الريــم
01-21-2023, 02:08 PM
No pasa cada d?a que al menos tres espa?oles hijos de marroqu?s coincidan en la actualidad cultural. Al menos cuatro si contamos a Morad, que siempre est? de actualidad en virtud de los nuevos ritmos de producci?n musical. La l?gica dicta que m?s pronto que tarde un hecho as? dejar? de ser noticia, pero de momento lo es.
Youssef el Maimouni (Ksar el Kebir, 1981, llevado a Coma-ruga antes de cumplir un mes) acaba de publicar 'Nadie salva a las rosas', su segunda novela. La rapera Miss Raisa (T?nger, 1996, llegada a Barcelona en 2004) tiene en las librer?as el ensayo autobiogr?fico 'Porque me da la gana. Una vida contra los prejuicios'. Y Nadia Hafid (Terrassa, 1990) gan? con 'Chacales' el Premio Ojo Cr?tico al mejor c?mic de 2022 y es una de las nueve autoras de vanguardia cuya obra se expone en 'Constelaci?n gr?fica', en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) hasta mayo.
Al habla con los tres.
?C?mo se definen en términos de identidad cultural?
Miss Raisa: Hostia. Definirse es limitarse, ?no? Es situarte en un lugar o en otro y yo soy una mezcla de muchas cosas. Tengo un sentimiento de pertenencia muy fuerte con Catalunya y Espa?a y a la vez siento una gran admiraci?n por mis or?genes. De modo que no puedo definirme. Y adem?s no es necesario cuando puedes coger las cosas que m?s te gustan de cada lugar y hacértelas tuyas y disfrutarlas. Yo es lo que hago.Youssef el Maimouni: La cuesti?n de la identidad al final tiene m?s que ver con la mirada del otro que con la mirada de uno mismo. Es complicado que uno mismo se dedique a reflexionar sobre esto, yo al menos no lo hago. Al final eres una suma de vivencias, de lo que has mamado y de lo que has rechazado. Por suerte la sociedad es cada vez m?s diversa y m?s intercultural.Nadia Hafid: Las etiquetas te las ponen los dem?s Y curiosamente esta identidad que se nos construye es cambiante, porque lo que se espera de ti va cambiando.
Para m?s inri, la visi?n que la mayor?a tiene de las minor?as tiende a ser monol?tica, ?no?
N. H.: S?, y eso es muy da?ino porque lo que hace es perpetuar estereotipos sobre comunidades y anular a las personas. Lo fuerte de este asunto es que la presi?n, las expectativas, provienen tanto de aqu? como de nuestra cultura de origen. Cada lado espera de ti una cosa diferente.
M. R.: Y cuando no encajas ni en lo que espera de ti un lado ni en lo que espera de ti el otro, es cuando dices: ?de d?nde soy? Ah? empiezan las crisis identitarias. Es una cuesti?n delicada.Y. E. M.: Todo esto se podr?a resumir como el desconocimiento hacia los otros colectivos. En el caso de los marroqu?s o sus descendientes, no tiene las mismas experiencias una persona si viene del mundo rural, del mundo urbano, del norte de Marruecos o del sur de Marruecos, si es atea o creyente. Se cree que todos los moros somos creyentes y musulmanes, y no tiene por qué ser as?. Las generalizaciones vienen del desconocimiento y solo cambian conociendo a individuos, la cultura, el pa?s. M. R.: Se coge una realidad y se pone como representaci?n de todas las realidades. Es muy claro en el caso de las mujeres de cultura musulmana: si una chica lleva velo es porque la han obligado a ponérselo. Y no es as?, o no solo es as?. N. H.: Casi nunca se habla de algo que para m? es una cuesti?n fundamental: todo esto es un tema de clase social. Y. E. M.: As? es: si tienes euros en el bolsillo, las puertas se te abren y la discriminaci?n desaparece. A nadie le preocupa de d?nde viene un jugador de f?tbol de Primera.
La misma palabra inmigrante est? estrechamente vinculada a la clase social. Un inmigrante es alguien pobre y probablemente africano
?A qué clase social pertenecen?
