الريــم
01-27-2023, 05:13 PM
Ricardo Gil Lavedra es ahora un ciudadano de 74 a?os que, en 1985, fue uno de los jueces m?s j?venes que abord? la abrumadora tarea de estar entre los seis letrados que juzgaron a las Juntas Militares argentinas.
En la fotograf?a que ilustra la portada del libro que acaba de publicar en Argentina y en Espa?a (La hermandad de los astronautas. El juicio a las Juntas Argentinas por dentro, Debate (https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/314854-ebook-la-hermandad-de-los-astronautas-9789500768245)) es aquel joven que posa como parte del tribunal al que se tuvo que convencer Julio Strassera, el fiscal que ahora pasa a la historia, también, por ser el protagonista mayor de la pel?cula Argentina 1985 en la que Ricardo Dar?n lo encarna como un fumador empedernido y como un ciudadano que asumi? lo imposible: juzgar a quienes hab?an sido arrogantes criminales que usaron el poder para someter a un pueblo.
En esa foto aquel Gil Lavedra joven, de bigote descendente, corbata a rayas blancas y rojas, camisa clara y traje oscuro, mira hacia adelante como quien espera una pregunta. Despejada la respuesta al final de sesiones que fueron tensas como una batalla en el mar, y a?os después de que todo fuera el final de una pesadilla, ha escrito este libro cuando ya es hombre de barba blanca, vestido como un caballero que est? de viaje y que en el curso de éste responde preguntas sobre aquella inmensa tarea que, en el libro, acaba con una comida de fraternidad con sus colegas y con los fiscales que tuvieron la misi?n, por ejemplo, de condenar a la pena mayor al principal de aquellos dictadores, Jorge Rafael Videla. Tras el juicio fue, entre otros cargos o encargos, ministro de Justicia de Ra?l Alfons?n (de la Uni?n C?vica Radical). Como abogado en ejercicio tuvo, entre otros clientes, a Diego Armando Maradona. Hablamos con él en un hotel de Madrid. No reh?ye pregunta alguna y te mira como en la portada del libro, un joven esperando preguntas.
P. ?C?mo vivi? como ciudadano, no como juez, el que pudiéramos decir que es el episodio negro argentino m?s reciente?R. Bueno, nos hab?an acostumbrado a no mirar el pasado porque eso significaba reabrir heridas, y que hab?a que mirar para adelante: lo pasado pisado, y ya. Lo l?gico era que el presidente Ra?l Alfons?n hubiera seguido esa tendencia, pero dijo que no y tom? una decisi?n dif?cil: juzgar a los militares de la dictadura.
P. ?C?mo lleg? Argentina a ser una dictadura?R. En la Guerra Fr?a fueron apareciendo grupos insurgentes en toda Latinoamérica que comet?an atentados, secuestros, asesinatos… para desestabilizar al gobierno y alcanzar el poder. Yo no estoy de acuerdo en reivindicar esas luchas, porque ser?a reivindicar la violencia. En Argentina, durante el gobierno de Per?n, se le dieron varias facultades a las fuerzas armadas para combatirlas, pero dentro de la ley. Luego, con la excusa de combatir el terrorismo, los militares destituyeron al gobierno peronista. Lo que quer?an era el poder pol?tico y, desde la cima del poder pol?tico, instituyeron el secuestro de cualquier sospechoso de ser terrorista, llevarlo a un lugar de detenci?n, torturarlo para sacarle informaci?n y luego meterlo preso o asesinarlo. Y todo en el m?s absoluto secreto y mintiéndole a los familiares. Tiraban a la gente al mar o los met?an en fosas comunes. Terrible. ?C?mo era posible que el Estado, que era la Junta Militar, pudiera hacer eso? Grav?simo. Los jueces les preguntaban a los militares si ten?an a tal o cual persona y respond?an que no. Y el juez no sospechaba nada. A los familiares que iban a preguntar por sus seres queridos los hac?an ir al Ministerio del Interior y los sumerg?an en un mont?n de tr?mites burocr?ticos que los mareaban y no serv?an para nada. En 1983, los partidos pol?ticos piden una salida democr?tica y le piden a la Junta Militar la lista de los desaparecidos. S?lo eso, no quer?an juzgarlos.
