الريــم
05-17-2023, 08:40 AM
Por mucho que desde hace d?as llegara a temer en silencio este terrible desenlace, no por ello soy capaz de asimilar la desaparici?n de Guillermo Garc?a-Alcalde (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/muere-guillermo-garcia-alcalde-87407192) con quien he podido disfrutar de cuatro décadas de su amistad incondicional y de su inmenso magisterio, frutos maduros ambos de su hombr?a de bien y de su vasta cultura. ?Cu?ntas veces nos hemos preguntado en inolvidables discusiones sobre lo divino y lo humano por el significado de la muerte? Guillermo quer?a tener fe y me reconoc?a sentir sana envidia (quiz? esa no fuera la palabra exacta por él empleada porque no formaba parte de su rico vocabulario) de quienes la tienen. Ir a buscar la verdad con Guillermo, como lo hicimos tantas veces, era una fiesta intelectual incomparable.**
Asist? al homenaje de despedida que le dimos los compa?eros de La Nueva Espa?a cuando se fue a Las Palmas para convertirse en el alma de Prensa Canaria, editora de LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas. Guillermo ya era entonces*un prestigioso periodista tan querido como admirado en Asturias. Durante a?os he tenido el privilegio de sentarme en el teatro Campoamor de Oviedo para disfrutar de sus ejemplares temporadas de ?pera junto a Jaime ?lvarez Buylla, presidente de la Sociedad Filarm?nica de Oviedo y anfitri?n sin par de las grandes estrellas oper?sticas que desfilaron por los teatros asturianos. Jaime, que también nos ha dejado, me recordaba, una y otra vez con emocionada devoci?n la rompedora y sobresaliente calidad de la cr?tica musical de Guillermo, ?ntimo amigo suyo, pero siempre ecu?nimes ambos en sus certeros juicios art?sticos.*
Guillermo fue hasta el final de sus d?as uno de los grandes cr?ticos musicales de nuestro pa?s con una autoridad indiscutible y una valent?a e independencia a cualquier prueba. Fue*también un music?logo y un compositor de categor?a, cuyas obras fueron escenificadas por reputados artistas, algunos de los cuales disfrutaron sobre todo en su juventud de su generoso mecenazgo para continuar sus brillantes carreras. En desprendimiento hacia los dem?s ten?a pocos rivales.**
Sus inquietudes culturales eran tan vastas y actuales que resolv?a cualquier urgencia period?stica con una prontitud y una solvencia sorprendentes. He tenido la suerte de ser testigo de la defensa de su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, donde la presidenta del tribunal al no poder contenerse ante la brillantez y originalidad de su exposici?n le interrumpi? para exclamar: «Se?ores: estamos ante un hombre del Renacimiento».*
Su exquisita sensibilidad art?stica no le impidi? ser un periodista total y un ejecutivo de prensa que marcar? una época irrepetible. Guillermo dej? Asturias en plena juventud cuando ya era una destacada autoridad tanto en el ?mbito musical como en el periodismo y lleg? a Canarias para consagrarse como una eminencia en ambas facetas, como todo el mundo y sus t?tulos reconocen, aunque tratara siempre de esquivar con humildad cualquier relumbr?n.**
Se fue a Canarias con su querida e inseparable Mary y se hizo canario demostrando una extraordinaria capacidad de adaptaci?n, una prueba m?s de su inteligencia superior. Con padres, hermanos y esposa asturianos y dos hijas, una de ellas le espera desde ni?a en el bello cementerio de Luarca, y una nieta canarias, Guillermo resolvi? definitiva y sabiamente el dilema de su identidad: «Tengo dos patrias: Asturias y Canarias», le escuché decir por fin satisfecho de acabar con aquella duda que le inquietaba.**
El final del franquismo sembr? dudas en la propiedad de los dos peri?dicos de Gran Canaria que acab? cediendo su titularidad a un joven empresario, Francisco Javier Moll de Miguel, de cuyo talento emprendedor y perspicacia hoy solo se conoce la punta del iceberg, aunque ya haya logrado crear el grupo de comunicaci?n l?der en Espa?a, Prensa Ibérica.*
Moll y Arantza Sarasola apostaron de inmediato por Guillermo y Juan Ignacio Jiménez Mesa, otro directivo de prensa excepcional prematuramente fallecido, la gesti?n de LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas, plataforma de la que parti? la iniciativa peninsular, impulsada en gran medida por Guillermo, de acudir a la primera subasta de los peri?dicos del Estado (antes del Movimiento) en la que estaba en juego el futuro de La Nueva Espa?a de Asturias.*
Llevaba un a?o como director de La Nueva Espa?a cuando me reun? en el hotel de La Reconquista de Oviedo con Javier Moll y Guillermo. A Moll no lo conoc?a y a Guillermo no le hab?a vuelto a ver desde su despedida de Asturias en el Hotel Principado. A aquella subasta acudieron Prensa Canaria y una sociedad creada en torno a la Caja de Ahorros de Asturias en la que participaba Blas Herrero, hoy due?o de la cadena Kiss FM.
