الريــم
02-02-2023, 01:00 AM
En el campo de refugiados de Yen?n, la muerte est? presente en cada esquina. Decenas de rostros j?venes, ya desaparecidos, protagonizan los carteles que se sobreponen en las paredes. Presumiendo de arma, miran a los ojos a otra generaci?n dispuesta a morir. Aquellos tachados de terroristas por Israel son considerados héroes para los miles de palestinos condenados a una ocupaci?n que no parece tener fin. Ayudado por estos "m?rtires", Abu Mujahed, bajo un seud?nimo que significa "padre de los luchadores", se ha prometido que "esta ser? la ?ltima ocupaci?n de la historia". "Queremos que Palestina se levante en una tercera intifada para que el mundo entero escuche nuestro sufrimiento", proclama tras el pasamonta?as, vestido con la tradicional kufiya palestina.
A Abu Mujahed le duele hablar de la vida en Yen?n. "S?lo queremos vivir una vida normal, no levantarnos cada ma?ana y s?lo tener que pensar en c?mo sobrevivir", cuenta a El Peri?dico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, desde un lugar seguro, arriba del campo que es su hogar y su escondite. Las autoridades israel?s le buscan por liderar una de las milicias m?s poderosas del campo. Durante la redada del Ejército hebreo del pasado jueves que arras? con 10 vidas palestinas, él perdi? a cinco amigos. "Luch?bamos juntos, viv?amos juntos, com?amos juntos, lo hac?amos todo juntos", explica frente a la casa derruida donde fueron asesinados. Habla con apenas un deje de pena, y una gran pizca de orgullo. Su amiga Thawra Staiti bromea. "Nunca sé si esta va a ser la ?ltima vez que le vea, si ma?ana estar? vivo o muerto", reconoce con sorna.
Sin futuro
Thawra, cuyo nombre significa revoluci?n, encarna las penurias de vivir en Yen?n. Abogada de profesi?n y actriz por devoci?n, esta madre de dos peque?os no conoce la dignidad. "Mi padre se pas? 30 a?os en c?rceles israel?s; por eso, no lo conoc? hasta que cumpl? ocho a?os y no me reconoc?a", rememora. Esta palestina sabe que si no hubiera nacido en Yen?n, su vida ser?a otra. "Cada noche nos acostamos con una mala noticia para despertarnos con otra peor", lamenta. Sin oportunidades de trabajo –Yen?n es la ciudad con las tasas de desempleo m?s elevadas de toda Cisjordania–, se pasa el d?a sentada en casa pendiente de las noticias.
"Me preocupa que mis hijos no estén seguros yendo al colegio", afirma, "la mayor?a de d?as ni pueden ir por la presencia de soldados israel?s". Este 2023, ya han muerto ocho ni?os por fuego israel?. "No tenemos una vida normal para nada", reconoce Thawra. Cuando los disparos se perpet?an d?a tras d?a, se queda sin excusas. "Siempre miento a mis hijos al preguntarme qué son esos ruidos, les digo que son tiros celebrando una boda", reconoce. La palabra futuro pierde el sentido en Yen?n. "A nivel econ?mico, la ciudad es completamente inestable, no hay trabajos y los j?venes s?lo quieren morir, matar para ir al cielo", cuenta, resignada.
Gran batalla en el 2002
Hace m?s de dos décadas que Yen?n est? bajo el punto de mira de los israel?s. Durante la segunda intifada, el campo de refugiados fue escenario de una de las mayores masacres. En la Batalla de Yen?n, el Ejército israel? ocup? el campo alegando que era un semillero de la militancia palestina. M?s de 400 casas fueron destruidas, dejando a una cuarta parte de la poblaci?n sin hogar y desplazada. Los palestinos afirman que 500 personas murieron durante la invasi?n israel?, pero la ONU considera que s?lo fueron 52 en el lado palestino y 23 soldados israel?s. "Ahora, la gente que est? en la resistencia son aquellas que sufrieron las pérdidas de sus familiares o casas en el 2002", afirma Abu Mujahed.
