الريــم
04-18-2023, 05:12 PM
Todo espa?ol que se precie ha estado alguna vez prendado de Ana Belén. A lo loco o racionalmente. Rozando el enamoramiento o de manera fugaz. Por una pel?cula o por una canci?n. Por todo o por casi todo. Ella sin embargo, con permiso de V?ctor Manuel, dice que su coraz?n, sobre todo, lo ha entregado al teatro. Al que ahora vuelve, en El Espa?ol, Madrid, hasta el 4 de junio. Con una obra que resucita a Romeo y Julieta (Romeo y Julieta despiertan) y que se pregunta qué habr?a sido de ellos dos si despertaran de su muerte cincuenta a?os después. Despertar?n, s?, después de un largo sue?o, pero no se reconocer?n, ya que Julieta solo ve a un hombre de ochenta tacos y Romeo a una se?ora muy bien conservada. Julieta cree haber dormido un instante, la sensaci?n de Romeo es parecida. Pero se han transformado. Ya no son adolescentes. Es ahora cuando empieza su verdadera historia.
Romeo lo interpretar? José Luis G?mez, aunque en algunas fechas ser? Jes?s Noguero. El texto, dicen sus promotores, es fiel a Shakespeare, todo lo fiel que puede ser ese trasunto de personajes que viajan en el tiempo, a?ade uno. Tanto da. Yo prefiero ser fiel a Ana Belén que a Shakespeare. D?nda va a parar. Fiel a la trayectoria de Mar?a del Pilar Cuesta Acosta, nacida en Madrid en la Calle del Oso hace 71 a?os, eso confiesa, yo no me lo creo. Da igual. Ella no tiene edad. Podr?a ser inmortal. Ser? bella siempre, gran cantante y actriz memorable y mejorable en algunos trabajos. Dulce y roja, envidiada y distante. Deslenguada m?s en el cine que en la vida real. Va tardando en aparecer la palabra musa. De no pocos columnistas, de cierta izquierda, del cuarteto que form? con su marido y Serrat y Miguel R?os. Ana Belén vuelve a las tablas inmersa hasta ahora en un periodo de discreci?n. Yo le sugiero que escriba sus memorias. La escritura es tal vez la ?nica rama de las artes, bueno y la escultura, que no ha practicado. Unas memorias calmadas, sin aguijones, trufadas de dulces recuerdos, de vivencias, de teatro, cine y escenarios. M?s de veinte discos en solitario, m?s de cuarenta pel?culas, desde aquel m?tico Zampo y yo del a?o 55; decenas de participaci?n en series, ay, Fortunata y Jacinta -sobre todo, ay, Fortunata- e innumerables obras teatrales.
Ana Belén, tu nombre es talento, escenario, focos y acci?n. Tu mirada lleva con nosotros toda la vida y forma parte de nuestros recuerdos.
Romeo y Julieta. Cincuenta a?os después. La obra ahonda en el amor maduro, bastante maduro, en lo por venir y en el pasado. Dice Ana Belén que al principio le pareci? una locura, pero que ahora est? encantada. Aunque entre esta pareja de Romeo y Julieta viejos pueda colgarse el cartel de no hay pasi?n, la obra Romeo y Julieta despiertan, puede colgar el cartel de no hay billetes. Si los habr? habido para que Ana Belén regrese al trabajo, por mucho que este retorno nos resulte impagable. Lo suyo ser?a que la obra hiciera luego una gira luego por provincias. Las provincias siempre est?n muy necesitadas de Ana Belén y de José Luis G?mez, de lo shakesperiano y de sus interpretaciones. El espect?culo, escrito por el dramaturgo austr?aco E.L. Petschinka y dirigido por Rafael S?nchez, imagina que Romeo Y Julieta no murieron con el veneno. No yacen para siempre en Verona. Estaban durmiendo, so?ando pasiones y celos, amor y sentimientos universales. Por ese retrato de pasiones eternas la obra de Shakespeare no caduca. Porque la traici?n y la pasi?n no caducan y est?n presente en todas las épocas y edades del hombre.
