الريــم
01-26-2023, 01:39 AM
Hay viajes que solo pueden hacerse en solitario. El regreso de Marc Marginedas a Raqqa es uno de ellos. Poco importa que el reportero y corresponsal de guerra de El Peri?dico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica volviera a esa ciudad del norte de Siria rodeado de gente y de c?maras, porque en realidad nadie pod?a acompa?ar a Marginedas en ese viaje. Estar junto a él, s?. Filmar sus gestos y sus miradas, también. Recoger sus impresiones, sin duda. Pero vivir lo que él viv?a y sentir lo que él sent?a…, eso no es posible. Marc Marginedas estaba solo cuando regres? a la orilla del ?ufrates, el r?o b?blico que provey? el agua que hizo florecer la primera civilizaci?n del mundo, para revivir los 178 d?as que pas? all? cautivo de Estado Isl?mico.
Ese reencuentro con un pasado doloroso que ha dejado tantas heridas como interrogantes es el eje narrativo de ‘Regreso a Raqqa’, el documental de Albert Solé y Ra?l Cuevas que se estrena el viernes y que se present? el miércoles en el cine Phenomena, en una proyecci?n especial en la que un numeroso grupo de familiares, amigos, compa?eros y colegas de Marginedas han podido, si no acompa?arle en su periplo ?ntimo, s? al menos brindarle testimonio de su afecto y admiraci?n. Y aprender de sus palabras y de sus silencios. Y emocionarse con el valoroso ejemplo de resiliencia, empat?a y humildad que despliega en la pel?cula.
Dec?amos al principio que nadie pod?a acompa?ar de verdad a Marginedas en su regreso a Raqqa, y no es del todo cierto. Hay una veintena de personas que s? se hubieran podido reconocer en la experiencia que el reportero barcelonés vivi? en su reencuentro con el paisaje sirio. Son los periodistas y cooperantes que entre 2013 y 2014 compartieron cautiverio con él en las celdas de Estado Isl?mico. Algunos, como el periodista de ‘El Mundo’ Javier Espinosa y el fot?grafo danés Daniel Rye, participan en el documental. Otros (recordemos sus nombres: James Foley, Alan Henning, Peter Kassig, David Haines, Kayla Mueller, Steven Sotloff…) no tuvieron la fortuna de salir con vida de aquel infierno.
Reporterismo y soledad
“Hablar de reporterismo en profundidad es hablar de soledad”, afirm? Plàcid Garcia-Planas, corresponsal de guerra de ‘La Vanguardia’, en los parlamentos previos a la proyecci?n de ‘Regreso a Raqqa’. Tal vez por eso a Marginedas se lo ve?a tan inc?modo -felizmente inc?modo- al verse el centro de un multitudinario acto social como el que se vivi? en el cine Phenomena. “Marc lo est? pasando fatal. Tan mal como cualquiera de nosotros lo pasar?a en un escenario de guerra, donde él, en cambio, estar?a tan confortable”, apunt? Albert S?ez, director de El Peri?dico de Catalunya.
S?ez se?al? que, para este diario, la existencia del documental de Albert Solé y Ra?l Cuevas es “un gran motivo de orgullo”. Entre otras razones porque, a?adi?, “Marc nos representa mucho mejor de lo que somos”. Resulta dif?cil disentir de esta valoraci?n cuando uno ve en pantalla, por ejemplo, c?mo Marginedas aprovecha una visita a un campo de refugiados para desvincularsede su condici?n de protagonista de la pel?cula e interesarse, en cambio, por las condiciones de vida de la gente que all? malvive, por sus opiniones, sus sentimientos y sus expectativas.
B?squeda de respuestas
Son momentos como ese, m?s que sus propias palabras en las entrevistas que est? haciendo estos d?as (a su pesar), los que revelan lo que ha supuesto ‘Regreso a Raqqa’ para Marginedas. ?l habla de “dar carpetazo al pasado” y de “cerrar un cap?tulo” de su vida. Pero se hace dif?cil no ver en ese viaje de vuelta al lugar en el que hace una década permaneci? cautivo y sufri? torturas y humillaciones -el coraz?n del terror- una b?squeda desesperada de respuestas. Nada hay m?s frustrante para el reportero que no poder explicar algo a sus lectores porque uno mismo es incapaz de entenderlo. Marginedas, tuétano de periodista, trata de encontrar un sentido a su secuestro y va arrancando aqu? y all? jirones de significado y conectando el pasado con el presente. Y es esa tensi?n la que da aliento a una pel?cula necesaria que, como sentenci? Albert Solé, “explica una historia y muchas a la vez”.
