الريــم
05-07-2023, 03:09 PM
Entretienen, juegan, besan, acogen, acompa?an, dan calor y cari?o para amortiguar el da?o y la adversidad: Laura, Roc?o e Isabel son 'las otras madres', mujeres que cuidan a ni?os y ni?as que viven privados de figura materna y demuestran que madre s? hay m?s que una.
El poeta dijo que nuestra patria es la infancia, en los primeros a?os est?n casi todas las claves y el apego y el cuidado edifican. Pero no todos los menores crecen con ellos: hay huérfanos, peque?os y peque?as alejados de sus familias por diversas circunstancias... Pero también hay personas que les dedican su tiempo, su ?nimo, su cari?o y su alegr?a para compensar las carencias y el desamparo infantil.
Es el caso de Laura, que acompa?a a menores hospitalizados que no tienen familia; de Roc?o, mam? de acogida de urgencia; y de Isabel, que hizo de su casa hogar para un ni?o saharaui. Todas ellas tienen hijos biol?gicos y ejercen, al mismo tiempo, de figura de referencia afectiva y protectora con otros chicos y chicas.
"El amor nunca se acaba"
Laura llevaba a?os buscando un voluntariado de acompa?amiento en hospitales. Su hija, que hoy "est? estupenda", naci? "muy enferma" y Laura quer?a devolver toda la ayuda que recibi? entonces, lo que hicieron en el centro médico por ella y por su ni?a.
En esa b?squeda, dio con Mam?s en Acci?n (https://mamasenaccion.es/), una organizaci?n dedicada a acompa?ar a menores ingresados que est?n solos, de 0 a 18 a?os. Es dif?cil pensar que hay peque?os enfermos que pasan su estancia en un centro hospitalario sin ninguna compa??a. "Tenemos una cultura mediterr?nea en la que la familia es fundamental y se nos hace inconcebible pensar que haya ni?os que puedan estar solos en un ingreso hospitalario, pero es la realidad. Y ah? estamos para que, dada esa realidad, ning?n ni?o tenga que afrontarla solo", cuenta Laura en conversaci?n con EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica.
Las personas voluntarias de la organizaci?n hacen una formaci?n y pasan una prueba psicol?gica que las capacite para ejercer el acompa?amiento. Laura asegura que la tarea es facil?sima: "No sustituimos ninguna tarea sanitaria. Das tu tiempo y tu cari?o. Piensas en lo que har?a cualquier madre cuidando en esa situaci?n: entretener, dar de comer, cambiar, hacer compa??a, calmar un berrinche... Depende de los casos, no es lo mismo estar con un bebé con 15 d?as que con un ni?o de 17 a?os, cada acompa?amiento tiene sus necesidades", cuenta.
Los supuestos son muy variados: pueden ser ni?os hospitalizados que procedan de centros de acogida, ni?os a cuyos padres se les haya retirado la custodia o de familias en "situaci?n retadora", que ante ingresos prolongados no pueden llegar a todo.
Ella suele acompa?ar por las noches, aprovechando que necesita pocas horas de sue?o.
"A lo mejor simplemente es hacer el turno de noche y te lo pasas con el dedo del bebé en tu mano, no es nada heroico, pero el caso es que no esté solo y si necesita algo, estés t? ah? para d?rselo. Y no se te ocurra respirar porque se despierta, eres la sensaci?n absoluta de seguridad para un peque?o, si en ese momento no te sientes realizada como persona, apaga y v?monos. Esto es lo m?s bonito que he hecho en la vida", confiesa.
https://www.uc-4u.com/clip/c0972736-3f53-4f12-827c-4bb7a22f09f1_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Laura es voluntaria de Mam?s en Acci?n, una organizaci?n que se dedica a acompa?ar a menores hospitalizados que no tienen familia. | ALBA VIGARAY
Laura, periodista de profesi?n, afirma que este voluntariado que comenz? en 2019 le ha cambiado la vida y habla mucho de ello con su hija, que est? en el origen de todo. "Como persona he cambiado profundamente y me gusta decirlo. Hacer las cosas a cambio de nada es un proceso muy transformador. Cuando antepones las necesidades de otro ser humano, te est?s transformando a ti y al otro ser humano". El primer acompa?amiento que hizo fue precisamente en el hospital donde estuvo ingresada su hija y siente mucha paz por poder dar tiempo, cari?o y paciencia a otros.
