, como el impuesto a las grandes fortunas.
Alcald?as en juego
En las municipales de 2019, el PNV gan? con el 36,2% de los votos y se hizo con 1.050 concejales, mientras que Bildu obtuvo un 25,1% de las papeletas y 931 ediles. Ambas formaciones han demostrado que, en n?meros totales, los comicios en Euskadi son cosa de dos partidos. El PSE tiene 224 concejales, 60 tiene Podemos y el PP, 55. Y Vox no logr? representaci?n ni en un solo ayuntamiento. Pero esa es la foto general: algunas encuestas en las capitales de provincias s? ponen nervioso al PNV.
En Vitoria, feudo electoral del PP durante varias legislaturas —también gobern? la diputaci?n foral de ?lava—, el PNV logr? la alcald?a en 2015 pese a ser tercera fuerza. Sus cinco concejales se sumaron a los seis de Bildu y dos de Podemos para arrebatar el bast?n de mando al popular Javier Maroto, que hab?a obtenido nueve. En 2019 fue primera fuerza con siete ediles, frente a los seis de PSE y Bildu, los 5 del PP y los 3 de Podemos. El resultado estuvo algo m?s ajustado entonces, y aunque las encuestas parecen garantizar la victoria del actual alcalde, habr? batalla por el poder.
En Bilbao, el bar?metro preelectoral del CIS ha dado un susto al alcalde del PNV, Juan Mari Aburto. Aunque apunta a que vencer? en los comicios, perder?a alguno de los 14 concejales que tiene ahora y quedar?a lejos de los 15 necesarios para la mayor?a absoluta. La capital de Bizkaia no ha conocido un regidor que no sea del PNV desde 1979, pero el subid?n que la encuesta augura a la izquierda abertzale, que pasar?an de cuatro a entre cinco y siete concejales, no ayuda a acallar los fantasmas.
En San Sebasti?n , sin embargo, el PNV recuper? en 2015 una alcald?a que no lograba desde 1987. Venci? con nueve ediles frente a las siete del PSE y los seis de Bildu. En 2019 ampli? su ventaja, con diez concejales frente a los seis de Bildu y los cinco del PSE. Las encuestas auguran resultados similares para el 28 de mayo, dejando a los abertzales lejos de reeditar su experiencia de gobierno en la capital de Gipuzkoa —gobernaron entre 2011 y 2015—.
La larga sombra de ETA
Bildu naci? hace una década como una coalici?n entre Sortu, Eusko Alkartasuna, Alternatiba y la ahora disuelta Aralar. Pese a que el Tribunal Supremo decret? su ilegalizaci?n, como ya hab?a ocurrido con el resto de marcas vinculadas a Batasuna, el Constitucional anul? esa decisi?n al considerar que rechazaba el terrorismo. Pero la sombra de ETA es alargada.
Si el partido lleva a?os teniendo que responder, con mayor o menor ambigüedad, a la insistente pregunta de si condena la violencia de la ya extinta banda terrorista, esta campa?a electoral ya ha puesto en el foco sus v?nculos con ETA. La asociaci?n de v?ctimas Covite denunci? que Bildu ha incluido en sus listas para Euskadi y Navarra a 44 condenados por pertenecer o colaborar con ETA y la noticia ha entrado de lleno en la campa?a. Tanto que los siete candidatos que tienen delitos de sangre —seis de ellos concurren en Pa?s Vasco— han dicho que renunciar?n a ser concejales si son elegidos. El coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi, denunci? la "inaceptable campa?a de acoso" de la derecha, pero insisti? en que es un “gesto inequ?voco” de que todos los candidatos abertzales suscriben el compromiso “con las v?as exclusivamente pac?ficas y democr?ticas”.
Estos comicios son también antesala de las contienda nacional, la que se jugar? en noviembre, y los partidos de la derecha han visto en las listas de Bildu el acicate perfecto contra Pedro S?nchez. Los populares hablan de “indignidad” del PSOE por apoyarse en los abertzales y Vox ha llevado al Congreso una propuesta para ilegalizar a Bildu que apunta directamente al PP, que se ha abstenido en el pasado en votaciones similares.
Romper el bipartidismo
En estos comicios, el tercero en discordia es el PSE. Pese a que incluso logr? la Lehendakaritza en 2009 tras pactar con el PP para desbancar al PNV, su papel en Euskadi se limita desde hace a?os a dar su apoyo para formar gobierno. Entre los objetivos que se han fijado los socialistas vascos para este 28 de mayo est? romper el bipartidismo que, de facto, impera en el territorio, valiéndose de un Podemos que parece estar en ca?da. El PSE aspira a arrebatar a Bildu la segunda fuerza en aquellas plazas en las que tienen m?s opciones y a asegurar alcald?as como las de Ermua, Ir?n o Barakaldo. Todo suma en unos comicios municipales que son antesala del verdadero examen para el PSOE, que llegar? en noviembre en forma de elecciones generales.
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