الريــم
05-17-2023, 01:40 PM
Julia Salvador Viciana (Terrassa, 1968) sali? de la c?rcel de Brians en julio de 2012 y regres? a la casa que compart?a con su novio Paco, enfermo terminal de c?ncer, y con su hermano Juanjo, ocho a?os mayor que ella, en la urbanizaci?n de las Ribes Blaves, en Olesa de Montserrat (Baix Llobregat). Drogadicta, enferma y exconvicta, Julia quiz? no ten?a forma de cambiar el rumbo de una vida arruinada, que incluso le hab?a costado la custodia de su ?nico hijo. Cinco meses después, en noviembre de 2012, desapareci?. Y nadie la ech? de menos.
En marzo de 2022, 10 a?os después, la Guardia Civil irrumpi? en su domicilio y encontr? su esqueleto, sepultado bajo sus pertenencias. El cr?neo presentaba una grave fractura, una lesi?n que la autopsia hallar?a después compatible con la causa de su muerte. Los agentes arrestaron a Juanjo por matar a su hermana, enterrarla en su casa y cerrar la boca durante 10 a?os.
La casa
Las Ribes Blaves son un afloramiento rocoso de interés geol?gico que pertenece al parque natural de Montserrat. Hace a?os fue también un vertedero descontrolado. Y en las ?ltimas décadas creci? una urbanizaci?n que se qued? con su nombre y que est? demasiado lejos de cualquier municipio, también de Olesa, término al que pertenece. La casa de Julia y de Juanjo est? en una ladera, en la curva de una pendiente, dentro de un terreno aprisionado por los muros de los vecinos y gobernado por las malas hierbas.
La casa era de una antigua pareja de Julia, un hombre que accedi? a dejar por escrito que la mujer ten?a derecho a vivir all?. Un error. Después de firmar aquel contrato, Julia lo expuls? y se qued? con la residencia. Si est?n en lo cierto los vecinos contactados por EL PERI?DICO, ese due?o real del inmueble actualmente vive de la mendicidad en Terrassa.
Peleas y gritos
Los vecinos no hablan bien de Julia. La recuerdan como una mujer que hab?a sido bella, pero también como alguien que, por culpa de sus adicciones, causaba problemas. En sus ?ltimas d?as, deteriorada y envejecida, verla llegar con sus perros era sin?nimo de foll?n, aseguran. De su casa sal?an decibelios de m?sica a altas horas de la madrugada, también gritos, y peleas.
La Generalitat cuidaba de su hijo mientras ella acumulaba delitos: constan antecedentes por estafa, tr?fico de droga o falsificaci?n. Del rastro de Julia consultable en Google, llama la atenci?n su presencia en la lista de la candidatura de la Falange Espa?ola de las JONS en las municipales de 2011 en Terrassa.
Juanjo
La familia de Julia es originaria de Andaluc?a. Se instal? en Terrassa a finales de los 60. Su hermano Juanjo naci? en C?rdoba pero Julia ya naci? en Catalunya. Se llevaban 8 a?os. Juanjo se mud? a vivir con Julia y con su novio Paco, ya muy enfermo, a la casa de las Ribes Blaves. Los tres malvivieron y se discutieron durante cinco meses, los que transcurrieron desde que Julia sali? de Brians y hasta su desaparici?n, a finales de 2012. En mayo de 2013, Paco muri?. Juanjo se qued? solo en la casa. Ni Juanjo ni Paco, mientras vivi?, denunciaron la desaparici?n de Julia.
Los a?os pasaron en Olesa sin que nadie volviera a saber de la mujer. Alrededor de su recuerdo, se arremolinaron los rumores pero ninguna prueba de vida, o de muerte. Hasta que Juanjo, ya después de la pandemia, perdi? los nervios en una discusi?n y amenaz? a un amigo con hacer con él lo mismo que hab?a hecho con Julia: matarla y enterrarla en su casa. El amigo, por m?s copas que llevaran ambos en el cuerpo, intuy? que no ment?a. Y acudi? a la Guardia Civil, que no le crey? de entrada pero se tom? la molestia de investigarlo.
