الريــم
05-11-2023, 01:39 PM
No es ninguna noticia que el cine de terror es uno de los géneros m?s abiertos a la innovaci?n y la experimentaci?n. Sin embargo, en cuesti?n de dos a?os, esa apertura ha cristalizado de manera especial. Coinciden Skinamarink (2022), The Outwaters (2022), We’re All Going to the World’s Fair (2021), H?blame (2022) y el proyecto The Backrooms. Todas estas pel?culas de terror se distinguen por su experimentaci?n (narrativa y estil?stica) y tienen cosas en com?n.
La primera: est?n dirigidas por una nueva generaci?n de cineastas muy j?venes y conectados con internet. Muchos vienen de YouTube y debutan en el cine tras una larga experiencia haciendo v?deos para canales que, en algunos casos, tienen millones de seguidores. Todos han incorporado a sus pel?culas el lenguaje de internet. Y todos han visto c?mo sus filmes se alimentaban y crec?an gracias al ruido en foros (con Reddit a la cabeza) y redes sociales.
Lenguaje visual y sonoro
El segundo punto de uni?n es el m?s importante. Todos estos directores est?n experimentando en sus pel?culas con el lenguaje visual y sonoro, en muchos casos coincidiendo en cosas como una actualizaci?n conceptual y estil?stica del found footage (metraje encontrado), una atracci?n por lo on?rico y por los espacios liminales, por la extra?eza y lo aterrador de los lugares abandonados, y una incorporaci?n org?nica de la textura de ciertas im?genes de internet (las m?s weird). Su forma de cruzar en sus pel?culas terror y cine experimental es inesperada e irresistible.
El tercer punto no opera con todas las pel?culas de este art?culo pero s? con la mayor?a. Muchos de los directores de estos filmes son queer y, de maneras distintas, también lo son sus filmes. En una entrevista para Rogerebert.com, Kyle Edward Ball, director de Skinamarink, punta de lanza de este nuevo cine de terror experimental, afirma: “Con la aparici?n de filmes como We’re All Going to the World’s Fair y The Outwaters parece que hay otros cineastas queer de terror que, como yo, est?n haciendo pel?culas extra?as. Es como si estuviéramos en un nuevo movimiento de cine de género queer”. El ?ltimo nexo de uni?n entre estos cineastas es una proyecci?n de futuro: estos directores tomar?n el mando del cine de terror los pr?ximos a?os. Tras pel?culas peque?as, algunos est?n ya al frente de nuevos proyectos con padrinos como A24 y James Wan.
Skinamarink, punta de lanza
Todo empieza con Skinamarink (2022). Financiada por crowdfunding, cost? 15.000 d?lares. Kyle Edward Ball la rod? en una semana en su casa natal en Canad? con un equipo reducido. Skinamarink es la evoluci?n natural de otro proyecto del cineasta: su canal de YouTube @BitesizedNightmares, en el que recrea en v?deos las pesadillas de sus suscriptores. Es una representaci?n del miedo infantil a la oscuridad en la noche. Dos ni?os despiertan de madrugada. Su casa se convierte en un lugar ajeno en el que los objetos cambian y los sonidos se vuelven abstractos. Kyle Edward Ball rueda ese viaje nocturno en largos planos est?ticos, casi sin iluminar, pespunteados por r?fagas visuales y sonoras aterradoras. Skinamarink nace de internet, pero exige una concentraci?n de otra época. Tiene que ser vista a oscuras, con buen sonido. Y se ama o se odia. Pero es un fen?meno. Antes de llegar al streaming en Estados Unidos, se estren? en salas y recaud? m?s de dos millones de d?lares. ?C?mo se explica? Internet una vez m?s. En gran medida a causa de la filtraci?n de la pel?cula a su paso por la edici?n online de un festival, Skinamarink se hizo viral en TikTok. Y, una vez estrenada, los foros se llenaron de teor?as sobre ella y Twitter se polariz?.
