الريــم
05-01-2023, 08:50 PM
Esta semana el Getafe desped?a a Quique S?nchez Flores tras la derrota ante el Almer?a. Antes le hab?a ocurrido lo mismo a Francisco, Jorge Almir?n, Mach?n, Lopetegui, Sampaoli, Coudet, Gattuso, Diego Mart?nez y Pacheta. En Segunda la marca se dispara; Guede, Nafti, Bolo, Baraja, Carcedo, Karanka, Gomes, Hern?n, Anquela, Romo, Abelardo, Mel, Justo, Carrillo, Idiakez, Gallego... M?s de 40 técnicos diferentes se han sentado en un banquillo entre los que se fueron, los que les sustituyeron y los que estuvieron sentados mientras se decid?an los sustitutos.
40 técnicos en Segunda
Por no hablar de la Primera Federaci?n, nueva competici?n en el f?tbol nacional con 40 equipos que se ha convertido en una ‘tritutadora’ de banquillos (https://www.epe.es/es/deportes/20230501/entrenadores-maltratando-profesion-futbol-despidos-escabechina-86713222). En el Grupo 1 han cesado a 17 técnicos, mientras en el II iban ya por 18. Solo tuvieron que pasar cuatro jornadas para que se perdiese la paciencia con el primer entrenador. En este caso el técnico canario Chus Trujillo, que tras ver c?mo la Agrupaci?n Deportiva Ceuta perd?a cuatro partidos, era sustituido por el sevillano José Juan Romero. Luego ha sido una constante con el paso de las jornadas.
Pero la tendencia no es exclusiva del f?tbol espa?ol. En la Premier, una liga con una tradici?n hist?rica de buen gobierno y paciencia a la hora de mantener a los técnicos en los banquillos, hace meses que se super? el rec?rd de entrenadores despedidos, cuya marca m?xima era de diez, registro que se produjo hace dos temporadas. En esta ya van por 14. De hecho, solo cinco de los 20 entrenadores vigentes han permanecido en sus puestos durante dos a?os o m?s: Pep Guardiola en el Manchester City, Jurgen Klopp en el Liverpool, David Moyes en el West Ham, Mikel Arteta en el Arsenal y Thomas Frank en el Brentford.
?Por qué se produce este fen?meno? ?Hay m?s impaciencia con los técnicos ahora? ?Est? demostrado futbol?sticamente que despedir al entrenador produzca una mejora de resultados en los equipos? Para analizar este fen?meno hablamos con Borja Jiménez, quien ha sido entrenador del ?vila, Valladolid B, Izarra, R?pido de Bouzas, Mirandés, Asteras Tripolis griego, Cartagena y Deportivo de la Coru?a, club al que dirigi? en la temporada 2021-22.
Este abulense de 38 a?os tiene claro que en el f?tbol actual “cada vez hay m?s gente en la estructura de un club entre el entrenador y el presidente. Un director deportivo, un director general, un secretario técnico… Es m?s gente a justificar su rol y m?s gente que se?ala al entrenador cuando las cosas no van bien porque es el eslab?n m?s débil de la cadena”. Para Jiménez “ahora hay m?s interesantes particulares a tu alrededor. El del director deportivo, el agente de otro entrenador que quiere ‘colocarle’, el del jugador que no juega y espera que llegue otro… Aunque al final ese jugador no suele jugar m?s porque los entrenadores tenemos un sentido del juego parecido y solemos coincidir en la elecci?n de futbolistas”.
Sostiene Borja que “hay dos tipos de clubes. Los que resuelven todo sentados en una mesa, con el presidente, el director general y el entrenador. Y los que no caben ni en una mesa de boda por la cantidad de gente que hay implicada en la toma de decisiones”. Para el extécnico deportivista, “afortunadamente quedan clubes del primero. Yo tuve la suerte al trabajar en el Mirandés con un gran presidente, Alfredo (de Miguel), que sabe de esto, y un director deportivo como Chema (Arag?n), que también sabe mucho de f?tbol”.