Y. E. M.: Obrera [Miss Raisa y Nadia Hafid asienten].N. H.: Pero eso también es complejo. Porque nosotros somos personas que han tenido la suerte, por un motivo u otro, de poder acceder a tener cultura. Quiz? fuera el entorno, quiz? fuera un profesor que nos motiv?, pero esa llamita ya marca una diferencia. M. R.: La misma palabra inmigrante est? estrechamente vinculada a la clase social. Un inmigrante es alguien pobre y probablemente africano. Ahora las cosas me van bien econ?micamente y podr?a decir que soy de clase media, pero sigo sintiéndome de clase obrera por las vivencias que he tenido y porque sigue habiendo gente empe?ada en decirme que me tengo que integrar. Dios m?o, llevo aqu? casi toda mi pu?etera vida, estudiando, trabajando, intentando aportar a esta sociedad, y a?n me vienen con la integraci?n. Y. E. M.: Cuando la UNESCO acepta que si te quieres integrar, bien, y si no te quieres integrar, también. Que sigan existiendo unos estudios de Integraci?n Social es como… ?caray, espera un momento! Igual se deber?a reflexionar y llamarlos, no sé, de Cohesi?n Social. Integraci?n es una palabra que chirr?a por todos lados. Como hablar de inmigrantes de segunda generaci?n. Que a los hijos de inmigrantes se les llame hijos de inmigrantes ya es discutible, porque ellos no han tomado la decisi?n de cambiar de lugar, pero que se les llame inmigrantes de segunda generaci?n ya es un ox?moron inaceptable.
"No tuve referentes con historias similares a la m?a"
?Cu?les fueron sus est?mulos para dedicarse a la creaci?n?
N. H.: Mi madre es una persona inquieta culturalmente y siempre potenci? esa parte. Desde peque?a me sedujo el arte y quise dedicarme a él. Y. E. M.: El sue?o de cualquier persona inmigrante es que sus hijos tengan m?s oportunidades que ella. En casa hab?a cierta obsesi?n con que fuésemos buenos estudiantes, no nos metiésemos en l?os, etcétera. En primero de BUP un profesor de Lengua y Literatura Catalanas me dio a conocer a Mohamed Chukri y descubrir a un autor marroqu? cr?tico y canalla como él me abri? mucho. No tuve referentes con historias similares a la m?a. M. R.: Mi madre es analfabeta, pero ten?a también la obsesi?n de que sus hijos sacaran las mejores notas. Creo que la presi?n fue demasiado grande porque mis tres hermanos dejaron el colegio. Yo sent? que ten?a que cumplir el sue?o de mi madre. A pesar de que tiene un pensamiento conservador, siempre me ha empujado a ser una mujer independiente, a usar la mente y a hacer cosas que me gusten.
Ha salido la ausencia de referentes en Espa?a. ?Los echaron en falta?
M. R.: No ve?a a nadie que se pareciera a m? en la literatura, la m?sica, el cine… Puede parecer una tonter?a, pero no lo es. Mi m?ximo ?dolo era Lil Wayne, que no es que tenga mucho que ver conmigo, pero te aferras a lo que puedes. Ya después empecé a darme cuenta de que hay mujeres marroqu?s cient?ficas, creadoras… pero eso no te lo muestra nadie aqu?. No interesa. Y. E. M.: Francia, Inglaterra o Alemania van tres pasos por delante. Se traducen m?s libros al a?o del danés al espa?ol que de todo el mundo ?rabe, y no ser? porque no se publiquen libros en el mundo ?rabe. En Argelia, T?nez, Marruecos se hacen pel?culas muy buenas, pero no llegan o no tienen ning?n recorrido. Otro tanto pasa con la m?sica. Si estos contenidos culturales no se difunden, es dif?cil que se avance.
?Se identifican con la experiencia y el discurso callejeros de Morad?
N. H.: A m? me flipa, y no refleja mi realidad, ni mucho menos. Es tan real que no importa si he vivido o no lo que cuenta. Si a m? me toca, entiendo que para chavales y chavalas con vida de barrio sea un ?dolo. Me parece muy serio su impacto y seguro que a muchas personas en situaciones parecidas les ha abierto una puertecita para que se expresen. Espero que vayan saliendo m?s como él. En Madrid ya est? Huda, una joven que me parece importante. Y. E. M.: En la m?sica urbana francesa hay muchos Morad. Ha dado sentido a las vivencias de infinidad de j?venes que pasan mucho tiempo en la plaza y solo por eso tienen problemas con la polic?a. Trabajo como educador social y me parece una figura muy importante.M. R.: No me siento identificada con lo que cuenta, pero celebro que por fin un artista que se parece a m? represente a tanta gente.
