الريــم
01-29-2023, 02:40 PM
Ochenta a?os después de su final, todav?a se escucha hablar de la Batalla de Stalingrado, pero lo malo es que sea a consecuencia de otra guerra, la de la invasi?n de Ucrania, en la que, por parte rusa, y entre otras razones, se ha resucitado la del cuestionamiento del comportamiento de los ucranianos durante aquel conflicto. Cuando Xosé Manuel Seixas (Ourense, 1966) empez? a escribir “Volver a Stalingrado. El frente del Este en la memoria europea” (Galaxia Gutenberg) todav?a no se hab?a iniciado esta guerra, y sin embargo cuando se le entrevista no le sorprende que la conversaci?n derive de la Historia a la actualidad porque, como siempre, la Historia puede responder a cuestiones clave que hoy todos nos preguntamos.
–?El resultado de batalla de Stalingrado marc? el principio del fin de la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial?
–S?, eso est? bastante claro. Stalingrado supuso un punto de inflexi?n tanto para la propia guerra germano-soviética como para el resultado final de la guerra. Tras la batalla, los alemanes dejaron de avanzar y, pese a que intentaron volver a tomar la iniciativa en Kursk, lo de Stalingrado les produjo tama?o desgaste militar que, aunque no se derrumb? del todo, Alemania inici? un progresivo retroceso del que ya no se pudo recuperar.
El autor Xosé M. N??ez Seixas nos cuenta qué encontraremos en su nuevo ensayo #VolverAStalingrado (https://twitter.com/hashtag/VolverAStalingrado?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw). El frente del este en la memoria europea (1945 - 2021)", que llegar? a las librer?as el 14 de septiembre. pic.twitter.com/HFbw4zXCas (https://t.co/HFbw4zXCas)
— Galaxia Gutenberg (@G_Gutenberg) 26 de agosto de 2022 (https://twitter.com/G_Gutenberg/status/1563179668169076737?ref_src=twsrc%5Etfw)–La batalla (o asedio) dur? desde el*23 de agosto de 1942 hasta el 2 de febrero de 1943. Empez? en verano y remat? en invierno. ?Por qué los alemanes no se retiraron antes y por qué los rusos pusieron tanto empe?o en resistir, pese a la masacre de bajas que estaban sufriendo?
–Es una cuesti?n que todav?a contin?a debatiéndose. En principio, los alemanes lo que quer?an era prevenir un posible contraataque soviético. Esa fue la primera finalidad de las tropas de Hitler, pero este objetivo qued? tapado por la obsesi?n personal del Führer por conquistar la ciudad que llevaba el nombre del l?der del enemigo, de Stalin, quien a su vez respondi? a esa obsesi?n de Hitler con la suya propia por defender “su” ciudad. Fue un duelo de egos.
–?Qué papel desempe?? la Divisi?n Azul en esa batalla? ?Hubo espa?oles combatiendo en Stalingrado?
–La Divisi?n Azul no estuvo all?, porque estaba radicada en el frente sur. Pero s? que hubo espa?oles, sobre todo republicanos exiliados, en el bando soviético. Entre ellos estaba Rubén Ruiz Ib?rruri,*hijo de La Pasionaria, que falleci? en combate y en cuyo honor se erigi? una estatua.
–M?s que en describir la batalla, su libro est? enfocado en su memoria, es decir, en c?mo se recuerda Stalingrado. En Rusia se destac? como “acto heroico del pueblo” pero ?c?mo retrata esa masacre la memoria alemana?
–Hasta los a?os 70 del siglo pasado, en Alemania la memoria de Stalingrado era humillante. Era una derrota que no se pod?a tapar, pero a partir de ah? se intent? salvar la dignidad del Ejército, culpando de las atrocidades y los excesos cometidos sobre la poblaci?n rusa a la SS, pero eximiendo de culpabilidad a los soldados. Ya en los a?os 90, lo que se intent? propagar fue que Alemania hab?a sido v?ctima, en primer lugar, de los soviéticos, obviamente, pero también de sus propios dirigentes, que abandonaron a su suerte a los soldados. Por extra?o que parezca, en la memoria alemana se presenta a una Alemania como v?ctima que se refleja en la literatura y en el cine, a través incluso de testimonios escritos por supervivientes, en los que se hace especial hincapié en el sufrimiento de los soldados. No en balde se publicaron t?tulos tan significativos como “El ejército traicionado”.
https://www.uc-4u.com/clip/d30b8236-8386-4673-9987-96ab87186f17_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Xosé Manuel Seixas, en Santiago. |
–Los rusos recibieron un apoyo log?stico de los norteamericanos, pero eso no suele decirse.
