الريــم
04-23-2023, 04:02 PM
Hace ya cuatro meses que M. levant? sus dos bolsas llenas de ropa, mir? al cielo, esboz? una sonrisa de oreja a oreja y sali? de la c?rcel de Quatre Camins (La Roca del Vallès) tras cuatro a?os de encierro por acumulaci?n de robos. "?Por fin libre! Pensaba en ir a una pensi?n, buscarme un trabajillo por Mercabarna y, esta vez s?, empezar de nuevo".
"De la c?rcel hay que salir con un apoyo... y yo no tuve de ning?n tipo", reflexiona M.
En la c?rcel logr? apartarse de las drogas y estaba convencido de que se iba a alejar de la mala vida. Pero aquella sonrisa se borr? a las pocas horas de regresar a Barcelona. "Me vi en la calle... me desmoroné. Me cay? la moral al suelo". Pas? dos meses durmiendo en la calle. La suerte, dice él, le llev? al hogar La Mercè, un espacio de la fundaci?n Obra Mercedaria donde viven cinco hombres m?s en una situaci?n similar. "Nos faltan muchos medios, no podemos atender a todas las personas que nos necesitan. Y sin una vivienda es imposible empezar una nueva vida", insiste la directora de la entidad, N?ria Ort?n.
M. tiene 54 a?os y arrastra un historial de robos para poder pincharse hero?na y esnifar coca?na que le ha llevado a la c?rcel en tres ocasiones. "Esta ?ltima vez me dije; ya basta, quiero empezar de nuevo", reconoce. Antes de salir de prisi?n decidi? que se instalar?a en una pensi?n del barrio del Raval y buscar?a un trabajo. "Ten?a la ilusi?n de operarme los dientes", explica. La poca dentadura que le queda sigue hoy desencajada. Esconde la mirada en sus gafas, y con la mano se peina los pocos pelos que conserva, recogidos en una coleta. Sus sue?os se truncaron.
"Pod?a ocupar, robar, pelear... pero no quer?a, no quiero volver a pisar la c?rcel"
"De la c?rcel hay que salir con un apoyo... y yo no tuve de ning?n tipo", reflexiona. Lleg? a Barcelona en tren y se dirigi? hasta la pensi?n que ten?a pensado instalarse. "Estaba cerrada". Luego, pic? a la puerta de varias entidades sociales y albergues para personas sin hogar. "Estaba todo lleno, hab?a lista de espera". Logr? que una vecina le guardara sus bolsas en casa. "No me pasaba por la cabeza que estar?a en la calle".
En la calle para no volver atr?s
A?n se acuerda de aquella primera noche. "Me met? en un bar hasta que cerr?, pero al salir pillé una bronquitis", cuenta. "Me desmoroné, me cay? la moral al suelo. Yo estaba haciendo un esfuerzo para no meterme en problemas. Pod?a ocupar, robar, pelear... pero no quer?a, no quiero volver a pisar la c?rcel", insiste. Aquellos meses de fr?o y miedo le hicieron volver a los infiernos. "Claro que consum?... porque no quer?a pensar".
?l dice que tuvo un poco de suerte. A través de un conocido de la prisi?n, apareci? una mujer, ?ngels, que le salv?. Llam? a los servicios sociales del Departament de Just?cia y este marzo logr? una plaza en la llar La Mercè, en Sant Feliu de Llobregat, de la fundaci?n Obra Mercedaria. "Aqu? estoy tranquilo, puedo pensar y me ayudan mucho", agradece.
Permiso para ir al ba?o
All? viven cinco hombres m?s como él. No pueden tomar drogas y deben colaborar y respetar los horarios. A cambio, reciben apoyo para tramites burocr?ticos, les ayudan a buscar trabajo y también soporte emocional. "El cambio de chip de la c?rcel no es f?cil. Muchos te piden permiso para ir al ba?o, te hablan de 'Don'... y no saben cosas b?sicas de internet, de citas previas o de c?mo usar el m?vil", cuenta Pep Roma, educador del centro. Caben 12 m?s, pero, a falta de financiaci?n, la entidad no puede alojar a todos los que lo necesitan.