"Estos acompa?amientos te demuestran lo que dicen las madres con muchos hijos, que el amor es infinito, nunca se acaba. Y te das cuenta de las peque?as cosas, a las que no damos valor las personas sanas y que vivimos en un entorno privilegiado, marcan la diferencia. Llevo el suficiente tiempo para darme cuenta de que hacemos mucho efecto, de que marcamos la diferencia: ni?os que a lo mejor tienen un diagn?stico complicado, mejoran. Est?n acompa?ados 24 horas, imag?nate ocho hombres y mujeres dedicados a que un bebé esté en la gloria, estimulado sensorial y cognitivamente, leyéndole, cant?ndole...", contin?a.
Aunque ella asegura que es una tarea facil?sima, no es un camino de rosas porque hay que lidiar con la enfermedad y el dolor en la infancia, con la gesti?n del apego (una vez que los peque?os son dados de alta no vuelven a saber de ellos) e incluso con la muerte. La organizaci?n dispone de figuras que dan soporte emocional y psicol?gico para elaborar estas situaciones.
https://www.uc-4u.com/clip/01c5548a-bec6-4e94-92f1-7c1ab7488590_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El bebé que Roc?o tiene en acogida temporal se sujeta a su mano. | ALBA VIGARAY
Se?ala Laura que en Mam?s en Acci?n hay una frase que se pronuncia mucho entre las personas voluntarias, "me llevo m?s de lo que doy", una "verdad indiscutible" por cuanto se llevan de "cari?o, agradecimiento, calidez y amor", por lo que la experiencia les ense?a de "fuerza, resistencia y lucha".
Mam? de coraz?n
Dice la RAE que generosa es la persona que "obra con magnanimidad y nobleza de ?nimo". Roc?o responde a esa definici?n, es una supermam?, lleva el cuidado "en vena". Trabajadora social, lleg? al acogimiento a través de su trabajo, se lo termin? llevando al "terreno personal" y se ha convertido, cuenta, en su vocaci?n y su misi?n.
Cuando su pareja y ella se mudaron a una casa m?s grande, decidieron acoger de forma temporal a un menor. Tras obtener la idoneidad, lo que les ofrecieron fue el acogimiento permanente de una ni?a de 16 meses. La peque?a tiene hoy 12 a?os, es su hija, ya est? en marcha en el proceso para adoptarla, una adopci?n abierta para que tenga todos los derechos a nivel familiar con la opci?n de que pueda seguir teniendo relaci?n con su familia biol?gica.
Después lleg? su hijo biol?gico, que ya tiene 9 a?os. Y cuando eran cuatro en casa, como trabajadora social conoci? la situaci?n de un peque?o que iba a tener que ingresar en un centro de menores porque su madre no iba a poder hacerse cargo de él porque su otra hija estaba hospitalizada. No hab?a familias disponibles y Roc?o decidi? dar el paso: "Ni siquiera mi marido y mis hijos lo sab?an. Cuando llegué por la noche a casa le dije 'ay, nene, que a lo mejor acogemos a otro ni?o'", recuerda. Estuvo con ellos dos a?os, con visitas y estancias con su madre. Mantienen la relaci?n con el peque?o y la familia: "Desde entonces tiene dos mam?s y un pap? que no ten?a".
Su af?n por ayudar a ni?os y ni?as en situaciones adversas la llev? a apuntarse a un programa de voluntariado en familia para sacar a ni?os de centros de acogida los fines de semana y durante las vacaciones. A través de este programa, han ido de vacaciones y pasado los fines de semana con una ni?a que ahora tiene 11 a?os.
No contenta con eso, ha llegado "la aventura de las aventuras": se han convertido en familia de acogida de urgencia, un programa de la Comunidad de Madrid para los ni?os de 0 a 3 a?os que no tienen familia o han sido separados de ella por distintas causas. Hasta que la administraci?n solucione su situaci?n, para evitar que vayan a una residencia, se les asigna una familia de urgencia.
"Cubrimos los tiempos de la administraci?n y nos traemos al ni?o a darle nuestro a?os. Nuestra funci?n es darle besos, abrazos y biberones. (...) Estamos mucho en esta misi?n de acoger a estos ni?os que por circunstancias han sido retirados. Somos su mam? y su pap? de coraz?n este tiempo al 100 %", defiende.
