الريــم
05-04-2023, 10:10 PM
Vagalume, la ?ltima novela de Julio Llamazares (Vegami?n, Le?n, ahora un pueblo inundado, 1955), es, como su novela m?s poética, La lluvia amarilla, una cr?nica general de la soledad, pero en el ?mbito urbano, donde un periodista aborda la oscuridad de la noche buscando en la escritura de ficci?n remedio para su desolaci?n o su tristeza. Jam?s este escritor secreto, periodista de d?a, dio a la imprenta su obra m?ltiple.
En La lluvia amarilla el escenario es un pueblo vac?o y aqu? es la noche de la ciudad el gran vac?o que llena el protagonista que se llama a s? mismo Vagalume, cuya escritura se mantiene an?nima hasta que, a su muerte, su familia la descubre en medio del misterio y la mentira. La saca a la luz para que su amigo, el narrador, la lea y la valore o la oculte para siempre. La novela de pronto se convierte en protagonista del mismo libro, a partir de la lectura que en la novela hace su amigo de la propia novela de Vagalume, cuyo leit motiv, en sus propios libros y en la vida es una frase de William Faulkner, “Entre la pena y la nada elijo la pena”, que alguna vez combina con esta especie de epitafio: “A partir de una edad todos somos ya supervivientes”.
Dotado por la poes?a, que ha cultivado en todos sus libros de prosa (La lluvia amarilla, Escenas de cine mudo, Distintas formas de mirar el agua) y no solo en los libros de versos (La lentitud de los bueyes, Memoria de la nieve), para ir hasta la profundidad de la escritura, la soledad, el dolor, el vac?o. Julio Llamazares muestra aqu?, combinados, memoria y desolaci?n, la del que escribe aquellos libros y la familia que no se explica c?mo este Vagalume nocturno ha podido escribir tanto sin dar jam?s a conocer la ficci?n en la que anda.
El misterio es una manera de la poes?a y aqu?, en prosa, el novelista que proviene de un pueblo ahora hundido regresa a esa manera de mirar el agua o el olvido para que sea un novelista secreto el que le ayude a contar qué explica la literatura acerca de la pena que sobresale de la nada o de la muerte.
Como si escribiera por dentro, el novelista de La lluvia amarilla regresa a la prosa con una novela en la que suena como nunca antes la realidad de los vagalumes (los solitarios que se alumbran con una luz para ellos solos) que se ocultan en la noche para no escuchar a los lobos que los amenazan.
Esta entrevista se hizo en la casa de Julio Llamazares, en el barrio de Chamber? de Madrid, lejos de sus escenarios, aunque es necesario decir que, en la mente, y en la escritura, siempre est?n en su prosa y en su poes?a las consecuencias del pueblo oculto del que proviene.
?Qué es para usted y c?mo convive con usted mismo la palabra vagalume?Es algo que ha pasado a formar parte de mi vida. A ver: yo tengo un problema. Hasta que no tengo el t?tulo, no tengo la novela. Digamos que el t?tulo es el alma de la novela. A esta le cambié tres veces el t?tulo. No sé en qué momento surgi?, pero cuando surgi? entend? la novela. Ahora es curioso: valagume se me est? presentado en muchos sitios. El otro d?a iba por la calle Ponzano y me encontré un restaurante llamado Vagalume. Un amigo me dijo que fue a Galicia y se encontr? un bar llamado Vagalume. Alguien me mand? un poema de Manuel Rivas que titula Vagalume. En fin, que vagalume ya es parte de m?.?Vagalume es la soledad?Vagalume es la luz en la noche. La soluci?n al misterio. Hoy me llam? un periodista para entrevistarme por la publicaci?n del libro y me dijo: me ha parecido que es una novela sobre la necesidad de escribir y la pasi?n de vivir. Pues, mira: s?. Yo escribo por la noche y me asomo por la ventana y veo luces encendidas y digo: pues ser? que alguien no duerme o que est? escribiendo, como yo, o que simplemente la vida sigue por ah? mientras casi todos duermen. Yo escribo y llega el momento en que me importa m?s la ficci?n que la realidad. Esa, creo, es la reflexi?n que est? en el fondo de esta novela.