Otro de los usuarios es Alphonse Daudet. Lleva dos a?os en este recurso, después de una condena por revelaci?n de secretos que lo encerr? en prisi?n durante dos a?os. De su historia en la c?rcel, de su detenci?n o de su llegada a Espa?a, se podr?a escribir un libro. Es un joven camerunés que, tras cruzar el desierto del Sahel y el Mediterr?neo en patera, fue acusado de violencia de género, pero finalmente solo se le conden? por grabar un v?deo negando una violaci?n que sum? 20 millones de reproducciones. "Cuando no tienes papeles todos se aprovechan de ti", resume él. Le detuvieron en Granada cuando se iba a empadronar y ha estado en tres c?rceles distintas. Las dos ?ltimas, en Zaragoza.
https://www.uc-4u.com/clip/4eda7e61-38e4-4f26-80ff-0b413241be7a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Alphonse Daudet es el encargado de elaborar las formas de la fundaci?n Obra Mercedaria. | RICARD CUGAT
Una visita en dos a?os
No pudo disfrutar de ning?n permiso penitenciario porque no ten?a lugar al que ir. "La soledad la pasé con el deporte", confiesa. Cuando se acerc? su libertad, el nerviosismo se apoder? de él. "Pregunté por la c?rcel: algunos me dec?an que ocupara un piso, otros que les cuidara sus casas... Hay quien vuelve a delinquir para volver a entrar, al menos te dan techo y comida".
Escribi? cartas a todas las entidades sociales que pudo. "No me dec?an nada y ya lo daba por perdido", cuenta. El director de la prisi?n, se queja, tampoco le dej? hablar con su familia en Camer?n. "Se pensaban que estaba muerto". Hasta que un d?a recibi? una visita. "Yo pensé que era broma de mal gusto ?En dos a?os no me hab?a venido a ver nadie!", exclama.
Era un religioso de la ?rden de la fundaci?n, que le facilit? un alojamiento al salir de la c?rcel. "Ped? ir a Catalunya. Me esperé dos semanas porque no hab?a plazas y luego consegu? entrar". Ahora busca trabajo. "Pero nadie me quiere hacer contrato y a los pocos meses me despiden", lamenta. De momento, se encarga de cocinar la sagrada forma que se toma en la misa. "Yo no creo en la religi?n, pero s? en Dios. La gente flipa que yo haga las formas, pero bueno, me hace muy feliz y le pongo todo mi amor. A veces, si lo intentas, las cosas salen bien", agradece.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/celda-cajero-sali-carcel-derrumbe-86390010)
"De la c?rcel hay que salir con un apoyo... y yo no tuve de ning?n tipo", reflexiona M.
En la c?rcel logr? apartarse de las drogas y estaba convencido de que se iba a alejar de la mala vida. Pero aquella sonrisa se borr? a las pocas horas de regresar a Barcelona. "Me vi en la calle... me desmoroné. Me cay? la moral al suelo". Pas? dos meses durmiendo en la calle. La suerte, dice él, le llev? al hogar La Mercè, un espacio de la fundaci?n Obra Mercedaria donde viven cinco hombres m?s en una situaci?n similar. "Nos faltan muchos medios, no podemos atender a todas las personas que nos necesitan. Y sin una vivienda es imposible empezar una nueva vida", insiste la directora de la entidad, N?ria Ort?n.
M. tiene 54 a?os y arrastra un historial de robos para poder pincharse hero?na y esnifar coca?na que le ha llevado a la c?rcel en tres ocasiones. "Esta ?ltima vez me dije; ya basta, quiero empezar de nuevo", reconoce. Antes de salir de prisi?n decidi? que se instalar?a en una pensi?n del barrio del Raval y buscar?a un trabajo. "Ten?a la ilusi?n de operarme los dientes", explica. La poca dentadura que le queda sigue hoy desencajada. Esconde la mirada en sus gafas, y con la mano se peina los pocos pelos que conserva, recogidos en una coleta. Sus sue?os se truncaron.
"Pod?a ocupar, robar, pelear... pero no quer?a, no quiero volver a pisar la c?rcel"
"De la c?rcel hay que salir con un apoyo... y yo no tuve de ning?n tipo", reflexiona. Lleg? a Barcelona en tren y se dirigi? hasta la pensi?n que ten?a pensado instalarse. "Estaba cerrada". Luego, pic? a la puerta de varias entidades sociales y albergues para personas sin hogar. "Estaba todo lleno, hab?a lista de espera". Logr? que una vecina le guardara sus bolsas en casa. "No me pasaba por la cabeza que estar?a en la calle".
