الريــم
04-18-2023, 10:30 AM
Las grandes empresas textiles se las han ingeniado para convencer a millones de personas en Espa?a (y en el resto del mundo occidental) de que es necesario cambiar de ropa cada pocos meses. Es la base de su negocio. Adem?s, ha calado el concepto de que llevar puesta una prenda del a?o anterior es algo impropio de personas civilizadas. Esta negativa tendencia conlleva la compra compulsiva de ropa y la consiguiente generaci?n masiva de emisiones a la atm?sfera, as? como ingentes cantidades de residuos. Es la llamada fast-fashion, que fundamentalmente consiste en comprar-tirar-comprar-tirar. Eso s?, siempre bajo el se?uelo-trampa del low cost.
Las cifras son impresionantes: seg?n Naciones Unidas, fue entre los a?os 2000 y el 2014 cuando la producci?n de ropa asisti? a su verdadero despegue, pues directamente se duplic?. Los consumidores empezaron a comprar un 60% m?s de prendas, utiliz?ndolas solamente la mitad del tiempo que antes. Esa tendencia contin?a hoy d?a. Actualmente, el 60% de toda la ropa producida termina en vertederos o incineradoras en menos de un a?o, lo que equivale a un cami?n de ropa usada tirada o quemada cada segundo.
https://www.uc-4u.com/clip/479154dc-58ec-4a6b-8a8c-e2c9af06f4b3_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Las marcas estimulan la compra compulsiva e innecesaria de ropa | Agencias
Informes sobre la industria textil han expuesto el alto impacto de la moda r?pida, que también incluye lamentables condiciones de explotaci?n laboral en numerosos pa?ses del sur. Todo para poder vender masivamente y de forma innecesaria en los pa?ses ricos. Pero lo m?s impresionante son las cifras devastadoras sobre su impacto ambiental, comparable al de la industria petrolera. Seg?n un estudio de la ONU de 2019, (https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161)la producci?n de ropa en el mundo es actualmente una industria “responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global”.
Este mismo informe especifica que para fabricar unos simples pantalones vaqueros se necesitan 7.500 litros de agua, es decir, m?s o menos lo mismo que bebe una persona a lo largo de siete a?os. Incluso una camiseta de algod?n necesita alrededor de 2.000 litros de agua para fabricarse. S?lo en los ?ltimos a?os han empezado a aparecer técnicas que reducen tan impresionantes cantidades, pero as? y todo el volumen de agua que se precisa para una sola prenda es abrumadora.
La ONU, a través de su Conferencia de Comercio y Desarrollo (UNCTAD), destaca que la fabricaci?n de ropa y calzado genera el 8% de los gases de efecto invernadero. Adem?s, destaca que “la industria de la moda produce m?s emisiones de carbono que todos los vuelos y env?os mar?timos internacionales juntos, con las consecuencias que ello tiene en el cambio clim?tico y el calentamiento global”.
Vertedero gigante de ropa en el desierto de Atacama
Adem?s, es una generadora incre?ble de residuos. Un ejemplo lo constituye el remoto desierto de Atacama, en Chile. Se trata de una zona virgen y pr?stina, con espectaculares cielos. De hecho, sus montes albergan algunos de los m?s potentes telescopios del mundo.
Este lugar, sin embargo, acoge también un inmenso vertedero de ropa usada. Es ropa fabricada o importada desde un gran n?mero de pa?ses. Porque, obviamente, esta es también una industria globalizada, que hace una camiseta manufacturada en China pueda terminar en Chile. Al menos 39.000 toneladas terminan como basura escondida desierto adentro en la zona deAlto Hospicio,en el norte del pa?s, uno de los destinos finales de ropa “de segunda mano” o de temporadas pasadas de cadenas de moda r?pida.
https://www.uc-4u.com/clip/5c2ffa6b-0c5a-40c3-8bbe-ac07633dfa65_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Imagen aérea del vertedero del desierto de Atacama (Chile) | Martin Benetti
“Esta ropa llega de todo el mundo”, explic? a la AFPAlex Carre?o, ex trabajador de la zona de importaci?n del puerto de Iquique, que vive al lado de un vertedero de ropa. “Lo que no se vendi? a Santiago ni se fue a otros pa?ses (como Bolivia, Per? y Paraguay por contrabando), entonces se queda aqu? porque es zona franca”, afirm?.
*“El problema es que la ropa no es biodegradable y tiene productos qu?micos, por eso no se acepta en los vertederos municipales”, se?al? por su parte Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra, una firma de econom?a circular con una planta de producci?n en Alto Hospicio de paneles con aislante térmicos en base a esta ropa desechable.
