الريــم
05-05-2023, 07:50 PM
Si hay algo que nunca se le perdona a una mujer es que sea una mala madre. Cuando Rachel Cusk public? en 2001 Un trabajo para toda la vida (traducido por primera vez al castellano en 2023 por Libros del Asteroide) fue toda una revoluci?n. En él hablaba del anhelo de libertad, de sus ganas de huir, de la sensaci?n de vivir encerrada en una celda. La naturalizaci?n del concepto de mala madre en la literatura es algo reciente. Y sigue estando asociado a un terrible sentimiento de culpa. El pecado de no ser perfecta, de priorizar tu vida a la de aquellos que dependen de tus cuidados.
Citemos dos ejemplos recientes de la ficci?n literaria para ponernos en situaci?n: Myriam, la protagonista de Canci?n dulce de Leila Slimani, una madre que por desear recuperar su vida profesional deja a sus hijos al cuidado de otra mujer que acaba asesin?ndolos. O a la narradora de Las madres no de Katixa Agirre, que deja cada d?a a su hijo en una guarder?a para poder escribir en las horas que todos entienden que deber?a estar dedicando a los cuidados. Sea cual sea la elecci?n vital de las protagonistas, siempre parece equivocarse.*
Hemos consultado a cuatro escritoras que abordan estos temas para que nos hablen de sus personajes femeninos y c?mo se enfrentan a decisiones argumentales relacionadas con la maternidad. Y c?mo, adem?s, lo hacen desde la ficci?n criminal.
Uno de los sellos de identidad de Laura Lippman (Atlanta, 1959) es la creaci?n de personajes femeninos potentes y cargados de contradicciones. La dama del lago (Salamandra, 2023) est? ambientada en los a?os sesenta y su protagonista, Maddie, “s?, es despiadadamente ambiciosa”. ?Es incompatible la vida familiar con la laboral?*“Es una pregunta delicada, ya que mi matrimonio termin? hace tres a?os y a veces me pregunto si las cosas habr?an sido diferentes si hubiese podido encontrar la felicidad en un marco m?s tradicional. Pero, para m?, la maternidad es complementaria a mi vida de escritora. De hecho, disfruto del reto de seguir trabajando a un ritmo bastante constante mientras soy madre, algo que tantas mujeres me advirtieron que ser?a imposible. Pero, por supuesto, esto viene de un lugar de enorme privilegio, ya que también tengo los medios para pagar la ayuda que necesito.”*
Claudia Pi?eiro en El tiempo de las moscas (Alfaguara, 2023) recupera a la protagonista de Tuya, una historia en la que Inés antepon?a la urgencia de su d?a a d?a al cuidado de su hija adolescente. “Es incompatible, o de esfuerzo extremo, la vida profesional plena y la familiar al estilo que tradicionalmente nos hicieron creer que deb?amos atender. Si las mujeres debemos ocuparnos y hacernos cargo solas o con poca ayuda de las tareas cotidianas de la vida familiar es muy probable que nos falte tiempo para desarrollar plenamente la carrera que elijamos. Creo que m?s que renunciar hay que evaluar la situaci?n y buscar opciones de divisi?n de tareas compartidas.”
La responsabilidad de los cuidados
Sobre las mujeres, sobre las madres, recae la responsabilidad de los cuidados. Y rara vez se les perdona el error. De ah? la aparici?n en la ficci?n de las malas madres, seres imperfectos que muestran la dificultad de afrontar este papel. Las historias de Bonnie Jo Campbell (Michigan, 1962) est?n repletas de individuos que se equivocan. Desde la protagonista de ?rase un r?o (Dirty Works, 2019) hasta los personajes de los relatos de Mujeres y otros animales (Dirty Works, 2023). “S?, los seres humanos son imperfectos, las mujeres son seres humanos, las madres son mujeres y por lo tanto las madres son imperfectas. En la literatura nos alegramos de que la gente sea imperfecta. Si tienes una persona perfecta, tienes una religi?n. Si tienes un protagonista imperfecto, puedes tener literatura.” Incluso va m?s all? afirmando que “parece injusto que se espere que cada madre sea tan perfecta como la Virgen Mar?a, mientras que nunca se espera que los bebés sean tan perfectos como Jes?s. Todas las madres deber?an llevar un cartel o una camiseta. 'No soy la Virgen Mar?a. Acost?mbrate'.”*
Marie Ndiaye: "Siempre me incomoda cuando se asocia a mis personajes o mis historias a temas de sociedad"
Marie Ndiaye (Loiret, Francia, 1967), autora entre otras de M?a es la venganza (Gatopardo, 2021) y La chef (Gatopardo, 2022) reh?ye la etiqueta de novela social y afirma que “siempre me incomoda cuando se asocia a mis personajes o mis historias a temas de sociedad. No escribo sobre el 'asunto' de las mujeres oprimidas por el patriarcado. Como ciudadana, puedo pensar sobre el patriarcado y militar contra él. Como escritora, no pienso en ello.”