"Siempre he tenido fascinaci?n por la vida secreta de las personas"
Es también poes?a. ?C?mo ha concebido el sonido de esta novela?No sé si era Javier Mar?as el que dec?a que hay dos tipos de escritores: escritores con mapa y escritores con br?jula. Bueno, pues yo soy escritor con br?jula, sin mapa, y siempre he tenido fascinaci?n por la vida secreta de las personas. T? vas en el metro, miras a alguien y dices: cu?l ser? su vida secreta, ?no? A m? siempre me ha llamado la atenci?n la vida secreta de los escritores y aqu? he juntado varias historias. Recuerdo la de Marcial Lafuente Estefan?a, que escrib?a para ganarse la vida porque no pod?a ejercer su profesi?n, como Fernando Gonz?lez Ledesma y como Eduardo Guzm?n, que acab? escribiendo novelas del Oeste para poder comer. Ellos son un tipo de escritor secreto. Luego est? la historia de un editor, Mario Lacruz, que cuando se muri? su familia abri? los cajones de su despacho y se encontraron varios manuscritos. Es decir: se enteraron de que era un editor que adem?s hab?a escrito siempre. En fin: esa gente que se niega como escritor es fascinante, ?no te parece??C?mo ha compaginado en esta novela el periodismo con la literatura? ?Esta historia también tiene que ver con usted?Pues… s?. Porque todos los personajes son m?scaras de sus autores. Esta novela es autobiogr?fica, pero no porque cuente mi vida, sino porque habla de lo que ha sido mi vida: una entrega absoluta al oficio de contar. Por eso en esta novela yo soy todos los personajes. Todos.?Y este libro es, también, una interpretaci?n urbana de La lluvia amarilla?Puede ser. Puede ser la lectura urbana de una vida solitaria. Como dec?a Pessoa: “Escribir es mi manera de estar solo”. Sobre eso reflexiono en esta novela. Sobre separarse del ruido para pensar en la vida, en la vida de uno y en la de los otros. La vida es una novela de cuyo argumento sabemos el final y tienes dos opciones: abandonar la vida o vivirla con el mayor entusiasmo posible.?Usted mismo se ha planteado esa disyuntiva?No. A m? me gusta vivir y disfrutar de la vida.
"Escribo y llega el momento en que me importa m?s la ficci?n que la realidad"
?Por eso sali? de su pueblo?Pues s?. Recuerdo que para hacer algo hab?a que salir del pueblo. Porque si no tal vez me habr?a pasado lo que a otro escritor… Un d?a le ofrecieron dirigir una editorial y no dio el paso, porque ten?a que estar con su madre, y se qued? en la provincia y luego no le hicieron caso hasta que le dieron un premio importante. Es que en Espa?a siempre ha habido un centralismo feroz en todos los sentidos. Y en las ciudades peque?as se puede acabar cayendo el mundo encima, aunque tengas una vida interior muy fuerte.También parece que este libro est? entre La lluvia amarilla y la Comala de Rulfo.Es que siempre escribimos el mismo libro. Seguramente es como dices. Es que yo siempre me inspiro en ciudades provincianas, que pueden estar muy bien para vivir, pero también pueden ser muy terribles por el control social. Al final los lugares en la literatura nacen de la realidad pero se vuelven irreales a la hora en que t? los cuentas. A m? me ha gustado el aliento poético que le ofrece aqu? al periodismo.Es que creo que el periodismo es una forma de literatura. Hay que escribir con la misma pasi?n una noticia que una novela. El periodismo es una novela que hay que escribir en presente y la literatura es una novela que hay que escribir en pasado. La herramienta es la misa: el lenguaje.Uno de los personajes define a los periodistas actuales como ratas de ordenador. ?Usted nos ve as? también?El periodismo ha cambiado tanto como la sociedad. Lo que pasa es que hay una sacralizaci?n de la tecnolog?a y de lo virtual, pero en esencia el periodismo sigue siendo lo mismo de siempre. Eso s?, los periodistas no salen del ordenador, ya no van por la calle. Yo voy a un peri?dico y veo a todos ah? en sus puestos y parecen esos japoneses que no paran de producir. Pero la realidad est? fuera de la redacci?n, no dentro.