Bajo tierra hay m?s prendas sepultadas con ayuda de camiones municipales, en un intento por evitar incendios provocados y muy t?xicos por los qu?micos y telas sintéticas que la componen. Pero la ropa enterrada o a la vista también desprende contaminantes al aire y hacia las napas de agua subterr?neas propias del ecosistema del desierto. La moda es tan t?xica como los neum?ticos o los pl?sticos.
50.000 millones de prendan se tiran al a?o de fabricarse
En la actualidad, las marcas de moda producen casi el doble de ropa que en el a?o 2000, la mayor parte de ella fabricada en China y otros pa?ses de renta media como Turqu?a, Vietnam y Bangladesh. En todo el mundo, la industria emplea a 300 millones de personas. Pero, incre?blemente, m?s de 50.000 millones de prendas se desechan al a?o de ser confeccionadas, seg?n un informe de un taller de expertos del Instituto Nacional de Normas y Tecnolog?a (NIST) de Estados Unidos, publicado hace algo m?s de cuatro a?os.
https://www.uc-4u.com/clip/4f0119d3-b5b0-481a-b973-55c52cc05b5e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Montaje de denuncia contra la fast-fashion | Michael Bowles/Oxfam
Los textiles se dividen en dos grandes categor?as: naturales y sintéticos. La producci?n de los que, como el algod?n y la lana, se fabrican a partir de fuentes vegetales y animales, es en gran medida estable, aunque aumenta lentamente. En cambio, la producci?n de fibras basadas en pol?meros, en particular el poliéster, pas? de unos 25 millones de toneladas anuales en 2000 a unos 65 millones en 2018, seg?n el informe del taller del NIST. En conjunto, estas tendencias est?n teniendo un impacto medioambiental asombroso.
Se trata de un sector que aguarda un cambio urgente, seg?n las organizaciones conservacionistas y de consumidores, pero ello requerir? que la industria de la moda se esfuerce por adoptar m?s lo que se conoce como econom?a circular. Esto implicar? al menos dos cosas: volver a centrarse en fabricar cosas que duren, y as? fomentar la reutilizaci?n; y ampliar m?s r?pidamente las tecnolog?as para los procesos de fabricaci?n sostenibles, especialmente el reciclaje.
Parte de este cambio ya ha empezado. En Espa?a (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/siete-multinacionales-moda-unen-gestionar-81172968), sin ir m?s lejos, cada vez son m?s las empresas que utilizan materiales reciclados, empezando por el pl?stico, como materia prima para confeccionar sus prendas y tejidos. El consumidor, por su parte, tiene la capacidad de elegir entre un modelo u otro de producci?n.
Art?culo de referencia: https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161
.........
Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/fast-fashion-miles-litros-agua-86148208)
Las cifras son impresionantes: seg?n Naciones Unidas, fue entre los a?os 2000 y el 2014 cuando la producci?n de ropa asisti? a su verdadero despegue, pues directamente se duplic?. Los consumidores empezaron a comprar un 60% m?s de prendas, utiliz?ndolas solamente la mitad del tiempo que antes. Esa tendencia contin?a hoy d?a. Actualmente, el 60% de toda la ropa producida termina en vertederos o incineradoras en menos de un a?o, lo que equivale a un cami?n de ropa usada tirada o quemada cada segundo.
https://www.uc-4u.com/clip/479154dc-58ec-4a6b-8a8c-e2c9af06f4b3_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Las marcas estimulan la compra compulsiva e innecesaria de ropa | Agencias
Informes sobre la industria textil han expuesto el alto impacto de la moda r?pida, que también incluye lamentables condiciones de explotaci?n laboral en numerosos pa?ses del sur. Todo para poder vender masivamente y de forma innecesaria en los pa?ses ricos. Pero lo m?s impresionante son las cifras devastadoras sobre su impacto ambiental, comparable al de la industria petrolera. Seg?n un estudio de la ONU de 2019, (https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161)la producci?n de ropa en el mundo es actualmente una industria “responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global”.
Este mismo informe especifica que para fabricar unos simples pantalones vaqueros se necesitan 7.500 litros de agua, es decir, m?s o menos lo mismo que bebe una persona a lo largo de siete a?os. Incluso una camiseta de algod?n necesita alrededor de 2.000 litros de agua para fabricarse. S?lo en los ?ltimos a?os han empezado a aparecer técnicas que reducen tan impresionantes cantidades, pero as? y todo el volumen de agua que se precisa para una sola prenda es abrumadora.
