الريــم
01-15-2023, 12:52 PM
Raquel recuerda los d?as que siguieron al nacimiento de su primer hijo como una pesadilla de la que no pod?a despertar. No dorm?a, era incapaz de conectar con el bebé y los pezones, agrietados, le dol?an en cada toma como si tuviera cristales bajo la piel. Nunca ha sido de dramatizar, pero en aquellos d?as de angustia insomne una idea la atormentaba. "?D?nde est? mi instinto maternal?", se repet?a. ?Acaso era ella la ?nica mujer que no sent?a esa especie de GPS interior que deb?a guiar sus pasos??Por qué se hab?a quedado sola en casa, encomendada a algo que no ten?a?
Precisamente el instinto maternal se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en objeto de investigaci?n cient?fica y, sobre todo, en un may?sculo pararrayos en el que descargan evidencias, opiniones y debates de todo signo. ?De qué se trata exactamente? ?Lo tienen todas las mujeres? ?Es 'un algo', 'una ayuda' que se activa durante el embarazo o una llamada biol?gica que empuja a las mujeres a la procreaci?n? Es m?s: ?esa intuici?n para el cuidado solo la tienen las madres? ?Y en qué medida todas estas ideas acaban circunscribiendo la crianza a "un asunto de mujeres"?
"Dispositivo barato"
Pues bien. La periodista Chelsea Conaboy, especializada en salud y ciencia, llega al debate con un ensayo -'Cerebro materno: c?mo la neurociencia est? reescribiendo la historia de la crianza'- y un pu?ado de respuestas. No, el instinto maternal no es un destino ineludible ni hace que las mujeres oigan violines cuando cr?an. "No me gusta la palabra 'instinto' -explica a este diario-. Un instinto es una idea r?gida, un patr?n fijo de comportamiento, y la crianza no es autom?tica, es una agitaci?n del cerebro y una transici?n agotadora. Puede estar llena de asombro y amor, pero en realidad no conozco a nadie que no haya llegado a la paternidad con alg?n tipo de angustia psicol?gica".
De hecho, apunta Conaboy, el concepto de "instinto maternal" fue un invento masculino que buscaba el "control de las mujeres". Explica que fue acu?ado en la teor?a cient?fica a principios del siglo XX por se?ores religiosos que -con el mismo af?n con el que escrib?an delirios sobre la supuesta histeria femenina- ten?an un interés declarado en hacer que las mujeres blancas acomodadas tuvieran m?s bebés en aras al "engrandecimiento nacional".
Este mito tiene consecuencias nefastas como considerar "defectuosas" a las mujeres que no quieren ser madres hasta permitir una dejaci?n de funciones en las parejas y el Estado
Sin embargo, siempre que se implanta un mito falso femenino, suele aparecer una mujer dispuesta a se?alarlo. Y en este caso, el papel de aguafiestas corri? a cargo de la psic?loga pionera Leta Hollingworth, que en 1916 defini? el instinto maternal como "un dispositivo barato" que sirve para que "las mujeres se vean obligadas" a tener ni?os por métodos parecidos a los que empujaban a los hombres a ir a la guerra: glorificando una parte de la experiencia y ensombreciendo la m?s dura. El hecho es que la tasa de mortalidad materna era 60 veces m?s alta a principios del siglo XX que a finales.
Ni autom?tico ni innato
Entonces, ?qué hay de cierto en el instinto maternal? "S? existen procesos hormonales, experienciales y neurobiol?gicos que se activan en la gestaci?n -afirma Conaboy- pero no son cosas autom?ticas, innatas que tienen las mujeres desde que nacen, y solo ellas".
En este sentido, la psic?loga Patricia Fern?ndez, autora de 'Psicolog?a del embarazo', llega a la conversaci?n apuntando en una direcci?n interesante. La neurociencia, gracias a la aportaci?n de las neuroim?genes, s? valida la existencia del instinto materno. Sin embargo, no lo entiende como un deseo universal e irrefrenable de ser madre -cuesti?n en la que pesa la cultura-, sino como "una conexi?n, una intuici?n para detectar y reaccionar ante las necesidades de la criatura".
Seg?n la especialista, los cambios, que en las mujeres se ponen en marcha durante el embarazo, activan este "instinto que se pone a nuestro servicio y al de la supervivencia de la especie". No siempre, sin embargo, esta conexi?n es autom?tica ni "est? afinada", ya que pueden influir el estrés, la adaptaci?n e incluso el historial de apego de la madre. ?Quieren dos curiosidades? La neurociencia -que también detecta diferencias en el cerebro entre las ratas v?rgenes y las que se han reproducido- registra igualmente alteraciones en el cerebro de los hombres tras un primer periodo de crianza corresponsable.
Tiempo y seguridad financiera
Sin embargo, una cosa es que se active este especie de radar intuitivo y otra muy diferente esa idea de que, gracias al instinto maternal, las mujeres vienen equipadas con cuanto requiere un bebé. "En realidad, los nuevos padres necesitan apoyo para hacer una transici?n saludable a esta nueva etapa vital en la que un bebé vulnerable depende de ellos", afirma Conaboy, quien a?ade que "ese sostén debe incluir tiempo, seguridad financiera b?sica y manos amigas".
