الريــم
05-16-2023, 09:41 PM
Juegan el mismo torneo durante las mismas dos semanas y en el mismo escenario, las pistas del Foro It?lico en las que a?o tras a?o se celebra Masters 1.000 de Roma. Lo hacen, adem?s, bajo el mismo formato, con partidos al mejor de tres mangas.
M?s informaci?n (Auto)
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Y sin embargo, las mujeres compiten por menos de la mitad de dinero (3.572.618 euros) de lo que lo hacen los hombres (7.705.780 euros). Una brecha que, aunque se ir? reduciendo, no se cerrar? por lo menos hasta 2025.
Considerado como el deporte que m?s pasos ha dado en cuanto a la equiparaci?n monetaria de los premios, el tenis ha vivido en los ?ltimos tiempos un frenazo en ese proceso. Quitando de la ecuaci?n a los Grand Slams, organizados de las propias federaciones nacionales al margen de ATP y WTA, y que establecieron la igualdad de premios durante la primera década del siglo XXI a pesar de que en su caso los hombres juegan los partidos al mejor de cinco parciales y las mujeres al mejor de tres, gran parte de los torneos de inferior rango mantienen cuantiosas diferencias a la hora de recompensar el trabajo de unos y de otras.
Solo tres (Indian Wells, Miami y Madrid) de los siete Masters 1.000 que se disputar?n este a?o en el circuito femenino (Wuhan y Pek?n siguen fuera de combate por la pandemia) tienen unos premios equivalentes a los masculinos. En el de Roma, por ejemplo, el ganador del torneo masculino se embolsar? 1.105.265 euros, mientras que la ganadora del femenino se llevar? 521.754 euros. Mismo trabajo, pero mucho peor pagado, en una proporci?n que no llega a la mitad y que se mantiene para el resto de rondas del cuadro final.
Comp?s de espera
Angelo Binaghi, director ejecutivo de la Federaci?n Italiana de Tenis, sali? al paso y anunci? recientemente su compromiso de lograr la equidad salarial en 2025 "para alinearse con otros eventos importantes en el circuito", a pesar de que el formato ampliado a dos semanas que se estrena este a?o el torneo repercutir? en m?s ingresos.*Por tanto, en las dos pr?ximas ediciones del torneo las mujeres tendr?n que jugar por menos dinero que sus compa?eros, algo que no sent? bien entre las jugadoras.
"No sé por qué no jugamos ya por el mismo premio. No nos informan. Dicen: 'esto es lo que hay' y hay que jugar", dijo resignada al llegar a Roma la espa?ola Paula Badosa, que forma parte de la incipiente Asociaci?n de Jugadores Profesionales de Tenis. “No veo por qué tenemos que esperar”, coment?, por su parte, la tunecina Ons Jabeur. "Es realmente frustrante. Es hora de cambiar y de que el torneo mejore", pidi? la n?mero 4 del mundo.
En los pr?ximos meses llegar?n otros Masters 1.000, como Cincinnati o Canad?, en los que las recompensas monetarios de los hombres también superaron en m?s del doble a los de las mujeres en 2022, a pesar de jugarse en condiciones iguales. O las finales ATP y WTA, conocidas por el p?blico como los torneos de maestros, que se celebran a final de temporada y re?nen a las ocho mejores raquetas masculinas y femeninas.
Mientras que ellos lucharon el a?o pasado en Tur?n por repartirse un total de 13,5 millones de euros (el ganador Novak Djokovic se embols? 4,3 millones, el premio individual m?s cuantioso de la historia del tenis), ellas lo hicieron en California por poco m?s de un tercio de esos montantes (4,5 millones en total y 1,5 para la ganadora, Caroline Garc?a).
Nada hace indicar que esta temporada esas diferencias vayan a cambiar, y la paciencia de las tenistas empieza a agotarse, siendo frecuentes los mensajes de reivindicaci?n en cada torneo. Al llegar al Mutua Madrid Open fue la polaca Iga Swiatek, n?mero uno del mundo, la que levant? la voz después de que en la semana anterior al torneo espa?ol hubiera ganado 104.000 euros y un Porsche por su t?tulo en el WTA 500 de Stuttgart. Al mismo tiempo, Carlos Alcaraz*se embols? casi medio mill?n euros por el Conde de God?, un ATP 500, el nivel equivalente. Unas diferencias habituales en torneos de esta categor?a, la tercera en importancia tras los Grand Slams y los Masters 1.000.