Lo han sido para un bebé de dos a?os y medio y ahora est?n con otro de cuatro meses que lleg? a sus vidas con solo 20 d?as. Reconoce que el momento de la separaci?n es dif?cil, pero considera que m?s duro es saber que va a estar en una residencia yendo de la hamaca a la cuna.
"Es dif?cil la separaci?n, pero cuando no lo coges como tuyo, es diferente. El problema del ser humano es que acogemos las cosas diciendo 'es para m?, va a ser m?o para siempre'. Lo vivimos como que es prioritario darles ese calor y ese cari?o por encima del da?o que nos pueda generar a nosotros, porque también nosotros nos alimentamos del bien que le estamos dando. Estamos intentando paliar un poco ese da?o, que dentro de la trayectoria que ellos tienen que pasar, se vayan llenos de amor porque al final ser? m?s f?cil romper la cadena y haremos adultos sanos", considera.
https://www.uc-4u.com/clip/23cadcc1-e3f5-48e1-8b08-72a2d26bb51b_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Roc?o dice que es "mam? de coraz?n" del peque?o que tiene en acogimiento temporal. | ALBA VIGARAY
Roc?o reconoce que no tiene la "varita m?gica" para borrar el sufrimiento y la adversidad que tienen que afrontar los menores solos, pero s? puede ofrecerles amor y compensar ese da?o haciéndoles sentir queridos, abrazados y protegidos.
"Al final, lo bonito es que aprendes a amar incondicionalmente y cuando das amor incondicional, dejas de medir la vida, venimos aqu? para dar. (...) Nos centramos en las cosas de la crianza, el alimento, las vitaminas, pero si el cuerpo no tiene reservas de amor, el cuerpo muere por mucha medicina que le pongas. Esa es nuestra misi?n", concluye Roc?o.
Y resuenan aquellos versos de Pedro Casariego C?rdoba: "Ojal? vendieran bocadillos de amor. Nadie querr?a bocadillos de jam?n si hubiera bocadillos de amor".
Una familia saharaui para toda la vida
Isabel también es madre, tiene cuatro hijos y vive con su familia en Alcobendas y también sabe lo que es el acogimiento temporal, aunque uno diferente.
Hace unos a?os, en una revista local, ley? un llamamiento para albergar a ni?os y ni?as saharauis en verano: cada vez menos familias se presentaban voluntarias. Isabel se qued? "con la coplilla" y lo plante? en casa. En un primer momento, sus hijos fueron reticentes, pero finalmente decidieron apuntarse y hacer todo el papeleo. Su marido, que se acababa de prejubilar, fue clave para solucionar los tr?mites.
Se les asign? una ni?a saharaui, pero la peque?a no viaj? finalmente. En su lugar, lleg? a sus vidas un ni?o de 10 a?os. "Fue muy especial porque era la primera vez que sal?a de los campamentos y todo era nuevo para él", recuerda.
https://www.uc-4u.com/clip/ca71d0de-f02a-49e8-ad5a-cd12c2d8265a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Isabel, madre de cuatro hijos, se apunt? al programa para convivir en verano con un ni?o saharaui. | IMAGEN CEDIDA
Fue un verano con sus luces y sus sombras, confiesa. "Fue un aprendizaje para todos" porque el peque?o no conoc?a el idioma y el choque cultural era muy fuerte. El primer mes, de adaptaci?n, fue dif?cil. El segundo, mucho mejor. Viajaron de vacaciones a Asturias, todo le resultaba sorprendente.
Isabel indica que la experiencia fue buena para todos. Para el peque?o, por la oportunidad de conocer otros lugares y formas de vida, por salir de un verano con jaimas a 50 grados. Para la familia de Isabel porque el contraste de conocer las circunstancias en las que viven otras personas ayuda a valorar lo que se tiene.
"Estamos muy contentos de la experiencia, aunque fuera complicada en algunos momentos. Luego te da mucha pena cuando el ni?o se va, aunque ellos estén contentos de volver a su casa, vuelven llorando. Aprendi? muy r?pido, era un ni?o muy espabilado. Y ya es una familia saharaui que tenemos para siempre", finaliza.