Entonar el mea culpa
Pero no todo tiene que ver con la paciencia de los dirigentes y la elefantizaci?n de las estructuras de los clubes, los entrenadores también deben mirarse el ombligo. Jiménez entona el mea culpa en este sentido: “Los propios entrenadores estamos maltratando la profesi?n. No la respetamos y entonces ocurren como las cosas que estamos viendo. Hay tres motivos principales que empujan a ser entrenador: la pasi?n, el dinero y el ocio. Desde que a uno solo no le importe lo que va a cobrar por ello porque le inspira otro motivo, se rompe todo. Cada vez hay m?s entrenadores y el n?mero de banquillos no crece, por eso es m?s dif?cil. Y hay gente que acepta lo que sea con la justificaci?n de que ‘es mi gran oportunidad”.
En este curso se han destapado casos de entrenadores que firmaban contratos “hasta el ?ltimo trabajado”, o técnicos que firmaban por tiempo limitado y una cantidad irrisoria que hasta hace no mucho era impensable que se aceptase como sueldo de un entrenador profesional. Borja lo tiene claro: “Ahora ves gente que llega a banquillos porque aceptan las condiciones que sean, no porque la meritocracia les lleve all?. Estar?a bien que para llegar a entrenar en un determinado nivel se hubiese tenido que completar una determinada meritocracia. Eso garantizar?a una coherencia que ahora no vemos a nivel deportivo”.
Surge entonces la eterna pregunta: ?sirve de verdad cambiar un entrenador? El abulense es categ?rico en esto: “En el 90% de los cambios de entrenador el equipo se queda en la zona en la que estaba. Si estabas el 15, subir?s al 13 o bajar?s al 17, pero no mucho m?s all? porque hay la plantilla que hay. Muy pocos entrenadores generan una mejora notable. Se me ocurre el caso de Unai Emery como uno de estos ?ltimos”. El Elche, con su cuarto entrenador y el equipo ya desahuciado parece un buen ejemplo de ello. Mientras en el Sevilla se dan los casos. Sampaoli no fue capaz de desatascar la situaci?n que se cre? con Lopetegui, pero Mendilibar s? ha obrado el milagro.
Un nudo en la cabeza
Borja explica qué genera tanto cambio en el vestuario: “Los jugadores que tienen dos o tres entrenadores, acaban teniendo un nudo en la cabeza. Si necesitas tres o cuatro partidos para desatar ese nudo y que se hagan con la idea de juego que le propones, est?s muy comprometido. Al final los futbolistas acaban no sabiendo a qué atenerse. Sin embargo, cuando un presidente le dice a la plantilla, ‘Este entrenador se queda hasta el final de temporada’ el jugador sabe que hay que ir a una con él para que vaya bien a todos. Pero si el jugador sabe que no es as?, a él le da lo mismo ganar, empatar o perder. El domingo llega al vestuario, se ducha, coge su teléfono y se va. Y el lunes cuando venga sabe que tendr? a alguien entren?ndole. Sea quien sea”.
En ese aspecto, los jugadores también est?n m?s resguardados al multiplicarse la estructura. As? lo ve el que fuera entrenador del Cartagena: “Antes cuando echaban a un entrenador de un equipo una temporada, la culpa era suya. Y cuando se echaba a un segundo entrenador, la gente se?alaba a los jugadores. Ahora si llega un segundo ténico, un tercero o un cuarto técnico, la gente se?ala al director deportivo o al presidente. Y el jugador al final queda m?s protegido y menos expuesto”.
Jiménez echa en falta m?s implicaci?n de los jugadores y advierte una desafecci?n en los vestuarios que no ayuda a crear el ambiente de grupo o una determinada cultura de club: “Hoy en d?a sorprende ver a un jugador involucrarse en la idiosincrasia del club, acudir a ver un partido de la cantera o pasear por la calle del pueblo. En el Mirandés est?s obligado por contrato a vivir all? y eso te acerca a la gente y te implica m?s emocionalmente al equipo. Me parece un acierto. Siempre me ha gustado involucrarme en los clubes que he tenido y me ha gustado tener jugadores que lo hacen”.
