الريــم
04-19-2023, 05:54 PM
A Sara (nombre figurado), asturiana de quince a?os, le interesaban las mismas cosas que al resto de las adolescentes. Esas dudas que surgen cuando descubres el mundo. Pero eso era antes del infierno. Desde principios de curso, Sara sufre acoso escolar(también nombrado 'bullying') en un instituto de Mieres (Asturias). La insultan en clase, hacen directos en la red social Instagram para criticarla, se r?en cuando ella pasa. Sara siente que se ahoga. Poco antes de Navidad, intent? quitarse la vida.
"Es muy duro escuchar a tu hija de quince a?os decir que se quiere morir, que la vida no vale nada", lamenta la madre de la joven. La madre que no se separa de ella, porque teme lo peor. La familia denuncia que el protocolo del centro no ha atajado el acoso escolar. Peor a?n, aseguran que Sara es "la apartada, la que ha sufrido represalias". También lamentan que llevan casi tres meses esperando por un ingreso "urgente" en la unidad de psiquiatr?a del Hospital Central de Asturias (HUCA).
El verano de Sara ten?a que haber sido un desfile de d?as largos, charlas al sol y helados. Pero la joven empez? a recibiramenazas de dos alumnas del instituto al que va. No dijo nada, ten?a miedo. Cuando empez? a clase, todo fue a peor. Insultos, cr?ticas, amenazas. La joven empez? a aislarse, cada d?a estaba m?s sola. En noviembre, recibi? un audio que alarm? a toda la familia. Varias personas, la mayor?a alumnas del IES, la insultaron. "Le dijeron palabras mayores", matiza la familia. Sara empez? a tener miedo, no quer?a ir a clase.
Denuncia
La familia inform? de lo ocurrido al centro. Adem?s, interpusieron una denuncia y presentaron los audios que hab?a recibido Sara. Acordaron cambiar a la joven de aula, pero "no fue suficiente". Al principio estaba muy contenta y centrada en esa clase, "aunque cada vez se encontraba m?s apartada porque casi no ten?a trato con nadie", explica la familia. "La falta de control del centro", se?alan, agrav? m?s la situaci?n. De hecho, afirman que una de las j?venes que particip? en el audio -y que fue perfectamente identificada- no sufri? ning?n castigo.
Muy lejos del arrepentimiento, la situaci?n fue a peor. Siguieron insult?ndola, y una de las alumnas que particip? en el audio hizo directos en redes sociales -concretamente, en Instagram- ridiculiz?ndola. Adem?s, un chico que intent? defender a Sara fue expulsado del centro. La joven sufri? entonces una crisis de p?nico. Otro d?a, empezaron a decir que iban a pegarle. Se le dispar? la ansiedad, su familia tuvo que ir a recogerla.
La Polic?a s? actu?. Se decret? una orden de alejamiento de 200 metros para protegerla de una de las implicadas. Pero esta medida qued? sin efecto dentro del instituto, para no obstaculizar la escolarizaci?n de las j?venes.
"Estas personas (las acosadoras) consiguieron alejar a mi hija de todo el mundo, son un problema para el centro. Mi hija no es la primera ni ser? la ?ltima v?ctima", clama la madre de Sara. La joven se sent?a sola. Solo se quedaron a su lado dos amigas y, si ellas no estaban, el recreo era un martirio.
Cada d?a m?s estresada, cada d?a m?s deprimida. Sara ya no pod?a m?s. Con quince a?os, intent? quitarse la vida. "Al d?a siguiente llamé al centro, para informar de lo que le suced?a. Me llam? la jefa de estudios, se comprometieron a mandar los deberes que ten?a que hacer", explica la madre. A pesar de que intent? contactar con cada profesor, uno a uno, solo algunos respondieron. Luego entregaron las notas del primer trimestre, hubo problemas para que las recibiera por correo electr?nico. "Adem?s, las calificaciones fueron totalmente injustas". Sara estuvo ingresada doce d?as.
