الريــم
03-17-2023, 09:58 PM
Era f?cil de imaginar y as? sucedi?. Las monta?as de basura que se hab?an acumulado en las calles de Par?s, debido a una huelga ilimitada de los basureros, terminaron como barricadas en llamas. Las protestas improvisadas del jueves, tras la aprobaci?n de la reforma de las pensiones a través de un decreto gubernamental muy impopular, desembocaron en m?ltiples disturbios urbanos en la capital, as? como en otras localidades francesas, como Nantes o Rennes (oeste). La polic?a inform? de 258 detenidos en Par?s (m?s de 300 en todo el pa?s), una cifra 10 veces superior al n?mero habitual de interpelaciones en cada una de las ocho jornadas de grandes movilizaciones, que hasta ahora hab?an destacado por su car?cter festivo y pac?fico.
"Cuando el 49.3 hace la ley, la democracia no funciona", "T? nos impones un 49.3, nosotros haremos un Mayo del 68", "El poder est? en la calle", "Robespierre, regresa"... Eran algunos de los mensajes que se pod?an leer el jueves en las pancartas caseras de los miles de manifestantes que llenaron la plaza de la Concordia, frente a la Asamblea Nacional. Improvisadas y menos numerosas, en estas protestas se vivi? un ambiente con tintes insurreccionales, con reminiscencias de lo vivido con la heterogénea revuelta de los chalecos amarillos.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Después de dos meses de huelgas y manifestaciones multitudinarias —las m?s masivas en este siglo XXI en el bullicioso pa?s vecino—, la decisi?n del presidente Emmanuel Macron de no escuchar a los sindicatos —ni siquiera aceptar una reuni?n con ellos para intentar calmar la situaci?n— e imponer a través de un decretazo el aumento de la edad m?nima de jubilaci?n de 62 a 64 a?os (con 42 o 43 a?os para recibir una pensi?n completa) favoreci? que la indignaci?n subiera varios pelda?os. De la fuerte contestaci?n social se ha pasado a una crisis pol?tica, alimentada por el sentimiento de falta de democracia. Un panorama en que se atisban s?ntomas de una crisis del modelo presidencialista de la Quinta Rep?blica.
"Un menosprecio total"
"Nos confrontamos a un menosprecio total por parte de nuestro presidente, no hab?a sido as? ni en la época de Nicolas Sarkozy (conservador)", criticaba en los aleda?os de la Asamblea Nacional William S., de 48 a?os, un militante de la CGT y conductor de trenes en huelga desde hace m?s de una semana, en declaraciones a EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica. Desde los sindicatos, el recurso al 49.3 ha sido percibido como una victoria. Lo es en la batalla de la opini?n (en que las organizaciones de trabajadores van ganando por goleada), pero no en el plano pol?tico, puesto que la reforma ha sido aprobada.
Los l?deres sindicales anunciaron una nueva huelga general para el 23 de marzo. Este viernes se han multiplicado las acciones, como los cortes de circulaci?n en el Periférico en Par?s o la circulaci?n ferroviaria en Tol?n (sudeste) con una ocupaci?n de v?as. Las huelgas ilimitadas han experimentado un repunte, por ejemplo, con nuevas refiner?as de combustible completamente paralizadas. A pesar de que la prefectura (equivalente de la Delegaci?n del Gobierno) oblig? a algunos huelguistas de la recogida de basura a trabajar, m?s de 10.000 toneladas de desechos se acumulan en la capital. Para este viernes por la tarde, han convocado numerosas protestas a lo largo del pa?s. En Par?s, tiene lugar otra concentraci?n en la céntrica plaza de la Concordia, que podr?a degenerar en una nueva noche de disturbios.
"Salir por lo alto de esta crisis"
"No, no estamos en una crisis pol?tica", defendi? este viernes por la ma?ana la presidenta del Parlamento, Yaël Braun-Pivet, del partido presidencial. "La votaci?n de esta moci?n de censura nos permitir? salir por lo alto de esta profunda crisis pol?tica", le respondi? el diputado Bertrand Pancher, que forma parte de un peque?o grupo de representantes centristas (muchos de ellos exmacronistas) y autonomistas corsos y bretones en que est?n centradas ahora las miradas. A diferencia de lo que sucede con los decretos ley en Espa?a, el 49.3 no exige una votaci?n parlamentaria a posteriori para validarlo. Pero s? que abre la puerta a la presentaci?n de mociones de censura.
La ultraderecha de Marine Le Pen —tercera fuerza en la Asamblea, con 88 esca?os— present? una moci?n este viernes por la tarde, aunque no tiene ninguna opci?n de prosperar. Lo mismo hizo unas horas antes el grupo LIOT, con el respaldo de los partidos de izquierdas de la coalici?n NUPES (segunda fuerza, con 149 esca?os). Al haber sido liderado por un grupo centrista —con un rol parlamentario equivalente al del PNV—, este segundo texto de censura s? que podr?a salir adelante, aunque las opciones de ello son pocas. Si fructificara, tumbar?a la reforma de las pensiones y al actual Gobierno de ?lisabeth Borne, pero no supondr?a la investidura de un Ejecutivo de oposici?n.