–As? es. Recibieron material bélico, veh?culos y carne procedentes de Estados Unidos, algo que reconoc?an por lo bajinis pero aduciendo que, bueno, a fin de cuentas “los muertos los pusimos nosotros”. Mientras, y sobre todo tras la guerra, a los norteamericanos tampoco les interesaba recordarlo, y por eso tanto en sus libros como en sus pel?culas, trataron del frente del Pac?fico, del Desembarco de Normand?a, de Pearl Harbour… de lo suyo, vaya.
–Es patente que una parte del discurso de Putin se dedica a recordar las haza?as de Rusia en la Segunda Guerra Mundial sum?ndolas a otras razones de la justificaci?n de la invasi?n de Ucrania. Incluso ha denunciado que la mayor parte de la poblaci?n ucraniana apoy? a los nazis. ?Esto fue cierto?
–No, no lo fue. Estamos ante una estrategia de distracci?n narrativa por parte del Kremlin que no es de ahora, que proviene del a?o 2000 con la ascensi?n de Putin*a la presidencia del Gobierno, desde la cual cultiv? como parte de la propaganda de su discurso el mito de la Gran Guerra Patria, asumiendo a su vez el discurso de la época de Breznev, en la que entre otras cosas se propag? que fue gracias al sacrificio de los rusos que, con su sangre, ofrendaron a Europa la derrota del fascismo. Como parte de ese discruso, sobre tode desde 2014 con la primera invasi?n dea Ucrania, se empez? a extender la idea de que Ucrania estaba gobernada por fascistas, y que esos fascistas estaban revisando toda la historia de la Segunda Guerra Mundial exagerando el protagonismo de un peque?o grupo de colaboracionistas ucranianos de los nazis que ellos extendieron a toda la poblaci?n de Ucrania. Y es cierto que hab?a organizaciones antisemitas y pronazis ucranianas pero, sobre todo, lo que hab?a era nacionalistas, y olvidan que estos lucharon, al mismo tiempo, contra los alemanes, contra los soviéticos y contra los resistentes polacos. Era una situaci?n muy compleja pero, ahora bien, no es verdad que la mayor?a de la poblaci?n de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial se alinease con los alemanes; como mucho, medio mill?n colaboraron de manera directa o indirecta con ellos, pero es que cuatro millones y medio de ucranianos combatieron como partisanos y como soldados del Ejército Rojo contra los nazis. Y adem?s Ucrania fue la rep?blica soviética que sufri? el mayor n?mero de v?ctimas entre su poblaci?n civil con cientos de sus aldeas destruidas por los alemanes. Y por lo que respecta a hoy mismo, la extrema derecha en Ucrania es pr?cticamente extraparlamentaria.
–?La posibilidad de la desaparici?n, f?sica o pol?tica, de Putin es una esperanza fundada para que creamos en un fin pr?ximo de la guerra??O existe un “putinismo” muy arraigado?
–Eso es meterse en la pol?tica ficci?n. Est? claro que las decisiones en el Kremlin las toma un Putin que, a veces, cuenta con algunos asesores. Y es verdad que, como ciertos sectores de la sociedad rusa, él considera que Ucrania es una parte de Rusia, o que, al menos, pertenece al mundo de influencia rusa. Eso es lo que quiere hacer Putin y ah? encuentra complicidades en una parte de la clase media rusa. ?Qué pasar?a si, por cualquier raz?n, fallece o es sustiuido? Eso no se puede saber, pero nadie nos garantiza que su sustituto fuese mejor que él.
–Hay rusos e incluso ucranianos que sostienen que los medios de comunicaci?n occidentales manipulan el enfoque del conflicto. Que ni Putin es el diablo ni que todos los ucranianos*est?n en desacuerdo con la invasi?n.
