الريــم
02-01-2023, 12:37 AM
"Cuando mantienes a alguien bajo presi?n durante a?os, ?boom!, acaba explotando". Mohammad Al Sabbagh conoce bien esta sensaci?n. Vive en la parte este de Jerusalén, ocupada por Israel desde 1967. La misma en la que resid?an los dos atacantes palestinos que abrieron fuego contra civiles israel?s la semana pasada en la ciudad santa. Cada uno proviene de un barrio distinto y de generaciones alejadas. Pero los 361.700 palestinos oriundos de Jerusalén Este comparten una condena. Todos ellos sufren el abandono de las instituciones y los ataques constantes por parte de colonos e instituciones que quieren hacerse con su tierra.
Al Sabbagh vive en la misma casa del barrio de Sheij Jarrah de Jerusalén Este desde 1956. "Cuando tuvimos que huir de nuestra Jaffa natal, el Gobierno de Jordania nos ofreci? este terreno a 28 familias y la UNRWA [la agencia de Naciones Unidas especializada en refugiados palestinos] construy? nuestras casas", rememora tras encender un cigarro. Sus tres hermanos también siguen viviendo en el mismo edificio, que dividieron para conseguir mayor privacidad. Uno de ellos, pero, se mud? a Estados Unidos. "Yo no me puedo ir; si me marcho, no sé qué puede pasar con la casa", expresa mientras entre los dedos, acaricia un retrato de su padre de los a?os 1950 en un Jerusalén vac?o y agreste.
Convivencia con colonos
"Nunca puedes vivir tranquilo, no te puedes relajar ni un segundo", cuenta a El Peri?dico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica. Tras la escalada de violencia por el intento de las autoridades israel?s de desahuciar a las familias palestinas de Sheij Jarrah en mayo del 2021, han conseguido algunas victorias en los tribunales. Hace décadas que varias asociaciones de colonos israel?s intentan echarles de sus casas para conquistar m?s territorio en la Ciudad Santa. Actualmente, 220.000 jud?os ultranacionalistas viven en Jerusalén Este, lo que equivale al 39% de la poblaci?n total. La convivencia entre ambos grupos se hace cada vez m?s imposible. Tanto que lleva a un joven de 13 a?os a empu?ar un arma y disparar contra cualquiera que parezca israel?.
https://www.uc-4u.com/clip/b5c72451-8234-41d6-aaed-c516c30d025e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Choque entre palestinos y colonos israel?s en el barrio de Sheij Jarrah. | REUTERS
El palestino de 73 a?os también lo ve as?. "Un ni?o no nace odiando a los israel?s, sino que crece sufriendo la ocupaci?n y la acaba abominando", afirma Al Sabbagh. Los lustros de lucha para conservar su hogar dibujan un surco de arrugas en su frente. Con solo ese laberinto sobre su piel, se pueden contar las historias de los miles de palestinos que malviven en Jerusalén Este. "Israel ha estado tratando a los residentes palestinos de la ciudad como inmigrantes no deseados y ha estado trabajando sistem?ticamente para expulsarlos", denuncia la organizaci?n israel? por los derechos humanos, B’Tselem.
Menos y peores servicios
Desde la anexi?n de esta parte palestina de la ciudad en 1967, las autoridades israel?s han trazado planes para ensalzar la mayor?a jud?a de Jerusalén. Los nuevos l?mites municipales dejaron fuera ?reas palestinas densamente pobladas. Adem?s, aquellos palestinos que se quedaron no gozan de ciudadan?a israel?. Cuentan con un permiso de residencia permanente que les confiere menos derechos. Aunque pueden vivir y trabajar en Israel a la vez que recibir prestaciones sociales y seguro médico, no se les permite participar pol?ticamente. Los palestinos de Jerusalén Este no pueden votar en las elecciones nacionales ni presentarse como candidatos ni como alcaldes de su ciudad.
