الريــم
04-11-2023, 06:50 PM
Café, copa, puro. Paredes forradas de madera, cortinas pesadas, alfombras mullidas, luz tenue. Camareros con uniforme, normas de conducta. Apretones de manos, palmadas en la espalda, datos confidenciales en voz baja, alguna carcajada.*Hombres j?venes, maduros y viejos con traje, corbata, buen corte de pelo, reloj caro. Todos blancos, cisgénero, heterosexuales, con dinero.Y casi ninguna mujer.*Puede parecer el escenario de una pel?cula algo t?pica sobre corrupci?n pol?tica, élites brit?nicas, la mafia o todo a la vez ambientada en el pasado. Pero lo interesante, e incluso inquietante, es que esos lugares a los que solo pueden acceder los socios siguen existiendo. Y no solo en Reino Unido, que son los que tienen la fama, sino también en Francia, Estados Unidos e incluso en Espa?a. El ejemplo m?s representativo es el de*La Gran Pe?a, creado en 1896 por militares espa?oles y emplazado en el n?mero 2 de la Gran V?a madrile?a. El rey emérito Juan Carlos I es socio desde 1975, como también lo fueron Santiago Bernabéu o José Calvo Sotelo.
En la mayor?a de ellos no hay socias: en algunos pueden entrar mujeres pero como espectadoras y en ocasiones especiales, para que vean de lo que disfrutan sus anfitriones y se les niega a ellas. Este tipo de espacios son la representaci?n m?s gr?fica de*Los boys club, el concepto que da t?tulo al libro de*Martine Delvaux. La editorial*Pen?nsula (https://www.planetadelibros.com/libro-los-boys-club/369363)*lo acaba de publicar en Espa?a traducido por*Lara Cortés Fern?ndez*y con el pr?logo*Instrucciones para desactivar a los Se?ores S.A*firmado por la periodista*Noelia Ram?rez. El libro de la canadiense sali? a la venta en Quebec en el a?o 2019 y fue todo un hito para bien y para mal. Por un lado, recibi? el*Gran Premio del Libro de Montreal*y por otro,*una oleada de reacciones virulentas que incluyeron una amenaza de muerte. Es lo que sucede cuando alguien se atreve a cuestionar el orden establecido y a quienes lo controlan.
Por supuesto, Delvaux estaba preparada para ese casi inevitable*backlash. Ya lo hab?a visto con otros ensayos feministas publicados en Francia poco antes del suyo en los que se analizaba a los varones y la masculinidad. Los que m?s incomodaron y enardecieron al p?blico fueron*Hombres, los odio*de Pauline Harmange o*Le sexisme. Un affaire d’hommes*de Valérie Rey-Robert, ya que sus autoras “se atrevieron a preguntarse por su propia relaci?n con los hombres, por lo que ellos representan, por la manera en la que los varones ocupan sus vidas, su imaginario, sus cuerpos y sus pensamientos, y por lo urgente que resulta liberarse de todo ello”, describe en el libro. Y su trabajo se encaja en la misma corriente.
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/6d573b9d-a413-4e3f-9cbe-03e4124b0ccb_source-aspect-ratio_default_0.jpg?Denunciar la dominaci?n masculina levanta pasiones!”, dice la autora a*EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/)*por correo electr?nico. “Pero me hab?a preparado para lo peor y al final no sucedi? porque todav?a sigo aqu?. Recib? solo una amenaza de muerte entre toda la oleada de violencia y he continuado hablando en p?blico, escribiendo y avanzando.*Tuve suerte de estar bien acompa?ada y de tener a los medios de mi parte”, explica.
Organizaciones excluyentes
?Qué es exactamente el*boys club? La autora lo resume en cuatro puntos. Por un lado, es una organizaci?n que tradicionalmente ha excluido a las mujeres y se encuentra*bajo el control de los hombres. Por otro, un grupo de hombres ricos y de edad avanzada que*ejercen un poder pol?tico. También un grupo de varones que se encuentran en una situaci?n de poder y*se sirven de ese poder en su propio beneficio, por lo general de manera indirecta. Y, adem?s, es una expresi?n que alude al deseo de salvaguardar a las élites. “El*boys club*es un estrecho grupo de*amigos-hombres que se protegen entre s?”, afirma Delvaux en su libro. Y ah? entran el consejo de administraci?n de una empresa del Ibex 35, una hermandad universitaria, la Iglesia Cat?lica, Silicon Valley o el White 's Club de Londres donde el rey Carlos III del Reino Unido celebr? su despedida de soltero antes de casarse con Lady Di.
