الريــم
04-09-2023, 01:20 PM
Los j?venes espa?oles est?n diariamente conectados a las redes sociales. Aunque... no todos. Un irreductible 12% de los chicos y chicas de entre 16 y 34 a?os resiste, todav?a y como siempre, al poder de las redes. Imitando la férrea resistencia de la aldea gala de Astérix y Obélix a la invasi?n del Imperio Romano, un grupo de chavales ha decidido no caer ante la presi?n de grupo y apagar las redes sociales. Son una minor?a, pero son m?s independientes y con mejor salud mental: "Ni me hacen falta las redes sociales, ni necesito estar dentro. Invierto mi tiempo en cosas para mi y no pierdo el tiempo mirando chorradas en el m?vil", explica Antonio a EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/es/la-vida-contigo/20230405/jovenes-renuncian-redes-sociales-85398847), del grupo Prensa Ibérica, un matem?tico de 29 a?os que no ha creado nunca un perfil en una aplicaci?n social.
Y es que el tiempo que pasamos pegados a las redes no es poco: los espa?oles dedican casi dos horas de su d?a a Instagram, Facebook, Tiktok, Youtube o Twitter, entre otras redes sociales. Y eso, sin contar las horas que pasamos en WhatsApp, que por su falta de seguidores, me gustas y actualizaciones constantes, no est? considerada una red social. Si no, este tiempo podr?a duplicarse e, incluso, triplicarse.
Pero, ?por qué un 12% de los j?venes ha decidido nadar a contracorriente y desconectarse? Cada uno tiene sus motivos personales: stalkeaban a su ex (es decir, estaban pendientes de todo lo que hac?an en las redes), sufr?an de FOMO (miedo a perderse algo), no quer?an que todo el mundo se enterase de sus vidas... Pero, en general, lo resumen en cuatro grandes motivos: quieren desengancharse de la adicci?n que suponen las redes, cuidar su salud mental, sentirse mejor con sus cuerpos y proteger sus datos personales.
Las redes como droga
"No puedo vivir sin Instagram", "Si me quitan Tiktok me muero", "No sabr?a que hacer sin Youtube"... Muchos j?venes hablan de las redes sociales como de la droga. Aunque no saben explicar el porqué, s? que entienden que, como algunas sustancias, las redes son tremendamente adictivas.
Seg?n diversos estudios médicos, cada vez que alguien le da un like a una de tus publicaciones, tu cerebro lo traduce como algo positivo, como una recompensa, porque entiende que significa que alguien te entrega su aprobaci?n y, eso, te hace sentir bien. Por ello, este ?rgano entiende que cuantos m?s corazones consigas, mayor aceptaci?n social y bienestar tienes, por lo que intentar? lograr m?s por todos los métodos posibles. Ese es el mecanismo que convierte las redes en una adicci?n tan peligrosa como el juego o las drogas.
"Los adictos al juego o a cualquier sustancia se vuelven ansiosos. Son ego?stas y est?n tan encerrados en su propio ciclo que no tienen mucho tiempo para darse cuenta de lo que los dem?s sienten o piensan. Exhiben una arrogancia, una querencia por la exageraci?n, que tiene todas las trazas de ocultar una profunda inseguridad. Se dejan llevar por una mitolog?a personal. Se ven a s? mismos envueltos en grandiosidad y, a medida que se hunden en la adicci?n, de forma cada vez menos realista. Las personas muy adictas a las redes sociales muestran estos cambios, como los drogadictos o los jugadores compulsivos", explicaba Jaron Lanier en su libro Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato, pionero en esto de hablar de internet.
Eso nos dificulta no solo borrarnos las redes sociales, sino cambiarnos a una aplicaci?n diferente. Porque todos los que conocemos, los que nos aportan validaci?n, est?n en ella. Es decir, carecemos de una libertad de elecci?n real. "Recuerdo que cuando estaba el Messenger me pasaba todo el d?a ah? con el chat, lo mismo que en Twitter, pero ya nunca me creé redes como Instagram o Tiktok. S? que sigo consumiendo Youtube, pero poco a poco me estoy desenganchando. Utilizo aplicaciones que me animan a no coger el m?vil cuando estoy sola, por ejemplo”, cuenta Laura, una consultora que evita las redes para tener m?s tiempo.