También, durante aquella ofensiva, se perdi? el ?nico teatro de la ciudad, situado en el campo de refugiados. Al terminar la segunda intifada, en 2006, reconstruyeron el proyecto bajo el nombre de Teatro de la Libertad. Mustafa Sheta hace seis a?os que lo dirige, ejerciendo su propia estrategia de resistencia. "La respuesta a la violencia israel? por parte de los habitantes del campo no es una revoluci?n en s? misma, es una reacci?n", cuenta. "Mientras los israel?s llevan a?os aplast?ndonos y haciéndonos creer que somos menos, la gente ha decidido responder y no lo har? con docilidad, porque no se nos est? tratando d?cilmente", reclama el también activista.
https://www.uc-4u.com/clip/a9516a44-43f8-40a5-9a31-7702af5aaf39_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una imagen del campo de refugiados de Yen?n. | ANDREA L?PEZ-TOM?S
"Amamos la vida"
Durante el ?ltimo a?o, las incursiones militares israel?s sobre Yen?n han aumentado. Los 10.000 palestinos del campo hace meses que no duermen tranquilos, ya que las redadas y campa?as masivas de detenci?n ocurren de madrugada. También en Nablus, otra ciudad al norte de la Cisjordania ocupada, domina el insomnio por la irrupci?n constante del Ejército israel?. Al menos 167 palestinos fueron asesinados por fuego israel? en 2022, convirtiéndolo en el a?o m?s letal desde la segunda intifada. Entre Nablus y Yen?n, han fallecido 90 ciudadanos.
Sheta tiene muy presente esa violencia. En 2002, mientras beb?a un vaso de agua en su cocina, su padre recibi? el disparo que acab? con su vida. "Cualquier persona a la que le preguntes en el campo tiene al menos un m?rtir en su familia", reconoce. Por eso, en ese duelo compartido, radica su necesidad para seguir luchando. En el principal basti?n de la resistencia palestina, honran a sus "m?rtires" mir?ndoles a los ojos cada d?a. Desde las esquinas, sus miradas les recuerdan que hay mil motivos para la batalla. "Amamos la vida y luchamos para vivir", apunta Abu Mujahed. "Ese es nuestro objetivo: queremos vivir como el resto del mundo", concluye, antes de esconder su rostro tras el pasamonta?as.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/lider-milicia-poderosa-yenin-queremos-82330153)
A Abu Mujahed le duele hablar de la vida en Yen?n. "S?lo queremos vivir una vida normal, no levantarnos cada ma?ana y s?lo tener que pensar en c?mo sobrevivir", cuenta a El Peri?dico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica, desde un lugar seguro, arriba del campo que es su hogar y su escondite. Las autoridades israel?s le buscan por liderar una de las milicias m?s poderosas del campo. Durante la redada del Ejército hebreo del pasado jueves que arras? con 10 vidas palestinas, él perdi? a cinco amigos. "Luch?bamos juntos, viv?amos juntos, com?amos juntos, lo hac?amos todo juntos", explica frente a la casa derruida donde fueron asesinados. Habla con apenas un deje de pena, y una gran pizca de orgullo. Su amiga Thawra Staiti bromea. "Nunca sé si esta va a ser la ?ltima vez que le vea, si ma?ana estar? vivo o muerto", reconoce con sorna.
Sin futuro
Thawra, cuyo nombre significa revoluci?n, encarna las penurias de vivir en Yen?n. Abogada de profesi?n y actriz por devoci?n, esta madre de dos peque?os no conoce la dignidad. "Mi padre se pas? 30 a?os en c?rceles israel?s; por eso, no lo conoc? hasta que cumpl? ocho a?os y no me reconoc?a", rememora. Esta palestina sabe que si no hubiera nacido en Yen?n, su vida ser?a otra. "Cada noche nos acostamos con una mala noticia para despertarnos con otra peor", lamenta. Sin oportunidades de trabajo –Yen?n es la ciudad con las tasas de desempleo m?s elevadas de toda Cisjordania–, se pasa el d?a sentada en casa pendiente de las noticias.