P. Luego Alfons?n s? se atrevi?.
R. S?. No sé por qué, pero se atrevi?. Alfons?n pens? que la democracia necesitaba resolver eso. Pero hacerles un juico civil a los militares pod?a poner en peligro la Transici?n. As? que dijo: que se juzguen a s? mismos. Eso fue lo primero que plante? en el Congreso pero ah?, en el Congreso, las cosas fueron cambiando hasta que desembocaron en lo que ya sabemos. Es que Alfons?n era un gran dem?crata y para él era inadmisible no responsabilizar a quien caus? todo aquello.
P. ?Y todo se debe a Alfons?n?R. Bueno, yo creo que a él se le debe que dio lugar a todo el proceso.
P. Pero ahora en la pel?cula Argentina 1985 resulta que no aparece Alfons?n.
R. Es que sin Alfons?n no hubiera habido juicio, y en la pel?cula todo se presenta como si el proceso s?lo hubiera sido una consecuencia natural. Ah, y que la condena se sostiene por la labor épica de los fiscales. En realidad, el juicio fue la sucesi?n de muchos factores y acontecimientos en los que la fiscal?a s?lo es un segmento.
P. En La hermandad de los astronautas cuenta el clima, las decisiones y la camarader?a entre jueces y fiscales.
R. S?. Lo que yo quiero transmitir es que el juicio se explica por ser la obra colectiva de varios hombres que intervinieron en él. Pero… m?s que camarader?a, yo dir?a que todos operamos poniendo ideas propias, y sab?amos que ten?amos que ponernos de acuerdo.
P. ?C?mo vivieron ustedes el proceso y su final?R. El juicio qued? incrustado en la Transici?n argentina porque contribuy? a formar un consenso: nunca m?s una dictadura, nunca m?s la violencia, s? a la democracia. Y eso impuls? la igualdad de todos ante la ley. Incluso las personas m?s importantes tienen que responder por sus cr?menes ante un juez.
P. ?C?mo afrontaban los acusados las evidencias de sus actos atroces durante el juicio?R. Ten?an actitudes diferentes. Por ejemplo: Videla era muy respetuoso con el Tribunal, pero desconoc?a la competencia de éste. ?l dec?a que pod?a ser juzgado, pero por militares. Hab?a otros que eran muy desafiantes, que te miraban con sorna. Otros eran medio provocadores con sus expresiones. Otros tomaban notas. Ah, y Videla le?a un libro: Las siete palabras de Cristo.
P. ?Tuvieron alg?n gesto de arrepentimiento?R. No. Es que… el torturador le hac?a da?o a los detenidos y luego llegaba a su casa, com?a con la familia y le correg?a los deberes a sus hijos. Yo creo que, en el fondo, pensaban que lo que hac?an era salvar a la Patria, salvar a la Argentina del terrorismo.
P. ?El poder pol?tico tuvo alguna injerencia en el juicio mientras se llevaba a cabo?R. No. Parte del gobierno quer?a mantener la estrategia inicial de Alfons?n. Eso es cierto. Como que ante todo quer?an calmar los ?nimos militares. Pero esa era s?lo la opini?n de algunos.
P. Pero en la pel?cula se evoca un encuentro con Alfons?n en el que se infiere que él quer?a rebajar el tono…R. No. Eso es ficci?n. Hubo un encuentro con Alfons?n antes de que empezara el juicio. Alfons?n le dijo a Strassera: “Yo no tengo nada que encomendarle, s?lo que no se vuelva loco.” Y Strassera le dijo: “Qué tarde presidente. Ya estoy loco”.
P. ?Pues eso est? mejor que lo que sale en la pel?cula!
R. La pel?cula est? bien porque ha tra?do a la luz todo esto. Pero les falt? rigor hist?rico. No necesitaban inventar nada, la realidad es mejor que lo que inventaron los guionistas.
P. ?Qué papel jug? el peronismo en la resoluci?n del conflicto con los militares?R. El peronismo tuvo facetas cambiantes. Antes de las elecciones, lo que el peronismo propon?a era impunidad. En el Congreso, el peronismo acompa?? la nulidad de la Ley de Amnist?a y las reformas al c?digo de justicia militar. Pero también se neg? a que hubiera una comisi?n de la verdad. Después del juicio, el peronismo se puso de parte de Alfons?n. As? se movi?. Pero como Alfons?n tuvo tres levantamientos militares, pues… bueno: sirvi? que lo apoyaran. Porque apoyar a Alfons?n era apoyar la democracia. Pero luego, en la época de Menem, el peronismo indult?. Los procesos que hab?an quedado abiertos los indult? e indult? a los comandantes. Luego, con el kirchnerismo, el peronismo apoy? la reapertura de los juicios, que todav?a est?n terminando. Bajaron un cuadro de Videla del Colegio Militar y le han cambiado el pr?logo al Nunca M?s [el informe emitido por la Comisi?n Nacional sobre la Desaparici?n de Personas durante la dictadura argentina] y han querido adue?arse del tema.