?Han sufrido racismo claro o velado?
Y. E. M.: Iba a una discoteca y entraban todos mis colegas y yo no. ?Por qué? Porque llevaba bambas. Como todos mis colegas. En la época universitaria quer?amos alquilar un piso con unos amigos. Si yo daba mi nombre y apellido, se acababa la gesti?n. Catalanoparlantes que te hablan en castellano aunque t? lo hagas en catal?n. Mil cositas.N. H.: Estos microrracismos, como los micromachismos, van haciendo mella. Son jodidos porque son cotidianos y est?n normalizados. M. R.: Yo llegué a prepararme respuestas para contestar a quienes me preguntaban por qué llevaba velo. Me preguntaban por ejemplo si era calva. La peor experiencia que he tenido fue un t?o que se me puso a dos cent?metros de la cara en el metro y empez? a gritarme: ‘?T? de qué vas disfrazada?’ ‘?Se ven muchas como t? por aqu?!’ Fue muy violento. Durante meses tuve p?nico a ir en metro.
"Los microrracismos, como los micromachismos, van haciendo mella. Son jodidos porque son cotidianos y est?n normalizados"
?Sus familias est?n satisfechas con lo que ustedes hacen?
Y. E. M.: Mi padre se derrite cuando va por el pueblo y alguien le dice: ‘Me he le?do el libro de tu hijo y me ha gustado’. Aunque luego me dice: ‘?Vaya temas tratas!’ Porque el primero va de las tropas moras de Franco y el segundo del asesinato de una chica trans marroqu?. Est? supercontento, pero creo que también lo estar?a si me dedicara a cualquier otra cosa mientras fuera sana. M. R.: Ha sido muy bonito el proceso de hacer part?cipe a mi familia de lo que hago. Mi madre hasta ha hecho aportaciones a canciones. Se las traduzco al ?rabe y a veces me dice: ‘A?ade esto…’ N. H.: Me ve?an y creo que a?n me ven como a una friqui, pero est?n muy contentos. Mis c?mics no son f?ciles, pero se los han le?do y se han emocionado.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/espanoles-ascendencia-marroqui-asaltan-cultura-81537683)
Youssef el Maimouni (Ksar el Kebir, 1981, llevado a Coma-ruga antes de cumplir un mes) acaba de publicar 'Nadie salva a las rosas', su segunda novela. La rapera Miss Raisa (T?nger, 1996, llegada a Barcelona en 2004) tiene en las librer?as el ensayo autobiogr?fico 'Porque me da la gana. Una vida contra los prejuicios'. Y Nadia Hafid (Terrassa, 1990) gan? con 'Chacales' el Premio Ojo Cr?tico al mejor c?mic de 2022 y es una de las nueve autoras de vanguardia cuya obra se expone en 'Constelaci?n gr?fica', en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) hasta mayo.
Al habla con los tres.
?C?mo se definen en términos de identidad cultural?
Miss Raisa: Hostia. Definirse es limitarse, ?no? Es situarte en un lugar o en otro y yo soy una mezcla de muchas cosas. Tengo un sentimiento de pertenencia muy fuerte con Catalunya y Espa?a y a la vez siento una gran admiraci?n por mis or?genes. De modo que no puedo definirme. Y adem?s no es necesario cuando puedes coger las cosas que m?s te gustan de cada lugar y hacértelas tuyas y disfrutarlas. Yo es lo que hago.Youssef el Maimouni: La cuesti?n de la identidad al final tiene m?s que ver con la mirada del otro que con la mirada de uno mismo. Es complicado que uno mismo se dedique a reflexionar sobre esto, yo al menos no lo hago. Al final eres una suma de vivencias, de lo que has mamado y de lo que has rechazado. Por suerte la sociedad es cada vez m?s diversa y m?s intercultural.Nadia Hafid: Las etiquetas te las ponen los dem?s Y curiosamente esta identidad que se nos construye es cambiante, porque lo que se espera de ti va cambiando.
Para m?s inri, la visi?n que la mayor?a tiene de las minor?as tiende a ser monol?tica, ?no?