La WTA, bajo la lupa
"El tenis es uno de los deportes donde mayor equilibrio hay entre hombres y mujeres, pero es evidente que todav?a falta mucho trabajo por hacer en términos de prize money si comparamos eventos ATP y WTA del mismo nivel. Los Grand Slams ya est?n parejos, eso est? bien, y ahora ser?a bueno si la WTA se centrara en ello, pero también sabemos que esto es un negocio y a veces incluso se mezcla lo pol?tico. A?n as?, todos los tenistas hacemos el mismo trabajo", critico Swaitek, que recalc? que, bajo su punto de vista, "ver tenis femenino provoca las mismas emociones, y a veces incluso m?s emociones, porque somos un poco m?s emocionales".
La pregunta, en este caso, es si un torneo WTA tiene la capacidad de generar el mismo volumen de negocio, de aficionados en las gradas, de audiencias televisivas e interés de patrocinadores.*Por el momento, la realidad es que no, aunque las protagonistas defienden que el problema no est? en el espect?culo ofrecido en la pista, sino en todo lo que rodea a su trabajo.
"Hay gente que dice que el tenis masculino es m?s bonito y que pueden hacer m?s porque son f?sica y biol?gicamente m?s fuertes. También hab?a gente hace a?os que dec?a que la WTA no era consistente y que éramos una vergüenza, que deber?amos jugar mejor. Pero ahora*yo creo que somos incluso m?s consistentes que los hombres", defend?a Swiatek, que en los dos ?ltimos torneos disputados se ha visto las caras en la final con la n?mero 2 del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
En el punto de mira de las jugadoras est? la deficiente gesti?n que hace la WTA del producto que maneja. La carencia de proyectos de difusi?n, la poca implicaci?n en la promoci?n del deporte y las tenistas o el funcionamiento diario de la propia organizaci?n, ca?tica y con grandes dificultades para encontrar inversores, son algunas de las quejas recurrentes de las tenistas, que ponen el foco hasta en detalles como la ineficiente pagina web de la organizaci?n que rige el tenis femenino.
Factores que explicar?an, seg?n las afectadas, la abismal diferencia de repercusi?n entre ambos circuitos, que las deja sin margen frente a unos promotores de torneos que trabajan en virtud de lo que son, empresarios que buscan maximizar beneficios sin mirar m?s all?. Y que dan lugar a situaciones rocambolescas como la vivida hace unos meses en Dubai, un torneo en el que a pesar de ser de categor?a ATP 500 en el circuito masculino y WTA 1.000 en el femenino, los hombres se repartieron m?s dinero en premios que las mujeres (2.694.216 euros frente a 2.631.058).
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/tenis/incompleto-proceso-igualdad-salarial-tenis-87418734)
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Y sin embargo, las mujeres compiten por menos de la mitad de dinero (3.572.618 euros) de lo que lo hacen los hombres (7.705.780 euros). Una brecha que, aunque se ir? reduciendo, no se cerrar? por lo menos hasta 2025.
Considerado como el deporte que m?s pasos ha dado en cuanto a la equiparaci?n monetaria de los premios, el tenis ha vivido en los ?ltimos tiempos un frenazo en ese proceso. Quitando de la ecuaci?n a los Grand Slams, organizados de las propias federaciones nacionales al margen de ATP y WTA, y que establecieron la igualdad de premios durante la primera década del siglo XXI a pesar de que en su caso los hombres juegan los partidos al mejor de cinco parciales y las mujeres al mejor de tres, gran parte de los torneos de inferior rango mantienen cuantiosas diferencias a la hora de recompensar el trabajo de unos y de otras.
Solo tres (Indian Wells, Miami y Madrid) de los siete Masters 1.000 que se disputar?n este a?o en el circuito femenino (Wuhan y Pek?n siguen fuera de combate por la pandemia) tienen unos premios equivalentes a los masculinos. En el de Roma, por ejemplo, el ganador del torneo masculino se embolsar? 1.105.265 euros, mientras que la ganadora del femenino se llevar? 521.754 euros. Mismo trabajo, pero mucho peor pagado, en una proporci?n que no llega a la mitad y que se mantiene para el resto de rondas del cuadro final.
Comp?s de espera
Angelo Binaghi, director ejecutivo de la Federaci?n Italiana de Tenis, sali? al paso y anunci? recientemente su compromiso de lograr la equidad salarial en 2025 "para alinearse con otros eventos importantes en el circuito", a pesar de que el formato ampliado a dos semanas que se estrena este a?o el torneo repercutir? en m?s ingresos.*Por tanto, en las dos pr?ximas ediciones del torneo las mujeres tendr?n que jugar por menos dinero que sus compa?eros, algo que no sent? bien entre las jugadoras.
