الريــم
01-15-2023, 07:21 PM
En sus dos primeros a?os de mandato el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tenido momentos pol?ticos complicados, especialmente por la ca?tica retirada de Afganist?n y la frustraci?n de los estadounidenses con la inflaci?n, que contribuyeron a hundir sus ?ndices de popularidad. De lo que se hab?a librado hasta ahora es de esc?ndalos pol?ticos que le salpicaran personalmente, m?s all? de la persistente sombra que proyecta sobre su figura su hijo Hunter, en la diana de una investigaci?n del Departamento de Justicia y del intensificado escrutinio de los republicanos, ahora en control de la C?mara de Representantes. Una din?mica que ha cambiado esta semana.
La calma salt? por los aires el lunes con la revelaci?n de que Biden se qued? documentos clasificados tras ocupar la vicepresidencia con Barack Obama y los guard? en el despacho que ten?a en un laboratorio de ideas en Washington. El esc?ndalo empeor? cuando el miércoles se supo que hab?a guardado un segundo lote de materiales confidenciales en el garaje de su casa en Delaware. Y la gravedad de lo sucedido se ratific? el jueves, cuando el fiscal general Merrick Garland anunci? el nombramiento de un fiscal especial, Robert Hurt, que de la mano de Donald Trump lleg? a la fiscal?a p?blica de Maryland, para dilucidar si alguien viol? alguna ley (aunque la ley exime a Biden de cualquier imputaci?n mientras esté en la presidencia).
La crisis, que el propio mandatario y su Casa Banca han creado y agravado con una cuestionable falta de transparencia sobre la secuencia de los hechos, es extremadamente inconveniente para Biden. También para la investigaci?n que Justicia tiene abierta contra Trump con otro fiscal especial por un tema de manejo de material clasificado con marcadas diferencias pero también con paralelismos. Se crea, aunque sean casos con divergencias, una imagen de equivalencia. Y Biden y EEUU se sumergen en una situaci?n excepcional.
Oportunidad para los republicanos
La crisis est? dando alas a los republicanos. Enterrando definitivamente la imagen de caos que mostraron durante la elecci?n de Kevin McCarthy como 'speaker', est?n unidos en sus acusaciones sobre el supuesto uso pol?tico de las agencias del Gobierno por parte de los dem?cratas contra los conservadores. Intensifican, adem?s, las investigaciones que pueden acometer con sus nuevos poderes en el Congreso.
Ya esta semana hab?an creado un nuevo subcomité para estudiar esa supuesta politizaci?n, que presidir? el radical Jim Jordan y que tendr? ocho republicanos y cinco dem?cratas. El nuevo l?der del Comité de Inteligencia, Michael Turner, ha requerido una sesi?n informativa antes del d?a 26 por parte de Garland y de Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional. Y tanto el 'speaker' McCarthy como James Comer, que va a presidir el Comité de Supervisi?n de la C?mara baja, han apuntado cr?ticamente a numerosos interrogantes abiertos, y especialmente al hecho de que no se informara p?blicamente del primer hallazgo, que se produjo el 2 de noviembre, seis d?as antes de las elecciones legislativas.
Comer, que esta semana ha pedido al Departamento del Tesoro informaci?n sobre Hunter Biden y otros familiares del presidente as? como el testimonio de antiguos directivos de Twitter que participaron en la respuesta que dio la red social al enterrar varios art?culos que hablaban de Hunter, ha hablado directamente de "los esfuerzos de la ciénaga para ocultar al pueblo estadounidense esta informaci?n" sobre los documentos clasificados.
A los republicanos les han puesto en bandeja denunciar la "hipocres?a" de Biden, que en agost? tild? de "irresponsable" a Trump por haberse llevado material con secretos nacionales. Y a la vez se han limitado los argumentos dem?cratas para seguir cuestionando a Trump, por m?s que, en el caso del expresidente, hubieran muchos m?s documentos, hicieran falta citaciones y hasta un registro del FBI para recuperarlos o que se esté investigando la posibilidad de que él y su equipo obstruyeran la justicia o destruyeran material clasificado.
Impacto, riesgo e interrogantes
El impacto negativo y los riesgos que el caso representa para Biden se han evidenciado toda la semana. El lunes ensombreci? los resultados de la reuni?n trilateral que mantuvo en México con sus hom?logos mexicano y canadiense. El jueves consumi? su comparecencia para celebrar los ?ltimos datos positivos sobre el freno de la inflaci?n. Y ha creado numerosos y da?inos interrogantes sobre las acciones de la Casa Blanca.
En su anuncio del nombramiento de Hurt, Garland dio el calendario m?s detallado hasta la fecha de c?mo se ha desarrollado el caso, lo que ha dejado al descubierto varias decisiones cuestionables. Aunque los primeros papeles se encontraron en el 'think tank' el 2 de noviembre y se entregaron a los Archivos Nacionales, que contactaron con el Departamento de Justicia el d?a 4, no fue hasta el d?a 9, uno después de los comicios, cuando se puso en marcha un proceso para que el FBI empezara su valoraci?n.