N. H.: S?, y eso es muy da?ino porque lo que hace es perpetuar estereotipos sobre comunidades y anular a las personas. Lo fuerte de este asunto es que la presi?n, las expectativas, provienen tanto de aqu? como de nuestra cultura de origen. Cada lado espera de ti una cosa diferente.
M. R.: Y cuando no encajas ni en lo que espera de ti un lado ni en lo que espera de ti el otro, es cuando dices: ?de d?nde soy? Ah? empiezan las crisis identitarias. Es una cuesti?n delicada.Y. E. M.: Todo esto se podr?a resumir como el desconocimiento hacia los otros colectivos. En el caso de los marroqu?s o sus descendientes, no tiene las mismas experiencias una persona si viene del mundo rural, del mundo urbano, del norte de Marruecos o del sur de Marruecos, si es atea o creyente. Se cree que todos los moros somos creyentes y musulmanes, y no tiene por qué ser as?. Las generalizaciones vienen del desconocimiento y solo cambian conociendo a individuos, la cultura, el pa?s. M. R.: Se coge una realidad y se pone como representaci?n de todas las realidades. Es muy claro en el caso de las mujeres de cultura musulmana: si una chica lleva velo es porque la han obligado a ponérselo. Y no es as?, o no solo es as?. N. H.: Casi nunca se habla de algo que para m? es una cuesti?n fundamental: todo esto es un tema de clase social. Y. E. M.: As? es: si tienes euros en el bolsillo, las puertas se te abren y la discriminaci?n desaparece. A nadie le preocupa de d?nde viene un jugador de f?tbol de Primera.
La misma palabra inmigrante est? estrechamente vinculada a la clase social. Un inmigrante es alguien pobre y probablemente africano
?A qué clase social pertenecen?
Y. E. M.: Obrera [Miss Raisa y Nadia Hafid asienten].N. H.: Pero eso también es complejo. Porque nosotros somos personas que han tenido la suerte, por un motivo u otro, de poder acceder a tener cultura. Quiz? fuera el entorno, quiz? fuera un profesor que nos motiv?, pero esa llamita ya marca una diferencia. M. R.: La misma palabra inmigrante est? estrechamente vinculada a la clase social. Un inmigrante es alguien pobre y probablemente africano. Ahora las cosas me van bien econ?micamente y podr?a decir que soy de clase media, pero sigo sintiéndome de clase obrera por las vivencias que he tenido y porque sigue habiendo gente empe?ada en decirme que me tengo que integrar. Dios m?o, llevo aqu? casi toda mi pu?etera vida, estudiando, trabajando, intentando aportar a esta sociedad, y a?n me vienen con la integraci?n. Y. E. M.: Cuando la UNESCO acepta que si te quieres integrar, bien, y si no te quieres integrar, también. Que sigan existiendo unos estudios de Integraci?n Social es como… ?caray, espera un momento! Igual se deber?a reflexionar y llamarlos, no sé, de Cohesi?n Social. Integraci?n es una palabra que chirr?a por todos lados. Como hablar de inmigrantes de segunda generaci?n. Que a los hijos de inmigrantes se les llame hijos de inmigrantes ya es discutible, porque ellos no han tomado la decisi?n de cambiar de lugar, pero que se les llame inmigrantes de segunda generaci?n ya es un ox?moron inaceptable.
"No tuve referentes con historias similares a la m?a"
?Cu?les fueron sus est?mulos para dedicarse a la creaci?n?
N. H.: Mi madre es una persona inquieta culturalmente y siempre potenci? esa parte. Desde peque?a me sedujo el arte y quise dedicarme a él. Y. E. M.: El sue?o de cualquier persona inmigrante es que sus hijos tengan m?s oportunidades que ella. En casa hab?a cierta obsesi?n con que fuésemos buenos estudiantes, no nos metiésemos en l?os, etcétera. En primero de BUP un profesor de Lengua y Literatura Catalanas me dio a conocer a Mohamed Chukri y descubrir a un autor marroqu? cr?tico y canalla como él me abri? mucho. No tuve referentes con historias similares a la m?a. M. R.: Mi madre es analfabeta, pero ten?a también la obsesi?n de que sus hijos sacaran las mejores notas. Creo que la presi?n fue demasiado grande porque mis tres hermanos dejaron el colegio. Yo sent? que ten?a que cumplir el sue?o de mi madre. A pesar de que tiene un pensamiento conservador, siempre me ha empujado a ser una mujer independiente, a usar la mente y a hacer cosas que me gusten.
