الريــم
04-27-2023, 07:00 PM
Desde hace a?os, cuando Don Clemente Serna era un muchacho que se formaba en Silos para ser el que luego ser?a el monje m?s moderno del monasterio, el que hizo de la m?sica y del silencio una conversaci?n m?stica, por all? iba quien ser?a luego uno de sus amigos m?s pr?ximos, el pintor Cristino de Vera.
Apasionado de ese lugar que combina artes con m?sica, el artista canario, de 91 a?os, premio Nacional de Artes Pl?sticas, as? como premio Canarias de Bellas Artes, recuerda a este monje por sus conversaciones, que era el resultado, a veces silencioso, del encuentro de dos m?sticos dedicados a hacer de la contemplaci?n de las virtudes del pensamiento un solitario un modo de ser.
En su casa de Madrid, donde vive desde hace muchos a?os, De Vera convers? con Prensa Ibérica sobre aquellos encuentros con el joven monje, fallecido en Madrid a los 76 a?os. ?l lo recuerda correteando por Silos, y sobre todo de los encuentros que en distintas épocas propiciaron las exposiciones que Dom Clemente organiz? en torno a lo que ambos consideraban “el silencio de Dios”, la m?stica que a los dos los llevaba a evocar, por ejemplo, a quien en el catolicismo m?s los representaba, el papa Juan XIII.
Para los dos amigos m?sticos, aquel pont?fice que acogi? a los laicos, creyentes o no, ayud? a pensar que la uni?n de las religiones era la que pod?a acabar con el odio y con la maldad, ambos orégenes de las guerras que causaron masacres en todo el mundo.
“Era un gran personaje”, dec?a ayer Cristino de Vera. “?l nos llevaba a exponer a artistas que tuviéramos relaci?n con la m?stica, fuera la que fuera nuestra relaci?n con la religi?n”. El propio Cristino expuso cincuenta dibujos, que se quedaron all?, como una donaci?n, en 2002, y volvi? a ser expuesto en la colectiva que Don Clemente, ayudado por Carmen Rom?n y por Mar?a José Salazar, curadoras de arte, organizaron en el ?mbito m?stico tan cuidado por el monje ahora llorado. Con Cristino estaban en esta ocasi?n firmas como las de Miquel Barcel?, Tàpies, Carmen Laffon, Manolo Millares, Mart?n Chirino, Eduardo Chillida Broto o Joan Mir?.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
*“Habl?bamos de la luz, de la luz de Dios, y del silencio, que es como la voz de Dios, eso dec?amos. La luz, cre?a él, viene de la humildad. Esas religiones que contribuyen a que la luz sea parte de los humanos son, por ejemplo, adem?s de la suya, el tao?smo, el budismo, as? como el yoga, que cultiv?bamos como parte de nuestra meditaci?n… Le interesaba mucho todo lo que tuviera que ver con la m?sica, con la pintura, con la m?stica, y después de esas meditaciones se rezaba… Todos lo quer?an y le admiraban… Me ense?? mucho, ense?? mucho a los que busc?bamos con él la paz interior, pues, dec?a, sin paz interior no hay nada, y por supuesto nunca habr?a misticismo sino vanidad. Cuando la vanidad es el centro se apaga la luz”.
*“Lo recuerdo de cuando era un jovencito que jugaba por all?, sin saber aun que aquel monasterio ser?a un d?a como una criatura suya… Traduc?a c?dices, hizo de la m?sica y del gregoriano el centro de las actividades de Silos, y entre todo lo que hizo convirti? el arte en una de las expresiones m?sticas que él quiso reunir como esencia de la conversaci?n en la que convirti? la vida del monasterio”.
Lo que m?s le sorprendi? de su car?cter, dice Cristino de Vera, “fue la profundidad de su esp?ritu; él entend?a las otras religiones, como hac?a nuestro querido Juan XXIII... Todos debemos ser, como lo fueron ese papa y Dom Clemente, buscadores compasivos. El silencio era una de las maneras que tiene Dios de manifestarse, y la m?stica de los cuadros que buscaba el abad de Silos era lo que a él le daba la luz que busc?bamos. ´El silencio es el dialecto de Dios`, dec?amos, y él asent?a”.