Lo m?s peligroso pero fundamental del 'boys club' es la autosegregaci?n. Para defender este yo masculino (blanco y rico, la mayor parte del tiempo), est?n dispuestos a todo. A excluir, a eliminar, incluso a matar”
“Lo m?s peligroso pero fundamental del*boys club*es la autosegregaci?n. Porque para preservar, defender este yo masculino (blanco y rico, la mayor parte del tiempo), est?n dispuestos a todo. A excluir, a eliminar, a apartar, incluso a matar”, declara la escritora. “Esa autosegregaci?n no es inocente ni ingenua. Existe para que el poder pertenezca a un grupo selecto, en detrimento de los dem?s.*Es antidemocr?tica, sexista, por supuesto, pero también racista, homof?bica y capacitista”.
A la vez en todas partes
Los miembros del*boys club*no son otros que los que manejan los hilos del heteropatriarcado que rige la sociedad actual. Pueden estar sentados en el sal?n Primo de Rivera de La Gran Pe?a o en un estudio de arquitectura (un claro ejemplo de gremio masculinizado y de élite, seg?n la autora), pero*generalmente llevar?n traje. Esta prenda es “el h?bito que se necesita para formar parte de los monjes que constituyen los clubes en los que se hace negocios”, se explica en el ensayo. Su identificaci?n con el poder se ve claramente en la cultura popular: desde el cine de los a?os 80 con Richard Gere de Armani en*American Gigolo*o Michael Douglas en*Wall Street*hasta los personajes de la serie*Suits*(La clave del éxito*en Espa?a) pasando por*el Rey del traje: Patrick Bateman, protagonista de la novela best seller*American Psycho*de Bret Easton Ellis.
https://uc-4u.com/clip/f26b716f-d9f6-47f4-83ac-602c6fcf7c4f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Christian Bale como Patrick Bateman, el protagonista de 'American Psycho'. Un psic?pata de traje... y hacha. | ARCHIVO
Precisamente, uno de los héroes de Bateman era*Donald Trump,*quien para Delvaux “es en s? mismo un*boys club”.*Cuando Easton Ellis public? la novela en 1991 no pod?a saber que su personaje admiraba a un futuro presidente de su pa?s, pero la referencia le habr?a servido igual o incluso mejor: admirar al Trump-mandatario definir?a a?n m?s a su personaje, un psic?pata de primer nivel. Donald Trump, con su traje azul y su corbata roja,*representa todo lo malo que le puede pasar a una mujer*–desde la agresi?n sexual a las leyes disciminatorias, el recorte de derechos y la violencia de género– y a cualquiera que no sea un hombre blanco con dinero. Ideas como la de construir un muro entre México y Estados Unidos o la de deportar a refugiados separando a padres e hijos son solo dos ejemplos.
En su introducci?n, Delvaux presenta la idea que Suzanna Walters, intelectual estadounidense, public? en un art?culo de opini?n en*The Washington Post: “?Por qué no podemos odiar a los hombres?”. Teniendo en cuenta que las mujeres llevan siglos soportando una violencia de género –en todos sus aspectos– desmedida, seguir a?adiendo*la coletilla de ‘no todos los hombres son as?’ es negar el derecho a la c?lera feminista. Si no son mis?ginos “tienen que ser capaces de entender y admitir que forman parte de un sistema en el que no se da a las mujeres el lugar que les corresponde y, una vez hayan entendido y admitido esa realidad, tienen que comprometerse a luchar junto a nosotras para cambiarla”, escribe.
Precisamente, un libro como el de Delvaux podr?a ser una buena herramienta para que los miembros del*boys club*lleguen a cuestionarse cu?l es su lugar en el mundo y qué consecuencias tiene para los que no son como ellos, pero la escritora se muestra escéptica ante esa posibilidad. “No soy ninguna ingenua. Lo m?s dif?cil es que la gente que tiene el poder lo entregue, aunque sea en parte”, dice. “Es lo que mi libro se pregunta, al final. ?Es posible que los hombres en posiciones de poder acepten renunciar al lugar que han ocupado durante mucho tiempo para dejar espacio a las mujeres o las personas racializadas, por ejemplo? Yo espero que s?, mantengo la esperanza a pesar de todo”, afirma.
