الريــم
04-06-2023, 12:18 PM
"Yo hablo con el Diablo todos los d?as", aseguraba a menudo el el Padre Gabriele Amorth, principal exorcista de la Iglesia cat?lica y de quien se dice que a lo largo de m?s de 30 a?os, hasta su muerte en 2016 a los 91 a?os, realiz? m?s de 100.000 intervenciones contra demonios y casos de posesi?n. "?Sabéis porque el Maligno huye cuando me ve? Porque soy m?s feo que él", sol?a bromear también.
Amorth tiene un aspecto idéntico al del actor Russell Crowe en 'El exorcista del Papa', el largometraje que ahora llega a la cartelera y que supuestamente se inspira en ‘Memorias de un exorcista’, el m?s famoso de los m?s de 20 libros que el sacerdote escribi? acerca de su experiencia. La legitimidad de esa fuente no ha impedido que la Asociaci?n Internacional de Exorcistas, que él cofundo en 1994 y que cuenta con m?s de 400 miembros de diferentes partes del mundo, expresara hace unas semanas su temor a que la pel?cula sea un mero “espect?culo destinado a inspirar terror en el espectador”, y a que sea “contraria a la realidad hist?rica” y “ofensiva con respecto al estado de sufrimiento en el que se encuentran quienes son v?ctimas de una acci?n extraordinaria del demonio”.
Amorth, todo sea dicho, sent?a predilecci?n por las pel?culas centradas en su profesi?n, o al menos por la m?s famosa de todas ellas, 'El exorcista' (1973), que consideraba “sustancialmente exacta”; tanto es as? que, al final de su vida, permiti? al director de aquel cl?sico del cine de terror, William Friedkin, que lo filmara practicando un exorcismo y convirtiera la grabaci?n en el documental 'The Devil and Father Amorth' (2018).
Por lo dem?s, consideraba que la cultura pop era culpable en buena medida por las acciones del diablo. Algunos de los blancos de su ira eran Marilyn Manson y ficciones de vampiros como la saga ‘Crep?sculo’, que a su juicio arrastran a los j?venes al lado oscuro; los libros protagonizados por Harry Potter, porque consideraba que incitan al uso de la magia negra; o el yoga, que en su opini?n era una v?a de acceso al hindu?smo y otras religiones orientales basadas en la falacia de la reencarnaci?n. En sus ?ltimos a?os, asimismo, también se pronunciaba en contra de que los ni?os celebraran la fiesta de Halloween.
Pese a lo que todo eso pueda sugerir, sin embargo, Amorth no ve?a a Sat?n detr?s de cada esquina. Era consciente de que la mayor?a de quienes acud?an a él no eran personas pose?das sino meras v?ctimas de enfermedades mentales como la esquizofrenia. De vez en cuando, eso s?, presenciaba fen?menos completamente inexplicables seg?n las leyes naturales. Cuerpos que se arqueaban de formas anat?micamente imposibles o levitaban un metro sobre el suelo. Un ni?o de 11 a?os sacudiéndose de encima con facilidad a los tres polic?as corpulentos que lo inmovilizaban, y a uno de 10 levantando una mesa enorme. Gente capaz de vomitar pétalos de rosa, y pedazos de hierro, y fragmentos de vidrio, o de hablar en idiomas que nunca hab?an tenido ocasi?n de aprender. Aseguraba no haber tenido nunca miedo del diablo. Otras de sus frases de cabecera era: “De hecho, puedo decir que él es quien tiene miedo de m?”.
A los 14 a?os
Como se detalla en sus libros, Amorth hab?a descubierto su vocaci?n religiosa a los 14 a?os, pero durante un tiempo las circunstancias hab?an desviado su vida en otras direcciones. Combati? en la Segunda Guerra Mundial, y al término del conflicto fue condecorado por su lucha contra los nazis. Posteriormente estudi? Derecho y se vio inmerso en el mundo de la pol?tica, llegando a trabajar en la Democracia Cristiana italiana con el futuro Primer Ministro del pa?s Giulio Andreotti. Fue ordenado sacerdote a punto de cumplir los 30 a?os, en 1954, pero no empez? a practicar exorcismos hasta 1986.
