الريــم
05-15-2023, 07:26 PM
Virtudes Atero (1951), m?s conocida como Chispa, fue el primer amor de Joaqu?n Sabina, la musa detr?s de 'Una de romanos' y el motivo detr?s de muchos otros versos del jiennense. El pasado viernes 5 de mayo Sabina vino a M?laga y Chispa fue al Mart?n Carpena a escucharle. Se reunieron en el backstage, ella le pidi? que le dedicase una canci?n, como hace cada vez que el artista viene a M?laga. ?l le dedico el concierto entero. "Para mi fue mi primer amor, mi primera novia, esa de los 15 a?os, que nunca se olvida. Yo, que no he podido ni he querido olvidarla, ella me ha dicho que le dedique una canci?n, yo le voy a dedicar el concierto entero. A Chispa", contaba Sabina antes de arrancarse a cantar 'Cuando Era M?s Joven'. A la natural de Fuente de Piedra, hoy d?a catedr?tica de Literatura de la Universidad de C?diz, se la conoce por sus apariciones en las biograf?as del famoso cantautor, esta es su parte de la historia.
Se conocieron en la misma pandilla de amigos, yendo a bares a bailar o montando sus propios guateques a los que Sabina acud?a siempre con su guitarra. Comenzaron a gustarse cuando ella ten?a tan solo 12 a?os, aunque ya con 15, en 1966, Chispa pod?a presumir de él. Ella recuerda que Sabina ya era un gran escritor cuando se conocieron y para un D?a de la Inmaculada le pidi? que le escribiese un poema. “Se lo llevé a las monjas y hasta me aplaudieron”, comenta nost?lgica. Por ese entonces, Sabina formaba parte de un grupo al que bautizaron ‘Los merdellons’ y que hizo sus pinitos por ?beda, llegando a tocar en el cine de la ciudad.
Cuando el joven Sabina march? a estudiar a Granada en el 68 siguieron viéndose de manera espor?dica, pero el flujo de cartas fue inaudito. Hoy en d?a, Virtudes atesora dos maletas llenas de ellas. Sin embargo, a los 18 a?os y una vez m?s siguiendo el trabajo de su padre, Chispa tuvo que partir. La familia se mud? a Granollers, en Catalu?a. “Al d?a siguiente de llegar, cuando me levanté por la ma?ana o? una guitarra y era él, que se hab?a venido detr?s de m? y hab?a colocado una tienda de campa?a en el solar de al lado”, recuerda Chispa.
https://www.uc-4u.com/clip/de7cd7d1-be61-4914-84f2-e8fa6e6e683e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg |
“Cuando vio mi padre que era él, no dijo ni media, pero yo le vi una cara…”, apunta entre risas. En las biograf?as de Sabina qued? por escrito el rechazo frontal del padre de Chispa a la relaci?n que manten?an los j?venes. Pero ella, si bien confirma que el joven m?sico no era santo de la devoci?n de su progenitor, no est? de acuerdo con lo que se escribi? de él. "No estaba de acuerdo porque Joaqu?n era muy rebelde, ten?a el pelo largo, llevaba la guitarra. A mi padre le gustaba regular, pero tampoco es todo lo que se cuenta, no me prohib?an nada", apunta Chispa.
Relaci?n a distancia
Ya asentada en Catalu?a, Chispa empez? a estudiar en Barcelona, lo que no detuvo a Sabina de intentar reunirse con ella. “El iba a verme haciendo autostop, no ten?a un duro. Yo estaba en la clase de la facultad y el abr?a la puerta y dec?a: ?Bichiiito! Porque a me llamaba bichito, y yo sal?a corriendo”. Para facilitar sus estancias en Barcelona, Chispa intercedi? para que las monjas del colegio mayor en el que se alojaba le diesen de comer. “Como no ten?a un duro yo les dec?a que mi novio era cantante, que no era cantante ni era na’, era un ni?o todav?a y que lo invitasen a cenar”.