El desenlace de esta moci?n, debatida probablemente el lunes, depender? de Los Republicanos (LR, afines al PP). Esta hist?rica formaci?n conservadora ha salido muy dividida del actual pulso por las pensiones. Si unos 30 diputados de la derecha republicana (de un total de 62) apoyan la moci?n, ser? probablemente aprobada. El futuro de Borne est? en las manos del decadente partido de Chirac y Sarkozy y de las voluntades y estrategias divergentes de sus representantes. "Tras haber debilitado a Macron y Borne", oponiéndose a votar la reforma de las pensiones, "lo l?gico ser?a que LR acabara con este Gobierno con la herramienta de la moci?n de censura", explicaba a este diario la diputada de la Francia Insumisa (afines a Podemos) Raquel Garrido.
?Le Pen, la gran ganadora?
Seg?n esta representante franco-chilena, partidaria de proclamar una Sexta Rep?blica, m?s parlamentaria y con mayor participaci?n democr?tica, el malestar democr?tico por la gesti?n de esta reforma de las pensiones refleja los excesos del modelo presidencialista galo: "No es tolerable que un solo hombre tenga semejante poder de disciplina sobre las instituciones, como el Parlamento o los sindicatos. Eso no puede seguir as?, porque genera caos y una frustraci?n c?vica. Es posible que no salga nada positivo de todo esto".
?Le Pen saldr? reforzada de esta crisis? ?Ser? la gran ganadora del pulso entre Macron y los sindicatos, empujados por una marea popular en que est? sobrerrepresentado el pueblo de izquierdas? En Francia, muchos lo temen as?. Sin embargo, los sondeos muestran una realidad m?s compleja ante una hipotética disoluci?n de la Asamblea y convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas. Seg?n un reciente estudio del instituto Harris, la ultraderecha aumentar?a su intenci?n de voto y ganar?a unos 10 esca?os, pero la coalici?n de izquierdas NUPES también experimentar?a una subida parecida y se consolidar?a como principal fuerza de oposici?n. El partido de Macron continuar?a como primer espacio en n?mero representantes, pero a?n m?s lejos de la mayor?a absoluta.
El pulso por las pensiones no solo ha dejado Macron contra las cuerdas —y menoscabado la legitimidad de aquellas reformas que conllevan recortes del Estado del bienestar—, sino también ha dificultado su capacidad para llevar a cabo su proyecto. Empuja a Francia hacia una crisis de gobernanza.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/aprobacion-decretazo-reforma-pensiones-aboca-84809476)
"Cuando el 49.3 hace la ley, la democracia no funciona", "T? nos impones un 49.3, nosotros haremos un Mayo del 68", "El poder est? en la calle", "Robespierre, regresa"... Eran algunos de los mensajes que se pod?an leer el jueves en las pancartas caseras de los miles de manifestantes que llenaron la plaza de la Concordia, frente a la Asamblea Nacional. Improvisadas y menos numerosas, en estas protestas se vivi? un ambiente con tintes insurreccionales, con reminiscencias de lo vivido con la heterogénea revuelta de los chalecos amarillos.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Después de dos meses de huelgas y manifestaciones multitudinarias —las m?s masivas en este siglo XXI en el bullicioso pa?s vecino—, la decisi?n del presidente Emmanuel Macron de no escuchar a los sindicatos —ni siquiera aceptar una reuni?n con ellos para intentar calmar la situaci?n— e imponer a través de un decretazo el aumento de la edad m?nima de jubilaci?n de 62 a 64 a?os (con 42 o 43 a?os para recibir una pensi?n completa) favoreci? que la indignaci?n subiera varios pelda?os. De la fuerte contestaci?n social se ha pasado a una crisis pol?tica, alimentada por el sentimiento de falta de democracia. Un panorama en que se atisban s?ntomas de una crisis del modelo presidencialista de la Quinta Rep?blica.
"Un menosprecio total"
"Nos confrontamos a un menosprecio total por parte de nuestro presidente, no hab?a sido as? ni en la época de Nicolas Sarkozy (conservador)", criticaba en los aleda?os de la Asamblea Nacional William S., de 48 a?os, un militante de la CGT y conductor de trenes en huelga desde hace m?s de una semana, en declaraciones a EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica. Desde los sindicatos, el recurso al 49.3 ha sido percibido como una victoria. Lo es en la batalla de la opini?n (en que las organizaciones de trabajadores van ganando por goleada), pero no en el plano pol?tico, puesto que la reforma ha sido aprobada.