P. El Nunca m?s fue dirigido por Ernesto S?bato. ?Qué cambios le hicieron al pr?logo?R. Reivindicar a los grupos armados que fueron combatidos por los militares. Los presentaron como actos de una juventud idealista. Pero los hechos son los hechos. Los asesinatos son los asesinatos. Dec?an que en el pr?logo anterior se equiparaba el terrorismo anterior con lo que hicieron los militares y por supuesto que no es equiparable. El de los militares es terrorismo de Estado y lo anterior es delincuencia, s?. Pero… tampoco eran simples actos de la juventud idealista.
P. ?Usted sinti? miedo durante el juicio?R. No, no tuve miedo personal. No me llegaron amenazas a mi casa, por ejemplo. No quise que me pusieran escoltas. ?Nos dieron una pistola .45! Quer?an que la llev?ramos encima. ?Por supuesto que no! No. El ?nico temor que sent?a era que el juicio fracasara.
P. ?Cu?ndo supo que eso no ocurrir?a?R. Después de las primeras semanas del juicio. Después del primer mes, digamos, noté que ten?amos las riendas. Ah? sent? que se pod?a. Pero la tarea era cicl?pea, ?no?
P. Pero luego lleg? aquella cena que se extendi? m?s all? de la madrugada con jueces y fiscales, tras el juicio…R. Eso fue la catarsis: liberar la tensi?n acumulada durante tantas horas. Bebimos, bailamos, cantamos…
P. ?Y redactaron la sentencia en una pizzer?a, como se ve en la pel?cula?R. ?Noooo! ?Eso es Hollywood! Lo que ocurri? fue que después de horas de discutir y no ponernos de acuerdo, fuimos a comer a una pizzer?a y ah? ya apareci? el acuerdo. Eso s?: ah? nos pusimos de acuerdo. Pero nada m?s.
P. ?C?mo fue su carrera después de eso?R. Por poco tiempo fui viceministro de Interior. Luego, cuando se acab? el gobierno de Alfons?n, continué ejerciendo de abogado. También estuve en el Comité contra la Tortura en Naciones Unidas. Fui Ministro de Justicia. Fui diputado. Pero… yo soy un abogado. Siempre he sido un abogado.
P. Y as? tuvo como cliente a Diego Armando Maradona.
R. Bueno, entre otros tantos. S?. Maradona era un buen tipo. Generoso, inteligente. Con mucha facilidad para comunicar. Aunque… bueno: arrastraba la drogadicci?n. El personaje termin? aplastando a la persona.
P. Usted fue con otros colegas suyos a contar ante colegas de Oslo la historia del juicio como un elemento capital de la historia de la defensa de los derechos humanos en el siglo XX.R. Nosotros llevamos los papeles del juicio a Oslo, porque se tem?a que se perdieran. Llegamos y nos dieron un gran recibimiento, todas las altas autoridades nos agasajaron. Nos trataron como unos héroes. Ellos padecieron mucho la ocupaci?n nazi y son muy sensibles con los derechos humanos. Bueno, pues ellos nos dieron la certificaci?n del impacto internacional que hab?amos tenido.
P. En Espa?a la pel?cula ha reavivado la idea de que aqu? también hubiera sido necesario un juicio a la larga dictadura de Franco.R. Es que cada pa?s busca la mejor manera de afrontar su pasado. ?Ten?an que haber mirado el pasado o hacer lo que hicieron: mirar al futuro? No lo sé. Eso s?lo lo pueden responder los espa?oles. Lo ?nico que yo digo es: la verdad tiene un efecto reparador. Las heridas se cierran con la verdad. Nada m?s.