?Tiene soluci?n esta deriva? Borja Jiménez no es especialmente “optimista” al respecto por m?s que “cuando llegas todo son buenas palabras y buenos deseos. En ese momento siempre se piensa en los m?ximos y nadie habla de m?nimos. Pero al final los resultados dictan sentencia. Y el peso de la no victoria es inexorable”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/laliga/propios-entrenadores-maltratando-profesion-respetamos-86735720)
40 técnicos en Segunda
Por no hablar de la Primera Federaci?n, nueva competici?n en el f?tbol nacional con 40 equipos que se ha convertido en una ‘tritutadora’ de banquillos (https://www.epe.es/es/deportes/20230501/entrenadores-maltratando-profesion-futbol-despidos-escabechina-86713222). En el Grupo 1 han cesado a 17 técnicos, mientras en el II iban ya por 18. Solo tuvieron que pasar cuatro jornadas para que se perdiese la paciencia con el primer entrenador. En este caso el técnico canario Chus Trujillo, que tras ver c?mo la Agrupaci?n Deportiva Ceuta perd?a cuatro partidos, era sustituido por el sevillano José Juan Romero. Luego ha sido una constante con el paso de las jornadas.
Pero la tendencia no es exclusiva del f?tbol espa?ol. En la Premier, una liga con una tradici?n hist?rica de buen gobierno y paciencia a la hora de mantener a los técnicos en los banquillos, hace meses que se super? el rec?rd de entrenadores despedidos, cuya marca m?xima era de diez, registro que se produjo hace dos temporadas. En esta ya van por 14. De hecho, solo cinco de los 20 entrenadores vigentes han permanecido en sus puestos durante dos a?os o m?s: Pep Guardiola en el Manchester City, Jurgen Klopp en el Liverpool, David Moyes en el West Ham, Mikel Arteta en el Arsenal y Thomas Frank en el Brentford.
?Por qué se produce este fen?meno? ?Hay m?s impaciencia con los técnicos ahora? ?Est? demostrado futbol?sticamente que despedir al entrenador produzca una mejora de resultados en los equipos? Para analizar este fen?meno hablamos con Borja Jiménez, quien ha sido entrenador del ?vila, Valladolid B, Izarra, R?pido de Bouzas, Mirandés, Asteras Tripolis griego, Cartagena y Deportivo de la Coru?a, club al que dirigi? en la temporada 2021-22.
Este abulense de 38 a?os tiene claro que en el f?tbol actual “cada vez hay m?s gente en la estructura de un club entre el entrenador y el presidente. Un director deportivo, un director general, un secretario técnico… Es m?s gente a justificar su rol y m?s gente que se?ala al entrenador cuando las cosas no van bien porque es el eslab?n m?s débil de la cadena”. Para Jiménez “ahora hay m?s interesantes particulares a tu alrededor. El del director deportivo, el agente de otro entrenador que quiere ‘colocarle’, el del jugador que no juega y espera que llegue otro… Aunque al final ese jugador no suele jugar m?s porque los entrenadores tenemos un sentido del juego parecido y solemos coincidir en la elecci?n de futbolistas”.
Sostiene Borja que “hay dos tipos de clubes. Los que resuelven todo sentados en una mesa, con el presidente, el director general y el entrenador. Y los que no caben ni en una mesa de boda por la cantidad de gente que hay implicada en la toma de decisiones”. Para el extécnico deportivista, “afortunadamente quedan clubes del primero. Yo tuve la suerte al trabajar en el Mirandés con un gran presidente, Alfredo (de Miguel), que sabe de esto, y un director deportivo como Chema (Arag?n), que también sabe mucho de f?tbol”.
Entonar el mea culpa
Pero no todo tiene que ver con la paciencia de los dirigentes y la elefantizaci?n de las estructuras de los clubes, los entrenadores también deben mirarse el ombligo. Jiménez entona el mea culpa en este sentido: “Los propios entrenadores estamos maltratando la profesi?n. No la respetamos y entonces ocurren como las cosas que estamos viendo. Hay tres motivos principales que empujan a ser entrenador: la pasi?n, el dinero y el ocio. Desde que a uno solo no le importe lo que va a cobrar por ello porque le inspira otro motivo, se rompe todo. Cada vez hay m?s entrenadores y el n?mero de banquillos no crece, por eso es m?s dif?cil. Y hay gente que acepta lo que sea con la justificaci?n de que ‘es mi gran oportunidad”.