Sin embargo y pese a esa esperanza que dice tener, la canadiense no ve muy probable que los miembros del*boys club*vayan a perder su poder en el futuro por arte de magia. “A menos que salgamos a la calle colectivamente para negar la forma en la que toman todas las decisiones contra nosotros no lo veo muy probable”, sostiene. “El auge de la extrema derecha va unido a los movimientos sociales que cobran vida, pero ante la crisis clim?tica, ?Ser? la derecha la que prevalecer? como en tantas pel?culas de ciencia ficci?n no tan ficticias? ?O se impondr?n los movimientos sociales? Yo intento no desanimarme”, concluye.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/boys-club-ensayo-explica-protagonista-85877473)
En la mayor?a de ellos no hay socias: en algunos pueden entrar mujeres pero como espectadoras y en ocasiones especiales, para que vean de lo que disfrutan sus anfitriones y se les niega a ellas. Este tipo de espacios son la representaci?n m?s gr?fica de*Los boys club, el concepto que da t?tulo al libro de*Martine Delvaux. La editorial*Pen?nsula (https://www.planetadelibros.com/libro-los-boys-club/369363)*lo acaba de publicar en Espa?a traducido por*Lara Cortés Fern?ndez*y con el pr?logo*Instrucciones para desactivar a los Se?ores S.A*firmado por la periodista*Noelia Ram?rez. El libro de la canadiense sali? a la venta en Quebec en el a?o 2019 y fue todo un hito para bien y para mal. Por un lado, recibi? el*Gran Premio del Libro de Montreal*y por otro,*una oleada de reacciones virulentas que incluyeron una amenaza de muerte. Es lo que sucede cuando alguien se atreve a cuestionar el orden establecido y a quienes lo controlan.
Por supuesto, Delvaux estaba preparada para ese casi inevitable*backlash. Ya lo hab?a visto con otros ensayos feministas publicados en Francia poco antes del suyo en los que se analizaba a los varones y la masculinidad. Los que m?s incomodaron y enardecieron al p?blico fueron*Hombres, los odio*de Pauline Harmange o*Le sexisme. Un affaire d’hommes*de Valérie Rey-Robert, ya que sus autoras “se atrevieron a preguntarse por su propia relaci?n con los hombres, por lo que ellos representan, por la manera en la que los varones ocupan sus vidas, su imaginario, sus cuerpos y sus pensamientos, y por lo urgente que resulta liberarse de todo ello”, describe en el libro. Y su trabajo se encaja en la misma corriente.
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/6d573b9d-a413-4e3f-9cbe-03e4124b0ccb_source-aspect-ratio_default_0.jpg?Denunciar la dominaci?n masculina levanta pasiones!”, dice la autora a*EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/)*por correo electr?nico. “Pero me hab?a preparado para lo peor y al final no sucedi? porque todav?a sigo aqu?. Recib? solo una amenaza de muerte entre toda la oleada de violencia y he continuado hablando en p?blico, escribiendo y avanzando.*Tuve suerte de estar bien acompa?ada y de tener a los medios de mi parte”, explica.
Organizaciones excluyentes
?Qué es exactamente el*boys club? La autora lo resume en cuatro puntos. Por un lado, es una organizaci?n que tradicionalmente ha excluido a las mujeres y se encuentra*bajo el control de los hombres. Por otro, un grupo de hombres ricos y de edad avanzada que*ejercen un poder pol?tico. También un grupo de varones que se encuentran en una situaci?n de poder y*se sirven de ese poder en su propio beneficio, por lo general de manera indirecta. Y, adem?s, es una expresi?n que alude al deseo de salvaguardar a las élites. “El*boys club*es un estrecho grupo de*amigos-hombres que se protegen entre s?”, afirma Delvaux en su libro. Y ah? entran el consejo de administraci?n de una empresa del Ibex 35, una hermandad universitaria, la Iglesia Cat?lica, Silicon Valley o el White 's Club de Londres donde el rey Carlos III del Reino Unido celebr? su despedida de soltero antes de casarse con Lady Di.
Lo m?s peligroso pero fundamental del 'boys club' es la autosegregaci?n. Para defender este yo masculino (blanco y rico, la mayor parte del tiempo), est?n dispuestos a todo. A excluir, a eliminar, incluso a matar”
“Lo m?s peligroso pero fundamental del*boys club*es la autosegregaci?n. Porque para preservar, defender este yo masculino (blanco y rico, la mayor parte del tiempo), est?n dispuestos a todo. A excluir, a eliminar, a apartar, incluso a matar”, declara la escritora. “Esa autosegregaci?n no es inocente ni ingenua. Existe para que el poder pertenezca a un grupo selecto, en detrimento de los dem?s.*Es antidemocr?tica, sexista, por supuesto, pero también racista, homof?bica y capacitista”.