– Cierto, pero también a la inversa. Hay regiones que en 1991 votaron por su independencia de Rusia, y la propia Crimea estaba entre ellas. Lo que pasa es que en Ucrania ha habido una convivencia m?s o menos bien llevada entre ucranianos puros que hablan en su idioma, y ucranianos que hablan en ruso, por eso yo lo que creo es que*Putin cometi? un error, fruto del simplismo, que consisti? en confundir las cosas. Porque relacionar al ucraniano que habla uso con el rus?filo, es un gran error, y adem?s con resultados parad?jicos, de boomerang. Si lo analizamos bien, resulta que Putin ha hecho m?s por consolidar una identidad nacional ucraniana que los 30 a?os de independencia. Sin embargo, yo no creo que Putin sea un descerebrado; simplemente es un presidente autoritario, que no cree en los poderes legislativo y judiial, y que quiz? incluso no piense para nada en anexionarse toda Ucrania, pero s? que estaba convencido de que la brutalidad de la invasi?n, que tanto nos sorprendi? a todos, ten?a como objetivo provocar el derrumbe del Estado ucraniano, que caer?a como un castillo de naipes, para que en Kiev se instaurase un gobierno promoscovita al estilo del de Bielorrusia. Pero le sali? mal.
–?La guerra de Ucrania descubre que, en realidad, la Guerra fr?a nunca se acab??
–No, pienso que no es eso. El mundo ha cambiado mucho después de la Guerra Fr?a. De hecho, ahora mismo los grandes protagonistas en la sombra*son China y la India, dos potencias a las que Rusia tiene muy en cuenta.
–Pero la chispa salt? cuando Rusia se sinti? atacada al anunciar Ucrania su intenci?n de integrarse en la OTAN. O eso alegan los rusos.
–Yo creo que eso no fue m?s que un recurso ret?rico, una estrategia propagandista rusa. Es verdad que la OTAN, en 2008, se mostr? dispuesta a considerar la posible integraci?n de Ucrania, pero de aquello no volvi? a hablarse en serio. Curiosamente, otro efecto boomerang de la maniobra de Putin en Ucrania es que hayan surgido otros pa?ses, como Finlandia, que*han solicitado*entrar en la OTAN porque se sienten amenazados por Rusia. Y que en vez de avanzar en una estrategia com?n de defensa europea, en la que también podr?a participar Rusia, estamos volviendo a depender de Estados Unidos.
–Cuando los pa?ses occidentales decidieron enviar armamento a Ucrania, se deseaba conseguir una paz que no humillase a Rusia. Pero a esta alturas…
–Yo pienso que en esta guerra nos est? yendo mal a todos. Hemos pasado de preguntarnos si era posile que Ucrania resistiese, a creer que Ucrania puede ganar la guerra. En esa escalada, una derrota ser?a el fin del régimen de Putin. A estas alturas, a m? me parece que lo que*él busca es una salida honrosa que le permita presentarse ante su poblaci?n con una “victoria” mediante una suerted de paz por territorios, anexion?ndose, cuando menos, Crimea y Lugansk.
–Pero ahora mismo Ucrania no est? dispuesta a eso.
–No, porque ahora considera que puede ganar. Es obvio que hay que negociar, y que en alg?n momento tendr?n que hablar, pero me temo que estando Putin ah? lo veo dif?cil,porque si hace concesiones, pierde*legitimidades y, en consecuencia, pierde el poder.
–?Es impensable un derrocamiento desde dentro?
–Esa no es una opci?n realista. Para empezar, porque el Ejército ruso nunca ha tenido hist?ricamente una intenci?n intervencionista. Por otra parte, en tiempos de la Uni?n Soviética el poder estaba m?s colegiado: hab?a un presidente, pero también un Politbur?, estaba el*Comité Central del Partido Comunista con su Secretario General y una serie de instancias influyentes, pero a m? me da la sensaci?n de que Putin est? solo*en su c?pula de poder, y sin embargo, tiene una capacidad incontestable de control de los resortes del poder.La oposici?n no est?*amenazando realmente su poder. Adem?s, en la movilizaci?n de reservistas tiene mucho cuidado:_ev ita que los hijos de la clase media de Mosc? o de San Petesburgo vayan a la guerra, y a quienes est?n reclutando es a gente de minor?as étnicas y haciendo pasar*por voluntarios a mercenarios. Por eso se dice, y con raz?n, que los ucranianos saben por lo que luchan, pero los rusos no. Mi impresi?n es que esta guerra puede enquistarse y durar dos, tres o cuatro a?os m?s.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/xose-manuel-seixas-ucrania-apoyo-82161390)
–?El resultado de batalla de Stalingrado marc? el principio del fin de la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial?