Ana Belén tiene una cita con nosotros de martes a domingo a las siete en el El Espa?ol. All? nos va a preguntar por qué no se puede amar apasionadamente a los ochenta o a los setenta, por qué el amor tiene innecesariamente que ser sin?nimo de juventud. Baila y canta y enmienda la plana a la tragedia cl?sica. Vuelve Ana Belén, que nunca se ha ido. La Victorita de La Colmena, la Pilar de Libertarias, la Desideria de La Pasi?n turca. En fin, Adela en La Casa de Bernarda Alba. Vuelve en vivo para representar (una versi?n) de una de la m?s grandes obras que nunca se hayan escrito. Un poco de Ana Belén siempre es mucho. Ahora que se ha convertido en una cl?sica de nuestras vidas, interpreta a un personaje cl?sico. Le dejar? su huella. La impronta es la r?brica del talento. Viva el teatro y que los que lo consideran un género en crisis guarden un rato de silencio: hay una diva trabajando.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ana-belen-vuelve-teatro-vidas-86167835)
Romeo lo interpretar? José Luis G?mez, aunque en algunas fechas ser? Jes?s Noguero. El texto, dicen sus promotores, es fiel a Shakespeare, todo lo fiel que puede ser ese trasunto de personajes que viajan en el tiempo, a?ade uno. Tanto da. Yo prefiero ser fiel a Ana Belén que a Shakespeare. D?nda va a parar. Fiel a la trayectoria de Mar?a del Pilar Cuesta Acosta, nacida en Madrid en la Calle del Oso hace 71 a?os, eso confiesa, yo no me lo creo. Da igual. Ella no tiene edad. Podr?a ser inmortal. Ser? bella siempre, gran cantante y actriz memorable y mejorable en algunos trabajos. Dulce y roja, envidiada y distante. Deslenguada m?s en el cine que en la vida real. Va tardando en aparecer la palabra musa. De no pocos columnistas, de cierta izquierda, del cuarteto que form? con su marido y Serrat y Miguel R?os. Ana Belén vuelve a las tablas inmersa hasta ahora en un periodo de discreci?n. Yo le sugiero que escriba sus memorias. La escritura es tal vez la ?nica rama de las artes, bueno y la escultura, que no ha practicado. Unas memorias calmadas, sin aguijones, trufadas de dulces recuerdos, de vivencias, de teatro, cine y escenarios. M?s de veinte discos en solitario, m?s de cuarenta pel?culas, desde aquel m?tico Zampo y yo del a?o 55; decenas de participaci?n en series, ay, Fortunata y Jacinta -sobre todo, ay, Fortunata- e innumerables obras teatrales.
Ana Belén, tu nombre es talento, escenario, focos y acci?n. Tu mirada lleva con nosotros toda la vida y forma parte de nuestros recuerdos.
Romeo y Julieta. Cincuenta a?os después. La obra ahonda en el amor maduro, bastante maduro, en lo por venir y en el pasado. Dice Ana Belén que al principio le pareci? una locura, pero que ahora est? encantada. Aunque entre esta pareja de Romeo y Julieta viejos pueda colgarse el cartel de no hay pasi?n, la obra Romeo y Julieta despiertan, puede colgar el cartel de no hay billetes. Si los habr? habido para que Ana Belén regrese al trabajo, por mucho que este retorno nos resulte impagable. Lo suyo ser?a que la obra hiciera luego una gira luego por provincias. Las provincias siempre est?n muy necesitadas de Ana Belén y de José Luis G?mez, de lo shakesperiano y de sus interpretaciones. El espect?culo, escrito por el dramaturgo austr?aco E.L. Petschinka y dirigido por Rafael S?nchez, imagina que Romeo Y Julieta no murieron con el veneno. No yacen para siempre en Verona. Estaban durmiendo, so?ando pasiones y celos, amor y sentimientos universales. Por ese retrato de pasiones eternas la obra de Shakespeare no caduca. Porque la traici?n y la pasi?n no caducan y est?n presente en todas las épocas y edades del hombre.
Ana Belén tiene una cita con nosotros de martes a domingo a las siete en el El Espa?ol. All? nos va a preguntar por qué no se puede amar apasionadamente a los ochenta o a los setenta, por qué el amor tiene innecesariamente que ser sin?nimo de juventud. Baila y canta y enmienda la plana a la tragedia cl?sica. Vuelve Ana Belén, que nunca se ha ido. La Victorita de La Colmena, la Pilar de Libertarias, la Desideria de La Pasi?n turca. En fin, Adela en La Casa de Bernarda Alba. Vuelve en vivo para representar (una versi?n) de una de la m?s grandes obras que nunca se hayan escrito. Un poco de Ana Belén siempre es mucho. Ahora que se ha convertido en una cl?sica de nuestras vidas, interpreta a un personaje cl?sico. Le dejar? su huella. La impronta es la r?brica del talento. Viva el teatro y que los que lo consideran un género en crisis guarden un rato de silencio: hay una diva trabajando.
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