Llevaba a cabo sus rituales en una estancia aislada de las calles romanas -"as? nadie puede o?r los gritos"-, y para hacerlo siempre contaba con dos crucifijos de madera, un hisopo con el que dispersar agua bendita y un frasco de aceite consagrado; también usaba una estola p?rpura de sacerdote, con la que envolv?a el cuello del paciente, y un libro de oraciones. Eso, en cualquier caso, era lo habitual, aunque afirmaba ser capaz de purgar posesiones demoniacas también a través de Skype.
Inevitablemente, su fan?tica persecuci?n del Anticristo y su tendencia a convertirla en un espect?culo le pusieron en contra a los sectores m?s progresistas de la autoridad eclesi?stica. También algunas de sus afirmaciones. Muchos sintieron que, al afirmar que los esc?ndalos de abusos sexuales descubiertos en el seno de la Iglesia eran una prueba de que el diablo se hab?a infiltrado en el Vaticano, Amorth estaba ofreciendo una v?a de escape moral demasiado sencilla para los curas pederastas; y, asimismo, algunos consideraban que su afirmaci?n de que Adolf Hitler y Josef Stalin estaban pose?dos por Sat?n era una forma de convertir a los genocidas en v?ctimas.
En cambio, siempre tuvo de su lado a los tres pont?fices m?s recientes. Por un lado, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI no solo respetaban la pr?ctica de exorcismos sino que, al parecer, estaban familiarizados con ella de primera mano; por otro, Francisco ha estimulado el reclutamiento y la instrucci?n de exorcistas, y ha instado a todas las di?cesis a tener al menos un cura especializado en esos rituales en sus filas pese a que la mayor?a de los creyentes considere que las posesiones demoniacas son una fantas?a. O, quiz?, precisamente por eso. Después de todo, como dijo Amorth, “el Diablo siempre se esconde, y lo que quiere por encima de todo es que no creamos en su existencia”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/gente/verdadero-exorcista-vaticano-85699151)
Amorth tiene un aspecto idéntico al del actor Russell Crowe en 'El exorcista del Papa', el largometraje que ahora llega a la cartelera y que supuestamente se inspira en ‘Memorias de un exorcista’, el m?s famoso de los m?s de 20 libros que el sacerdote escribi? acerca de su experiencia. La legitimidad de esa fuente no ha impedido que la Asociaci?n Internacional de Exorcistas, que él cofundo en 1994 y que cuenta con m?s de 400 miembros de diferentes partes del mundo, expresara hace unas semanas su temor a que la pel?cula sea un mero “espect?culo destinado a inspirar terror en el espectador”, y a que sea “contraria a la realidad hist?rica” y “ofensiva con respecto al estado de sufrimiento en el que se encuentran quienes son v?ctimas de una acci?n extraordinaria del demonio”.
Amorth, todo sea dicho, sent?a predilecci?n por las pel?culas centradas en su profesi?n, o al menos por la m?s famosa de todas ellas, 'El exorcista' (1973), que consideraba “sustancialmente exacta”; tanto es as? que, al final de su vida, permiti? al director de aquel cl?sico del cine de terror, William Friedkin, que lo filmara practicando un exorcismo y convirtiera la grabaci?n en el documental 'The Devil and Father Amorth' (2018).
Por lo dem?s, consideraba que la cultura pop era culpable en buena medida por las acciones del diablo. Algunos de los blancos de su ira eran Marilyn Manson y ficciones de vampiros como la saga ‘Crep?sculo’, que a su juicio arrastran a los j?venes al lado oscuro; los libros protagonizados por Harry Potter, porque consideraba que incitan al uso de la magia negra; o el yoga, que en su opini?n era una v?a de acceso al hindu?smo y otras religiones orientales basadas en la falacia de la reencarnaci?n. En sus ?ltimos a?os, asimismo, también se pronunciaba en contra de que los ni?os celebraran la fiesta de Halloween.