Por ese entonces, recuerda, Sabina no dejaba de cantar canciones de Atahualpa Yupanqui y, en general, letras sudamericanas. Para la promoci?n de esas peque?os recitales, Chispa hac?a lo que ella llama “papelillos”, pero hoy en d?a se conocen como “flyers”. En ellos escrib?a “Recital de Joaqu?n Sabina”, acompa?ado de dibujos de indios. “Se los repart?a a las ni?as y las monjas también iban a oir. ?Ay, Dios m?o, la prehistoria!”, comenta entre carcajadas.
La mili
Sus caminos se separaron cuando a Sabina le toc? cumplir el servicio militar obligatorio. “Me llam? por teléfono, est?bamos regular por otras historias que no voy a contar, y me dijo: ‘Si t? quieres que nos veamos, me quedo en la mili, si no, me voy para Inglaterra’. A lo que yo le dije que hiciese lo que quisiera. Y se fue a Inglaterra”. A partir de ese momento, le perdi? la pista, pero eventualmente supo que empez? a cantar en los bares de Londres ciudad a la que Sabina march? con 21 a?os tras lanzar un coctel molotov a una sucursal del Banco de Bilbao. Aunque aquello dur? poco, Sabina tuvo que regresar a Espa?a y, pese a haberlo prorrogado hasta en seis ocasiones, tuvo que hacer la ‘mili’.
https://www.uc-4u.com/clip/11da3eb3-b66f-44d8-bdb9-dffaabf31fa8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Joaqu?n Sabina ofreci? dos conciertos en el Palacio Mart?n Carpena el pasado fin de semana. | ?LEX ZEA
Su salto al estrellato
Chispa cuenta que volvi? a o?r de él de nuevo en 1973 cuando Sabina comenz? a tocar en La Mandr?gora, el local de Madrid desde el que catapult? su carrera musical tocando junto a Javier Krahé, Alberto Pérez y Joaquin Carbonell. “Ten?a una prima hermana que me dijo que Joaqu?n estaba en La Mandr?gora y fui a verlo. Y bueno, bueno, bueno, ah? todav?a no era famoso, eh, pero ya estaba a punto”, recuerda. Poco después, Sabina aparecer?a en el programa de RTVE conducido por Fernando Garc?a Tola ‘Si yo fuera presidente’. “En esa época compuso ‘Pongamos que hablo de Madrid’ y la cant? en televisi?n. Y a partir de ah? ya empez? a hacerse famoso, pero yo no sab?a al principio que iba a llegar a eso”.
Chispa, por su parte, hizo carrera en la universidad, llegando a ser vicerrectora de la Universidad de C?diz. “En 2003 o 2004 yo lo llamé para que viniera a un acto y él me dijo que a cantar no iba y dije: ‘Pues bueno, vente a leer un poema o algo’. Entonces fue cuando tome conciencia de que era una auténtica estrella. No te puedes imaginar las colas que se hicieron para ir a aquel acto, las madres llevando a los ni?os con escayola para que Joaqu?n se las firmara. Fue cuando empecé a tomar consciencia de que mi antiguo amor, mi primer amor, era un hombre s?per famoso”.
El hijo de Chispa muri? a causa de un c?ncer de pulm?n en mayo de 2011. Sabina se enter? de su condici?n por unos amigos en com?n, pero ya era tarde, cuando llam?, la familia acababa de enterrarlo. Su madre lo recuerda como un hombre con una enorme conciencia social, que lleg? a crear una ONG en Per? centrada en la escolarizaci?n. A su muerte, sus allegados decidieron hacer una fiesta para recaudar fondos para esa misma ONG. La hicieron en El Bosque, un pueblo de la sierra de C?diz donde la familia ten?a una casa . "Decidimos celebrarlo, celebrar la vida, no la muerte", comenta Chispa. La académica pidi? a Sabina que acudiese a la fiesta. La estrella no dud? un segundo y all? se present? con un poema.
Contacto recuperado
Desde ese entonces, estuvieron en contacto con m?s frecuencia hasta la llegada de la pandemia. Su primera reuni?n después del encerramiento fue la del concierto del pasado 5 de mayo. "Sal? corriendo porque me llam? muy tarde porque Joaqu?n se pone muy nervioso antes de los conciertos, tiene que quedarse solo, un rito que hace", apunta Chispa.