Adem?s, la continua expropiaci?n de tierras y las restricciones a la construcci?n limitan las opciones de vida de los palestinos bajo la ocupaci?n. Pero, al vivir al otro lado del muro de separaci?n, crecen alejadas de sus compatriotas de la Cisjordania ocupada. A todo esto, se suma la falta de inversi?n en infraestructura y servicios en los barrios palestinos por parte del Municipio de Jerusalén. Todos los aspectos de las vidas de los palestinos de Jerusalén Este se ven afectados por esta pol?tica. La organizaci?n israel? Ir Amim estima que, desde el 2017, faltan 2557 aulas en los barrios palestinos y un tercio de los ni?os no completan los 12 a?os de escolaridad. Solo el 52% de la poblaci?n tiene acceso legal a la red de agua.
"Presi?n constante"
Pero, de alguna forma, Israel se est? disparando a su propio pie con esta pol?tica de marginaci?n. En materia de seguridad, el Ejército israel? cuenta con menor control sobre la poblaci?n palestina de Jerusalén Este. La mayor?a de los 361.700 palestinos viven fuera del muro de separaci?n y de los puntos militares de control, cosa que facilita que perpet?en ataques dentro del territorio israel?. "La presi?n es constante, no nos deshacemos de ella durante toda la vida", cuenta Al Sabbagh a El Peri?dico de Catalunya, del grupo prensa Ibérica. "Algunos, sin poder evitarlo, acaban explotando", afirma en alusi?n a los recientes ataques por parte de los jerosolimitanos del Este.
Sus dedos no tiemblan al sujetar esa fotograf?a tan preciada de su padre Abed, trajeado frente a la casa que les acogi? al huir de la violencia de aquel mayo del 1948. Este 2023 se cumplen 75 a?os desde la cat?strofe palestina que conden? a la familia Al Sabbagh a otra lucha. "Esta casa nos pertenece, nos la dieron por ser refugiados y no nos van a echar", defiende con una mirada firme. Ellos ya llevan 66 a?os entre esas cuatro paredes. A?n as?, conserva im?genes m?s recientes de cuando, junto a sus hermanos, visitaron su antigua casa en Jaffa. "Ya nos han despojado de demasiadas cosas, pero nosotros seguiremos sin rendirnos", concluye con l?grimas en los ojos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/jerusalen-barrio-salieron-atacantes-palestinos-82271265)
Al Sabbagh vive en la misma casa del barrio de Sheij Jarrah de Jerusalén Este desde 1956. "Cuando tuvimos que huir de nuestra Jaffa natal, el Gobierno de Jordania nos ofreci? este terreno a 28 familias y la UNRWA [la agencia de Naciones Unidas especializada en refugiados palestinos] construy? nuestras casas", rememora tras encender un cigarro. Sus tres hermanos también siguen viviendo en el mismo edificio, que dividieron para conseguir mayor privacidad. Uno de ellos, pero, se mud? a Estados Unidos. "Yo no me puedo ir; si me marcho, no sé qué puede pasar con la casa", expresa mientras entre los dedos, acaricia un retrato de su padre de los a?os 1950 en un Jerusalén vac?o y agreste.
Convivencia con colonos
"Nunca puedes vivir tranquilo, no te puedes relajar ni un segundo", cuenta a El Peri?dico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica. Tras la escalada de violencia por el intento de las autoridades israel?s de desahuciar a las familias palestinas de Sheij Jarrah en mayo del 2021, han conseguido algunas victorias en los tribunales. Hace décadas que varias asociaciones de colonos israel?s intentan echarles de sus casas para conquistar m?s territorio en la Ciudad Santa. Actualmente, 220.000 jud?os ultranacionalistas viven en Jerusalén Este, lo que equivale al 39% de la poblaci?n total. La convivencia entre ambos grupos se hace cada vez m?s imposible. Tanto que lleva a un joven de 13 a?os a empu?ar un arma y disparar contra cualquiera que parezca israel?.