Pese a lo que todo eso pueda sugerir, sin embargo, Amorth no ve?a a Sat?n detr?s de cada esquina. Era consciente de que la mayor?a de quienes acud?an a él no eran personas pose?das sino meras v?ctimas de enfermedades mentales como la esquizofrenia. De vez en cuando, eso s?, presenciaba fen?menos completamente inexplicables seg?n las leyes naturales. Cuerpos que se arqueaban de formas anat?micamente imposibles o levitaban un metro sobre el suelo. Un ni?o de 11 a?os sacudiéndose de encima con facilidad a los tres polic?as corpulentos que lo inmovilizaban, y a uno de 10 levantando una mesa enorme. Gente capaz de vomitar pétalos de rosa, y pedazos de hierro, y fragmentos de vidrio, o de hablar en idiomas que nunca hab?an tenido ocasi?n de aprender. Aseguraba no haber tenido nunca miedo del diablo. Otras de sus frases de cabecera era: “De hecho, puedo decir que él es quien tiene miedo de m?”.
A los 14 a?os
Como se detalla en sus libros, Amorth hab?a descubierto su vocaci?n religiosa a los 14 a?os, pero durante un tiempo las circunstancias hab?an desviado su vida en otras direcciones. Combati? en la Segunda Guerra Mundial, y al término del conflicto fue condecorado por su lucha contra los nazis. Posteriormente estudi? Derecho y se vio inmerso en el mundo de la pol?tica, llegando a trabajar en la Democracia Cristiana italiana con el futuro Primer Ministro del pa?s Giulio Andreotti. Fue ordenado sacerdote a punto de cumplir los 30 a?os, en 1954, pero no empez? a practicar exorcismos hasta 1986.
Llevaba a cabo sus rituales en una estancia aislada de las calles romanas -"as? nadie puede o?r los gritos"-, y para hacerlo siempre contaba con dos crucifijos de madera, un hisopo con el que dispersar agua bendita y un frasco de aceite consagrado; también usaba una estola p?rpura de sacerdote, con la que envolv?a el cuello del paciente, y un libro de oraciones. Eso, en cualquier caso, era lo habitual, aunque afirmaba ser capaz de purgar posesiones demoniacas también a través de Skype.
Inevitablemente, su fan?tica persecuci?n del Anticristo y su tendencia a convertirla en un espect?culo le pusieron en contra a los sectores m?s progresistas de la autoridad eclesi?stica. También algunas de sus afirmaciones. Muchos sintieron que, al afirmar que los esc?ndalos de abusos sexuales descubiertos en el seno de la Iglesia eran una prueba de que el diablo se hab?a infiltrado en el Vaticano, Amorth estaba ofreciendo una v?a de escape moral demasiado sencilla para los curas pederastas; y, asimismo, algunos consideraban que su afirmaci?n de que Adolf Hitler y Josef Stalin estaban pose?dos por Sat?n era una forma de convertir a los genocidas en v?ctimas.
En cambio, siempre tuvo de su lado a los tres pont?fices m?s recientes. Por un lado, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI no solo respetaban la pr?ctica de exorcismos sino que, al parecer, estaban familiarizados con ella de primera mano; por otro, Francisco ha estimulado el reclutamiento y la instrucci?n de exorcistas, y ha instado a todas las di?cesis a tener al menos un cura especializado en esos rituales en sus filas pese a que la mayor?a de los creyentes considere que las posesiones demoniacas son una fantas?a. O, quiz?, precisamente por eso. Después de todo, como dijo Amorth, “el Diablo siempre se esconde, y lo que quiere por encima de todo es que no creamos en su existencia”.
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