Hoy d?a mantiene una muy buena relaci?n con Jimena, actual esposa de Sabina. Ella, adem?s de una gran amiga sirve de enlace entre Chispa y Joaqu?n, que en pleno siglo XXI sigue sin tener teléfono m?vil. Es gracias a ella que Chispa y Joaqu?n pudieron verse. "Es bonito que después de m?s de 40 a?os sigamos alegr?ndonos tanto de vernos, sigamos siendo amigos y que tengamos ese calor de lo que signific? en una época", afirma Chispa. "El resto de la gente lo tiene como un ?dolo, estaba nerviosa al principio, pero cuando vi la reacci?n del p?blico, sent?a como si algo muy m?o estuviera triunfando", sentencia.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/chispa-primer-amor-sabina-joaquin-87399395)
Se conocieron en la misma pandilla de amigos, yendo a bares a bailar o montando sus propios guateques a los que Sabina acud?a siempre con su guitarra. Comenzaron a gustarse cuando ella ten?a tan solo 12 a?os, aunque ya con 15, en 1966, Chispa pod?a presumir de él. Ella recuerda que Sabina ya era un gran escritor cuando se conocieron y para un D?a de la Inmaculada le pidi? que le escribiese un poema. “Se lo llevé a las monjas y hasta me aplaudieron”, comenta nost?lgica. Por ese entonces, Sabina formaba parte de un grupo al que bautizaron ‘Los merdellons’ y que hizo sus pinitos por ?beda, llegando a tocar en el cine de la ciudad.
Cuando el joven Sabina march? a estudiar a Granada en el 68 siguieron viéndose de manera espor?dica, pero el flujo de cartas fue inaudito. Hoy en d?a, Virtudes atesora dos maletas llenas de ellas. Sin embargo, a los 18 a?os y una vez m?s siguiendo el trabajo de su padre, Chispa tuvo que partir. La familia se mud? a Granollers, en Catalu?a. “Al d?a siguiente de llegar, cuando me levanté por la ma?ana o? una guitarra y era él, que se hab?a venido detr?s de m? y hab?a colocado una tienda de campa?a en el solar de al lado”, recuerda Chispa.
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“Cuando vio mi padre que era él, no dijo ni media, pero yo le vi una cara…”, apunta entre risas. En las biograf?as de Sabina qued? por escrito el rechazo frontal del padre de Chispa a la relaci?n que manten?an los j?venes. Pero ella, si bien confirma que el joven m?sico no era santo de la devoci?n de su progenitor, no est? de acuerdo con lo que se escribi? de él. "No estaba de acuerdo porque Joaqu?n era muy rebelde, ten?a el pelo largo, llevaba la guitarra. A mi padre le gustaba regular, pero tampoco es todo lo que se cuenta, no me prohib?an nada", apunta Chispa.
Relaci?n a distancia
Ya asentada en Catalu?a, Chispa empez? a estudiar en Barcelona, lo que no detuvo a Sabina de intentar reunirse con ella. “El iba a verme haciendo autostop, no ten?a un duro. Yo estaba en la clase de la facultad y el abr?a la puerta y dec?a: ?Bichiiito! Porque a me llamaba bichito, y yo sal?a corriendo”. Para facilitar sus estancias en Barcelona, Chispa intercedi? para que las monjas del colegio mayor en el que se alojaba le diesen de comer. “Como no ten?a un duro yo les dec?a que mi novio era cantante, que no era cantante ni era na’, era un ni?o todav?a y que lo invitasen a cenar”.
Por ese entonces, recuerda, Sabina no dejaba de cantar canciones de Atahualpa Yupanqui y, en general, letras sudamericanas. Para la promoci?n de esas peque?os recitales, Chispa hac?a lo que ella llama “papelillos”, pero hoy en d?a se conocen como “flyers”. En ellos escrib?a “Recital de Joaqu?n Sabina”, acompa?ado de dibujos de indios. “Se los repart?a a las ni?as y las monjas también iban a oir. ?Ay, Dios m?o, la prehistoria!”, comenta entre carcajadas.
