الريــم
04-09-2023, 03:20 PM
Shudu es la primera supermodelo digital del mundo; a Rozy le encanta el KPop, y Noonoouri es activista vegana. Lil Miquela gana alrededor de 10 millones de d?lares anuales, le apasiona ir a conciertos y disfrutar de la buena comida con sus colegas de profesi?n Bermuda y Lawko. En 2018 fue declarada por la revista 'Time' una de las 25 personas m?s influyentes de internet. Lo que tienen en com?n estas ‘influencers’ es que todas son virtuales, y que aunque asistan a pasarelas de moda y otros eventos de marcas tan populares como Prada o Fenty Beauty, no conseguiremos verlas f?sicamente porque son producto de la tecnolog?a CGI (Im?genes Generadas por Computadoras).
Tienen entre 133 mil y 6,3 millones de seguidores en Instagram y detr?s de ‘influencers’ virtuales como Magalu hay empresas como la especialista en dispositivos electr?nicos Magazine Luiza, mientras que la ‘start-up’ tecnol?gica Brud gestiona el negocio de @blawko22, @lilmiquela o @bermudaisbae. Son compa??as que han sabido analizar a la perfecci?n qué atributos de los 'influencers' humanos enganchan a los usuarios para trasladarlos a estos personajes animados, como explica Antonio Ortiz, cocreador del p?dcast Monos Estoc?sticos.
Como humanos
Otro asunto es si son capaces de generar la conexi?n necesaria con los usuarios para monetizar su labor, algo que seg?n Ortiz, es complejo “por muy realistas que parezcan”. De hecho, hay algo en estos avatares que todav?a a muchos les provoca rechazo, lo que conocemos como “valle inquietante”. “Es ese punto en que la imitaci?n del ser humano es muy exagerada y nos produce repel?s”, explica el analista.
También puede ser que nunca lleguen a generar la confianza que los humanos consiguen. Como afirma Patricia Ruiz, coordinadora de Maldita Tecnolog?a, en el art?culo 'Influencers' virtuales: qué son y qué puede implicar que la gente crea que se trata de personas reales', “con ellos vemos publicidad de la marca”. En cambio, con los humanos, confiamos m?s en “la decisi?n personal” a la hora de anunciar productos. Sencillamente, porque el avatar no es capaz de “experimentar, entender ni decidir sobre lo que est? viendo”.
Eso s?, a juzgar por las interacciones entre usuarios y avatares, parece que la relaci?n que se establece es bastante natural. Lil Miquela desapareci? hace una semana en Instagram y sus seguidores la a?oraban. En su ?ltimo ‘post’ algunos comentan: “?Est? de vuelta!” o “Te he echado de menos”. Y si leemos los comentarios que los usuarios dejan en sus perfiles, en poco se diferencian de los que hay en los perfiles de los ‘influencers’ de carne y hueso. A la modelo Shudu la piropean al publicar una foto posando para la marca BMW, a Rozy le piden que se cuide y duerma bien mientras ense?a su “viaje” a Dubai y a Noonoouri le felicitan que se posicione a favor de los derechos de los Osos Panda.
Puro m?rketing
Aunque generan relaciones parecidas a las humanas, es importante tener presente que, como el resto de estrategias de m?rketing, el objetivo de estos ‘influencers’ es obtener beneficios econ?micos. Apunta Ruiz que de manera “m?s f?cil”, puesto que “con un ‘influencer’ virtual el equipo de m?rketing que hay detr?s tiene el control absoluto de todo, algo que no sucede con los de carne y hueso, que pueden meterse en l?os”.