En este curso se han destapado casos de entrenadores que firmaban contratos “hasta el ?ltimo trabajado”, o técnicos que firmaban por tiempo limitado y una cantidad irrisoria que hasta hace no mucho era impensable que se aceptase como sueldo de un entrenador profesional. Borja lo tiene claro: “Ahora ves gente que llega a banquillos porque aceptan las condiciones que sean, no porque la meritocracia les lleve all?. Estar?a bien que para llegar a entrenar en un determinado nivel se hubiese tenido que completar una determinada meritocracia. Eso garantizar?a una coherencia que ahora no vemos a nivel deportivo”.
Surge entonces la eterna pregunta: ?sirve de verdad cambiar un entrenador? El abulense es categ?rico en esto: “En el 90% de los cambios de entrenador el equipo se queda en la zona en la que estaba. Si estabas el 15, subir?s al 13 o bajar?s al 17, pero no mucho m?s all? porque hay la plantilla que hay. Muy pocos entrenadores generan una mejora notable. Se me ocurre el caso de Unai Emery como uno de estos ?ltimos”. El Elche, con su cuarto entrenador y el equipo ya desahuciado parece un buen ejemplo de ello. Mientras en el Sevilla se dan los casos. Sampaoli no fue capaz de desatascar la situaci?n que se cre? con Lopetegui, pero Mendilibar s? ha obrado el milagro.
Un nudo en la cabeza
Borja explica qué genera tanto cambio en el vestuario: “Los jugadores que tienen dos o tres entrenadores, acaban teniendo un nudo en la cabeza. Si necesitas tres o cuatro partidos para desatar ese nudo y que se hagan con la idea de juego que le propones, est?s muy comprometido. Al final los futbolistas acaban no sabiendo a qué atenerse. Sin embargo, cuando un presidente le dice a la plantilla, ‘Este entrenador se queda hasta el final de temporada’ el jugador sabe que hay que ir a una con él para que vaya bien a todos. Pero si el jugador sabe que no es as?, a él le da lo mismo ganar, empatar o perder. El domingo llega al vestuario, se ducha, coge su teléfono y se va. Y el lunes cuando venga sabe que tendr? a alguien entren?ndole. Sea quien sea”.
En ese aspecto, los jugadores también est?n m?s resguardados al multiplicarse la estructura. As? lo ve el que fuera entrenador del Cartagena: “Antes cuando echaban a un entrenador de un equipo una temporada, la culpa era suya. Y cuando se echaba a un segundo entrenador, la gente se?alaba a los jugadores. Ahora si llega un segundo ténico, un tercero o un cuarto técnico, la gente se?ala al director deportivo o al presidente. Y el jugador al final queda m?s protegido y menos expuesto”.
Jiménez echa en falta m?s implicaci?n de los jugadores y advierte una desafecci?n en los vestuarios que no ayuda a crear el ambiente de grupo o una determinada cultura de club: “Hoy en d?a sorprende ver a un jugador involucrarse en la idiosincrasia del club, acudir a ver un partido de la cantera o pasear por la calle del pueblo. En el Mirandés est?s obligado por contrato a vivir all? y eso te acerca a la gente y te implica m?s emocionalmente al equipo. Me parece un acierto. Siempre me ha gustado involucrarme en los clubes que he tenido y me ha gustado tener jugadores que lo hacen”.
?Tiene soluci?n esta deriva? Borja Jiménez no es especialmente “optimista” al respecto por m?s que “cuando llegas todo son buenas palabras y buenos deseos. En ese momento siempre se piensa en los m?ximos y nadie habla de m?nimos. Pero al final los resultados dictan sentencia. Y el peso de la no victoria es inexorable”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/laliga/propios-entrenadores-maltratando-profesion-respetamos-86735720)