الريــم
03-31-2023, 11:50 AM
Recién regresados de la marat?n del Congreso de la Lengua en C?diz (marat?n de palabras y de m?sica: Don Felipe toc? all? el*caj?n*en una sesi?n que lo consagr? como*el*rey*cajonero),*los*reyes de Espa?a*se sometieron anoche a un ejercicio de nostalgia y de porvenir en el que el libro es el protagonista.
Era el*centenario de la Casa del Libro, que el bisabuelo de don Felipe inaugur? hace cien a?os en la Gran V?a madrile?a, destinada entonces a cambiar la fisonom?a de la capital de la monarqu?a. El bisnieto signific? anoche una continuidad que es reflejo cultural de un pa?s que ten?a como cabeza visible de la intelectualidad al fil?sofo*José Ortega y Gasset*y del comercio industrial de la cultura a*Nicol?s de Urgoiti.
A?os después aquellos uniformes verdes siguen existiendo. La Casa del Libro tiene 54 librer?as en toda Espa?a, y mantiene una tradici?n que se inaugur? como una novedad que persiste: se acabaron, en las librer?as, las vallas, se abrieron las compuertas y los lectores que vinieran en busca de la preciada mercanc?a (barata o cara) pod?an tocar los libros como si los hubieran escrito. Fue la librer?a que aboli? la frontera del mostrador.
S?lo hay unas librer?as, las Bertrand, de Barcelona, que superan en la solera del tiempo a esta. Antes de que se llenara la sala del*C?rculo de Bellas Artes, que acogi? este momento estelar de*Planeta*(el grupo que controla La Casa del Libro) a unos cientos de metros de la sede real de la vieja Casa del Libro, son? por el aire una evocaci?n de Nino Bravo, “ligero equipaje para tan largo viaje”. En seguida se explic? la tonada del valenciano, pues*el equipaje de los libros, si es verdadero, aligera la mente, la hace volar, y el viaje est? en marcha.
Lo dijo*José Crehueras, el presidente de Planeta, que sigui? en cierto modo esa inspiraci?n musical, pues aludi? al binomio Casa y Libro (o*Liber)*como los lugares en los que se encuentra la naturaleza imbatible del libro como marca de la vida hecha mejor: la vida de lector.
El mejor vicio, dec?a el presidente de los*Gremios de Editores espa?oles, Daniel Fern?ndez,*“porque ayuda a quienes quieren ser mejores, cuya necesidad para serlo se satisface con los libros”.*Julia Navarro, cliente de siempre (anteayer se compr? all?*Dos*de Irene Nemirowski) de la librer?a tiene esta idea de por qué un establecimiento as? dura cien a?os: “Porque lo hace bien y no pierde el contacto con la realidad y con los lectores, as? que conserva lo bueno del pasado y todo lo que le ofrece el presente”. Ella ha ido en busca de historia, cuando era estudiante, y ahora va por los cl?sicos y por los modernos entre los cuales, as? es, ha de tropezarse con sus propios libros.
La Casa del Libro convoc? a dos escritoras de Planeta para que certificaran la alegr?a del acontecimiento, como*reflejo también de la pujanza editorial de la matriz.*Carmen Posadas*escribi? el principio de la historia del centenario que viene, y*Mar?a Due?as*hizo recuento de su relaci?n con aquella librer?a de la que llevaba libros a su padre en los a?os en que viv?a de estudiante que iba y ven?a de Alicante a la universidad madrile?a.
Ahora es también lectora de La Casa del Libro, donde transita entre sus propias ficciones. Al periodista le dijo que lo primero que compr? aqu?, de muchacha, eran libros de lat?n y de filolog?a publicados por Gredos. Ahora sabe lat?n, o al menos es de las escritoras que, en su prosa, mejor muestra esa ense?anza que le dieron los cl?sicos. “La Casa del Libro ha tenido la habilidad y la inteligencia de adaptarse al nuevo comercio sin perder su alma”.
Fernando Benzo, el ?ltimo*premio Azor?n*(que proclama Planeta) con*Los perseguidos*(saldr? el 12 de abril), sabe que cuando se publique su libro lo primero que har? es ir a La Casa del Libro (eso lo ha hecho con sus tres novelas anteriores) a ver si ya lo han consignado en las estanter?as, “pues hasta entonces es como si no hubiera existido”. La librer?a es “empat?a y alma”, dec?a el decano de los periodistas culturales espa?oles,*Sergio Vila Sanju?n. “Un comercio cultural funciona si tiene alma, poso tangible, vida”.
El libro est? seguro.*Tras a?os de incertidumbre este centenario, dijo Crehueras, consolida una esperanza que contiene esos término,*casa*y*libro,*como esencia de su significado: el refugio, al que se acoge el lector para defender su libertad de saber.
Cuando se dispersaron las palabras los reyes pasaron a la imagen. Un volumen s?lido, de colores amarillo y negro, adornado con las viejas fotograf?as del pasado, es el trasunto editorial del homenaje a lo antiguo, que do?a Letizia y don Felipe miraron como si estuvieran viajando a la primera piedra que puso el bisabuelo. En la zona de actualidad de ese volumen, en colores de ahora,*numerosos autores explican con sus libros el porvenir al que amanecen.
Un himno cantado por lectores ni?os, adolescentes, adultos, puso el contrapunto de aquel que hab?a dado la bienvenida a la concurrencia. Nino Bravo hablaba del largo viaje. Estos cantores invitaron a los que ahora van a por el segundo centenario a proseguir el coro que expres? esta convicci?n: “Hay un mundo que es como so?ar”.