Este domingo es el D?a de la Madre. La publicidad, las flores, las comilonas familiares lo recuerdan. Pero hay ni?os y ni?as que viven sin madres, que las han perdido o que las tienen lejos. En ocasiones desamparados o desprotegidos. Suerte de las Lauras, las Roc?os y las Isabeles que cuidan sin esperar nada a cambio.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/laura-rocio-isabel-madre-hay-87013987)
El poeta dijo que nuestra patria es la infancia, en los primeros a?os est?n casi todas las claves y el apego y el cuidado edifican. Pero no todos los menores crecen con ellos: hay huérfanos, peque?os y peque?as alejados de sus familias por diversas circunstancias... Pero también hay personas que les dedican su tiempo, su ?nimo, su cari?o y su alegr?a para compensar las carencias y el desamparo infantil.
Es el caso de Laura, que acompa?a a menores hospitalizados que no tienen familia; de Roc?o, mam? de acogida de urgencia; y de Isabel, que hizo de su casa hogar para un ni?o saharaui. Todas ellas tienen hijos biol?gicos y ejercen, al mismo tiempo, de figura de referencia afectiva y protectora con otros chicos y chicas.
"El amor nunca se acaba"
Laura llevaba a?os buscando un voluntariado de acompa?amiento en hospitales. Su hija, que hoy "est? estupenda", naci? "muy enferma" y Laura quer?a devolver toda la ayuda que recibi? entonces, lo que hicieron en el centro médico por ella y por su ni?a.
En esa b?squeda, dio con Mam?s en Acci?n (https://mamasenaccion.es/), una organizaci?n dedicada a acompa?ar a menores ingresados que est?n solos, de 0 a 18 a?os. Es dif?cil pensar que hay peque?os enfermos que pasan su estancia en un centro hospitalario sin ninguna compa??a. "Tenemos una cultura mediterr?nea en la que la familia es fundamental y se nos hace inconcebible pensar que haya ni?os que puedan estar solos en un ingreso hospitalario, pero es la realidad. Y ah? estamos para que, dada esa realidad, ning?n ni?o tenga que afrontarla solo", cuenta Laura en conversaci?n con EL PERI?DICO DE ESPA?A, del grupo Prensa Ibérica.
Las personas voluntarias de la organizaci?n hacen una formaci?n y pasan una prueba psicol?gica que las capacite para ejercer el acompa?amiento. Laura asegura que la tarea es facil?sima: "No sustituimos ninguna tarea sanitaria. Das tu tiempo y tu cari?o. Piensas en lo que har?a cualquier madre cuidando en esa situaci?n: entretener, dar de comer, cambiar, hacer compa??a, calmar un berrinche... Depende de los casos, no es lo mismo estar con un bebé con 15 d?as que con un ni?o de 17 a?os, cada acompa?amiento tiene sus necesidades", cuenta.
Los supuestos son muy variados: pueden ser ni?os hospitalizados que procedan de centros de acogida, ni?os a cuyos padres se les haya retirado la custodia o de familias en "situaci?n retadora", que ante ingresos prolongados no pueden llegar a todo.
Ella suele acompa?ar por las noches, aprovechando que necesita pocas horas de sue?o.
"A lo mejor simplemente es hacer el turno de noche y te lo pasas con el dedo del bebé en tu mano, no es nada heroico, pero el caso es que no esté solo y si necesita algo, estés t? ah? para d?rselo. Y no se te ocurra respirar porque se despierta, eres la sensaci?n absoluta de seguridad para un peque?o, si en ese momento no te sientes realizada como persona, apaga y v?monos. Esto es lo m?s bonito que he hecho en la vida", confiesa.
https://www.uc-4u.com/clip/c0972736-3f53-4f12-827c-4bb7a22f09f1_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Laura es voluntaria de Mam?s en Acci?n, una organizaci?n que se dedica a acompa?ar a menores hospitalizados que no tienen familia. | ALBA VIGARAY
Laura, periodista de profesi?n, afirma que este voluntariado que comenz? en 2019 le ha cambiado la vida y habla mucho de ello con su hija, que est? en el origen de todo. "Como persona he cambiado profundamente y me gusta decirlo. Hacer las cosas a cambio de nada es un proceso muy transformador. Cuando antepones las necesidades de otro ser humano, te est?s transformando a ti y al otro ser humano". El primer acompa?amiento que hizo fue precisamente en el hospital donde estuvo ingresada su hija y siente mucha paz por poder dar tiempo, cari?o y paciencia a otros.