Por supuesto, las madres siempre han sido importantes en el cuidado de los bebé, pero nunca suficientes. "Es una de las cosas que distinguen a los humanos de otros primates. Y a?n es necesario hoy". De ah?, explica, que la falta de ayudas a la maternidad y la crianza es "un fracaso que en gran parte tiene sus ra?ces en la creencia de que las madres tienen adjudicado este papel de cuidadora y una capacidad biol?gica innata para cumplirlo".
Dejaci?n de funciones
La periodista Bego?a G?mez Urzaiz, autora del ensayo 'Las abandonadoras', en el que habla de mujeres que dejaron a sus hijos, se adentra en este boscaje con algunas suspicacias. "Ante una idea como la del instinto maternal, me har?a una pregunta propia de una investigaci?n criminal: ?Cui bono?, ?a quién le beneficia que perpetuemos esta idea de que solo las madres est?n m?gica y ancestralmente dotadas para el cuidado? La respuesta est? bastante clara".
La periodista, adem?s, entiende que el mito del instinto maternal tiene todo tipo de consecuencias nefastas: desde considerar "defectuosas" (porque algo les falta) a las mujeres que no quieren ser madres o a las que, siéndolo, creen que no poseen ese instinto del que tanto han o?do hablar, hasta permitir una dejaci?n de funciones. "Aplicado a gran escala, el Estado tiene una coartada perfecta para no aplicar pol?ticas de bienestar puesto que por cada ni?o, se supone, ya hay una madre para ocuparse de él", coincide con Conaboy.
Guerras culturales
M?s all? de eso, la maternidad también se ha convertido en terreno fértil para las guerras culturales. Conaboy, por ejemplo, recibe cr?ticas por mantener que el instinto maternal es un mito creado como forma de control. "Se trata de una idea poderosa que desmantela ideas muy arraigadas", afirma la especialista, quien, controversias aparte, es optimista con el hecho de que la nueva ciencia esté brindando un nuevo lenguaje con el que describir la crianza y las necesidades de las familias.
Con ojo cl?nico para las batallas culturales de todo signo, G?mez Urzaiz también percibe que la idea del instinto materno ha pasado a ocupar un lugar central en el debate pol?tico. "Caricaturizando, se dir?a que el mundo se divide entre partidarios de la madre-mam?fera (que no cree, por ejemplo, que las bajas de paternidad deban ser intransferibles ni que beneficien al conjunto de la sociedad) y los de la madre desapegada o independizadora".
Y aunque las "guerras maternas" a menudo solo interesan a las madres, en esos debates, a?ade, también se reproducen muchas batallas ideol?gicas actuales. "Por ejemplo, hay una fusi?n casi natural del feminismo trans-exclusionario con las posiciones m?s biologicistas y neotradicionales en torno a la maternidad. Y tiene todo el sentido: las dos posturas pasan por dar mucha importancia a la configuraci?n biol?gica de las mujeres, al hecho de tener un ?tero". Seg?n la periodista, una parte de la izquierda también mantiene que "el sistema nos quiere trabajando y no criando" para defender el natalismo y calificar de ego?stas a quienes postergan o no ejercen la maternidad. As? que la batalla del instinto materno tiene cuerda para rato.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/mito-instinto-maternal-inventaron-hombres-81202120)
Precisamente el instinto maternal se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en objeto de investigaci?n cient?fica y, sobre todo, en un may?sculo pararrayos en el que descargan evidencias, opiniones y debates de todo signo. ?De qué se trata exactamente? ?Lo tienen todas las mujeres? ?Es 'un algo', 'una ayuda' que se activa durante el embarazo o una llamada biol?gica que empuja a las mujeres a la procreaci?n? Es m?s: ?esa intuici?n para el cuidado solo la tienen las madres? ?Y en qué medida todas estas ideas acaban circunscribiendo la crianza a "un asunto de mujeres"?
"Dispositivo barato"
Pues bien. La periodista Chelsea Conaboy, especializada en salud y ciencia, llega al debate con un ensayo -'Cerebro materno: c?mo la neurociencia est? reescribiendo la historia de la crianza'- y un pu?ado de respuestas. No, el instinto maternal no es un destino ineludible ni hace que las mujeres oigan violines cuando cr?an. "No me gusta la palabra 'instinto' -explica a este diario-. Un instinto es una idea r?gida, un patr?n fijo de comportamiento, y la crianza no es autom?tica, es una agitaci?n del cerebro y una transici?n agotadora. Puede estar llena de asombro y amor, pero en realidad no conozco a nadie que no haya llegado a la paternidad con alg?n tipo de angustia psicol?gica".