Internet en el centro
Como Kyle Edward Ball, los directores de H?blame y de The Backrooms también vienen de YouTube. De hecho, sus canales son m?s exitosos que el suyo. Los directores de H?blame, los youtubers australianos Danny y Michael Philippou, tienen casi siete millones de suscriptores en su canal @Therackaracka, donde experimentan con el humor, los efectos visuales y el horror. H?blame, sobre un grupo de chavales que invocan a un esp?ritu, se estren? en Sundance. La expectaci?n es inmensa, y, sin ser tan experimental como Skinamarink, las cr?ticas ponen el foco en la habilidad de sus autores para contar una historia t?pica del género con los c?digos visuales del presente. La web de Sundance se refer?a as? a ella: “Combina sin esfuerzo lo espeluznante de un cuento de fantasmas con la sensibilidad moderna de un thriller de terror para la generaci?n Insta”.
El salto de Kane Parsons de YouTube al cine es a?n m?s espectacular, entre otras cosas porque tiene 17 a?os. Su serie The Backrooms, alojada en su canal @kanepixels (m?s de dos millones de suscriptores), es un fen?meno. Se trata de cortos en los que abre la puerta a otra dimensi?n y experimenta de una forma tan alucinante como aterradora con los espacios liminales. Algo tan viral y potente no pod?a pasarle desapercibido a James Wan, que se ha unido a A24 para producir la versi?n cinematogr?fica de la serie con Parsons de director.
Viralidad y contagio
The Outwaters y We’re All Going to the World’s Fair también responden a esa necesidad de experimentar con el terror. Son dos pel?culas muy peque?as que, haciendo circuitos distintos, han generado expectaci?n en redes. El éxito de la primera, un found footage con im?genes muy rotas, viene un poco por contagio de Skinamarink: la leyenda de la pel?cula peque?a que da mucho miedo. We’re All Going to the World’s Fair, estrenada en el festival de Sundance, es la pel?cula m?s compleja de este art?culo. El experimento formal va acompa?ado de una mayor ambici?n tem?tica y carga emocional. En el proceso de investigaci?n para hacer su pel?cula, Jane Schoenbrum, cineasta de género no binario, encontr? en YouTube testimonios en primera persona que le ayudaron a definir a la protagonista de We’re All Going to the World’s Fair, donde aborda un tema tan complejo como la disforia a partir de la experiencia de una adolescente que participa en un juego de rol online. Schoenbrum acaba de rodar para A24 I Saw the TV Glow, ya con un presupuesto generoso. El futuro es de ellos (aunque en Espa?a solo se va a estrenar en salas H?blame).
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/nuevas-voces-terror-alucinante-experimental-87196076)
La primera: est?n dirigidas por una nueva generaci?n de cineastas muy j?venes y conectados con internet. Muchos vienen de YouTube y debutan en el cine tras una larga experiencia haciendo v?deos para canales que, en algunos casos, tienen millones de seguidores. Todos han incorporado a sus pel?culas el lenguaje de internet. Y todos han visto c?mo sus filmes se alimentaban y crec?an gracias al ruido en foros (con Reddit a la cabeza) y redes sociales.
Lenguaje visual y sonoro
El segundo punto de uni?n es el m?s importante. Todos estos directores est?n experimentando en sus pel?culas con el lenguaje visual y sonoro, en muchos casos coincidiendo en cosas como una actualizaci?n conceptual y estil?stica del found footage (metraje encontrado), una atracci?n por lo on?rico y por los espacios liminales, por la extra?eza y lo aterrador de los lugares abandonados, y una incorporaci?n org?nica de la textura de ciertas im?genes de internet (las m?s weird). Su forma de cruzar en sus pel?culas terror y cine experimental es inesperada e irresistible.
El tercer punto no opera con todas las pel?culas de este art?culo pero s? con la mayor?a. Muchos de los directores de estos filmes son queer y, de maneras distintas, también lo son sus filmes. En una entrevista para Rogerebert.com, Kyle Edward Ball, director de Skinamarink, punta de lanza de este nuevo cine de terror experimental, afirma: “Con la aparici?n de filmes como We’re All Going to the World’s Fair y The Outwaters parece que hay otros cineastas queer de terror que, como yo, est?n haciendo pel?culas extra?as. Es como si estuviéramos en un nuevo movimiento de cine de género queer”. El ?ltimo nexo de uni?n entre estos cineastas es una proyecci?n de futuro: estos directores tomar?n el mando del cine de terror los pr?ximos a?os. Tras pel?culas peque?as, algunos est?n ya al frente de nuevos proyectos con padrinos como A24 y James Wan.