La puja, la ?nica que hubo en la venta de los peri?dicos estatales, subi? el precio de salida en 150 millones de pesetas y el peri?dico fue adjudicado a Prensa Canaria, con lo que tras confirmarme en el cargo mis jefes pasaron a ser Javier Moll, Arantza Sarasola y Guillermo.
Desde 1984 he contado con su confianza y he podido desarrollar, junto con mis compa?eros, un periodismo independiente al servicio de los intereses de Asturias. Gracias a la inspiraci?n y al apoyo de estos directivos que han sintonizado a la perfecci?n desde el principio con el alma de Asturias, un equipo de profesionales asturianos ha colocado a La Nueva Espa?a entre los primeros peri?dicos de Espa?a y ha desempe?ado en destacado papel en el espectacular crecimiento en cuanto a dimensi?n y prestigio de Prensa Ibérica.
Me voy por las ramas para evadirme de la cruel realidad que me toca vivir en este momento y porque me rebelo a despedirme de Guillermo, a quien tanto debo por sus inolvidables lecciones de vida , de periodismo y de tratar de inclinar la balanza siempre que sea posible hacia los m?s débiles.*
Su caballerosidad, su machadiana bondad, su cercan?a en cualquier circunstancia y su dominio de los m?s variados registros vitales no se marchitar?n en quienes hemos podido disfrutar de una personalidad tan atractiva como descollante, tan generosamente regalada a los dem?s por este gran hombre del Renacimiento.*
Guillermo seguir? en nuestro recuerdo viviendo e ilumin?ndonos en nuestra interminable b?squeda de la verdad. En su generoso af?n por abrirnos caminos a los dem?s ha querido, también en esta ocasi?n, adelantarse a nosotros para desvelarnos la respuesta que tan afanosamente buscamos al significado de la muerte. Descanse en paz.
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José Manuel Vaquero es consejero de Prensa Ibérica Media y ex consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/guillermo-garcia-alcalde-hombre-renacimiento-87470341)
Asist? al homenaje de despedida que le dimos los compa?eros de La Nueva Espa?a cuando se fue a Las Palmas para convertirse en el alma de Prensa Canaria, editora de LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas. Guillermo ya era entonces*un prestigioso periodista tan querido como admirado en Asturias. Durante a?os he tenido el privilegio de sentarme en el teatro Campoamor de Oviedo para disfrutar de sus ejemplares temporadas de ?pera junto a Jaime ?lvarez Buylla, presidente de la Sociedad Filarm?nica de Oviedo y anfitri?n sin par de las grandes estrellas oper?sticas que desfilaron por los teatros asturianos. Jaime, que también nos ha dejado, me recordaba, una y otra vez con emocionada devoci?n la rompedora y sobresaliente calidad de la cr?tica musical de Guillermo, ?ntimo amigo suyo, pero siempre ecu?nimes ambos en sus certeros juicios art?sticos.*
Guillermo fue hasta el final de sus d?as uno de los grandes cr?ticos musicales de nuestro pa?s con una autoridad indiscutible y una valent?a e independencia a cualquier prueba. Fue*también un music?logo y un compositor de categor?a, cuyas obras fueron escenificadas por reputados artistas, algunos de los cuales disfrutaron sobre todo en su juventud de su generoso mecenazgo para continuar sus brillantes carreras. En desprendimiento hacia los dem?s ten?a pocos rivales.**
Sus inquietudes culturales eran tan vastas y actuales que resolv?a cualquier urgencia period?stica con una prontitud y una solvencia sorprendentes. He tenido la suerte de ser testigo de la defensa de su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, donde la presidenta del tribunal al no poder contenerse ante la brillantez y originalidad de su exposici?n le interrumpi? para exclamar: «Se?ores: estamos ante un hombre del Renacimiento».*