Denuncia de la desaparici?n
Fuentes de la polic?a judicial de la Comandancia de Barcelona explican a EL PERI?DICO que los ?ltimos movimientos bancarios de Julia se extingu?an en noviembre de 2012, una fecha a partir de la que ya no hab?a ning?n rastro de la mujer. Los investigadores buscaron al hijo de Julia, algo mucho m?s complicado de lo previsible porque el menor hab?a cambiado de apellidos y hab?a pasado por m?s de un centro de acogida. Finalmente, dieron con él. El chico confirm? que no sab?a nada de su madre desde 2012 y, tras o?r las dudas de los agentes, quiso denunciar su desaparici?n, una acci?n que permiti? a la Guardia Civil judicializar el caso.
Los polic?as estrecharon el c?rculo sobre la casa de las Ribes Blaves y sobre Juanjo. Estudiaron los planos de aquella propiedad, provista con tres pozos y rodeada de maleza, y asumieron que en un lugar as? era posible ocultar un crimen durante una década.
La operaci?n
En marzo de 2022, submarinistas y escaladores de la Guardia Civil, tutelados por los investigadores, irrumpieron en la casa de Juanjo dispuestos a bajar a cada uno de los tres pozos para encontrar el cuerpo de su hermana. Juanjo, al que los agentes recuerdan como el morador excéntrico de un hogar infestado de basura, dijo dos cosas que a?n no han olvidado: que llevaba una semana limpiando –una actividad de la que no hab?a el menor rastro– y que él no se hac?a responsable de lo que encontraran en una caseta exterior.
El responsable del dispositivo, tras escuchar aquellas palabras que no hab?an previsto, cambi? el plan: los perros empezar?an por arrimar el hocico justo al pinto indicado enigm?ticamente por Juanjo. Entrenados para buscar restos cadavéricos, los animales ladraron. Oculta por una monta?a de detritus –entre los que se contaban enseres de Julia–, asom? una trampilla. Y mal insertados en esa trampilla, enrollados en una tela de pl?stico, estaban los restos ?seos de Julia. Un afloramiento, este de interés policial, que revel? un crimen oculto.
A Juanjo, seg?n la Guardia Civil, no le sorprendi? que hubiera un cad?ver enterrado en su casa. Ni siquiera pregunt? si pod?a tratarse de Julia, a quién llevaba diez a?os sin ver. Seg?n declar?, su hermana se hab?a despedido de él tras meterse en m?s problemas con la justicia. A los vecinos les hab?a dado versiones distintas. Un juzgado de Martorell envi? a la c?rcel a Juanjo, de la que ha salido recientemente, antes del juicio. EL PERI?DICO ha hablado con Juanjo, que mantiene que es inocente.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/libertad-vecino-olesa-detenido-asesinar-87480178)
En marzo de 2022, 10 a?os después, la Guardia Civil irrumpi? en su domicilio y encontr? su esqueleto, sepultado bajo sus pertenencias. El cr?neo presentaba una grave fractura, una lesi?n que la autopsia hallar?a después compatible con la causa de su muerte. Los agentes arrestaron a Juanjo por matar a su hermana, enterrarla en su casa y cerrar la boca durante 10 a?os.
La casa
Las Ribes Blaves son un afloramiento rocoso de interés geol?gico que pertenece al parque natural de Montserrat. Hace a?os fue también un vertedero descontrolado. Y en las ?ltimas décadas creci? una urbanizaci?n que se qued? con su nombre y que est? demasiado lejos de cualquier municipio, también de Olesa, término al que pertenece. La casa de Julia y de Juanjo est? en una ladera, en la curva de una pendiente, dentro de un terreno aprisionado por los muros de los vecinos y gobernado por las malas hierbas.
La casa era de una antigua pareja de Julia, un hombre que accedi? a dejar por escrito que la mujer ten?a derecho a vivir all?. Un error. Después de firmar aquel contrato, Julia lo expuls? y se qued? con la residencia. Si est?n en lo cierto los vecinos contactados por EL PERI?DICO, ese due?o real del inmueble actualmente vive de la mendicidad en Terrassa.
Peleas y gritos
Los vecinos no hablan bien de Julia. La recuerdan como una mujer que hab?a sido bella, pero también como alguien que, por culpa de sus adicciones, causaba problemas. En sus ?ltimas d?as, deteriorada y envejecida, verla llegar con sus perros era sin?nimo de foll?n, aseguran. De su casa sal?an decibelios de m?sica a altas horas de la madrugada, también gritos, y peleas.