En el hospital informaron a la familia de que el protocolo para la correcta reincorporaci?n en el instituto ten?a que acordarse con el centro. Se sintieron totalmente desamparados. Denuncian que no recibieron el apoyo esperado ni por parte del centro escolar, ni de salud mental, ni de las administraciones. De hecho, la familia ha intentado contactar con el presidente del Principado, Adri?n Barb?n, y con varios consejeros. Sin respuesta.
Ha vuelto al instituto. Otra vez al infierno; m?s insultos, m?s amenazas, m?s "risitas" a su paso. Una de las implicadas en el acoso escolar lleg? a decir, delante de la madre de Sara, "si la tengo que enganchar, la engancho". A veces, la joven tiene que quedarse en casa porque su salud se est? viendo muy afectada: "Acude al centro, desde noviembre, con miedo, ansiedad, angustia e impotencia". Desde enero, Sara ha acudido al hospital ?lvarez-Buylla en diez ocasiones. Tuvo que ser ingresada tres veces.
La situaci?n es muy preocupante. El 9 de marzo informaron a la familia de que se hab?a solicitado ya su ingreso urgente en la unidad infanto-juvenil del HUCA, por el alto riesgo de autolesiones. Hasta hoy, no hubo m?s noticias. Tampoco se han puesto en contacto con la familia desde Servicios Sociales, que ten?an el compromiso de mediar para la vuelta al instituto de la joven. Adem?s, no recibe terapia psicol?gica en la Seguridad Social porque el profesional que le corresponde est? de baja. "Estamos acudiendo a una psic?loga privada que es maravillosa", matiza la madre.
La familia de Sara est? desesperada. "Necesitamos que alguien nos ayude". Hay mucho en juego. Por las noches, la madre de la joven no puede dormir. La rinde la impotencia: "No entendemos por qué tiene que ser ella la apartada, por qué la acosadora o acosadoras no tuvieron represalias". También se preguntan por qué no funcionan los protocolos de acoso escolar, y por qué Sara no recibe una correcta atenci?n sanitaria. "En el Caudal solo hay una psiquiatra infantil, a media jornada", claman. Mira a su hija, a la espera de una ayuda. Y suplica: "Que no hagan al acosado ser m?s v?ctima de lo que ya es".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/adolescente-asturias-victima-acoso-escolar-86216694)
"Es muy duro escuchar a tu hija de quince a?os decir que se quiere morir, que la vida no vale nada", lamenta la madre de la joven. La madre que no se separa de ella, porque teme lo peor. La familia denuncia que el protocolo del centro no ha atajado el acoso escolar. Peor a?n, aseguran que Sara es "la apartada, la que ha sufrido represalias". También lamentan que llevan casi tres meses esperando por un ingreso "urgente" en la unidad de psiquiatr?a del Hospital Central de Asturias (HUCA).
El verano de Sara ten?a que haber sido un desfile de d?as largos, charlas al sol y helados. Pero la joven empez? a recibiramenazas de dos alumnas del instituto al que va. No dijo nada, ten?a miedo. Cuando empez? a clase, todo fue a peor. Insultos, cr?ticas, amenazas. La joven empez? a aislarse, cada d?a estaba m?s sola. En noviembre, recibi? un audio que alarm? a toda la familia. Varias personas, la mayor?a alumnas del IES, la insultaron. "Le dijeron palabras mayores", matiza la familia. Sara empez? a tener miedo, no quer?a ir a clase.
Denuncia
La familia inform? de lo ocurrido al centro. Adem?s, interpusieron una denuncia y presentaron los audios que hab?a recibido Sara. Acordaron cambiar a la joven de aula, pero "no fue suficiente". Al principio estaba muy contenta y centrada en esa clase, "aunque cada vez se encontraba m?s apartada porque casi no ten?a trato con nadie", explica la familia. "La falta de control del centro", se?alan, agrav? m?s la situaci?n. De hecho, afirman que una de las j?venes que particip? en el audio -y que fue perfectamente identificada- no sufri? ning?n castigo.