La ONU, a través de su Conferencia de Comercio y Desarrollo (UNCTAD), destaca que la fabricaci?n de ropa y calzado genera el 8% de los gases de efecto invernadero. Adem?s, destaca que “la industria de la moda produce m?s emisiones de carbono que todos los vuelos y env?os mar?timos internacionales juntos, con las consecuencias que ello tiene en el cambio clim?tico y el calentamiento global”.
Vertedero gigante de ropa en el desierto de Atacama
Adem?s, es una generadora incre?ble de residuos. Un ejemplo lo constituye el remoto desierto de Atacama, en Chile. Se trata de una zona virgen y pr?stina, con espectaculares cielos. De hecho, sus montes albergan algunos de los m?s potentes telescopios del mundo.
Este lugar, sin embargo, acoge también un inmenso vertedero de ropa usada. Es ropa fabricada o importada desde un gran n?mero de pa?ses. Porque, obviamente, esta es también una industria globalizada, que hace una camiseta manufacturada en China pueda terminar en Chile. Al menos 39.000 toneladas terminan como basura escondida desierto adentro en la zona deAlto Hospicio,en el norte del pa?s, uno de los destinos finales de ropa “de segunda mano” o de temporadas pasadas de cadenas de moda r?pida.
https://www.uc-4u.com/clip/5c2ffa6b-0c5a-40c3-8bbe-ac07633dfa65_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Imagen aérea del vertedero del desierto de Atacama (Chile) | Martin Benetti
“Esta ropa llega de todo el mundo”, explic? a la AFPAlex Carre?o, ex trabajador de la zona de importaci?n del puerto de Iquique, que vive al lado de un vertedero de ropa. “Lo que no se vendi? a Santiago ni se fue a otros pa?ses (como Bolivia, Per? y Paraguay por contrabando), entonces se queda aqu? porque es zona franca”, afirm?.
*“El problema es que la ropa no es biodegradable y tiene productos qu?micos, por eso no se acepta en los vertederos municipales”, se?al? por su parte Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra, una firma de econom?a circular con una planta de producci?n en Alto Hospicio de paneles con aislante térmicos en base a esta ropa desechable.
Bajo tierra hay m?s prendas sepultadas con ayuda de camiones municipales, en un intento por evitar incendios provocados y muy t?xicos por los qu?micos y telas sintéticas que la componen. Pero la ropa enterrada o a la vista también desprende contaminantes al aire y hacia las napas de agua subterr?neas propias del ecosistema del desierto. La moda es tan t?xica como los neum?ticos o los pl?sticos.
50.000 millones de prendan se tiran al a?o de fabricarse
En la actualidad, las marcas de moda producen casi el doble de ropa que en el a?o 2000, la mayor parte de ella fabricada en China y otros pa?ses de renta media como Turqu?a, Vietnam y Bangladesh. En todo el mundo, la industria emplea a 300 millones de personas. Pero, incre?blemente, m?s de 50.000 millones de prendas se desechan al a?o de ser confeccionadas, seg?n un informe de un taller de expertos del Instituto Nacional de Normas y Tecnolog?a (NIST) de Estados Unidos, publicado hace algo m?s de cuatro a?os.
https://www.uc-4u.com/clip/4f0119d3-b5b0-481a-b973-55c52cc05b5e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Montaje de denuncia contra la fast-fashion | Michael Bowles/Oxfam
Los textiles se dividen en dos grandes categor?as: naturales y sintéticos. La producci?n de los que, como el algod?n y la lana, se fabrican a partir de fuentes vegetales y animales, es en gran medida estable, aunque aumenta lentamente. En cambio, la producci?n de fibras basadas en pol?meros, en particular el poliéster, pas? de unos 25 millones de toneladas anuales en 2000 a unos 65 millones en 2018, seg?n el informe del taller del NIST. En conjunto, estas tendencias est?n teniendo un impacto medioambiental asombroso.
Se trata de un sector que aguarda un cambio urgente, seg?n las organizaciones conservacionistas y de consumidores, pero ello requerir? que la industria de la moda se esfuerce por adoptar m?s lo que se conoce como econom?a circular. Esto implicar? al menos dos cosas: volver a centrarse en fabricar cosas que duren, y as? fomentar la reutilizaci?n; y ampliar m?s r?pidamente las tecnolog?as para los procesos de fabricaci?n sostenibles, especialmente el reciclaje.
Parte de este cambio ya ha empezado. En Espa?a (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/siete-multinacionales-moda-unen-gestionar-81172968), sin ir m?s lejos, cada vez son m?s las empresas que utilizan materiales reciclados, empezando por el pl?stico, como materia prima para confeccionar sus prendas y tejidos. El consumidor, por su parte, tiene la capacidad de elegir entre un modelo u otro de producci?n.
Art?culo de referencia: https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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