La femme fatale
En los or?genes de la ficci?n criminal no hab?a lugar para los personajes femeninos. El género era eminentemente urbano, y el radio de acci?n de las mujeres en aquellos a?os se restring?a a las cuatro paredes del espacio doméstico. Las madres, las hijas o las esposas no ten?an cabida. De estas restricciones sociales surgi? el personaje de la femme fatale, un arquetipo que s? encajaba en este tipo de novelas, pero que condenado a las protagonistas a someterse a un cliché que tal vez deber?a revisarse, o incluso olvidarse.
Laura Lippman: "El concepto tradicional de maternidad es un arma de doble filo. Oprime a las mujeres"
Lippman afirma que “la mujer fatal solo existe dentro de la mirada masculina, o de la mirada femenina que acepta irreflexivamente ese marco. Con Piel quemada quer?a escribir sobre una mujer a la que le resulta extenuante que los hombres, las personas, se sientan atra?dos por ella. La mujer fatal es una creaci?n masculina, una justificaci?n, una racionalizaci?n. Pero también es una oportunidad. Si los hombres creen que las mujeres pueden llevarles a la perdici?n, ?por qué no aprovecharse de ese hecho?”.*
Campbell manifiesta que en sus historias las mujeres “hacen lo que pueden para salir adelante en una situaci?n dif?cil” y en ocasiones recurren a “artima?as sexuales para conseguir sobrevivir. El sexo siempre ha sido algo que los poderosos pueden comprar a los menos poderosos y que pueden robar a los menos favorecidos. Y la sexualidad es algo que la gente menos poderosa puede necesitar cuando no tienen nada m?s para comerciar. Me gustar?a pensar que nuestra sociedad ha hecho grandes progresos pero en Estados Unidos ni siquiera podemos, en 2023, aprobar la Enmienda de Igualdad de Derechos que otorga los mismos derechos a mujeres y hombres.”*
Construcci?n
Pi?eiro es rotunda: “Habr?a que desterrar el concepto de femme fatale. El mundo est? lleno de mujeres y hombres manipuladores, psic?patas, que llevan a otros de las narices, y creo que si ese es el caso habr?a que buscar denominaciones m?s cercanas a este concepto. La femme fatale supuestamente es una mujer tan atractiva que el pobre hombre se enamora perdidamente y cae en sus redes. Todo en esta construcci?n me parece antigua y perdida.”
Para Ndiaye, “las femmes fatales nos son muy interesantes como personajes, son la proyecci?n de un fantasma o un miedo o de algo que se me escapa.” Y considera que “los grandes personajes, aquellos cuyo recuerdo permanece largo tiempo en nuestra memoria, son a menudo complejos, no necesariamente amables, llenos de sentimientos*contradictorios. Cuando un personaje nos parece un prototipo, ello se debe quiz? a que el autor no ha logrado dotarlo de la complejidad propia de cualquier ser humano.”
Pi?eiro: "Si un hombre quisiera escribir sobre maternidades en conflicto también podr?a hacerlo, ?por qué no?"
Que la ficci?n criminal haya representado de una forma tan sesgada a los personajes femeninos durante tanto tiempo hace que surja de manera inevitable la pregunta de si deben ser las escritoras quienes renueven el género y doten a estas protagonistas de la entidad y el car?cter que se merecen. “Yo, que soy atea, creo en la ficci?n”, declara Pi?eiro. “Y en la libertad para escribir del tema que quiera quien quiera. Creo que el tema de las maternidades en conflicto empez? a mostrarse a través de plumas de mujeres porque son los temas que nos convocan. Pero si un hombre quisiera escribir sobre estos temas también podr?a hacerlo, por qué no.” En la misma l?nea, Campbell afirma que “tanto los escritores como las escritoras deber?an escribir de forma realista sobre hombres y mujeres.”
No obstante, Lippman considera que “la ficci?n puede ayudar a entender que gran parte de lo que pensamos sobre la maternidad es una invenci?n. El concepto tradicional de maternidad es un arma de doble filo. Oprime a las mujeres. Las mantiene en su sitio mientras las hace sentir miserables por sus defectos como madres. Es esencial que las mujeres escriban estas historias.” Ndiaye afirma que le encanta que “las artistas mujeres muestren un tipo distinto de personajes femeninos, es algo que resulta muy aleccionador, tanto para los hombres como para las mujeres: se puede ser mujer y aun as? estar atrapada en un sistema de representaciones muy estereotipado.”