"Estos acompa?amientos te demuestran lo que dicen las madres con muchos hijos, que el amor es infinito, nunca se acaba. Y te das cuenta de las peque?as cosas, a las que no damos valor las personas sanas y que vivimos en un entorno privilegiado, marcan la diferencia. Llevo el suficiente tiempo para darme cuenta de que hacemos mucho efecto, de que marcamos la diferencia: ni?os que a lo mejor tienen un diagn?stico complicado, mejoran. Est?n acompa?ados 24 horas, imag?nate ocho hombres y mujeres dedicados a que un bebé esté en la gloria, estimulado sensorial y cognitivamente, leyéndole, cant?ndole...", contin?a.
Aunque ella asegura que es una tarea facil?sima, no es un camino de rosas porque hay que lidiar con la enfermedad y el dolor en la infancia, con la gesti?n del apego (una vez que los peque?os son dados de alta no vuelven a saber de ellos) e incluso con la muerte. La organizaci?n dispone de figuras que dan soporte emocional y psicol?gico para elaborar estas situaciones.
https://www.uc-4u.com/clip/01c5548a-bec6-4e94-92f1-7c1ab7488590_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El bebé que Roc?o tiene en acogida temporal se sujeta a su mano. | ALBA VIGARAY
Se?ala Laura que en Mam?s en Acci?n hay una frase que se pronuncia mucho entre las personas voluntarias, "me llevo m?s de lo que doy", una "verdad indiscutible" por cuanto se llevan de "cari?o, agradecimiento, calidez y amor", por lo que la experiencia les ense?a de "fuerza, resistencia y lucha".
Mam? de coraz?n
Dice la RAE que generosa es la persona que "obra con magnanimidad y nobleza de ?nimo". Roc?o responde a esa definici?n, es una supermam?, lleva el cuidado "en vena". Trabajadora social, lleg? al acogimiento a través de su trabajo, se lo termin? llevando al "terreno personal" y se ha convertido, cuenta, en su vocaci?n y su misi?n.
Cuando su pareja y ella se mudaron a una casa m?s grande, decidieron acoger de forma temporal a un menor. Tras obtener la idoneidad, lo que les ofrecieron fue el acogimiento permanente de una ni?a de 16 meses. La peque?a tiene hoy 12 a?os, es su hija, ya est? en marcha en el proceso para adoptarla, una adopci?n abierta para que tenga todos los derechos a nivel familiar con la opci?n de que pueda seguir teniendo relaci?n con su familia biol?gica.
Después lleg? su hijo biol?gico, que ya tiene 9 a?os. Y cuando eran cuatro en casa, como trabajadora social conoci? la situaci?n de un peque?o que iba a tener que ingresar en un centro de menores porque su madre no iba a poder hacerse cargo de él porque su otra hija estaba hospitalizada. No hab?a familias disponibles y Roc?o decidi? dar el paso: "Ni siquiera mi marido y mis hijos lo sab?an. Cuando llegué por la noche a casa le dije 'ay, nene, que a lo mejor acogemos a otro ni?o'", recuerda. Estuvo con ellos dos a?os, con visitas y estancias con su madre. Mantienen la relaci?n con el peque?o y la familia: "Desde entonces tiene dos mam?s y un pap? que no ten?a".
Su af?n por ayudar a ni?os y ni?as en situaciones adversas la llev? a apuntarse a un programa de voluntariado en familia para sacar a ni?os de centros de acogida los fines de semana y durante las vacaciones. A través de este programa, han ido de vacaciones y pasado los fines de semana con una ni?a que ahora tiene 11 a?os.
No contenta con eso, ha llegado "la aventura de las aventuras": se han convertido en familia de acogida de urgencia, un programa de la Comunidad de Madrid para los ni?os de 0 a 3 a?os que no tienen familia o han sido separados de ella por distintas causas. Hasta que la administraci?n solucione su situaci?n, para evitar que vayan a una residencia, se les asigna una familia de urgencia.
"Cubrimos los tiempos de la administraci?n y nos traemos al ni?o a darle nuestro a?os. Nuestra funci?n es darle besos, abrazos y biberones. (...) Estamos mucho en esta misi?n de acoger a estos ni?os que por circunstancias han sido retirados. Somos su mam? y su pap? de coraz?n este tiempo al 100 %", defiende.
Lo han sido para un bebé de dos a?os y medio y ahora est?n con otro de cuatro meses que lleg? a sus vidas con solo 20 d?as. Reconoce que el momento de la separaci?n es dif?cil, pero considera que m?s duro es saber que va a estar en una residencia yendo de la hamaca a la cuna.