En 2013, Marginedas viaj? a Siria porque quer?a relatar al mundo los padecimientos de una poblaci?n civil condenada a cohabitar con una guerra despiadada. Al cabo de 10 a?os, sus prioridades no han cambiado. “Nuestro cautiverio no es nada comparado con el sufrimiento de esta gente”, afirma en un momento de ‘Regreso a Raqqa’. La larga y c?lida ovaci?n que sigui? a la proyecci?n premi? las muchas virtudes del filme, s?, pero también la conmnovedora entereza de un periodista ejemplar y un ser humano admirable.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/conmovedor-viaje-marginedas-corazon-terror-81991067)
Ese reencuentro con un pasado doloroso que ha dejado tantas heridas como interrogantes es el eje narrativo de ‘Regreso a Raqqa’, el documental de Albert Solé y Ra?l Cuevas que se estrena el viernes y que se present? el miércoles en el cine Phenomena, en una proyecci?n especial en la que un numeroso grupo de familiares, amigos, compa?eros y colegas de Marginedas han podido, si no acompa?arle en su periplo ?ntimo, s? al menos brindarle testimonio de su afecto y admiraci?n. Y aprender de sus palabras y de sus silencios. Y emocionarse con el valoroso ejemplo de resiliencia, empat?a y humildad que despliega en la pel?cula.
Dec?amos al principio que nadie pod?a acompa?ar de verdad a Marginedas en su regreso a Raqqa, y no es del todo cierto. Hay una veintena de personas que s? se hubieran podido reconocer en la experiencia que el reportero barcelonés vivi? en su reencuentro con el paisaje sirio. Son los periodistas y cooperantes que entre 2013 y 2014 compartieron cautiverio con él en las celdas de Estado Isl?mico. Algunos, como el periodista de ‘El Mundo’ Javier Espinosa y el fot?grafo danés Daniel Rye, participan en el documental. Otros (recordemos sus nombres: James Foley, Alan Henning, Peter Kassig, David Haines, Kayla Mueller, Steven Sotloff…) no tuvieron la fortuna de salir con vida de aquel infierno.
Reporterismo y soledad
“Hablar de reporterismo en profundidad es hablar de soledad”, afirm? Plàcid Garcia-Planas, corresponsal de guerra de ‘La Vanguardia’, en los parlamentos previos a la proyecci?n de ‘Regreso a Raqqa’. Tal vez por eso a Marginedas se lo ve?a tan inc?modo -felizmente inc?modo- al verse el centro de un multitudinario acto social como el que se vivi? en el cine Phenomena. “Marc lo est? pasando fatal. Tan mal como cualquiera de nosotros lo pasar?a en un escenario de guerra, donde él, en cambio, estar?a tan confortable”, apunt? Albert S?ez, director de El Peri?dico de Catalunya.
S?ez se?al? que, para este diario, la existencia del documental de Albert Solé y Ra?l Cuevas es “un gran motivo de orgullo”. Entre otras razones porque, a?adi?, “Marc nos representa mucho mejor de lo que somos”. Resulta dif?cil disentir de esta valoraci?n cuando uno ve en pantalla, por ejemplo, c?mo Marginedas aprovecha una visita a un campo de refugiados para desvincularsede su condici?n de protagonista de la pel?cula e interesarse, en cambio, por las condiciones de vida de la gente que all? malvive, por sus opiniones, sus sentimientos y sus expectativas.
B?squeda de respuestas
Son momentos como ese, m?s que sus propias palabras en las entrevistas que est? haciendo estos d?as (a su pesar), los que revelan lo que ha supuesto ‘Regreso a Raqqa’ para Marginedas. ?l habla de “dar carpetazo al pasado” y de “cerrar un cap?tulo” de su vida. Pero se hace dif?cil no ver en ese viaje de vuelta al lugar en el que hace una década permaneci? cautivo y sufri? torturas y humillaciones -el coraz?n del terror- una b?squeda desesperada de respuestas. Nada hay m?s frustrante para el reportero que no poder explicar algo a sus lectores porque uno mismo es incapaz de entenderlo. Marginedas, tuétano de periodista, trata de encontrar un sentido a su secuestro y va arrancando aqu? y all? jirones de significado y conectando el pasado con el presente. Y es esa tensi?n la que da aliento a una pel?cula necesaria que, como sentenci? Albert Solé, “explica una historia y muchas a la vez”.
En 2013, Marginedas viaj? a Siria porque quer?a relatar al mundo los padecimientos de una poblaci?n civil condenada a cohabitar con una guerra despiadada. Al cabo de 10 a?os, sus prioridades no han cambiado. “Nuestro cautiverio no es nada comparado con el sufrimiento de esta gente”, afirma en un momento de ‘Regreso a Raqqa’. La larga y c?lida ovaci?n que sigui? a la proyecci?n premi? las muchas virtudes del filme, s?, pero también la conmnovedora entereza de un periodista ejemplar y un ser humano admirable.
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