"Los escritores convertimos la vida en misterio para seguir viviendo"
Usted escribe sobre un literato y da la sensaci?n de que se literato es usted.Es un escritor que investiga la vida de otro escritor, que a su vez escribi? una novela sobre su padre, que también era escritor. Por eso digo que he escrito esta novela para reflexionar sobre la pasi?n de mi vida: escribir. Al final, Vagalume es una novela sobre el misterio de escribir y de c?mo a veces los escritores nos convertimos en luciérnagas de la noche.?Hasta qué punto el libro escribe al escritor?En esta novela, en concreto, mientras escrib?a tuve la sensaci?n de que me escrib?a a m?. Es verdad. Los personajes me contaban a m?. Eso sent?a.?Qué papel juega la literatura hoy en el ?mbito editorial?Yo no soy nadie para decir lo que est? bien o lo que no. Yo creo que los escritores somos como las emisoras de radio: emitimos en una frecuencia. Entonces, si t? emites en FM, te responden los lectores de la Frecuencia Modulada. Si escribes en Onda Media, te responden los lectores de Onda Media. Yo sé lo que a m? me apetece hacer y he tenido la suerte de hacerlo y por eso no envidio a nadie. Lo que s? me gustar?a es que hubiese una reivindicaci?n de la literatura, porque se ha trivializado, comercializado tanto que al final parece que el éxito comercial determina la calidad literaria.
https://uc-4u.com/clip/e5b3f4a7-98f6-4cd2-9cfd-25e8979cc50a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El escritor Julio Llamazares, fotografiado en su casa del madrile?o barrio de Chamber?. | JOS? LUIS ROCA
Es curioso que aqu?, como en otros de sus libros, est? la sombra de la guerra y de la posguerra.Es que son sombras que se siguen proyectando en la Espa?a de hoy. Es algo que sigue en la esencia de las personas. Esto se entiende bien en los paisajes de Espa?a: t? vas por las carreteras, modernas, estupendas, pero si escarbases por ah?… encontrar?as restos humanos en las cunetas. Eso es as?. La resistencia que todav?a hay para identificar y enterrar a esos muertos, te indica que todav?a la sombra de la guerra y la posguerra siguen planeando entre nosotros.Incluso hay una referencia a los topos en la novela.S?. Es verdad. Recuerda que en la posguerra eran topos no s?lo los que se escond?an para estar a salvo, sino los que espiaban a los otros para luego delatarlos.También en el libro hace mucho fr?o. Nieve, pero lo importante aqu? son la mentira y el misterio, y como usted lo cuenta.No me hab?a dado cuenta del fr?o y de la nieve…. La mentira, s?, pero no en el sentido moral, ni religioso, ni penal. El misterio de la vida, s?. Porque muchos, como los escritores, convertimos la vida en misterio para seguir viviendo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/julio-llamazares-literatura-trivializado-parece-86891857)
En La lluvia amarilla el escenario es un pueblo vac?o y aqu? es la noche de la ciudad el gran vac?o que llena el protagonista que se llama a s? mismo Vagalume, cuya escritura se mantiene an?nima hasta que, a su muerte, su familia la descubre en medio del misterio y la mentira. La saca a la luz para que su amigo, el narrador, la lea y la valore o la oculte para siempre. La novela de pronto se convierte en protagonista del mismo libro, a partir de la lectura que en la novela hace su amigo de la propia novela de Vagalume, cuyo leit motiv, en sus propios libros y en la vida es una frase de William Faulkner, “Entre la pena y la nada elijo la pena”, que alguna vez combina con esta especie de epitafio: “A partir de una edad todos somos ya supervivientes”.
Dotado por la poes?a, que ha cultivado en todos sus libros de prosa (La lluvia amarilla, Escenas de cine mudo, Distintas formas de mirar el agua) y no solo en los libros de versos (La lentitud de los bueyes, Memoria de la nieve), para ir hasta la profundidad de la escritura, la soledad, el dolor, el vac?o. Julio Llamazares muestra aqu?, combinados, memoria y desolaci?n, la del que escribe aquellos libros y la familia que no se explica c?mo este Vagalume nocturno ha podido escribir tanto sin dar jam?s a conocer la ficci?n en la que anda.
El misterio es una manera de la poes?a y aqu?, en prosa, el novelista que proviene de un pueblo ahora hundido regresa a esa manera de mirar el agua o el olvido para que sea un novelista secreto el que le ayude a contar qué explica la literatura acerca de la pena que sobresale de la nada o de la muerte.
Como si escribiera por dentro, el novelista de La lluvia amarilla regresa a la prosa con una novela en la que suena como nunca antes la realidad de los vagalumes (los solitarios que se alumbran con una luz para ellos solos) que se ocultan en la noche para no escuchar a los lobos que los amenazan.