Su exquisita sensibilidad art?stica no le impidi? ser un periodista total y un ejecutivo de prensa que marcar? una época irrepetible. Guillermo dej? Asturias en plena juventud cuando ya era una destacada autoridad tanto en el ?mbito musical como en el periodismo y lleg? a Canarias para consagrarse como una eminencia en ambas facetas, como todo el mundo y sus t?tulos reconocen, aunque tratara siempre de esquivar con humildad cualquier relumbr?n.**
Se fue a Canarias con su querida e inseparable Mary y se hizo canario demostrando una extraordinaria capacidad de adaptaci?n, una prueba m?s de su inteligencia superior. Con padres, hermanos y esposa asturianos y dos hijas, una de ellas le espera desde ni?a en el bello cementerio de Luarca, y una nieta canarias, Guillermo resolvi? definitiva y sabiamente el dilema de su identidad: «Tengo dos patrias: Asturias y Canarias», le escuché decir por fin satisfecho de acabar con aquella duda que le inquietaba.**
El final del franquismo sembr? dudas en la propiedad de los dos peri?dicos de Gran Canaria que acab? cediendo su titularidad a un joven empresario, Francisco Javier Moll de Miguel, de cuyo talento emprendedor y perspicacia hoy solo se conoce la punta del iceberg, aunque ya haya logrado crear el grupo de comunicaci?n l?der en Espa?a, Prensa Ibérica.*
Moll y Arantza Sarasola apostaron de inmediato por Guillermo y Juan Ignacio Jiménez Mesa, otro directivo de prensa excepcional prematuramente fallecido, la gesti?n de LA PROVINCIA y Diario de Las Palmas, plataforma de la que parti? la iniciativa peninsular, impulsada en gran medida por Guillermo, de acudir a la primera subasta de los peri?dicos del Estado (antes del Movimiento) en la que estaba en juego el futuro de La Nueva Espa?a de Asturias.*
Llevaba un a?o como director de La Nueva Espa?a cuando me reun? en el hotel de La Reconquista de Oviedo con Javier Moll y Guillermo. A Moll no lo conoc?a y a Guillermo no le hab?a vuelto a ver desde su despedida de Asturias en el Hotel Principado. A aquella subasta acudieron Prensa Canaria y una sociedad creada en torno a la Caja de Ahorros de Asturias en la que participaba Blas Herrero, hoy due?o de la cadena Kiss FM.
La puja, la ?nica que hubo en la venta de los peri?dicos estatales, subi? el precio de salida en 150 millones de pesetas y el peri?dico fue adjudicado a Prensa Canaria, con lo que tras confirmarme en el cargo mis jefes pasaron a ser Javier Moll, Arantza Sarasola y Guillermo.
Desde 1984 he contado con su confianza y he podido desarrollar, junto con mis compa?eros, un periodismo independiente al servicio de los intereses de Asturias. Gracias a la inspiraci?n y al apoyo de estos directivos que han sintonizado a la perfecci?n desde el principio con el alma de Asturias, un equipo de profesionales asturianos ha colocado a La Nueva Espa?a entre los primeros peri?dicos de Espa?a y ha desempe?ado en destacado papel en el espectacular crecimiento en cuanto a dimensi?n y prestigio de Prensa Ibérica.
Me voy por las ramas para evadirme de la cruel realidad que me toca vivir en este momento y porque me rebelo a despedirme de Guillermo, a quien tanto debo por sus inolvidables lecciones de vida , de periodismo y de tratar de inclinar la balanza siempre que sea posible hacia los m?s débiles.*
Su caballerosidad, su machadiana bondad, su cercan?a en cualquier circunstancia y su dominio de los m?s variados registros vitales no se marchitar?n en quienes hemos podido disfrutar de una personalidad tan atractiva como descollante, tan generosamente regalada a los dem?s por este gran hombre del Renacimiento.*
Guillermo seguir? en nuestro recuerdo viviendo e ilumin?ndonos en nuestra interminable b?squeda de la verdad. En su generoso af?n por abrirnos caminos a los dem?s ha querido, también en esta ocasi?n, adelantarse a nosotros para desvelarnos la respuesta que tan afanosamente buscamos al significado de la muerte. Descanse en paz.
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José Manuel Vaquero es consejero de Prensa Ibérica Media y ex consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica
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