El componente sorpresa también juega un papel importante en esto de crear ‘engagement’ (compromiso). El caso es que aunque algunos llevan activos desde 2016, todav?a nos sorprende que sean capaces de exponer sus ‘dramas’ de la forma m?s humana posible. Como Lil Miquela, que cuenta en TikTok que “ser un robot es dif?cil porque tus amigos crecen y t? mantienes la misma edad para siempre” o la historia de c?mo “reconect?” con su ex. Es indudable que en el mundo de los avatares, por el momento, lo que ‘se lleva’ es parecer lo m?s humano posible y jugar a diluir la diferencia entre el mundo virtual y el mundo de carne y hueso.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/influencers-virtuales-son-mueven-redes-85799395)
Tienen entre 133 mil y 6,3 millones de seguidores en Instagram y detr?s de ‘influencers’ virtuales como Magalu hay empresas como la especialista en dispositivos electr?nicos Magazine Luiza, mientras que la ‘start-up’ tecnol?gica Brud gestiona el negocio de @blawko22, @lilmiquela o @bermudaisbae. Son compa??as que han sabido analizar a la perfecci?n qué atributos de los 'influencers' humanos enganchan a los usuarios para trasladarlos a estos personajes animados, como explica Antonio Ortiz, cocreador del p?dcast Monos Estoc?sticos.
Como humanos
Otro asunto es si son capaces de generar la conexi?n necesaria con los usuarios para monetizar su labor, algo que seg?n Ortiz, es complejo “por muy realistas que parezcan”. De hecho, hay algo en estos avatares que todav?a a muchos les provoca rechazo, lo que conocemos como “valle inquietante”. “Es ese punto en que la imitaci?n del ser humano es muy exagerada y nos produce repel?s”, explica el analista.
También puede ser que nunca lleguen a generar la confianza que los humanos consiguen. Como afirma Patricia Ruiz, coordinadora de Maldita Tecnolog?a, en el art?culo 'Influencers' virtuales: qué son y qué puede implicar que la gente crea que se trata de personas reales', “con ellos vemos publicidad de la marca”. En cambio, con los humanos, confiamos m?s en “la decisi?n personal” a la hora de anunciar productos. Sencillamente, porque el avatar no es capaz de “experimentar, entender ni decidir sobre lo que est? viendo”.
Eso s?, a juzgar por las interacciones entre usuarios y avatares, parece que la relaci?n que se establece es bastante natural. Lil Miquela desapareci? hace una semana en Instagram y sus seguidores la a?oraban. En su ?ltimo ‘post’ algunos comentan: “?Est? de vuelta!” o “Te he echado de menos”. Y si leemos los comentarios que los usuarios dejan en sus perfiles, en poco se diferencian de los que hay en los perfiles de los ‘influencers’ de carne y hueso. A la modelo Shudu la piropean al publicar una foto posando para la marca BMW, a Rozy le piden que se cuide y duerma bien mientras ense?a su “viaje” a Dubai y a Noonoouri le felicitan que se posicione a favor de los derechos de los Osos Panda.
Puro m?rketing
Aunque generan relaciones parecidas a las humanas, es importante tener presente que, como el resto de estrategias de m?rketing, el objetivo de estos ‘influencers’ es obtener beneficios econ?micos. Apunta Ruiz que de manera “m?s f?cil”, puesto que “con un ‘influencer’ virtual el equipo de m?rketing que hay detr?s tiene el control absoluto de todo, algo que no sucede con los de carne y hueso, que pueden meterse en l?os”.
El componente sorpresa también juega un papel importante en esto de crear ‘engagement’ (compromiso). El caso es que aunque algunos llevan activos desde 2016, todav?a nos sorprende que sean capaces de exponer sus ‘dramas’ de la forma m?s humana posible. Como Lil Miquela, que cuenta en TikTok que “ser un robot es dif?cil porque tus amigos crecen y t? mantienes la misma edad para siempre” o la historia de c?mo “reconect?” con su ex. Es indudable que en el mundo de los avatares, por el momento, lo que ‘se lleva’ es parecer lo m?s humano posible y jugar a diluir la diferencia entre el mundo virtual y el mundo de carne y hueso.
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