–S?, eso est? bastante claro. Stalingrado supuso un punto de inflexi?n tanto para la propia guerra germano-soviética como para el resultado final de la guerra. Tras la batalla, los alemanes dejaron de avanzar y, pese a que intentaron volver a tomar la iniciativa en Kursk, lo de Stalingrado les produjo tama?o desgaste militar que, aunque no se derrumb? del todo, Alemania inici? un progresivo retroceso del que ya no se pudo recuperar.
El autor Xosé M. N??ez Seixas nos cuenta qué encontraremos en su nuevo ensayo #VolverAStalingrado (https://twitter.com/hashtag/VolverAStalingrado?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw). El frente del este en la memoria europea (1945 - 2021)", que llegar? a las librer?as el 14 de septiembre. pic.twitter.com/HFbw4zXCas (https://t.co/HFbw4zXCas)
— Galaxia Gutenberg (@G_Gutenberg) 26 de agosto de 2022 (https://twitter.com/G_Gutenberg/status/1563179668169076737?ref_src=twsrc%5Etfw)–La batalla (o asedio) dur? desde el*23 de agosto de 1942 hasta el 2 de febrero de 1943. Empez? en verano y remat? en invierno. ?Por qué los alemanes no se retiraron antes y por qué los rusos pusieron tanto empe?o en resistir, pese a la masacre de bajas que estaban sufriendo?
–Es una cuesti?n que todav?a contin?a debatiéndose. En principio, los alemanes lo que quer?an era prevenir un posible contraataque soviético. Esa fue la primera finalidad de las tropas de Hitler, pero este objetivo qued? tapado por la obsesi?n personal del Führer por conquistar la ciudad que llevaba el nombre del l?der del enemigo, de Stalin, quien a su vez respondi? a esa obsesi?n de Hitler con la suya propia por defender “su” ciudad. Fue un duelo de egos.
–?Qué papel desempe?? la Divisi?n Azul en esa batalla? ?Hubo espa?oles combatiendo en Stalingrado?
–La Divisi?n Azul no estuvo all?, porque estaba radicada en el frente sur. Pero s? que hubo espa?oles, sobre todo republicanos exiliados, en el bando soviético. Entre ellos estaba Rubén Ruiz Ib?rruri,*hijo de La Pasionaria, que falleci? en combate y en cuyo honor se erigi? una estatua.
–M?s que en describir la batalla, su libro est? enfocado en su memoria, es decir, en c?mo se recuerda Stalingrado. En Rusia se destac? como “acto heroico del pueblo” pero ?c?mo retrata esa masacre la memoria alemana?
–Hasta los a?os 70 del siglo pasado, en Alemania la memoria de Stalingrado era humillante. Era una derrota que no se pod?a tapar, pero a partir de ah? se intent? salvar la dignidad del Ejército, culpando de las atrocidades y los excesos cometidos sobre la poblaci?n rusa a la SS, pero eximiendo de culpabilidad a los soldados. Ya en los a?os 90, lo que se intent? propagar fue que Alemania hab?a sido v?ctima, en primer lugar, de los soviéticos, obviamente, pero también de sus propios dirigentes, que abandonaron a su suerte a los soldados. Por extra?o que parezca, en la memoria alemana se presenta a una Alemania como v?ctima que se refleja en la literatura y en el cine, a través incluso de testimonios escritos por supervivientes, en los que se hace especial hincapié en el sufrimiento de los soldados. No en balde se publicaron t?tulos tan significativos como “El ejército traicionado”.
https://www.uc-4u.com/clip/d30b8236-8386-4673-9987-96ab87186f17_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Xosé Manuel Seixas, en Santiago. |
–Los rusos recibieron un apoyo log?stico de los norteamericanos, pero eso no suele decirse.