En la calle para no volver atr?s
A?n se acuerda de aquella primera noche. "Me met? en un bar hasta que cerr?, pero al salir pillé una bronquitis", cuenta. "Me desmoroné, me cay? la moral al suelo. Yo estaba haciendo un esfuerzo para no meterme en problemas. Pod?a ocupar, robar, pelear... pero no quer?a, no quiero volver a pisar la c?rcel", insiste. Aquellos meses de fr?o y miedo le hicieron volver a los infiernos. "Claro que consum?... porque no quer?a pensar".
?l dice que tuvo un poco de suerte. A través de un conocido de la prisi?n, apareci? una mujer, ?ngels, que le salv?. Llam? a los servicios sociales del Departament de Just?cia y este marzo logr? una plaza en la llar La Mercè, en Sant Feliu de Llobregat, de la fundaci?n Obra Mercedaria. "Aqu? estoy tranquilo, puedo pensar y me ayudan mucho", agradece.
Permiso para ir al ba?o
All? viven cinco hombres m?s como él. No pueden tomar drogas y deben colaborar y respetar los horarios. A cambio, reciben apoyo para tramites burocr?ticos, les ayudan a buscar trabajo y también soporte emocional. "El cambio de chip de la c?rcel no es f?cil. Muchos te piden permiso para ir al ba?o, te hablan de 'Don'... y no saben cosas b?sicas de internet, de citas previas o de c?mo usar el m?vil", cuenta Pep Roma, educador del centro. Caben 12 m?s, pero, a falta de financiaci?n, la entidad no puede alojar a todos los que lo necesitan.
Otro de los usuarios es Alphonse Daudet. Lleva dos a?os en este recurso, después de una condena por revelaci?n de secretos que lo encerr? en prisi?n durante dos a?os. De su historia en la c?rcel, de su detenci?n o de su llegada a Espa?a, se podr?a escribir un libro. Es un joven camerunés que, tras cruzar el desierto del Sahel y el Mediterr?neo en patera, fue acusado de violencia de género, pero finalmente solo se le conden? por grabar un v?deo negando una violaci?n que sum? 20 millones de reproducciones. "Cuando no tienes papeles todos se aprovechan de ti", resume él. Le detuvieron en Granada cuando se iba a empadronar y ha estado en tres c?rceles distintas. Las dos ?ltimas, en Zaragoza.
https://www.uc-4u.com/clip/4eda7e61-38e4-4f26-80ff-0b413241be7a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Alphonse Daudet es el encargado de elaborar las formas de la fundaci?n Obra Mercedaria. | RICARD CUGAT
Una visita en dos a?os
No pudo disfrutar de ning?n permiso penitenciario porque no ten?a lugar al que ir. "La soledad la pasé con el deporte", confiesa. Cuando se acerc? su libertad, el nerviosismo se apoder? de él. "Pregunté por la c?rcel: algunos me dec?an que ocupara un piso, otros que les cuidara sus casas... Hay quien vuelve a delinquir para volver a entrar, al menos te dan techo y comida".
Escribi? cartas a todas las entidades sociales que pudo. "No me dec?an nada y ya lo daba por perdido", cuenta. El director de la prisi?n, se queja, tampoco le dej? hablar con su familia en Camer?n. "Se pensaban que estaba muerto". Hasta que un d?a recibi? una visita. "Yo pensé que era broma de mal gusto ?En dos a?os no me hab?a venido a ver nadie!", exclama.
Era un religioso de la ?rden de la fundaci?n, que le facilit? un alojamiento al salir de la c?rcel. "Ped? ir a Catalunya. Me esperé dos semanas porque no hab?a plazas y luego consegu? entrar". Ahora busca trabajo. "Pero nadie me quiere hacer contrato y a los pocos meses me despiden", lamenta. De momento, se encarga de cocinar la sagrada forma que se toma en la misa. "Yo no creo en la religi?n, pero s? en Dios. La gente flipa que yo haga las formas, pero bueno, me hace muy feliz y le pongo todo mi amor. A veces, si lo intentas, las cosas salen bien", agradece.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/celda-cajero-sali-carcel-derrumbe-86390010)