A la vez en todas partes
Los miembros del*boys club*no son otros que los que manejan los hilos del heteropatriarcado que rige la sociedad actual. Pueden estar sentados en el sal?n Primo de Rivera de La Gran Pe?a o en un estudio de arquitectura (un claro ejemplo de gremio masculinizado y de élite, seg?n la autora), pero*generalmente llevar?n traje. Esta prenda es “el h?bito que se necesita para formar parte de los monjes que constituyen los clubes en los que se hace negocios”, se explica en el ensayo. Su identificaci?n con el poder se ve claramente en la cultura popular: desde el cine de los a?os 80 con Richard Gere de Armani en*American Gigolo*o Michael Douglas en*Wall Street*hasta los personajes de la serie*Suits*(La clave del éxito*en Espa?a) pasando por*el Rey del traje: Patrick Bateman, protagonista de la novela best seller*American Psycho*de Bret Easton Ellis.
https://uc-4u.com/clip/f26b716f-d9f6-47f4-83ac-602c6fcf7c4f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Christian Bale como Patrick Bateman, el protagonista de 'American Psycho'. Un psic?pata de traje... y hacha. | ARCHIVO
Precisamente, uno de los héroes de Bateman era*Donald Trump,*quien para Delvaux “es en s? mismo un*boys club”.*Cuando Easton Ellis public? la novela en 1991 no pod?a saber que su personaje admiraba a un futuro presidente de su pa?s, pero la referencia le habr?a servido igual o incluso mejor: admirar al Trump-mandatario definir?a a?n m?s a su personaje, un psic?pata de primer nivel. Donald Trump, con su traje azul y su corbata roja,*representa todo lo malo que le puede pasar a una mujer*–desde la agresi?n sexual a las leyes disciminatorias, el recorte de derechos y la violencia de género– y a cualquiera que no sea un hombre blanco con dinero. Ideas como la de construir un muro entre México y Estados Unidos o la de deportar a refugiados separando a padres e hijos son solo dos ejemplos.
En su introducci?n, Delvaux presenta la idea que Suzanna Walters, intelectual estadounidense, public? en un art?culo de opini?n en*The Washington Post: “?Por qué no podemos odiar a los hombres?”. Teniendo en cuenta que las mujeres llevan siglos soportando una violencia de género –en todos sus aspectos– desmedida, seguir a?adiendo*la coletilla de ‘no todos los hombres son as?’ es negar el derecho a la c?lera feminista. Si no son mis?ginos “tienen que ser capaces de entender y admitir que forman parte de un sistema en el que no se da a las mujeres el lugar que les corresponde y, una vez hayan entendido y admitido esa realidad, tienen que comprometerse a luchar junto a nosotras para cambiarla”, escribe.
Precisamente, un libro como el de Delvaux podr?a ser una buena herramienta para que los miembros del*boys club*lleguen a cuestionarse cu?l es su lugar en el mundo y qué consecuencias tiene para los que no son como ellos, pero la escritora se muestra escéptica ante esa posibilidad. “No soy ninguna ingenua. Lo m?s dif?cil es que la gente que tiene el poder lo entregue, aunque sea en parte”, dice. “Es lo que mi libro se pregunta, al final. ?Es posible que los hombres en posiciones de poder acepten renunciar al lugar que han ocupado durante mucho tiempo para dejar espacio a las mujeres o las personas racializadas, por ejemplo? Yo espero que s?, mantengo la esperanza a pesar de todo”, afirma.
Sin embargo y pese a esa esperanza que dice tener, la canadiense no ve muy probable que los miembros del*boys club*vayan a perder su poder en el futuro por arte de magia. “A menos que salgamos a la calle colectivamente para negar la forma en la que toman todas las decisiones contra nosotros no lo veo muy probable”, sostiene. “El auge de la extrema derecha va unido a los movimientos sociales que cobran vida, pero ante la crisis clim?tica, ?Ser? la derecha la que prevalecer? como en tantas pel?culas de ciencia ficci?n no tan ficticias? ?O se impondr?n los movimientos sociales? Yo intento no desanimarme”, concluye.
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