https://www.uc-4u.com/clip/b5c72451-8234-41d6-aaed-c516c30d025e_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Choque entre palestinos y colonos israel?s en el barrio de Sheij Jarrah. | REUTERS
El palestino de 73 a?os también lo ve as?. "Un ni?o no nace odiando a los israel?s, sino que crece sufriendo la ocupaci?n y la acaba abominando", afirma Al Sabbagh. Los lustros de lucha para conservar su hogar dibujan un surco de arrugas en su frente. Con solo ese laberinto sobre su piel, se pueden contar las historias de los miles de palestinos que malviven en Jerusalén Este. "Israel ha estado tratando a los residentes palestinos de la ciudad como inmigrantes no deseados y ha estado trabajando sistem?ticamente para expulsarlos", denuncia la organizaci?n israel? por los derechos humanos, B’Tselem.
Menos y peores servicios
Desde la anexi?n de esta parte palestina de la ciudad en 1967, las autoridades israel?s han trazado planes para ensalzar la mayor?a jud?a de Jerusalén. Los nuevos l?mites municipales dejaron fuera ?reas palestinas densamente pobladas. Adem?s, aquellos palestinos que se quedaron no gozan de ciudadan?a israel?. Cuentan con un permiso de residencia permanente que les confiere menos derechos. Aunque pueden vivir y trabajar en Israel a la vez que recibir prestaciones sociales y seguro médico, no se les permite participar pol?ticamente. Los palestinos de Jerusalén Este no pueden votar en las elecciones nacionales ni presentarse como candidatos ni como alcaldes de su ciudad.
Adem?s, la continua expropiaci?n de tierras y las restricciones a la construcci?n limitan las opciones de vida de los palestinos bajo la ocupaci?n. Pero, al vivir al otro lado del muro de separaci?n, crecen alejadas de sus compatriotas de la Cisjordania ocupada. A todo esto, se suma la falta de inversi?n en infraestructura y servicios en los barrios palestinos por parte del Municipio de Jerusalén. Todos los aspectos de las vidas de los palestinos de Jerusalén Este se ven afectados por esta pol?tica. La organizaci?n israel? Ir Amim estima que, desde el 2017, faltan 2557 aulas en los barrios palestinos y un tercio de los ni?os no completan los 12 a?os de escolaridad. Solo el 52% de la poblaci?n tiene acceso legal a la red de agua.
"Presi?n constante"
Pero, de alguna forma, Israel se est? disparando a su propio pie con esta pol?tica de marginaci?n. En materia de seguridad, el Ejército israel? cuenta con menor control sobre la poblaci?n palestina de Jerusalén Este. La mayor?a de los 361.700 palestinos viven fuera del muro de separaci?n y de los puntos militares de control, cosa que facilita que perpet?en ataques dentro del territorio israel?. "La presi?n es constante, no nos deshacemos de ella durante toda la vida", cuenta Al Sabbagh a El Peri?dico de Catalunya, del grupo prensa Ibérica. "Algunos, sin poder evitarlo, acaban explotando", afirma en alusi?n a los recientes ataques por parte de los jerosolimitanos del Este.
Sus dedos no tiemblan al sujetar esa fotograf?a tan preciada de su padre Abed, trajeado frente a la casa que les acogi? al huir de la violencia de aquel mayo del 1948. Este 2023 se cumplen 75 a?os desde la cat?strofe palestina que conden? a la familia Al Sabbagh a otra lucha. "Esta casa nos pertenece, nos la dieron por ser refugiados y no nos van a echar", defiende con una mirada firme. Ellos ya llevan 66 a?os entre esas cuatro paredes. A?n as?, conserva im?genes m?s recientes de cuando, junto a sus hermanos, visitaron su antigua casa en Jaffa. "Ya nos han despojado de demasiadas cosas, pero nosotros seguiremos sin rendirnos", concluye con l?grimas en los ojos.
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