"Me preocupa que mis hijos no estén seguros yendo al colegio", afirma, "la mayor?a de d?as ni pueden ir por la presencia de soldados israel?s". Este 2023, ya han muerto ocho ni?os por fuego israel?. "No tenemos una vida normal para nada", reconoce Thawra. Cuando los disparos se perpet?an d?a tras d?a, se queda sin excusas. "Siempre miento a mis hijos al preguntarme qué son esos ruidos, les digo que son tiros celebrando una boda", reconoce. La palabra futuro pierde el sentido en Yen?n. "A nivel econ?mico, la ciudad es completamente inestable, no hay trabajos y los j?venes s?lo quieren morir, matar para ir al cielo", cuenta, resignada.
Gran batalla en el 2002
Hace m?s de dos décadas que Yen?n est? bajo el punto de mira de los israel?s. Durante la segunda intifada, el campo de refugiados fue escenario de una de las mayores masacres. En la Batalla de Yen?n, el Ejército israel? ocup? el campo alegando que era un semillero de la militancia palestina. M?s de 400 casas fueron destruidas, dejando a una cuarta parte de la poblaci?n sin hogar y desplazada. Los palestinos afirman que 500 personas murieron durante la invasi?n israel?, pero la ONU considera que s?lo fueron 52 en el lado palestino y 23 soldados israel?s. "Ahora, la gente que est? en la resistencia son aquellas que sufrieron las pérdidas de sus familiares o casas en el 2002", afirma Abu Mujahed.
También, durante aquella ofensiva, se perdi? el ?nico teatro de la ciudad, situado en el campo de refugiados. Al terminar la segunda intifada, en 2006, reconstruyeron el proyecto bajo el nombre de Teatro de la Libertad. Mustafa Sheta hace seis a?os que lo dirige, ejerciendo su propia estrategia de resistencia. "La respuesta a la violencia israel? por parte de los habitantes del campo no es una revoluci?n en s? misma, es una reacci?n", cuenta. "Mientras los israel?s llevan a?os aplast?ndonos y haciéndonos creer que somos menos, la gente ha decidido responder y no lo har? con docilidad, porque no se nos est? tratando d?cilmente", reclama el también activista.
https://www.uc-4u.com/clip/a9516a44-43f8-40a5-9a31-7702af5aaf39_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Una imagen del campo de refugiados de Yen?n. | ANDREA L?PEZ-TOM?S
"Amamos la vida"
Durante el ?ltimo a?o, las incursiones militares israel?s sobre Yen?n han aumentado. Los 10.000 palestinos del campo hace meses que no duermen tranquilos, ya que las redadas y campa?as masivas de detenci?n ocurren de madrugada. También en Nablus, otra ciudad al norte de la Cisjordania ocupada, domina el insomnio por la irrupci?n constante del Ejército israel?. Al menos 167 palestinos fueron asesinados por fuego israel? en 2022, convirtiéndolo en el a?o m?s letal desde la segunda intifada. Entre Nablus y Yen?n, han fallecido 90 ciudadanos.
Sheta tiene muy presente esa violencia. En 2002, mientras beb?a un vaso de agua en su cocina, su padre recibi? el disparo que acab? con su vida. "Cualquier persona a la que le preguntes en el campo tiene al menos un m?rtir en su familia", reconoce. Por eso, en ese duelo compartido, radica su necesidad para seguir luchando. En el principal basti?n de la resistencia palestina, honran a sus "m?rtires" mir?ndoles a los ojos cada d?a. Desde las esquinas, sus miradas les recuerdan que hay mil motivos para la batalla. "Amamos la vida y luchamos para vivir", apunta Abu Mujahed. "Ese es nuestro objetivo: queremos vivir como el resto del mundo", concluye, antes de esconder su rostro tras el pasamonta?as.
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