"Es dif?cil la separaci?n, pero cuando no lo coges como tuyo, es diferente. El problema del ser humano es que acogemos las cosas diciendo 'es para m?, va a ser m?o para siempre'. Lo vivimos como que es prioritario darles ese calor y ese cari?o por encima del da?o que nos pueda generar a nosotros, porque también nosotros nos alimentamos del bien que le estamos dando. Estamos intentando paliar un poco ese da?o, que dentro de la trayectoria que ellos tienen que pasar, se vayan llenos de amor porque al final ser? m?s f?cil romper la cadena y haremos adultos sanos", considera.
https://www.uc-4u.com/clip/23cadcc1-e3f5-48e1-8b08-72a2d26bb51b_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Roc?o dice que es "mam? de coraz?n" del peque?o que tiene en acogimiento temporal. | ALBA VIGARAY
Roc?o reconoce que no tiene la "varita m?gica" para borrar el sufrimiento y la adversidad que tienen que afrontar los menores solos, pero s? puede ofrecerles amor y compensar ese da?o haciéndoles sentir queridos, abrazados y protegidos.
"Al final, lo bonito es que aprendes a amar incondicionalmente y cuando das amor incondicional, dejas de medir la vida, venimos aqu? para dar. (...) Nos centramos en las cosas de la crianza, el alimento, las vitaminas, pero si el cuerpo no tiene reservas de amor, el cuerpo muere por mucha medicina que le pongas. Esa es nuestra misi?n", concluye Roc?o.
Y resuenan aquellos versos de Pedro Casariego C?rdoba: "Ojal? vendieran bocadillos de amor. Nadie querr?a bocadillos de jam?n si hubiera bocadillos de amor".
Una familia saharaui para toda la vida
Isabel también es madre, tiene cuatro hijos y vive con su familia en Alcobendas y también sabe lo que es el acogimiento temporal, aunque uno diferente.
Hace unos a?os, en una revista local, ley? un llamamiento para albergar a ni?os y ni?as saharauis en verano: cada vez menos familias se presentaban voluntarias. Isabel se qued? "con la coplilla" y lo plante? en casa. En un primer momento, sus hijos fueron reticentes, pero finalmente decidieron apuntarse y hacer todo el papeleo. Su marido, que se acababa de prejubilar, fue clave para solucionar los tr?mites.
Se les asign? una ni?a saharaui, pero la peque?a no viaj? finalmente. En su lugar, lleg? a sus vidas un ni?o de 10 a?os. "Fue muy especial porque era la primera vez que sal?a de los campamentos y todo era nuevo para él", recuerda.
https://www.uc-4u.com/clip/ca71d0de-f02a-49e8-ad5a-cd12c2d8265a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Isabel, madre de cuatro hijos, se apunt? al programa para convivir en verano con un ni?o saharaui. | IMAGEN CEDIDA
Fue un verano con sus luces y sus sombras, confiesa. "Fue un aprendizaje para todos" porque el peque?o no conoc?a el idioma y el choque cultural era muy fuerte. El primer mes, de adaptaci?n, fue dif?cil. El segundo, mucho mejor. Viajaron de vacaciones a Asturias, todo le resultaba sorprendente.
Isabel indica que la experiencia fue buena para todos. Para el peque?o, por la oportunidad de conocer otros lugares y formas de vida, por salir de un verano con jaimas a 50 grados. Para la familia de Isabel porque el contraste de conocer las circunstancias en las que viven otras personas ayuda a valorar lo que se tiene.
"Estamos muy contentos de la experiencia, aunque fuera complicada en algunos momentos. Luego te da mucha pena cuando el ni?o se va, aunque ellos estén contentos de volver a su casa, vuelven llorando. Aprendi? muy r?pido, era un ni?o muy espabilado. Y ya es una familia saharaui que tenemos para siempre", finaliza.
Este domingo es el D?a de la Madre. La publicidad, las flores, las comilonas familiares lo recuerdan. Pero hay ni?os y ni?as que viven sin madres, que las han perdido o que las tienen lejos. En ocasiones desamparados o desprotegidos. Suerte de las Lauras, las Roc?os y las Isabeles que cuidan sin esperar nada a cambio.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/laura-rocio-isabel-madre-hay-87013987)