الريــم
01-21-2023, 02:08 PM
El Mi?o parece el mar después de tanta lluvia, y el deshielo tras la nevada engordar? los afluentes.*El nivel del r?o super? el viernes los 7 metros y medio*en Ourense, y en A Peroxa se activ? el*estado de emergencia del plan de inundaciones, debido a un riesgo alto de desbordamientos.
Por el aumento del caudal, cercano a los*2.500 metros c?bicos por segundo*en alg?n momento de este viernes –la media de diciembre fue 347–, se intensificaba el rumor del agua en la desembocadura del Barba?a, bajo el Puente del Milenio. Con ese ruido blanco como paisaje sonoro vive*Narciso Barreira, de 58 a?os, desde noviembre de 2019. Estos d?as de crecida*est? m?s pendiente de c?mo respira el Mi?o, su entorno inmediato.
“La primera crecida*que hubo este a?o,*la del 2 de enero, fue mayor”, asegura Narciso, mientras se?ala la altura que alcanz? entonces el r?o, cerca de una escalera –preparada por él mismo con adoquines– que lleva a su casa. “En 2020 estuvo m?s alto, se qued? a un metro ochenta. Lo del deshielo me hace desconfiar.*Me da que va a ser una crecida...”, a?ade durante la charla.
https://uc-4u.com/clip/7a16145f-2b56-4286-8710-d1fc07138bc8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Narciso, en el exterior de su vivienda, con el Mi?o cerca. | F. Casanova
Una lata enganchada a un cable*“es mi sistema de alarma”, relativiza. Si el agua alcanzara el nivel en el que cuelga el objeto,*el ruido alertar?a de la crecida, cree Narciso. En 2001, el Mi?o lleg? a la cota en la que él tiene ahora su domicilio, donde ya est? empadronado.
“Me despierto mucho por las noches, cada tres o cuatro horas,*tengo el sue?o muy sensible. Me levanto y veo c?mo va el r?o”, cuenta este hombre de origen portugués, “feliz” en*su infravivienda bajo la carretera nacional N-120*y el paseo de las Ninfas, en la que comparte la vida, desde abril de 2021, junto a su fiel perro*Alien. “Es mi mejor amigo. Es cari?oso y buen guardi?n”, valora.
https://uc-4u.com/clip/a7a1f995-f9c0-40f4-b207-126c51f73622_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Narciso y su perro Alien, en el lugar donde viven. | F. Casanova
El 2 de enero,*la Polic?a Local se present? en su vivienda para interesarse por él, debido al elevado caudal que llevaba el r?o, como estos d?as. “Les dije: no pasa nada, no se preocupen, que estoy prevenido”.
“Se vés por ben, meu amigo, entra xa, a casa é t?a.*Se vés por mal, mellor que quedes na r?a”, avisa un cart?n manuscrito sobre la entrada de su casa, que cierra con un palé. Plant? unos arbustos perennes, con af?n decorativo, y en una peque?a secci?n de un lateral*ha cultivado hierbabuena, menta y r?cula.
Por las noches se refugia bajo las ropas y las mantas*dentro de una minicueva en la pared del pilar de la carretera, y ah? mitiga el fr?o. Entre la nacional y el paseo hay un hueco peque?o por el que*cae el agua abundantemente cuando llueve. Logra desalojarla con cubos hacia desagües naturales del terreno.*Una fuga le permite disponer de agua para cocinar y lavar los platos.
https://uc-4u.com/clip/89e53971-508b-4631-92d2-ec6124e2a252_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Narciso y, detr?s, el lugar donde vive bajo la carretera. | F. Casanova
Tantas lluvias durante tanto tiempo*–se avecinan unos d?as de tregua gracias al anticicl?n– han dificultado su modo de vida:*hacer pompas de jab?n en la calle.*“Ni un duro. Llueve y la gente no sale”.
?Y el albergue municipal?: "La libertad no hay quien la pague"
El dinero que pudo ahorrar con el trabajo en verano*le da, por ahora, para sus gastos y los de su perro porque, para alimentarse él, cuenta con el*apoyo del comedor social de C?ritas. Cruz Roja también le ha prestado ayuda y*acude peri?dicamente a su casa, para interesarse por su estado.