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/club-malas-madres-86938054)
Citemos dos ejemplos recientes de la ficci?n literaria para ponernos en situaci?n: Myriam, la protagonista de Canci?n dulce de Leila Slimani, una madre que por desear recuperar su vida profesional deja a sus hijos al cuidado de otra mujer que acaba asesin?ndolos. O a la narradora de Las madres no de Katixa Agirre, que deja cada d?a a su hijo en una guarder?a para poder escribir en las horas que todos entienden que deber?a estar dedicando a los cuidados. Sea cual sea la elecci?n vital de las protagonistas, siempre parece equivocarse.*
Hemos consultado a cuatro escritoras que abordan estos temas para que nos hablen de sus personajes femeninos y c?mo se enfrentan a decisiones argumentales relacionadas con la maternidad. Y c?mo, adem?s, lo hacen desde la ficci?n criminal.
Uno de los sellos de identidad de Laura Lippman (Atlanta, 1959) es la creaci?n de personajes femeninos potentes y cargados de contradicciones. La dama del lago (Salamandra, 2023) est? ambientada en los a?os sesenta y su protagonista, Maddie, “s?, es despiadadamente ambiciosa”. ?Es incompatible la vida familiar con la laboral?*“Es una pregunta delicada, ya que mi matrimonio termin? hace tres a?os y a veces me pregunto si las cosas habr?an sido diferentes si hubiese podido encontrar la felicidad en un marco m?s tradicional. Pero, para m?, la maternidad es complementaria a mi vida de escritora. De hecho, disfruto del reto de seguir trabajando a un ritmo bastante constante mientras soy madre, algo que tantas mujeres me advirtieron que ser?a imposible. Pero, por supuesto, esto viene de un lugar de enorme privilegio, ya que también tengo los medios para pagar la ayuda que necesito.”*
Claudia Pi?eiro en El tiempo de las moscas (Alfaguara, 2023) recupera a la protagonista de Tuya, una historia en la que Inés antepon?a la urgencia de su d?a a d?a al cuidado de su hija adolescente. “Es incompatible, o de esfuerzo extremo, la vida profesional plena y la familiar al estilo que tradicionalmente nos hicieron creer que deb?amos atender. Si las mujeres debemos ocuparnos y hacernos cargo solas o con poca ayuda de las tareas cotidianas de la vida familiar es muy probable que nos falte tiempo para desarrollar plenamente la carrera que elijamos. Creo que m?s que renunciar hay que evaluar la situaci?n y buscar opciones de divisi?n de tareas compartidas.”
La responsabilidad de los cuidados
Sobre las mujeres, sobre las madres, recae la responsabilidad de los cuidados. Y rara vez se les perdona el error. De ah? la aparici?n en la ficci?n de las malas madres, seres imperfectos que muestran la dificultad de afrontar este papel. Las historias de Bonnie Jo Campbell (Michigan, 1962) est?n repletas de individuos que se equivocan. Desde la protagonista de ?rase un r?o (Dirty Works, 2019) hasta los personajes de los relatos de Mujeres y otros animales (Dirty Works, 2023). “S?, los seres humanos son imperfectos, las mujeres son seres humanos, las madres son mujeres y por lo tanto las madres son imperfectas. En la literatura nos alegramos de que la gente sea imperfecta. Si tienes una persona perfecta, tienes una religi?n. Si tienes un protagonista imperfecto, puedes tener literatura.” Incluso va m?s all? afirmando que “parece injusto que se espere que cada madre sea tan perfecta como la Virgen Mar?a, mientras que nunca se espera que los bebés sean tan perfectos como Jes?s. Todas las madres deber?an llevar un cartel o una camiseta. 'No soy la Virgen Mar?a. Acost?mbrate'.”*
Marie Ndiaye: "Siempre me incomoda cuando se asocia a mis personajes o mis historias a temas de sociedad"
Marie Ndiaye (Loiret, Francia, 1967), autora entre otras de M?a es la venganza (Gatopardo, 2021) y La chef (Gatopardo, 2022) reh?ye la etiqueta de novela social y afirma que “siempre me incomoda cuando se asocia a mis personajes o mis historias a temas de sociedad. No escribo sobre el 'asunto' de las mujeres oprimidas por el patriarcado. Como ciudadana, puedo pensar sobre el patriarcado y militar contra él. Como escritora, no pienso en ello.”