La Generalitat cuidaba de su hijo mientras ella acumulaba delitos: constan antecedentes por estafa, tr?fico de droga o falsificaci?n. Del rastro de Julia consultable en Google, llama la atenci?n su presencia en la lista de la candidatura de la Falange Espa?ola de las JONS en las municipales de 2011 en Terrassa.
Juanjo
La familia de Julia es originaria de Andaluc?a. Se instal? en Terrassa a finales de los 60. Su hermano Juanjo naci? en C?rdoba pero Julia ya naci? en Catalunya. Se llevaban 8 a?os. Juanjo se mud? a vivir con Julia y con su novio Paco, ya muy enfermo, a la casa de las Ribes Blaves. Los tres malvivieron y se discutieron durante cinco meses, los que transcurrieron desde que Julia sali? de Brians y hasta su desaparici?n, a finales de 2012. En mayo de 2013, Paco muri?. Juanjo se qued? solo en la casa. Ni Juanjo ni Paco, mientras vivi?, denunciaron la desaparici?n de Julia.
Los a?os pasaron en Olesa sin que nadie volviera a saber de la mujer. Alrededor de su recuerdo, se arremolinaron los rumores pero ninguna prueba de vida, o de muerte. Hasta que Juanjo, ya después de la pandemia, perdi? los nervios en una discusi?n y amenaz? a un amigo con hacer con él lo mismo que hab?a hecho con Julia: matarla y enterrarla en su casa. El amigo, por m?s copas que llevaran ambos en el cuerpo, intuy? que no ment?a. Y acudi? a la Guardia Civil, que no le crey? de entrada pero se tom? la molestia de investigarlo.
Denuncia de la desaparici?n
Fuentes de la polic?a judicial de la Comandancia de Barcelona explican a EL PERI?DICO que los ?ltimos movimientos bancarios de Julia se extingu?an en noviembre de 2012, una fecha a partir de la que ya no hab?a ning?n rastro de la mujer. Los investigadores buscaron al hijo de Julia, algo mucho m?s complicado de lo previsible porque el menor hab?a cambiado de apellidos y hab?a pasado por m?s de un centro de acogida. Finalmente, dieron con él. El chico confirm? que no sab?a nada de su madre desde 2012 y, tras o?r las dudas de los agentes, quiso denunciar su desaparici?n, una acci?n que permiti? a la Guardia Civil judicializar el caso.
Los polic?as estrecharon el c?rculo sobre la casa de las Ribes Blaves y sobre Juanjo. Estudiaron los planos de aquella propiedad, provista con tres pozos y rodeada de maleza, y asumieron que en un lugar as? era posible ocultar un crimen durante una década.
La operaci?n
En marzo de 2022, submarinistas y escaladores de la Guardia Civil, tutelados por los investigadores, irrumpieron en la casa de Juanjo dispuestos a bajar a cada uno de los tres pozos para encontrar el cuerpo de su hermana. Juanjo, al que los agentes recuerdan como el morador excéntrico de un hogar infestado de basura, dijo dos cosas que a?n no han olvidado: que llevaba una semana limpiando –una actividad de la que no hab?a el menor rastro– y que él no se hac?a responsable de lo que encontraran en una caseta exterior.
El responsable del dispositivo, tras escuchar aquellas palabras que no hab?an previsto, cambi? el plan: los perros empezar?an por arrimar el hocico justo al pinto indicado enigm?ticamente por Juanjo. Entrenados para buscar restos cadavéricos, los animales ladraron. Oculta por una monta?a de detritus –entre los que se contaban enseres de Julia–, asom? una trampilla. Y mal insertados en esa trampilla, enrollados en una tela de pl?stico, estaban los restos ?seos de Julia. Un afloramiento, este de interés policial, que revel? un crimen oculto.
A Juanjo, seg?n la Guardia Civil, no le sorprendi? que hubiera un cad?ver enterrado en su casa. Ni siquiera pregunt? si pod?a tratarse de Julia, a quién llevaba diez a?os sin ver. Seg?n declar?, su hermana se hab?a despedido de él tras meterse en m?s problemas con la justicia. A los vecinos les hab?a dado versiones distintas. Un juzgado de Martorell envi? a la c?rcel a Juanjo, de la que ha salido recientemente, antes del juicio. EL PERI?DICO ha hablado con Juanjo, que mantiene que es inocente.
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