La opci?n del albergue municipal no es para Narciso, zanja él mismo. “All? est?s cuatro d?as. ?Una vez pasan, qué? La libertad no hay quien la pague”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/lata-avisa-narciso-mino-amenaza-81544227)
Por el aumento del caudal, cercano a los*2.500 metros c?bicos por segundo*en alg?n momento de este viernes –la media de diciembre fue 347–, se intensificaba el rumor del agua en la desembocadura del Barba?a, bajo el Puente del Milenio. Con ese ruido blanco como paisaje sonoro vive*Narciso Barreira, de 58 a?os, desde noviembre de 2019. Estos d?as de crecida*est? m?s pendiente de c?mo respira el Mi?o, su entorno inmediato.
“La primera crecida*que hubo este a?o,*la del 2 de enero, fue mayor”, asegura Narciso, mientras se?ala la altura que alcanz? entonces el r?o, cerca de una escalera –preparada por él mismo con adoquines– que lleva a su casa. “En 2020 estuvo m?s alto, se qued? a un metro ochenta. Lo del deshielo me hace desconfiar.*Me da que va a ser una crecida...”, a?ade durante la charla.
https://uc-4u.com/clip/7a16145f-2b56-4286-8710-d1fc07138bc8_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Narciso, en el exterior de su vivienda, con el Mi?o cerca. | F. Casanova
Una lata enganchada a un cable*“es mi sistema de alarma”, relativiza. Si el agua alcanzara el nivel en el que cuelga el objeto,*el ruido alertar?a de la crecida, cree Narciso. En 2001, el Mi?o lleg? a la cota en la que él tiene ahora su domicilio, donde ya est? empadronado.
“Me despierto mucho por las noches, cada tres o cuatro horas,*tengo el sue?o muy sensible. Me levanto y veo c?mo va el r?o”, cuenta este hombre de origen portugués, “feliz” en*su infravivienda bajo la carretera nacional N-120*y el paseo de las Ninfas, en la que comparte la vida, desde abril de 2021, junto a su fiel perro*Alien. “Es mi mejor amigo. Es cari?oso y buen guardi?n”, valora.
https://uc-4u.com/clip/a7a1f995-f9c0-40f4-b207-126c51f73622_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Narciso y su perro Alien, en el lugar donde viven. | F. Casanova
El 2 de enero,*la Polic?a Local se present? en su vivienda para interesarse por él, debido al elevado caudal que llevaba el r?o, como estos d?as. “Les dije: no pasa nada, no se preocupen, que estoy prevenido”.
“Se vés por ben, meu amigo, entra xa, a casa é t?a.*Se vés por mal, mellor que quedes na r?a”, avisa un cart?n manuscrito sobre la entrada de su casa, que cierra con un palé. Plant? unos arbustos perennes, con af?n decorativo, y en una peque?a secci?n de un lateral*ha cultivado hierbabuena, menta y r?cula.
Por las noches se refugia bajo las ropas y las mantas*dentro de una minicueva en la pared del pilar de la carretera, y ah? mitiga el fr?o. Entre la nacional y el paseo hay un hueco peque?o por el que*cae el agua abundantemente cuando llueve. Logra desalojarla con cubos hacia desagües naturales del terreno.*Una fuga le permite disponer de agua para cocinar y lavar los platos.
https://uc-4u.com/clip/89e53971-508b-4631-92d2-ec6124e2a252_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Narciso y, detr?s, el lugar donde vive bajo la carretera. | F. Casanova
Tantas lluvias durante tanto tiempo*–se avecinan unos d?as de tregua gracias al anticicl?n– han dificultado su modo de vida:*hacer pompas de jab?n en la calle.*“Ni un duro. Llueve y la gente no sale”.
?Y el albergue municipal?: "La libertad no hay quien la pague"
El dinero que pudo ahorrar con el trabajo en verano*le da, por ahora, para sus gastos y los de su perro porque, para alimentarse él, cuenta con el*apoyo del comedor social de C?ritas. Cruz Roja también le ha prestado ayuda y*acude peri?dicamente a su casa, para interesarse por su estado.
La opci?n del albergue municipal no es para Narciso, zanja él mismo. “All? est?s cuatro d?as. ?Una vez pasan, qué? La libertad no hay quien la pague”.
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