P. Ahora en Argentina hay otro juicio, el que se re realiza contra Cristina Kirchner, viuda del presidente Kirchner, expresidenta ella misma y ahora vicepresidenta del Gobierno argentino. Se dice que es una persecuci?n pol?tica. ?Usted c?mo lo ve?R. Yo no creo que haya una persecuci?n pol?tica. Cristina, y cualquier ciudadano que sea juzgado, tiene derecho al debido proceso. Si ah? hay alguna alteraci?n, tiene que resolverse. Pero no puedes decir que cuando te juzgan a ti es por persecuci?n pol?tica y que cuando juzgan a los dem?s, no.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ricardo-gil-lavedra-juez-proceso-82090260)
En la fotograf?a que ilustra la portada del libro que acaba de publicar en Argentina y en Espa?a (La hermandad de los astronautas. El juicio a las Juntas Argentinas por dentro, Debate (https://www.penguinlibros.com/es/tematicas/314854-ebook-la-hermandad-de-los-astronautas-9789500768245)) es aquel joven que posa como parte del tribunal al que se tuvo que convencer Julio Strassera, el fiscal que ahora pasa a la historia, también, por ser el protagonista mayor de la pel?cula Argentina 1985 en la que Ricardo Dar?n lo encarna como un fumador empedernido y como un ciudadano que asumi? lo imposible: juzgar a quienes hab?an sido arrogantes criminales que usaron el poder para someter a un pueblo.
En esa foto aquel Gil Lavedra joven, de bigote descendente, corbata a rayas blancas y rojas, camisa clara y traje oscuro, mira hacia adelante como quien espera una pregunta. Despejada la respuesta al final de sesiones que fueron tensas como una batalla en el mar, y a?os después de que todo fuera el final de una pesadilla, ha escrito este libro cuando ya es hombre de barba blanca, vestido como un caballero que est? de viaje y que en el curso de éste responde preguntas sobre aquella inmensa tarea que, en el libro, acaba con una comida de fraternidad con sus colegas y con los fiscales que tuvieron la misi?n, por ejemplo, de condenar a la pena mayor al principal de aquellos dictadores, Jorge Rafael Videla. Tras el juicio fue, entre otros cargos o encargos, ministro de Justicia de Ra?l Alfons?n (de la Uni?n C?vica Radical). Como abogado en ejercicio tuvo, entre otros clientes, a Diego Armando Maradona. Hablamos con él en un hotel de Madrid. No reh?ye pregunta alguna y te mira como en la portada del libro, un joven esperando preguntas.
P. ?C?mo vivi? como ciudadano, no como juez, el que pudiéramos decir que es el episodio negro argentino m?s reciente?R. Bueno, nos hab?an acostumbrado a no mirar el pasado porque eso significaba reabrir heridas, y que hab?a que mirar para adelante: lo pasado pisado, y ya. Lo l?gico era que el presidente Ra?l Alfons?n hubiera seguido esa tendencia, pero dijo que no y tom? una decisi?n dif?cil: juzgar a los militares de la dictadura.
P. ?C?mo lleg? Argentina a ser una dictadura?R. En la Guerra Fr?a fueron apareciendo grupos insurgentes en toda Latinoamérica que comet?an atentados, secuestros, asesinatos… para desestabilizar al gobierno y alcanzar el poder. Yo no estoy de acuerdo en reivindicar esas luchas, porque ser?a reivindicar la violencia. En Argentina, durante el gobierno de Per?n, se le dieron varias facultades a las fuerzas armadas para combatirlas, pero dentro de la ley. Luego, con la excusa de combatir el terrorismo, los militares destituyeron al gobierno peronista. Lo que quer?an era el poder pol?tico y, desde la cima del poder pol?tico, instituyeron el secuestro de cualquier sospechoso de ser terrorista, llevarlo a un lugar de detenci?n, torturarlo para sacarle informaci?n y luego meterlo preso o asesinarlo. Y todo en el m?s absoluto secreto y mintiéndole a los familiares. Tiraban a la gente al mar o los met?an en fosas comunes. Terrible. ?C?mo era posible que el Estado, que era la Junta Militar, pudiera hacer eso? Grav?simo. Los jueces les preguntaban a los militares si ten?an a tal o cual persona y respond?an que no. Y el juez no sospechaba nada. A los familiares que iban a preguntar por sus seres queridos los hac?an ir al Ministerio del Interior y los sumerg?an en un mont?n de tr?mites burocr?ticos que los mareaban y no serv?an para nada. En 1983, los partidos pol?ticos piden una salida democr?tica y le piden a la Junta Militar la lista de los desaparecidos. S?lo eso, no quer?an juzgarlos.
P. Luego Alfons?n s? se atrevi?.
R. S?. No sé por qué, pero se atrevi?. Alfons?n pens? que la democracia necesitaba resolver eso. Pero hacerles un juico civil a los militares pod?a poner en peligro la Transici?n. As? que dijo: que se juzguen a s? mismos. Eso fue lo primero que plante? en el Congreso pero ah?, en el Congreso, las cosas fueron cambiando hasta que desembocaron en lo que ya sabemos. Es que Alfons?n era un gran dem?crata y para él era inadmisible no responsabilizar a quien caus? todo aquello.