–As? es. Recibieron material bélico, veh?culos y carne procedentes de Estados Unidos, algo que reconoc?an por lo bajinis pero aduciendo que, bueno, a fin de cuentas “los muertos los pusimos nosotros”. Mientras, y sobre todo tras la guerra, a los norteamericanos tampoco les interesaba recordarlo, y por eso tanto en sus libros como en sus pel?culas, trataron del frente del Pac?fico, del Desembarco de Normand?a, de Pearl Harbour… de lo suyo, vaya.
–Es patente que una parte del discurso de Putin se dedica a recordar las haza?as de Rusia en la Segunda Guerra Mundial sum?ndolas a otras razones de la justificaci?n de la invasi?n de Ucrania. Incluso ha denunciado que la mayor parte de la poblaci?n ucraniana apoy? a los nazis. ?Esto fue cierto?
–No, no lo fue. Estamos ante una estrategia de distracci?n narrativa por parte del Kremlin que no es de ahora, que proviene del a?o 2000 con la ascensi?n de Putin*a la presidencia del Gobierno, desde la cual cultiv? como parte de la propaganda de su discurso el mito de la Gran Guerra Patria, asumiendo a su vez el discurso de la época de Breznev, en la que entre otras cosas se propag? que fue gracias al sacrificio de los rusos que, con su sangre, ofrendaron a Europa la derrota del fascismo. Como parte de ese discruso, sobre tode desde 2014 con la primera invasi?n dea Ucrania, se empez? a extender la idea de que Ucrania estaba gobernada por fascistas, y que esos fascistas estaban revisando toda la historia de la Segunda Guerra Mundial exagerando el protagonismo de un peque?o grupo de colaboracionistas ucranianos de los nazis que ellos extendieron a toda la poblaci?n de Ucrania. Y es cierto que hab?a organizaciones antisemitas y pronazis ucranianas pero, sobre todo, lo que hab?a era nacionalistas, y olvidan que estos lucharon, al mismo tiempo, contra los alemanes, contra los soviéticos y contra los resistentes polacos. Era una situaci?n muy compleja pero, ahora bien, no es verdad que la mayor?a de la poblaci?n de Ucrania en la Segunda Guerra Mundial se alinease con los alemanes; como mucho, medio mill?n colaboraron de manera directa o indirecta con ellos, pero es que cuatro millones y medio de ucranianos combatieron como partisanos y como soldados del Ejército Rojo contra los nazis. Y adem?s Ucrania fue la rep?blica soviética que sufri? el mayor n?mero de v?ctimas entre su poblaci?n civil con cientos de sus aldeas destruidas por los alemanes. Y por lo que respecta a hoy mismo, la extrema derecha en Ucrania es pr?cticamente extraparlamentaria.
–?La posibilidad de la desaparici?n, f?sica o pol?tica, de Putin es una esperanza fundada para que creamos en un fin pr?ximo de la guerra??O existe un “putinismo” muy arraigado?
–Eso es meterse en la pol?tica ficci?n. Est? claro que las decisiones en el Kremlin las toma un Putin que, a veces, cuenta con algunos asesores. Y es verdad que, como ciertos sectores de la sociedad rusa, él considera que Ucrania es una parte de Rusia, o que, al menos, pertenece al mundo de influencia rusa. Eso es lo que quiere hacer Putin y ah? encuentra complicidades en una parte de la clase media rusa. ?Qué pasar?a si, por cualquier raz?n, fallece o es sustiuido? Eso no se puede saber, pero nadie nos garantiza que su sustituto fuese mejor que él.
–Hay rusos e incluso ucranianos que sostienen que los medios de comunicaci?n occidentales manipulan el enfoque del conflicto. Que ni Putin es el diablo ni que todos los ucranianos*est?n en desacuerdo con la invasi?n.