Esta entrevista se hizo en la casa de Julio Llamazares, en el barrio de Chamber? de Madrid, lejos de sus escenarios, aunque es necesario decir que, en la mente, y en la escritura, siempre est?n en su prosa y en su poes?a las consecuencias del pueblo oculto del que proviene.
?Qué es para usted y c?mo convive con usted mismo la palabra vagalume?Es algo que ha pasado a formar parte de mi vida. A ver: yo tengo un problema. Hasta que no tengo el t?tulo, no tengo la novela. Digamos que el t?tulo es el alma de la novela. A esta le cambié tres veces el t?tulo. No sé en qué momento surgi?, pero cuando surgi? entend? la novela. Ahora es curioso: valagume se me est? presentado en muchos sitios. El otro d?a iba por la calle Ponzano y me encontré un restaurante llamado Vagalume. Un amigo me dijo que fue a Galicia y se encontr? un bar llamado Vagalume. Alguien me mand? un poema de Manuel Rivas que titula Vagalume. En fin, que vagalume ya es parte de m?.?Vagalume es la soledad?Vagalume es la luz en la noche. La soluci?n al misterio. Hoy me llam? un periodista para entrevistarme por la publicaci?n del libro y me dijo: me ha parecido que es una novela sobre la necesidad de escribir y la pasi?n de vivir. Pues, mira: s?. Yo escribo por la noche y me asomo por la ventana y veo luces encendidas y digo: pues ser? que alguien no duerme o que est? escribiendo, como yo, o que simplemente la vida sigue por ah? mientras casi todos duermen. Yo escribo y llega el momento en que me importa m?s la ficci?n que la realidad. Esa, creo, es la reflexi?n que est? en el fondo de esta novela.
"Siempre he tenido fascinaci?n por la vida secreta de las personas"
Es también poes?a. ?C?mo ha concebido el sonido de esta novela?No sé si era Javier Mar?as el que dec?a que hay dos tipos de escritores: escritores con mapa y escritores con br?jula. Bueno, pues yo soy escritor con br?jula, sin mapa, y siempre he tenido fascinaci?n por la vida secreta de las personas. T? vas en el metro, miras a alguien y dices: cu?l ser? su vida secreta, ?no? A m? siempre me ha llamado la atenci?n la vida secreta de los escritores y aqu? he juntado varias historias. Recuerdo la de Marcial Lafuente Estefan?a, que escrib?a para ganarse la vida porque no pod?a ejercer su profesi?n, como Fernando Gonz?lez Ledesma y como Eduardo Guzm?n, que acab? escribiendo novelas del Oeste para poder comer. Ellos son un tipo de escritor secreto. Luego est? la historia de un editor, Mario Lacruz, que cuando se muri? su familia abri? los cajones de su despacho y se encontraron varios manuscritos. Es decir: se enteraron de que era un editor que adem?s hab?a escrito siempre. En fin: esa gente que se niega como escritor es fascinante, ?no te parece??C?mo ha compaginado en esta novela el periodismo con la literatura? ?Esta historia también tiene que ver con usted?Pues… s?. Porque todos los personajes son m?scaras de sus autores. Esta novela es autobiogr?fica, pero no porque cuente mi vida, sino porque habla de lo que ha sido mi vida: una entrega absoluta al oficio de contar. Por eso en esta novela yo soy todos los personajes. Todos.?Y este libro es, también, una interpretaci?n urbana de La lluvia amarilla?Puede ser. Puede ser la lectura urbana de una vida solitaria. Como dec?a Pessoa: “Escribir es mi manera de estar solo”. Sobre eso reflexiono en esta novela. Sobre separarse del ruido para pensar en la vida, en la vida de uno y en la de los otros. La vida es una novela de cuyo argumento sabemos el final y tienes dos opciones: abandonar la vida o vivirla con el mayor entusiasmo posible.?Usted mismo se ha planteado esa disyuntiva?No. A m? me gusta vivir y disfrutar de la vida.