Ha salido la ausencia de referentes en Espa?a. ?Los echaron en falta?
M. R.: No ve?a a nadie que se pareciera a m? en la literatura, la m?sica, el cine… Puede parecer una tonter?a, pero no lo es. Mi m?ximo ?dolo era Lil Wayne, que no es que tenga mucho que ver conmigo, pero te aferras a lo que puedes. Ya después empecé a darme cuenta de que hay mujeres marroqu?s cient?ficas, creadoras… pero eso no te lo muestra nadie aqu?. No interesa. Y. E. M.: Francia, Inglaterra o Alemania van tres pasos por delante. Se traducen m?s libros al a?o del danés al espa?ol que de todo el mundo ?rabe, y no ser? porque no se publiquen libros en el mundo ?rabe. En Argelia, T?nez, Marruecos se hacen pel?culas muy buenas, pero no llegan o no tienen ning?n recorrido. Otro tanto pasa con la m?sica. Si estos contenidos culturales no se difunden, es dif?cil que se avance.
?Se identifican con la experiencia y el discurso callejeros de Morad?
N. H.: A m? me flipa, y no refleja mi realidad, ni mucho menos. Es tan real que no importa si he vivido o no lo que cuenta. Si a m? me toca, entiendo que para chavales y chavalas con vida de barrio sea un ?dolo. Me parece muy serio su impacto y seguro que a muchas personas en situaciones parecidas les ha abierto una puertecita para que se expresen. Espero que vayan saliendo m?s como él. En Madrid ya est? Huda, una joven que me parece importante. Y. E. M.: En la m?sica urbana francesa hay muchos Morad. Ha dado sentido a las vivencias de infinidad de j?venes que pasan mucho tiempo en la plaza y solo por eso tienen problemas con la polic?a. Trabajo como educador social y me parece una figura muy importante.M. R.: No me siento identificada con lo que cuenta, pero celebro que por fin un artista que se parece a m? represente a tanta gente.
?Han sufrido racismo claro o velado?
Y. E. M.: Iba a una discoteca y entraban todos mis colegas y yo no. ?Por qué? Porque llevaba bambas. Como todos mis colegas. En la época universitaria quer?amos alquilar un piso con unos amigos. Si yo daba mi nombre y apellido, se acababa la gesti?n. Catalanoparlantes que te hablan en castellano aunque t? lo hagas en catal?n. Mil cositas.N. H.: Estos microrracismos, como los micromachismos, van haciendo mella. Son jodidos porque son cotidianos y est?n normalizados. M. R.: Yo llegué a prepararme respuestas para contestar a quienes me preguntaban por qué llevaba velo. Me preguntaban por ejemplo si era calva. La peor experiencia que he tenido fue un t?o que se me puso a dos cent?metros de la cara en el metro y empez? a gritarme: ‘?T? de qué vas disfrazada?’ ‘?Se ven muchas como t? por aqu?!’ Fue muy violento. Durante meses tuve p?nico a ir en metro.
"Los microrracismos, como los micromachismos, van haciendo mella. Son jodidos porque son cotidianos y est?n normalizados"
?Sus familias est?n satisfechas con lo que ustedes hacen?
Y. E. M.: Mi padre se derrite cuando va por el pueblo y alguien le dice: ‘Me he le?do el libro de tu hijo y me ha gustado’. Aunque luego me dice: ‘?Vaya temas tratas!’ Porque el primero va de las tropas moras de Franco y el segundo del asesinato de una chica trans marroqu?. Est? supercontento, pero creo que también lo estar?a si me dedicara a cualquier otra cosa mientras fuera sana. M. R.: Ha sido muy bonito el proceso de hacer part?cipe a mi familia de lo que hago. Mi madre hasta ha hecho aportaciones a canciones. Se las traduzco al ?rabe y a veces me dice: ‘A?ade esto…’ N. H.: Me ve?an y creo que a?n me ven como a una friqui, pero est?n muy contentos. Mis c?mics no son f?ciles, pero se los han le?do y se han emocionado.
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