Los l?deres sindicales anunciaron una nueva huelga general para el 23 de marzo. Este viernes se han multiplicado las acciones, como los cortes de circulaci?n en el Periférico en Par?s o la circulaci?n ferroviaria en Tol?n (sudeste) con una ocupaci?n de v?as. Las huelgas ilimitadas han experimentado un repunte, por ejemplo, con nuevas refiner?as de combustible completamente paralizadas. A pesar de que la prefectura (equivalente de la Delegaci?n del Gobierno) oblig? a algunos huelguistas de la recogida de basura a trabajar, m?s de 10.000 toneladas de desechos se acumulan en la capital. Para este viernes por la tarde, han convocado numerosas protestas a lo largo del pa?s. En Par?s, tiene lugar otra concentraci?n en la céntrica plaza de la Concordia, que podr?a degenerar en una nueva noche de disturbios.
"Salir por lo alto de esta crisis"
"No, no estamos en una crisis pol?tica", defendi? este viernes por la ma?ana la presidenta del Parlamento, Yaël Braun-Pivet, del partido presidencial. "La votaci?n de esta moci?n de censura nos permitir? salir por lo alto de esta profunda crisis pol?tica", le respondi? el diputado Bertrand Pancher, que forma parte de un peque?o grupo de representantes centristas (muchos de ellos exmacronistas) y autonomistas corsos y bretones en que est?n centradas ahora las miradas. A diferencia de lo que sucede con los decretos ley en Espa?a, el 49.3 no exige una votaci?n parlamentaria a posteriori para validarlo. Pero s? que abre la puerta a la presentaci?n de mociones de censura.
La ultraderecha de Marine Le Pen —tercera fuerza en la Asamblea, con 88 esca?os— present? una moci?n este viernes por la tarde, aunque no tiene ninguna opci?n de prosperar. Lo mismo hizo unas horas antes el grupo LIOT, con el respaldo de los partidos de izquierdas de la coalici?n NUPES (segunda fuerza, con 149 esca?os). Al haber sido liderado por un grupo centrista —con un rol parlamentario equivalente al del PNV—, este segundo texto de censura s? que podr?a salir adelante, aunque las opciones de ello son pocas. Si fructificara, tumbar?a la reforma de las pensiones y al actual Gobierno de ?lisabeth Borne, pero no supondr?a la investidura de un Ejecutivo de oposici?n.
El desenlace de esta moci?n, debatida probablemente el lunes, depender? de Los Republicanos (LR, afines al PP). Esta hist?rica formaci?n conservadora ha salido muy dividida del actual pulso por las pensiones. Si unos 30 diputados de la derecha republicana (de un total de 62) apoyan la moci?n, ser? probablemente aprobada. El futuro de Borne est? en las manos del decadente partido de Chirac y Sarkozy y de las voluntades y estrategias divergentes de sus representantes. "Tras haber debilitado a Macron y Borne", oponiéndose a votar la reforma de las pensiones, "lo l?gico ser?a que LR acabara con este Gobierno con la herramienta de la moci?n de censura", explicaba a este diario la diputada de la Francia Insumisa (afines a Podemos) Raquel Garrido.
?Le Pen, la gran ganadora?
Seg?n esta representante franco-chilena, partidaria de proclamar una Sexta Rep?blica, m?s parlamentaria y con mayor participaci?n democr?tica, el malestar democr?tico por la gesti?n de esta reforma de las pensiones refleja los excesos del modelo presidencialista galo: "No es tolerable que un solo hombre tenga semejante poder de disciplina sobre las instituciones, como el Parlamento o los sindicatos. Eso no puede seguir as?, porque genera caos y una frustraci?n c?vica. Es posible que no salga nada positivo de todo esto".
?Le Pen saldr? reforzada de esta crisis? ?Ser? la gran ganadora del pulso entre Macron y los sindicatos, empujados por una marea popular en que est? sobrerrepresentado el pueblo de izquierdas? En Francia, muchos lo temen as?. Sin embargo, los sondeos muestran una realidad m?s compleja ante una hipotética disoluci?n de la Asamblea y convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas. Seg?n un reciente estudio del instituto Harris, la ultraderecha aumentar?a su intenci?n de voto y ganar?a unos 10 esca?os, pero la coalici?n de izquierdas NUPES también experimentar?a una subida parecida y se consolidar?a como principal fuerza de oposici?n. El partido de Macron continuar?a como primer espacio en n?mero representantes, pero a?n m?s lejos de la mayor?a absoluta.
El pulso por las pensiones no solo ha dejado Macron contra las cuerdas —y menoscabado la legitimidad de aquellas reformas que conllevan recortes del Estado del bienestar—, sino también ha dificultado su capacidad para llevar a cabo su proyecto. Empuja a Francia hacia una crisis de gobernanza.
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