P. ?Y todo se debe a Alfons?n?R. Bueno, yo creo que a él se le debe que dio lugar a todo el proceso.
P. Pero ahora en la pel?cula Argentina 1985 resulta que no aparece Alfons?n.
R. Es que sin Alfons?n no hubiera habido juicio, y en la pel?cula todo se presenta como si el proceso s?lo hubiera sido una consecuencia natural. Ah, y que la condena se sostiene por la labor épica de los fiscales. En realidad, el juicio fue la sucesi?n de muchos factores y acontecimientos en los que la fiscal?a s?lo es un segmento.
P. En La hermandad de los astronautas cuenta el clima, las decisiones y la camarader?a entre jueces y fiscales.
R. S?. Lo que yo quiero transmitir es que el juicio se explica por ser la obra colectiva de varios hombres que intervinieron en él. Pero… m?s que camarader?a, yo dir?a que todos operamos poniendo ideas propias, y sab?amos que ten?amos que ponernos de acuerdo.
P. ?C?mo vivieron ustedes el proceso y su final?R. El juicio qued? incrustado en la Transici?n argentina porque contribuy? a formar un consenso: nunca m?s una dictadura, nunca m?s la violencia, s? a la democracia. Y eso impuls? la igualdad de todos ante la ley. Incluso las personas m?s importantes tienen que responder por sus cr?menes ante un juez.
P. ?C?mo afrontaban los acusados las evidencias de sus actos atroces durante el juicio?R. Ten?an actitudes diferentes. Por ejemplo: Videla era muy respetuoso con el Tribunal, pero desconoc?a la competencia de éste. ?l dec?a que pod?a ser juzgado, pero por militares. Hab?a otros que eran muy desafiantes, que te miraban con sorna. Otros eran medio provocadores con sus expresiones. Otros tomaban notas. Ah, y Videla le?a un libro: Las siete palabras de Cristo.
P. ?Tuvieron alg?n gesto de arrepentimiento?R. No. Es que… el torturador le hac?a da?o a los detenidos y luego llegaba a su casa, com?a con la familia y le correg?a los deberes a sus hijos. Yo creo que, en el fondo, pensaban que lo que hac?an era salvar a la Patria, salvar a la Argentina del terrorismo.
P. ?El poder pol?tico tuvo alguna injerencia en el juicio mientras se llevaba a cabo?R. No. Parte del gobierno quer?a mantener la estrategia inicial de Alfons?n. Eso es cierto. Como que ante todo quer?an calmar los ?nimos militares. Pero esa era s?lo la opini?n de algunos.
P. Pero en la pel?cula se evoca un encuentro con Alfons?n en el que se infiere que él quer?a rebajar el tono…R. No. Eso es ficci?n. Hubo un encuentro con Alfons?n antes de que empezara el juicio. Alfons?n le dijo a Strassera: “Yo no tengo nada que encomendarle, s?lo que no se vuelva loco.” Y Strassera le dijo: “Qué tarde presidente. Ya estoy loco”.
P. ?Pues eso est? mejor que lo que sale en la pel?cula!
R. La pel?cula est? bien porque ha tra?do a la luz todo esto. Pero les falt? rigor hist?rico. No necesitaban inventar nada, la realidad es mejor que lo que inventaron los guionistas.
P. ?Qué papel jug? el peronismo en la resoluci?n del conflicto con los militares?R. El peronismo tuvo facetas cambiantes. Antes de las elecciones, lo que el peronismo propon?a era impunidad. En el Congreso, el peronismo acompa?? la nulidad de la Ley de Amnist?a y las reformas al c?digo de justicia militar. Pero también se neg? a que hubiera una comisi?n de la verdad. Después del juicio, el peronismo se puso de parte de Alfons?n. As? se movi?. Pero como Alfons?n tuvo tres levantamientos militares, pues… bueno: sirvi? que lo apoyaran. Porque apoyar a Alfons?n era apoyar la democracia. Pero luego, en la época de Menem, el peronismo indult?. Los procesos que hab?an quedado abiertos los indult? e indult? a los comandantes. Luego, con el kirchnerismo, el peronismo apoy? la reapertura de los juicios, que todav?a est?n terminando. Bajaron un cuadro de Videla del Colegio Militar y le han cambiado el pr?logo al Nunca M?s [el informe emitido por la Comisi?n Nacional sobre la Desaparici?n de Personas durante la dictadura argentina] y han querido adue?arse del tema.