La femme fatale
En los or?genes de la ficci?n criminal no hab?a lugar para los personajes femeninos. El género era eminentemente urbano, y el radio de acci?n de las mujeres en aquellos a?os se restring?a a las cuatro paredes del espacio doméstico. Las madres, las hijas o las esposas no ten?an cabida. De estas restricciones sociales surgi? el personaje de la femme fatale, un arquetipo que s? encajaba en este tipo de novelas, pero que condenado a las protagonistas a someterse a un cliché que tal vez deber?a revisarse, o incluso olvidarse.
Laura Lippman: "El concepto tradicional de maternidad es un arma de doble filo. Oprime a las mujeres"
Lippman afirma que “la mujer fatal solo existe dentro de la mirada masculina, o de la mirada femenina que acepta irreflexivamente ese marco. Con Piel quemada quer?a escribir sobre una mujer a la que le resulta extenuante que los hombres, las personas, se sientan atra?dos por ella. La mujer fatal es una creaci?n masculina, una justificaci?n, una racionalizaci?n. Pero también es una oportunidad. Si los hombres creen que las mujeres pueden llevarles a la perdici?n, ?por qué no aprovecharse de ese hecho?”.*
Campbell manifiesta que en sus historias las mujeres “hacen lo que pueden para salir adelante en una situaci?n dif?cil” y en ocasiones recurren a “artima?as sexuales para conseguir sobrevivir. El sexo siempre ha sido algo que los poderosos pueden comprar a los menos poderosos y que pueden robar a los menos favorecidos. Y la sexualidad es algo que la gente menos poderosa puede necesitar cuando no tienen nada m?s para comerciar. Me gustar?a pensar que nuestra sociedad ha hecho grandes progresos pero en Estados Unidos ni siquiera podemos, en 2023, aprobar la Enmienda de Igualdad de Derechos que otorga los mismos derechos a mujeres y hombres.”*
Construcci?n
Pi?eiro es rotunda: “Habr?a que desterrar el concepto de femme fatale. El mundo est? lleno de mujeres y hombres manipuladores, psic?patas, que llevan a otros de las narices, y creo que si ese es el caso habr?a que buscar denominaciones m?s cercanas a este concepto. La femme fatale supuestamente es una mujer tan atractiva que el pobre hombre se enamora perdidamente y cae en sus redes. Todo en esta construcci?n me parece antigua y perdida.”
Para Ndiaye, “las femmes fatales nos son muy interesantes como personajes, son la proyecci?n de un fantasma o un miedo o de algo que se me escapa.” Y considera que “los grandes personajes, aquellos cuyo recuerdo permanece largo tiempo en nuestra memoria, son a menudo complejos, no necesariamente amables, llenos de sentimientos*contradictorios. Cuando un personaje nos parece un prototipo, ello se debe quiz? a que el autor no ha logrado dotarlo de la complejidad propia de cualquier ser humano.”
Pi?eiro: "Si un hombre quisiera escribir sobre maternidades en conflicto también podr?a hacerlo, ?por qué no?"
Que la ficci?n criminal haya representado de una forma tan sesgada a los personajes femeninos durante tanto tiempo hace que surja de manera inevitable la pregunta de si deben ser las escritoras quienes renueven el género y doten a estas protagonistas de la entidad y el car?cter que se merecen. “Yo, que soy atea, creo en la ficci?n”, declara Pi?eiro. “Y en la libertad para escribir del tema que quiera quien quiera. Creo que el tema de las maternidades en conflicto empez? a mostrarse a través de plumas de mujeres porque son los temas que nos convocan. Pero si un hombre quisiera escribir sobre estos temas también podr?a hacerlo, por qué no.” En la misma l?nea, Campbell afirma que “tanto los escritores como las escritoras deber?an escribir de forma realista sobre hombres y mujeres.”
No obstante, Lippman considera que “la ficci?n puede ayudar a entender que gran parte de lo que pensamos sobre la maternidad es una invenci?n. El concepto tradicional de maternidad es un arma de doble filo. Oprime a las mujeres. Las mantiene en su sitio mientras las hace sentir miserables por sus defectos como madres. Es esencial que las mujeres escriban estas historias.” Ndiaye afirma que le encanta que “las artistas mujeres muestren un tipo distinto de personajes femeninos, es algo que resulta muy aleccionador, tanto para los hombres como para las mujeres: se puede ser mujer y aun as? estar atrapada en un sistema de representaciones muy estereotipado.”
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/club-malas-madres-86938054)