La obligaci?n de estar
“Las investigaciones que hemos visto muestran que usar aplicaciones sociales para conectarse con otras personas puede ser beneficioso y positivo para la salud mental”, asegur? Mark Zuckerberg, CEO de Meta durante una audiencia parlamentaria en marzo de 2021. Pero en el "puede" est? la trampa.
La mayor?a de las aplicaciones sociales -Youtube, Tiktok, Instagram- tienen su p?blico objetivo en j?venes de entre 13 y 24 a?os, que son los m?s influenciables por su contenido. Por eso, diferentes estudios alertan de que la exposici?n prolongada a estas aplicaciones ha sido uno de los factores que ha provocado un empeoramiento de la salud mental de los menores, sobre todo de los adolescentes.
Seg?n la profesora estadounidense de Psicolog?a Jean Twenge, autora del libro iGen, pasar menos tiempo cara a cara con los amigos y estar m?s horas frente a la pantalla hace que los j?venes de hoy se "sientan solos, tristes y aislados". "Yo me borré las redes sociales que ten?a porque me sent?a mal con ellas, me agobiaba saber que ten?a que entrar en ellas aunque no me apeteciera hablar con gente", cuenta a EL PERI?DICO DE ESPA?A Elia, una joven madrile?a.
Para evitar esto, la tendencia es mantener menos relaciones a través de internet, pero de mayor calidad. "En Tuenti o Facebook ten?a cientos de 'amigos' que hab?a conocido una vez de fiesta, pero que realmente no era gente que me interesase. Su informaci?n ni me iba ni me ven?a. No me atra?a ese radio patio. De lo que tengo ganas es de saber de los m?os", asegura Laura.
Cuerpos perfectos imposibles de conseguir
Tal y como confirman estudios internos de Facebook filtrados por el Wall Street Journal, las redes sociales basadas en la imagen y en los filtros atentan especialmente contra la salud mental de las adolescentes :“Un 32% de chicas adolescentes, y un 14% de los chicos, dicen que cuando se sienten mal con su cuerpo, Instagram les hace sentir peor. Las comparaciones con lo que ven en Instagram pueden alterar el modo en que las j?venes se perciben y describen a s? mismas". Es decir, el propio Meta confirma el mayor temor de los psiquiatras y de las familias: que Instagram provoca un crecimiento de los Trastornos de Conducta Alimentaria en los menores.
Adem?s, las redes sociales favorecen el encuentro entre personas con los mismos intereses, lo que provoca que se creen burbujas en el que las j?venes comparten libremente informaci?n sobre la anorexia o la bulimia. Las camuflan bajo nombres amigables como Ana, de anorexia, o Mia, de bulimia, y comparten trucos o hacks para comer menos o sobrellevar el hambre con el objetivo de alcanzar los cuerpos ideales que ven en Instagram. "Las redes hacen que nos genere ansiedad no ser tan atractivos o no tener tanto éxito como otras personas a las que estamos expuestos, incluso si el sistema nos utiliza a nosotros para hacer que alguna otra persona se sienta también as?", explica Lanier
Manipulaci?n y exposici?n
"La adicci?n es en buena medida el motivo por el que muchos aceptamos que las tecnolog?as de la informaci?n que usamos nos esp?en y nos manipulen", as? de simple lo explica Leiner. Y a?n m?s simple lo hace Adri?n, un qu?mico de 29 a?os: "No uso ni siquiera Facebook o Instagram. No representan apenas la realidad en que vivimos, son solo plataformas para vender y publicar informaci?n sesgada que no es ni relevante ni necesaria. A d?a de hoy no las echo de menos, es m?s bien una liberaci?n, una independencia personal frente a la dependencia que me han creado durante a?os".
Y esto no es ninguna clase de 'conspiranoia'. Est? comprobado que redes como Facebook nos clasifica, por ejemplo, seg?n nuestra orientaci?n pol?tica. De esa forma, nos muestra solo la informaci?n que concuerda con nuestros ideales, la que nos refuerza, la que nos gusta, la que nos hace pasar m?s tiempo en su plataforma. Esto crea un filtro en el contenido que vemos que provoca desinformaci?n y sesgos pol?ticos. Y es algo de lo que los j?venes son cada vez m?s conscientes y por lo que deciden eliminar sus redes e informarse por otros medios.