Hablaban por teléfono, Cristino y su mujer, Aurora Ciriza, todas las navidades, hasta que él enferm?. “Era de car?cter dulce, muy expansivo. Siempre fue un buscador tocado por ese silencio divino que busc?bamos juntos para escuchar el eco de Dios”. ***
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/conversacion-inolvidable-misticos-86580639)
Apasionado de ese lugar que combina artes con m?sica, el artista canario, de 91 a?os, premio Nacional de Artes Pl?sticas, as? como premio Canarias de Bellas Artes, recuerda a este monje por sus conversaciones, que era el resultado, a veces silencioso, del encuentro de dos m?sticos dedicados a hacer de la contemplaci?n de las virtudes del pensamiento un solitario un modo de ser.
En su casa de Madrid, donde vive desde hace muchos a?os, De Vera convers? con Prensa Ibérica sobre aquellos encuentros con el joven monje, fallecido en Madrid a los 76 a?os. ?l lo recuerda correteando por Silos, y sobre todo de los encuentros que en distintas épocas propiciaron las exposiciones que Dom Clemente organiz? en torno a lo que ambos consideraban “el silencio de Dios”, la m?stica que a los dos los llevaba a evocar, por ejemplo, a quien en el catolicismo m?s los representaba, el papa Juan XIII.
Para los dos amigos m?sticos, aquel pont?fice que acogi? a los laicos, creyentes o no, ayud? a pensar que la uni?n de las religiones era la que pod?a acabar con el odio y con la maldad, ambos orégenes de las guerras que causaron masacres en todo el mundo.
“Era un gran personaje”, dec?a ayer Cristino de Vera. “?l nos llevaba a exponer a artistas que tuviéramos relaci?n con la m?stica, fuera la que fuera nuestra relaci?n con la religi?n”. El propio Cristino expuso cincuenta dibujos, que se quedaron all?, como una donaci?n, en 2002, y volvi? a ser expuesto en la colectiva que Don Clemente, ayudado por Carmen Rom?n y por Mar?a José Salazar, curadoras de arte, organizaron en el ?mbito m?stico tan cuidado por el monje ahora llorado. Con Cristino estaban en esta ocasi?n firmas como las de Miquel Barcel?, Tàpies, Carmen Laffon, Manolo Millares, Mart?n Chirino, Eduardo Chillida Broto o Joan Mir?.
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*“Habl?bamos de la luz, de la luz de Dios, y del silencio, que es como la voz de Dios, eso dec?amos. La luz, cre?a él, viene de la humildad. Esas religiones que contribuyen a que la luz sea parte de los humanos son, por ejemplo, adem?s de la suya, el tao?smo, el budismo, as? como el yoga, que cultiv?bamos como parte de nuestra meditaci?n… Le interesaba mucho todo lo que tuviera que ver con la m?sica, con la pintura, con la m?stica, y después de esas meditaciones se rezaba… Todos lo quer?an y le admiraban… Me ense?? mucho, ense?? mucho a los que busc?bamos con él la paz interior, pues, dec?a, sin paz interior no hay nada, y por supuesto nunca habr?a misticismo sino vanidad. Cuando la vanidad es el centro se apaga la luz”.
*“Lo recuerdo de cuando era un jovencito que jugaba por all?, sin saber aun que aquel monasterio ser?a un d?a como una criatura suya… Traduc?a c?dices, hizo de la m?sica y del gregoriano el centro de las actividades de Silos, y entre todo lo que hizo convirti? el arte en una de las expresiones m?sticas que él quiso reunir como esencia de la conversaci?n en la que convirti? la vida del monasterio”.
Lo que m?s le sorprendi? de su car?cter, dice Cristino de Vera, “fue la profundidad de su esp?ritu; él entend?a las otras religiones, como hac?a nuestro querido Juan XXIII... Todos debemos ser, como lo fueron ese papa y Dom Clemente, buscadores compasivos. El silencio era una de las maneras que tiene Dios de manifestarse, y la m?stica de los cuadros que buscaba el abad de Silos era lo que a él le daba la luz que busc?bamos. ´El silencio es el dialecto de Dios`, dec?amos, y él asent?a”.
Hablaban por teléfono, Cristino y su mujer, Aurora Ciriza, todas las navidades, hasta que él enferm?. “Era de car?cter dulce, muy expansivo. Siempre fue un buscador tocado por ese silencio divino que busc?bamos juntos para escuchar el eco de Dios”. ***
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