"Escribo y llega el momento en que me importa m?s la ficci?n que la realidad"
?Por eso sali? de su pueblo?Pues s?. Recuerdo que para hacer algo hab?a que salir del pueblo. Porque si no tal vez me habr?a pasado lo que a otro escritor… Un d?a le ofrecieron dirigir una editorial y no dio el paso, porque ten?a que estar con su madre, y se qued? en la provincia y luego no le hicieron caso hasta que le dieron un premio importante. Es que en Espa?a siempre ha habido un centralismo feroz en todos los sentidos. Y en las ciudades peque?as se puede acabar cayendo el mundo encima, aunque tengas una vida interior muy fuerte.También parece que este libro est? entre La lluvia amarilla y la Comala de Rulfo.Es que siempre escribimos el mismo libro. Seguramente es como dices. Es que yo siempre me inspiro en ciudades provincianas, que pueden estar muy bien para vivir, pero también pueden ser muy terribles por el control social. Al final los lugares en la literatura nacen de la realidad pero se vuelven irreales a la hora en que t? los cuentas. A m? me ha gustado el aliento poético que le ofrece aqu? al periodismo.Es que creo que el periodismo es una forma de literatura. Hay que escribir con la misma pasi?n una noticia que una novela. El periodismo es una novela que hay que escribir en presente y la literatura es una novela que hay que escribir en pasado. La herramienta es la misa: el lenguaje.Uno de los personajes define a los periodistas actuales como ratas de ordenador. ?Usted nos ve as? también?El periodismo ha cambiado tanto como la sociedad. Lo que pasa es que hay una sacralizaci?n de la tecnolog?a y de lo virtual, pero en esencia el periodismo sigue siendo lo mismo de siempre. Eso s?, los periodistas no salen del ordenador, ya no van por la calle. Yo voy a un peri?dico y veo a todos ah? en sus puestos y parecen esos japoneses que no paran de producir. Pero la realidad est? fuera de la redacci?n, no dentro.
"Los escritores convertimos la vida en misterio para seguir viviendo"
Usted escribe sobre un literato y da la sensaci?n de que se literato es usted.Es un escritor que investiga la vida de otro escritor, que a su vez escribi? una novela sobre su padre, que también era escritor. Por eso digo que he escrito esta novela para reflexionar sobre la pasi?n de mi vida: escribir. Al final, Vagalume es una novela sobre el misterio de escribir y de c?mo a veces los escritores nos convertimos en luciérnagas de la noche.?Hasta qué punto el libro escribe al escritor?En esta novela, en concreto, mientras escrib?a tuve la sensaci?n de que me escrib?a a m?. Es verdad. Los personajes me contaban a m?. Eso sent?a.?Qué papel juega la literatura hoy en el ?mbito editorial?Yo no soy nadie para decir lo que est? bien o lo que no. Yo creo que los escritores somos como las emisoras de radio: emitimos en una frecuencia. Entonces, si t? emites en FM, te responden los lectores de la Frecuencia Modulada. Si escribes en Onda Media, te responden los lectores de Onda Media. Yo sé lo que a m? me apetece hacer y he tenido la suerte de hacerlo y por eso no envidio a nadie. Lo que s? me gustar?a es que hubiese una reivindicaci?n de la literatura, porque se ha trivializado, comercializado tanto que al final parece que el éxito comercial determina la calidad literaria.
https://uc-4u.com/clip/e5b3f4a7-98f6-4cd2-9cfd-25e8979cc50a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg El escritor Julio Llamazares, fotografiado en su casa del madrile?o barrio de Chamber?. | JOS? LUIS ROCA
Es curioso que aqu?, como en otros de sus libros, est? la sombra de la guerra y de la posguerra.Es que son sombras que se siguen proyectando en la Espa?a de hoy. Es algo que sigue en la esencia de las personas. Esto se entiende bien en los paisajes de Espa?a: t? vas por las carreteras, modernas, estupendas, pero si escarbases por ah?… encontrar?as restos humanos en las cunetas. Eso es as?. La resistencia que todav?a hay para identificar y enterrar a esos muertos, te indica que todav?a la sombra de la guerra y la posguerra siguen planeando entre nosotros.Incluso hay una referencia a los topos en la novela.S?. Es verdad. Recuerda que en la posguerra eran topos no s?lo los que se escond?an para estar a salvo, sino los que espiaban a los otros para luego delatarlos.También en el libro hace mucho fr?o. Nieve, pero lo importante aqu? son la mentira y el misterio, y como usted lo cuenta.No me hab?a dado cuenta del fr?o y de la nieve…. La mentira, s?, pero no en el sentido moral, ni religioso, ni penal. El misterio de la vida, s?. Porque muchos, como los escritores, convertimos la vida en misterio para seguir viviendo.
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