Peor imagen a?n para Biden y su equipo tiene otro elemento del caso. Los papeles en el garaje de Wilmington no se localizaron hasta el 20 de diciembre. Y adem?s, entre el lunes y el miércoles, cuando empezaron las primeras reacciones p?blicas del abogado de la Casa Blanca, su portavoz y el propio Biden todos obviaron ese segundo hallazgo que ya conoc?an.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/escandalo-papeles-clasificados-hunde-biden-81211059)
La calma salt? por los aires el lunes con la revelaci?n de que Biden se qued? documentos clasificados tras ocupar la vicepresidencia con Barack Obama y los guard? en el despacho que ten?a en un laboratorio de ideas en Washington. El esc?ndalo empeor? cuando el miércoles se supo que hab?a guardado un segundo lote de materiales confidenciales en el garaje de su casa en Delaware. Y la gravedad de lo sucedido se ratific? el jueves, cuando el fiscal general Merrick Garland anunci? el nombramiento de un fiscal especial, Robert Hurt, que de la mano de Donald Trump lleg? a la fiscal?a p?blica de Maryland, para dilucidar si alguien viol? alguna ley (aunque la ley exime a Biden de cualquier imputaci?n mientras esté en la presidencia).
La crisis, que el propio mandatario y su Casa Banca han creado y agravado con una cuestionable falta de transparencia sobre la secuencia de los hechos, es extremadamente inconveniente para Biden. También para la investigaci?n que Justicia tiene abierta contra Trump con otro fiscal especial por un tema de manejo de material clasificado con marcadas diferencias pero también con paralelismos. Se crea, aunque sean casos con divergencias, una imagen de equivalencia. Y Biden y EEUU se sumergen en una situaci?n excepcional.
Oportunidad para los republicanos
La crisis est? dando alas a los republicanos. Enterrando definitivamente la imagen de caos que mostraron durante la elecci?n de Kevin McCarthy como 'speaker', est?n unidos en sus acusaciones sobre el supuesto uso pol?tico de las agencias del Gobierno por parte de los dem?cratas contra los conservadores. Intensifican, adem?s, las investigaciones que pueden acometer con sus nuevos poderes en el Congreso.
Ya esta semana hab?an creado un nuevo subcomité para estudiar esa supuesta politizaci?n, que presidir? el radical Jim Jordan y que tendr? ocho republicanos y cinco dem?cratas. El nuevo l?der del Comité de Inteligencia, Michael Turner, ha requerido una sesi?n informativa antes del d?a 26 por parte de Garland y de Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional. Y tanto el 'speaker' McCarthy como James Comer, que va a presidir el Comité de Supervisi?n de la C?mara baja, han apuntado cr?ticamente a numerosos interrogantes abiertos, y especialmente al hecho de que no se informara p?blicamente del primer hallazgo, que se produjo el 2 de noviembre, seis d?as antes de las elecciones legislativas.
Comer, que esta semana ha pedido al Departamento del Tesoro informaci?n sobre Hunter Biden y otros familiares del presidente as? como el testimonio de antiguos directivos de Twitter que participaron en la respuesta que dio la red social al enterrar varios art?culos que hablaban de Hunter, ha hablado directamente de "los esfuerzos de la ciénaga para ocultar al pueblo estadounidense esta informaci?n" sobre los documentos clasificados.
A los republicanos les han puesto en bandeja denunciar la "hipocres?a" de Biden, que en agost? tild? de "irresponsable" a Trump por haberse llevado material con secretos nacionales. Y a la vez se han limitado los argumentos dem?cratas para seguir cuestionando a Trump, por m?s que, en el caso del expresidente, hubieran muchos m?s documentos, hicieran falta citaciones y hasta un registro del FBI para recuperarlos o que se esté investigando la posibilidad de que él y su equipo obstruyeran la justicia o destruyeran material clasificado.
Impacto, riesgo e interrogantes
El impacto negativo y los riesgos que el caso representa para Biden se han evidenciado toda la semana. El lunes ensombreci? los resultados de la reuni?n trilateral que mantuvo en México con sus hom?logos mexicano y canadiense. El jueves consumi? su comparecencia para celebrar los ?ltimos datos positivos sobre el freno de la inflaci?n. Y ha creado numerosos y da?inos interrogantes sobre las acciones de la Casa Blanca.
En su anuncio del nombramiento de Hurt, Garland dio el calendario m?s detallado hasta la fecha de c?mo se ha desarrollado el caso, lo que ha dejado al descubierto varias decisiones cuestionables. Aunque los primeros papeles se encontraron en el 'think tank' el 2 de noviembre y se entregaron a los Archivos Nacionales, que contactaron con el Departamento de Justicia el d?a 4, no fue hasta el d?a 9, uno después de los comicios, cuando se puso en marcha un proceso para que el FBI empezara su valoraci?n.
Peor imagen a?n para Biden y su equipo tiene otro elemento del caso. Los papeles en el garaje de Wilmington no se localizaron hasta el 20 de diciembre. Y adem?s, entre el lunes y el miércoles, cuando empezaron las primeras reacciones p?blicas del abogado de la Casa Blanca, su portavoz y el propio Biden todos obviaron ese segundo hallazgo que ya conoc?an.
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