"No sé por qué no jugamos ya por el mismo premio. No nos informan. Dicen: 'esto es lo que hay' y hay que jugar", dijo resignada al llegar a Roma la espa?ola Paula Badosa, que forma parte de la incipiente Asociaci?n de Jugadores Profesionales de Tenis. “No veo por qué tenemos que esperar”, coment?, por su parte, la tunecina Ons Jabeur. "Es realmente frustrante. Es hora de cambiar y de que el torneo mejore", pidi? la n?mero 4 del mundo.
En los pr?ximos meses llegar?n otros Masters 1.000, como Cincinnati o Canad?, en los que las recompensas monetarios de los hombres también superaron en m?s del doble a los de las mujeres en 2022, a pesar de jugarse en condiciones iguales. O las finales ATP y WTA, conocidas por el p?blico como los torneos de maestros, que se celebran a final de temporada y re?nen a las ocho mejores raquetas masculinas y femeninas.
Mientras que ellos lucharon el a?o pasado en Tur?n por repartirse un total de 13,5 millones de euros (el ganador Novak Djokovic se embols? 4,3 millones, el premio individual m?s cuantioso de la historia del tenis), ellas lo hicieron en California por poco m?s de un tercio de esos montantes (4,5 millones en total y 1,5 para la ganadora, Caroline Garc?a).
Nada hace indicar que esta temporada esas diferencias vayan a cambiar, y la paciencia de las tenistas empieza a agotarse, siendo frecuentes los mensajes de reivindicaci?n en cada torneo. Al llegar al Mutua Madrid Open fue la polaca Iga Swiatek, n?mero uno del mundo, la que levant? la voz después de que en la semana anterior al torneo espa?ol hubiera ganado 104.000 euros y un Porsche por su t?tulo en el WTA 500 de Stuttgart. Al mismo tiempo, Carlos Alcaraz*se embols? casi medio mill?n euros por el Conde de God?, un ATP 500, el nivel equivalente. Unas diferencias habituales en torneos de esta categor?a, la tercera en importancia tras los Grand Slams y los Masters 1.000.
La WTA, bajo la lupa
"El tenis es uno de los deportes donde mayor equilibrio hay entre hombres y mujeres, pero es evidente que todav?a falta mucho trabajo por hacer en términos de prize money si comparamos eventos ATP y WTA del mismo nivel. Los Grand Slams ya est?n parejos, eso est? bien, y ahora ser?a bueno si la WTA se centrara en ello, pero también sabemos que esto es un negocio y a veces incluso se mezcla lo pol?tico. A?n as?, todos los tenistas hacemos el mismo trabajo", critico Swaitek, que recalc? que, bajo su punto de vista, "ver tenis femenino provoca las mismas emociones, y a veces incluso m?s emociones, porque somos un poco m?s emocionales".
La pregunta, en este caso, es si un torneo WTA tiene la capacidad de generar el mismo volumen de negocio, de aficionados en las gradas, de audiencias televisivas e interés de patrocinadores.*Por el momento, la realidad es que no, aunque las protagonistas defienden que el problema no est? en el espect?culo ofrecido en la pista, sino en todo lo que rodea a su trabajo.
"Hay gente que dice que el tenis masculino es m?s bonito y que pueden hacer m?s porque son f?sica y biol?gicamente m?s fuertes. También hab?a gente hace a?os que dec?a que la WTA no era consistente y que éramos una vergüenza, que deber?amos jugar mejor. Pero ahora*yo creo que somos incluso m?s consistentes que los hombres", defend?a Swiatek, que en los dos ?ltimos torneos disputados se ha visto las caras en la final con la n?mero 2 del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
En el punto de mira de las jugadoras est? la deficiente gesti?n que hace la WTA del producto que maneja. La carencia de proyectos de difusi?n, la poca implicaci?n en la promoci?n del deporte y las tenistas o el funcionamiento diario de la propia organizaci?n, ca?tica y con grandes dificultades para encontrar inversores, son algunas de las quejas recurrentes de las tenistas, que ponen el foco hasta en detalles como la ineficiente pagina web de la organizaci?n que rige el tenis femenino.
Factores que explicar?an, seg?n las afectadas, la abismal diferencia de repercusi?n entre ambos circuitos, que las deja sin margen frente a unos promotores de torneos que trabajan en virtud de lo que son, empresarios que buscan maximizar beneficios sin mirar m?s all?. Y que dan lugar a situaciones rocambolescas como la vivida hace unos meses en Dubai, un torneo en el que a pesar de ser de categor?a ATP 500 en el circuito masculino y WTA 1.000 en el femenino, los hombres se repartieron m?s dinero en premios que las mujeres (2.694.216 euros frente a 2.631.058).
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