También son cada vez m?s conscientes de que lo que supone la exposici?n de momentos personales en las redes sociales: jefes que revisan neustros perfiles para ver si realmente estamos de baja, empleadores que nos cotillean para ver si somos aptos para el puesto, fotos vergonzantes que permanecen para siempre, carreras pol?ticas que se hunden por un tuit... De todo esto hemos visto ejemplos en los ?ltimos a?os y muchos j?venes han decidido decir basta y no participar de ello: "Puede que a veces eche de menos esa ventanita para cotillear de unos y de otros, pero ya no estoy en ese momento en el que no me gusta saber de todos ni que todos sepan de m?", asegura Laura.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/jovenes-renuncian-redes-sociales-pierdo-85795991)
Y es que el tiempo que pasamos pegados a las redes no es poco: los espa?oles dedican casi dos horas de su d?a a Instagram, Facebook, Tiktok, Youtube o Twitter, entre otras redes sociales. Y eso, sin contar las horas que pasamos en WhatsApp, que por su falta de seguidores, me gustas y actualizaciones constantes, no est? considerada una red social. Si no, este tiempo podr?a duplicarse e, incluso, triplicarse.
Pero, ?por qué un 12% de los j?venes ha decidido nadar a contracorriente y desconectarse? Cada uno tiene sus motivos personales: stalkeaban a su ex (es decir, estaban pendientes de todo lo que hac?an en las redes), sufr?an de FOMO (miedo a perderse algo), no quer?an que todo el mundo se enterase de sus vidas... Pero, en general, lo resumen en cuatro grandes motivos: quieren desengancharse de la adicci?n que suponen las redes, cuidar su salud mental, sentirse mejor con sus cuerpos y proteger sus datos personales.
Las redes como droga
"No puedo vivir sin Instagram", "Si me quitan Tiktok me muero", "No sabr?a que hacer sin Youtube"... Muchos j?venes hablan de las redes sociales como de la droga. Aunque no saben explicar el porqué, s? que entienden que, como algunas sustancias, las redes son tremendamente adictivas.
Seg?n diversos estudios médicos, cada vez que alguien le da un like a una de tus publicaciones, tu cerebro lo traduce como algo positivo, como una recompensa, porque entiende que significa que alguien te entrega su aprobaci?n y, eso, te hace sentir bien. Por ello, este ?rgano entiende que cuantos m?s corazones consigas, mayor aceptaci?n social y bienestar tienes, por lo que intentar? lograr m?s por todos los métodos posibles. Ese es el mecanismo que convierte las redes en una adicci?n tan peligrosa como el juego o las drogas.
"Los adictos al juego o a cualquier sustancia se vuelven ansiosos. Son ego?stas y est?n tan encerrados en su propio ciclo que no tienen mucho tiempo para darse cuenta de lo que los dem?s sienten o piensan. Exhiben una arrogancia, una querencia por la exageraci?n, que tiene todas las trazas de ocultar una profunda inseguridad. Se dejan llevar por una mitolog?a personal. Se ven a s? mismos envueltos en grandiosidad y, a medida que se hunden en la adicci?n, de forma cada vez menos realista. Las personas muy adictas a las redes sociales muestran estos cambios, como los drogadictos o los jugadores compulsivos", explicaba Jaron Lanier en su libro Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato, pionero en esto de hablar de internet.
Eso nos dificulta no solo borrarnos las redes sociales, sino cambiarnos a una aplicaci?n diferente. Porque todos los que conocemos, los que nos aportan validaci?n, est?n en ella. Es decir, carecemos de una libertad de elecci?n real. "Recuerdo que cuando estaba el Messenger me pasaba todo el d?a ah? con el chat, lo mismo que en Twitter, pero ya nunca me creé redes como Instagram o Tiktok. S? que sigo consumiendo Youtube, pero poco a poco me estoy desenganchando. Utilizo aplicaciones que me animan a no coger el m?vil cuando estoy sola, por ejemplo”, cuenta Laura, una consultora que evita las redes para tener m?s tiempo.
La obligaci?n de estar
“Las investigaciones que hemos visto muestran que usar aplicaciones sociales para conectarse con otras personas puede ser beneficioso y positivo para la salud mental”, asegur? Mark Zuckerberg, CEO de Meta durante una audiencia parlamentaria en marzo de 2021. Pero en el "puede" est? la trampa.
La mayor?a de las aplicaciones sociales -Youtube, Tiktok, Instagram- tienen su p?blico objetivo en j?venes de entre 13 y 24 a?os, que son los m?s influenciables por su contenido. Por eso, diferentes estudios alertan de que la exposici?n prolongada a estas aplicaciones ha sido uno de los factores que ha provocado un empeoramiento de la salud mental de los menores, sobre todo de los adolescentes.