– Cierto, pero también a la inversa. Hay regiones que en 1991 votaron por su independencia de Rusia, y la propia Crimea estaba entre ellas. Lo que pasa es que en Ucrania ha habido una convivencia m?s o menos bien llevada entre ucranianos puros que hablan en su idioma, y ucranianos que hablan en ruso, por eso yo lo que creo es que*Putin cometi? un error, fruto del simplismo, que consisti? en confundir las cosas. Porque relacionar al ucraniano que habla uso con el rus?filo, es un gran error, y adem?s con resultados parad?jicos, de boomerang. Si lo analizamos bien, resulta que Putin ha hecho m?s por consolidar una identidad nacional ucraniana que los 30 a?os de independencia. Sin embargo, yo no creo que Putin sea un descerebrado; simplemente es un presidente autoritario, que no cree en los poderes legislativo y judiial, y que quiz? incluso no piense para nada en anexionarse toda Ucrania, pero s? que estaba convencido de que la brutalidad de la invasi?n, que tanto nos sorprendi? a todos, ten?a como objetivo provocar el derrumbe del Estado ucraniano, que caer?a como un castillo de naipes, para que en Kiev se instaurase un gobierno promoscovita al estilo del de Bielorrusia. Pero le sali? mal.
–?La guerra de Ucrania descubre que, en realidad, la Guerra fr?a nunca se acab??
–No, pienso que no es eso. El mundo ha cambiado mucho después de la Guerra Fr?a. De hecho, ahora mismo los grandes protagonistas en la sombra*son China y la India, dos potencias a las que Rusia tiene muy en cuenta.
–Pero la chispa salt? cuando Rusia se sinti? atacada al anunciar Ucrania su intenci?n de integrarse en la OTAN. O eso alegan los rusos.
–Yo creo que eso no fue m?s que un recurso ret?rico, una estrategia propagandista rusa. Es verdad que la OTAN, en 2008, se mostr? dispuesta a considerar la posible integraci?n de Ucrania, pero de aquello no volvi? a hablarse en serio. Curiosamente, otro efecto boomerang de la maniobra de Putin en Ucrania es que hayan surgido otros pa?ses, como Finlandia, que*han solicitado*entrar en la OTAN porque se sienten amenazados por Rusia. Y que en vez de avanzar en una estrategia com?n de defensa europea, en la que también podr?a participar Rusia, estamos volviendo a depender de Estados Unidos.
–Cuando los pa?ses occidentales decidieron enviar armamento a Ucrania, se deseaba conseguir una paz que no humillase a Rusia. Pero a esta alturas…
–Yo pienso que en esta guerra nos est? yendo mal a todos. Hemos pasado de preguntarnos si era posile que Ucrania resistiese, a creer que Ucrania puede ganar la guerra. En esa escalada, una derrota ser?a el fin del régimen de Putin. A estas alturas, a m? me parece que lo que*él busca es una salida honrosa que le permita presentarse ante su poblaci?n con una “victoria” mediante una suerted de paz por territorios, anexion?ndose, cuando menos, Crimea y Lugansk.
–Pero ahora mismo Ucrania no est? dispuesta a eso.
–No, porque ahora considera que puede ganar. Es obvio que hay que negociar, y que en alg?n momento tendr?n que hablar, pero me temo que estando Putin ah? lo veo dif?cil,porque si hace concesiones, pierde*legitimidades y, en consecuencia, pierde el poder.
–?Es impensable un derrocamiento desde dentro?
–Esa no es una opci?n realista. Para empezar, porque el Ejército ruso nunca ha tenido hist?ricamente una intenci?n intervencionista. Por otra parte, en tiempos de la Uni?n Soviética el poder estaba m?s colegiado: hab?a un presidente, pero también un Politbur?, estaba el*Comité Central del Partido Comunista con su Secretario General y una serie de instancias influyentes, pero a m? me da la sensaci?n de que Putin est? solo*en su c?pula de poder, y sin embargo, tiene una capacidad incontestable de control de los resortes del poder.La oposici?n no est?*amenazando realmente su poder. Adem?s, en la movilizaci?n de reservistas tiene mucho cuidado:_ev ita que los hijos de la clase media de Mosc? o de San Petesburgo vayan a la guerra, y a quienes est?n reclutando es a gente de minor?as étnicas y haciendo pasar*por voluntarios a mercenarios. Por eso se dice, y con raz?n, que los ucranianos saben por lo que luchan, pero los rusos no. Mi impresi?n es que esta guerra puede enquistarse y durar dos, tres o cuatro a?os m?s.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/xose-manuel-seixas-ucrania-apoyo-82161390)