La mili
Sus caminos se separaron cuando a Sabina le toc? cumplir el servicio militar obligatorio. “Me llam? por teléfono, est?bamos regular por otras historias que no voy a contar, y me dijo: ‘Si t? quieres que nos veamos, me quedo en la mili, si no, me voy para Inglaterra’. A lo que yo le dije que hiciese lo que quisiera. Y se fue a Inglaterra”. A partir de ese momento, le perdi? la pista, pero eventualmente supo que empez? a cantar en los bares de Londres ciudad a la que Sabina march? con 21 a?os tras lanzar un coctel molotov a una sucursal del Banco de Bilbao. Aunque aquello dur? poco, Sabina tuvo que regresar a Espa?a y, pese a haberlo prorrogado hasta en seis ocasiones, tuvo que hacer la ‘mili’.
https://www.uc-4u.com/clip/11da3eb3-b66f-44d8-bdb9-dffaabf31fa8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Joaqu?n Sabina ofreci? dos conciertos en el Palacio Mart?n Carpena el pasado fin de semana. | ?LEX ZEA
Su salto al estrellato
Chispa cuenta que volvi? a o?r de él de nuevo en 1973 cuando Sabina comenz? a tocar en La Mandr?gora, el local de Madrid desde el que catapult? su carrera musical tocando junto a Javier Krahé, Alberto Pérez y Joaquin Carbonell. “Ten?a una prima hermana que me dijo que Joaqu?n estaba en La Mandr?gora y fui a verlo. Y bueno, bueno, bueno, ah? todav?a no era famoso, eh, pero ya estaba a punto”, recuerda. Poco después, Sabina aparecer?a en el programa de RTVE conducido por Fernando Garc?a Tola ‘Si yo fuera presidente’. “En esa época compuso ‘Pongamos que hablo de Madrid’ y la cant? en televisi?n. Y a partir de ah? ya empez? a hacerse famoso, pero yo no sab?a al principio que iba a llegar a eso”.
Chispa, por su parte, hizo carrera en la universidad, llegando a ser vicerrectora de la Universidad de C?diz. “En 2003 o 2004 yo lo llamé para que viniera a un acto y él me dijo que a cantar no iba y dije: ‘Pues bueno, vente a leer un poema o algo’. Entonces fue cuando tome conciencia de que era una auténtica estrella. No te puedes imaginar las colas que se hicieron para ir a aquel acto, las madres llevando a los ni?os con escayola para que Joaqu?n se las firmara. Fue cuando empecé a tomar consciencia de que mi antiguo amor, mi primer amor, era un hombre s?per famoso”.
El hijo de Chispa muri? a causa de un c?ncer de pulm?n en mayo de 2011. Sabina se enter? de su condici?n por unos amigos en com?n, pero ya era tarde, cuando llam?, la familia acababa de enterrarlo. Su madre lo recuerda como un hombre con una enorme conciencia social, que lleg? a crear una ONG en Per? centrada en la escolarizaci?n. A su muerte, sus allegados decidieron hacer una fiesta para recaudar fondos para esa misma ONG. La hicieron en El Bosque, un pueblo de la sierra de C?diz donde la familia ten?a una casa . "Decidimos celebrarlo, celebrar la vida, no la muerte", comenta Chispa. La académica pidi? a Sabina que acudiese a la fiesta. La estrella no dud? un segundo y all? se present? con un poema.
Contacto recuperado
Desde ese entonces, estuvieron en contacto con m?s frecuencia hasta la llegada de la pandemia. Su primera reuni?n después del encerramiento fue la del concierto del pasado 5 de mayo. "Sal? corriendo porque me llam? muy tarde porque Joaqu?n se pone muy nervioso antes de los conciertos, tiene que quedarse solo, un rito que hace", apunta Chispa.
Hoy d?a mantiene una muy buena relaci?n con Jimena, actual esposa de Sabina. Ella, adem?s de una gran amiga sirve de enlace entre Chispa y Joaqu?n, que en pleno siglo XXI sigue sin tener teléfono m?vil. Es gracias a ella que Chispa y Joaqu?n pudieron verse. "Es bonito que después de m?s de 40 a?os sigamos alegr?ndonos tanto de vernos, sigamos siendo amigos y que tengamos ese calor de lo que signific? en una época", afirma Chispa. "El resto de la gente lo tiene como un ?dolo, estaba nerviosa al principio, pero cuando vi la reacci?n del p?blico, sent?a como si algo muy m?o estuviera triunfando", sentencia.
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