P. El Nunca m?s fue dirigido por Ernesto S?bato. ?Qué cambios le hicieron al pr?logo?R. Reivindicar a los grupos armados que fueron combatidos por los militares. Los presentaron como actos de una juventud idealista. Pero los hechos son los hechos. Los asesinatos son los asesinatos. Dec?an que en el pr?logo anterior se equiparaba el terrorismo anterior con lo que hicieron los militares y por supuesto que no es equiparable. El de los militares es terrorismo de Estado y lo anterior es delincuencia, s?. Pero… tampoco eran simples actos de la juventud idealista.
P. ?Usted sinti? miedo durante el juicio?R. No, no tuve miedo personal. No me llegaron amenazas a mi casa, por ejemplo. No quise que me pusieran escoltas. ?Nos dieron una pistola .45! Quer?an que la llev?ramos encima. ?Por supuesto que no! No. El ?nico temor que sent?a era que el juicio fracasara.
P. ?Cu?ndo supo que eso no ocurrir?a?R. Después de las primeras semanas del juicio. Después del primer mes, digamos, noté que ten?amos las riendas. Ah? sent? que se pod?a. Pero la tarea era cicl?pea, ?no?
P. Pero luego lleg? aquella cena que se extendi? m?s all? de la madrugada con jueces y fiscales, tras el juicio…R. Eso fue la catarsis: liberar la tensi?n acumulada durante tantas horas. Bebimos, bailamos, cantamos…
P. ?Y redactaron la sentencia en una pizzer?a, como se ve en la pel?cula?R. ?Noooo! ?Eso es Hollywood! Lo que ocurri? fue que después de horas de discutir y no ponernos de acuerdo, fuimos a comer a una pizzer?a y ah? ya apareci? el acuerdo. Eso s?: ah? nos pusimos de acuerdo. Pero nada m?s.
P. ?C?mo fue su carrera después de eso?R. Por poco tiempo fui viceministro de Interior. Luego, cuando se acab? el gobierno de Alfons?n, continué ejerciendo de abogado. También estuve en el Comité contra la Tortura en Naciones Unidas. Fui Ministro de Justicia. Fui diputado. Pero… yo soy un abogado. Siempre he sido un abogado.
P. Y as? tuvo como cliente a Diego Armando Maradona.
R. Bueno, entre otros tantos. S?. Maradona era un buen tipo. Generoso, inteligente. Con mucha facilidad para comunicar. Aunque… bueno: arrastraba la drogadicci?n. El personaje termin? aplastando a la persona.
P. Usted fue con otros colegas suyos a contar ante colegas de Oslo la historia del juicio como un elemento capital de la historia de la defensa de los derechos humanos en el siglo XX.R. Nosotros llevamos los papeles del juicio a Oslo, porque se tem?a que se perdieran. Llegamos y nos dieron un gran recibimiento, todas las altas autoridades nos agasajaron. Nos trataron como unos héroes. Ellos padecieron mucho la ocupaci?n nazi y son muy sensibles con los derechos humanos. Bueno, pues ellos nos dieron la certificaci?n del impacto internacional que hab?amos tenido.
P. En Espa?a la pel?cula ha reavivado la idea de que aqu? también hubiera sido necesario un juicio a la larga dictadura de Franco.R. Es que cada pa?s busca la mejor manera de afrontar su pasado. ?Ten?an que haber mirado el pasado o hacer lo que hicieron: mirar al futuro? No lo sé. Eso s?lo lo pueden responder los espa?oles. Lo ?nico que yo digo es: la verdad tiene un efecto reparador. Las heridas se cierran con la verdad. Nada m?s.
P. Ahora en Argentina hay otro juicio, el que se re realiza contra Cristina Kirchner, viuda del presidente Kirchner, expresidenta ella misma y ahora vicepresidenta del Gobierno argentino. Se dice que es una persecuci?n pol?tica. ?Usted c?mo lo ve?R. Yo no creo que haya una persecuci?n pol?tica. Cristina, y cualquier ciudadano que sea juzgado, tiene derecho al debido proceso. Si ah? hay alguna alteraci?n, tiene que resolverse. Pero no puedes decir que cuando te juzgan a ti es por persecuci?n pol?tica y que cuando juzgan a los dem?s, no.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ricardo-gil-lavedra-juez-proceso-82090260)