Es el himno inédito del centenario. Veintitrés voces para atraer a esta hora el tiempo que hac?a en 1923 cuando la Gran V?a estrenaba librer?a. Anoche aun hac?a sol cuando los reyes se despidieron de la librer?a que inaugur? el abuelo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/libreria-abolio-frontera-mostrador-85428928)
Era el*centenario de la Casa del Libro, que el bisabuelo de don Felipe inaugur? hace cien a?os en la Gran V?a madrile?a, destinada entonces a cambiar la fisonom?a de la capital de la monarqu?a. El bisnieto signific? anoche una continuidad que es reflejo cultural de un pa?s que ten?a como cabeza visible de la intelectualidad al fil?sofo*José Ortega y Gasset*y del comercio industrial de la cultura a*Nicol?s de Urgoiti.
A?os después aquellos uniformes verdes siguen existiendo. La Casa del Libro tiene 54 librer?as en toda Espa?a, y mantiene una tradici?n que se inaugur? como una novedad que persiste: se acabaron, en las librer?as, las vallas, se abrieron las compuertas y los lectores que vinieran en busca de la preciada mercanc?a (barata o cara) pod?an tocar los libros como si los hubieran escrito. Fue la librer?a que aboli? la frontera del mostrador.
S?lo hay unas librer?as, las Bertrand, de Barcelona, que superan en la solera del tiempo a esta. Antes de que se llenara la sala del*C?rculo de Bellas Artes, que acogi? este momento estelar de*Planeta*(el grupo que controla La Casa del Libro) a unos cientos de metros de la sede real de la vieja Casa del Libro, son? por el aire una evocaci?n de Nino Bravo, “ligero equipaje para tan largo viaje”. En seguida se explic? la tonada del valenciano, pues*el equipaje de los libros, si es verdadero, aligera la mente, la hace volar, y el viaje est? en marcha.
Lo dijo*José Crehueras, el presidente de Planeta, que sigui? en cierto modo esa inspiraci?n musical, pues aludi? al binomio Casa y Libro (o*Liber)*como los lugares en los que se encuentra la naturaleza imbatible del libro como marca de la vida hecha mejor: la vida de lector.
El mejor vicio, dec?a el presidente de los*Gremios de Editores espa?oles, Daniel Fern?ndez,*“porque ayuda a quienes quieren ser mejores, cuya necesidad para serlo se satisface con los libros”.*Julia Navarro, cliente de siempre (anteayer se compr? all?*Dos*de Irene Nemirowski) de la librer?a tiene esta idea de por qué un establecimiento as? dura cien a?os: “Porque lo hace bien y no pierde el contacto con la realidad y con los lectores, as? que conserva lo bueno del pasado y todo lo que le ofrece el presente”. Ella ha ido en busca de historia, cuando era estudiante, y ahora va por los cl?sicos y por los modernos entre los cuales, as? es, ha de tropezarse con sus propios libros.
La Casa del Libro convoc? a dos escritoras de Planeta para que certificaran la alegr?a del acontecimiento, como*reflejo también de la pujanza editorial de la matriz.*Carmen Posadas*escribi? el principio de la historia del centenario que viene, y*Mar?a Due?as*hizo recuento de su relaci?n con aquella librer?a de la que llevaba libros a su padre en los a?os en que viv?a de estudiante que iba y ven?a de Alicante a la universidad madrile?a.
Ahora es también lectora de La Casa del Libro, donde transita entre sus propias ficciones. Al periodista le dijo que lo primero que compr? aqu?, de muchacha, eran libros de lat?n y de filolog?a publicados por Gredos. Ahora sabe lat?n, o al menos es de las escritoras que, en su prosa, mejor muestra esa ense?anza que le dieron los cl?sicos. “La Casa del Libro ha tenido la habilidad y la inteligencia de adaptarse al nuevo comercio sin perder su alma”.
Fernando Benzo, el ?ltimo*premio Azor?n*(que proclama Planeta) con*Los perseguidos*(saldr? el 12 de abril), sabe que cuando se publique su libro lo primero que har? es ir a La Casa del Libro (eso lo ha hecho con sus tres novelas anteriores) a ver si ya lo han consignado en las estanter?as, “pues hasta entonces es como si no hubiera existido”. La librer?a es “empat?a y alma”, dec?a el decano de los periodistas culturales espa?oles,*Sergio Vila Sanju?n. “Un comercio cultural funciona si tiene alma, poso tangible, vida”.
El libro est? seguro.*Tras a?os de incertidumbre este centenario, dijo Crehueras, consolida una esperanza que contiene esos término,*casa*y*libro,*como esencia de su significado: el refugio, al que se acoge el lector para defender su libertad de saber.
Cuando se dispersaron las palabras los reyes pasaron a la imagen. Un volumen s?lido, de colores amarillo y negro, adornado con las viejas fotograf?as del pasado, es el trasunto editorial del homenaje a lo antiguo, que do?a Letizia y don Felipe miraron como si estuvieran viajando a la primera piedra que puso el bisabuelo. En la zona de actualidad de ese volumen, en colores de ahora,*numerosos autores explican con sus libros el porvenir al que amanecen.
Un himno cantado por lectores ni?os, adolescentes, adultos, puso el contrapunto de aquel que hab?a dado la bienvenida a la concurrencia. Nino Bravo hablaba del largo viaje. Estos cantores invitaron a los que ahora van a por el segundo centenario a proseguir el coro que expres? esta convicci?n: “Hay un mundo que es como so?ar”.
Es el himno inédito del centenario. Veintitrés voces para atraer a esta hora el tiempo que hac?a en 1923 cuando la Gran V?a estrenaba librer?a. Anoche aun hac?a sol cuando los reyes se despidieron de la librer?a que inaugur? el abuelo.
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