Muy lejos del arrepentimiento, la situaci?n fue a peor. Siguieron insult?ndola, y una de las alumnas que particip? en el audio hizo directos en redes sociales -concretamente, en Instagram- ridiculiz?ndola. Adem?s, un chico que intent? defender a Sara fue expulsado del centro. La joven sufri? entonces una crisis de p?nico. Otro d?a, empezaron a decir que iban a pegarle. Se le dispar? la ansiedad, su familia tuvo que ir a recogerla.
La Polic?a s? actu?. Se decret? una orden de alejamiento de 200 metros para protegerla de una de las implicadas. Pero esta medida qued? sin efecto dentro del instituto, para no obstaculizar la escolarizaci?n de las j?venes.
"Estas personas (las acosadoras) consiguieron alejar a mi hija de todo el mundo, son un problema para el centro. Mi hija no es la primera ni ser? la ?ltima v?ctima", clama la madre de Sara. La joven se sent?a sola. Solo se quedaron a su lado dos amigas y, si ellas no estaban, el recreo era un martirio.
Cada d?a m?s estresada, cada d?a m?s deprimida. Sara ya no pod?a m?s. Con quince a?os, intent? quitarse la vida. "Al d?a siguiente llamé al centro, para informar de lo que le suced?a. Me llam? la jefa de estudios, se comprometieron a mandar los deberes que ten?a que hacer", explica la madre. A pesar de que intent? contactar con cada profesor, uno a uno, solo algunos respondieron. Luego entregaron las notas del primer trimestre, hubo problemas para que las recibiera por correo electr?nico. "Adem?s, las calificaciones fueron totalmente injustas". Sara estuvo ingresada doce d?as.
En el hospital informaron a la familia de que el protocolo para la correcta reincorporaci?n en el instituto ten?a que acordarse con el centro. Se sintieron totalmente desamparados. Denuncian que no recibieron el apoyo esperado ni por parte del centro escolar, ni de salud mental, ni de las administraciones. De hecho, la familia ha intentado contactar con el presidente del Principado, Adri?n Barb?n, y con varios consejeros. Sin respuesta.
Ha vuelto al instituto. Otra vez al infierno; m?s insultos, m?s amenazas, m?s "risitas" a su paso. Una de las implicadas en el acoso escolar lleg? a decir, delante de la madre de Sara, "si la tengo que enganchar, la engancho". A veces, la joven tiene que quedarse en casa porque su salud se est? viendo muy afectada: "Acude al centro, desde noviembre, con miedo, ansiedad, angustia e impotencia". Desde enero, Sara ha acudido al hospital ?lvarez-Buylla en diez ocasiones. Tuvo que ser ingresada tres veces.
La situaci?n es muy preocupante. El 9 de marzo informaron a la familia de que se hab?a solicitado ya su ingreso urgente en la unidad infanto-juvenil del HUCA, por el alto riesgo de autolesiones. Hasta hoy, no hubo m?s noticias. Tampoco se han puesto en contacto con la familia desde Servicios Sociales, que ten?an el compromiso de mediar para la vuelta al instituto de la joven. Adem?s, no recibe terapia psicol?gica en la Seguridad Social porque el profesional que le corresponde est? de baja. "Estamos acudiendo a una psic?loga privada que es maravillosa", matiza la madre.
La familia de Sara est? desesperada. "Necesitamos que alguien nos ayude". Hay mucho en juego. Por las noches, la madre de la joven no puede dormir. La rinde la impotencia: "No entendemos por qué tiene que ser ella la apartada, por qué la acosadora o acosadoras no tuvieron represalias". También se preguntan por qué no funcionan los protocolos de acoso escolar, y por qué Sara no recibe una correcta atenci?n sanitaria. "En el Caudal solo hay una psiquiatra infantil, a media jornada", claman. Mira a su hija, a la espera de una ayuda. Y suplica: "Que no hagan al acosado ser m?s v?ctima de lo que ya es".
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