Seg?n la profesora estadounidense de Psicolog?a Jean Twenge, autora del libro iGen, pasar menos tiempo cara a cara con los amigos y estar m?s horas frente a la pantalla hace que los j?venes de hoy se "sientan solos, tristes y aislados". "Yo me borré las redes sociales que ten?a porque me sent?a mal con ellas, me agobiaba saber que ten?a que entrar en ellas aunque no me apeteciera hablar con gente", cuenta a EL PERI?DICO DE ESPA?A Elia, una joven madrile?a.
Para evitar esto, la tendencia es mantener menos relaciones a través de internet, pero de mayor calidad. "En Tuenti o Facebook ten?a cientos de 'amigos' que hab?a conocido una vez de fiesta, pero que realmente no era gente que me interesase. Su informaci?n ni me iba ni me ven?a. No me atra?a ese radio patio. De lo que tengo ganas es de saber de los m?os", asegura Laura.
Cuerpos perfectos imposibles de conseguir
Tal y como confirman estudios internos de Facebook filtrados por el Wall Street Journal, las redes sociales basadas en la imagen y en los filtros atentan especialmente contra la salud mental de las adolescentes :“Un 32% de chicas adolescentes, y un 14% de los chicos, dicen que cuando se sienten mal con su cuerpo, Instagram les hace sentir peor. Las comparaciones con lo que ven en Instagram pueden alterar el modo en que las j?venes se perciben y describen a s? mismas". Es decir, el propio Meta confirma el mayor temor de los psiquiatras y de las familias: que Instagram provoca un crecimiento de los Trastornos de Conducta Alimentaria en los menores.
Adem?s, las redes sociales favorecen el encuentro entre personas con los mismos intereses, lo que provoca que se creen burbujas en el que las j?venes comparten libremente informaci?n sobre la anorexia o la bulimia. Las camuflan bajo nombres amigables como Ana, de anorexia, o Mia, de bulimia, y comparten trucos o hacks para comer menos o sobrellevar el hambre con el objetivo de alcanzar los cuerpos ideales que ven en Instagram. "Las redes hacen que nos genere ansiedad no ser tan atractivos o no tener tanto éxito como otras personas a las que estamos expuestos, incluso si el sistema nos utiliza a nosotros para hacer que alguna otra persona se sienta también as?", explica Lanier
Manipulaci?n y exposici?n
"La adicci?n es en buena medida el motivo por el que muchos aceptamos que las tecnolog?as de la informaci?n que usamos nos esp?en y nos manipulen", as? de simple lo explica Leiner. Y a?n m?s simple lo hace Adri?n, un qu?mico de 29 a?os: "No uso ni siquiera Facebook o Instagram. No representan apenas la realidad en que vivimos, son solo plataformas para vender y publicar informaci?n sesgada que no es ni relevante ni necesaria. A d?a de hoy no las echo de menos, es m?s bien una liberaci?n, una independencia personal frente a la dependencia que me han creado durante a?os".
Y esto no es ninguna clase de 'conspiranoia'. Est? comprobado que redes como Facebook nos clasifica, por ejemplo, seg?n nuestra orientaci?n pol?tica. De esa forma, nos muestra solo la informaci?n que concuerda con nuestros ideales, la que nos refuerza, la que nos gusta, la que nos hace pasar m?s tiempo en su plataforma. Esto crea un filtro en el contenido que vemos que provoca desinformaci?n y sesgos pol?ticos. Y es algo de lo que los j?venes son cada vez m?s conscientes y por lo que deciden eliminar sus redes e informarse por otros medios.
También son cada vez m?s conscientes de que lo que supone la exposici?n de momentos personales en las redes sociales: jefes que revisan neustros perfiles para ver si realmente estamos de baja, empleadores que nos cotillean para ver si somos aptos para el puesto, fotos vergonzantes que permanecen para siempre, carreras pol?ticas que se hunden por un tuit... De todo esto hemos visto ejemplos en los ?ltimos a?os y muchos j?venes han decidido decir basta y no participar de ello: "Puede que a veces eche de menos esa ventanita para cotillear de unos y de otros, pero ya no estoy en ese momento en el que no me gusta saber de todos ni que todos sepan de m?", asegura Laura.
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