Skinamarink, punta de lanza
Todo empieza con Skinamarink (2022). Financiada por crowdfunding, cost? 15.000 d?lares. Kyle Edward Ball la rod? en una semana en su casa natal en Canad? con un equipo reducido. Skinamarink es la evoluci?n natural de otro proyecto del cineasta: su canal de YouTube @BitesizedNightmares, en el que recrea en v?deos las pesadillas de sus suscriptores. Es una representaci?n del miedo infantil a la oscuridad en la noche. Dos ni?os despiertan de madrugada. Su casa se convierte en un lugar ajeno en el que los objetos cambian y los sonidos se vuelven abstractos. Kyle Edward Ball rueda ese viaje nocturno en largos planos est?ticos, casi sin iluminar, pespunteados por r?fagas visuales y sonoras aterradoras. Skinamarink nace de internet, pero exige una concentraci?n de otra época. Tiene que ser vista a oscuras, con buen sonido. Y se ama o se odia. Pero es un fen?meno. Antes de llegar al streaming en Estados Unidos, se estren? en salas y recaud? m?s de dos millones de d?lares. ?C?mo se explica? Internet una vez m?s. En gran medida a causa de la filtraci?n de la pel?cula a su paso por la edici?n online de un festival, Skinamarink se hizo viral en TikTok. Y, una vez estrenada, los foros se llenaron de teor?as sobre ella y Twitter se polariz?.
Internet en el centro
Como Kyle Edward Ball, los directores de H?blame y de The Backrooms también vienen de YouTube. De hecho, sus canales son m?s exitosos que el suyo. Los directores de H?blame, los youtubers australianos Danny y Michael Philippou, tienen casi siete millones de suscriptores en su canal @Therackaracka, donde experimentan con el humor, los efectos visuales y el horror. H?blame, sobre un grupo de chavales que invocan a un esp?ritu, se estren? en Sundance. La expectaci?n es inmensa, y, sin ser tan experimental como Skinamarink, las cr?ticas ponen el foco en la habilidad de sus autores para contar una historia t?pica del género con los c?digos visuales del presente. La web de Sundance se refer?a as? a ella: “Combina sin esfuerzo lo espeluznante de un cuento de fantasmas con la sensibilidad moderna de un thriller de terror para la generaci?n Insta”.
El salto de Kane Parsons de YouTube al cine es a?n m?s espectacular, entre otras cosas porque tiene 17 a?os. Su serie The Backrooms, alojada en su canal @kanepixels (m?s de dos millones de suscriptores), es un fen?meno. Se trata de cortos en los que abre la puerta a otra dimensi?n y experimenta de una forma tan alucinante como aterradora con los espacios liminales. Algo tan viral y potente no pod?a pasarle desapercibido a James Wan, que se ha unido a A24 para producir la versi?n cinematogr?fica de la serie con Parsons de director.
Viralidad y contagio
The Outwaters y We’re All Going to the World’s Fair también responden a esa necesidad de experimentar con el terror. Son dos pel?culas muy peque?as que, haciendo circuitos distintos, han generado expectaci?n en redes. El éxito de la primera, un found footage con im?genes muy rotas, viene un poco por contagio de Skinamarink: la leyenda de la pel?cula peque?a que da mucho miedo. We’re All Going to the World’s Fair, estrenada en el festival de Sundance, es la pel?cula m?s compleja de este art?culo. El experimento formal va acompa?ado de una mayor ambici?n tem?tica y carga emocional. En el proceso de investigaci?n para hacer su pel?cula, Jane Schoenbrum, cineasta de género no binario, encontr? en YouTube testimonios en primera persona que le ayudaron a definir a la protagonista de We’re All Going to the World’s Fair, donde aborda un tema tan complejo como la disforia a partir de la experiencia de una adolescente que participa en un juego de rol online. Schoenbrum acaba de rodar para A24 I Saw the TV Glow, ya con un presupuesto generoso. El futuro es de ellos (aunque en Espa?a solo se va a estrenar en salas H?blame).
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