De hecho, apunta Conaboy, el concepto de "instinto maternal" fue un invento masculino que buscaba el "control de las mujeres". Explica que fue acu?ado en la teor?a cient?fica a principios del siglo XX por se?ores religiosos que -con el mismo af?n con el que escrib?an delirios sobre la supuesta histeria femenina- ten?an un interés declarado en hacer que las mujeres blancas acomodadas tuvieran m?s bebés en aras al "engrandecimiento nacional".
Este mito tiene consecuencias nefastas como considerar "defectuosas" a las mujeres que no quieren ser madres hasta permitir una dejaci?n de funciones en las parejas y el Estado
Sin embargo, siempre que se implanta un mito falso femenino, suele aparecer una mujer dispuesta a se?alarlo. Y en este caso, el papel de aguafiestas corri? a cargo de la psic?loga pionera Leta Hollingworth, que en 1916 defini? el instinto maternal como "un dispositivo barato" que sirve para que "las mujeres se vean obligadas" a tener ni?os por métodos parecidos a los que empujaban a los hombres a ir a la guerra: glorificando una parte de la experiencia y ensombreciendo la m?s dura. El hecho es que la tasa de mortalidad materna era 60 veces m?s alta a principios del siglo XX que a finales.
Ni autom?tico ni innato
Entonces, ?qué hay de cierto en el instinto maternal? "S? existen procesos hormonales, experienciales y neurobiol?gicos que se activan en la gestaci?n -afirma Conaboy- pero no son cosas autom?ticas, innatas que tienen las mujeres desde que nacen, y solo ellas".
En este sentido, la psic?loga Patricia Fern?ndez, autora de 'Psicolog?a del embarazo', llega a la conversaci?n apuntando en una direcci?n interesante. La neurociencia, gracias a la aportaci?n de las neuroim?genes, s? valida la existencia del instinto materno. Sin embargo, no lo entiende como un deseo universal e irrefrenable de ser madre -cuesti?n en la que pesa la cultura-, sino como "una conexi?n, una intuici?n para detectar y reaccionar ante las necesidades de la criatura".
Seg?n la especialista, los cambios, que en las mujeres se ponen en marcha durante el embarazo, activan este "instinto que se pone a nuestro servicio y al de la supervivencia de la especie". No siempre, sin embargo, esta conexi?n es autom?tica ni "est? afinada", ya que pueden influir el estrés, la adaptaci?n e incluso el historial de apego de la madre. ?Quieren dos curiosidades? La neurociencia -que también detecta diferencias en el cerebro entre las ratas v?rgenes y las que se han reproducido- registra igualmente alteraciones en el cerebro de los hombres tras un primer periodo de crianza corresponsable.
Tiempo y seguridad financiera
Sin embargo, una cosa es que se active este especie de radar intuitivo y otra muy diferente esa idea de que, gracias al instinto maternal, las mujeres vienen equipadas con cuanto requiere un bebé. "En realidad, los nuevos padres necesitan apoyo para hacer una transici?n saludable a esta nueva etapa vital en la que un bebé vulnerable depende de ellos", afirma Conaboy, quien a?ade que "ese sostén debe incluir tiempo, seguridad financiera b?sica y manos amigas".
Por supuesto, las madres siempre han sido importantes en el cuidado de los bebé, pero nunca suficientes. "Es una de las cosas que distinguen a los humanos de otros primates. Y a?n es necesario hoy". De ah?, explica, que la falta de ayudas a la maternidad y la crianza es "un fracaso que en gran parte tiene sus ra?ces en la creencia de que las madres tienen adjudicado este papel de cuidadora y una capacidad biol?gica innata para cumplirlo".
Dejaci?n de funciones
La periodista Bego?a G?mez Urzaiz, autora del ensayo 'Las abandonadoras', en el que habla de mujeres que dejaron a sus hijos, se adentra en este boscaje con algunas suspicacias. "Ante una idea como la del instinto maternal, me har?a una pregunta propia de una investigaci?n criminal: ?Cui bono?, ?a quién le beneficia que perpetuemos esta idea de que solo las madres est?n m?gica y ancestralmente dotadas para el cuidado? La respuesta est? bastante clara".
La periodista, adem?s, entiende que el mito del instinto maternal tiene todo tipo de consecuencias nefastas: desde considerar "defectuosas" (porque algo les falta) a las mujeres que no quieren ser madres o a las que, siéndolo, creen que no poseen ese instinto del que tanto han o?do hablar, hasta permitir una dejaci?n de funciones. "Aplicado a gran escala, el Estado tiene una coartada perfecta para no aplicar pol?ticas de bienestar puesto que por cada ni?o, se supone, ya hay una madre para ocuparse de él", coincide con Conaboy.
Guerras culturales
M?s all? de eso, la maternidad también se ha convertido en terreno fértil para las guerras culturales. Conaboy, por ejemplo, recibe cr?ticas por mantener que el instinto maternal es un mito creado como forma de control. "Se trata de una idea poderosa que desmantela ideas muy arraigadas", afirma la especialista, quien, controversias aparte, es optimista con el hecho de que la nueva ciencia esté brindando un nuevo lenguaje con el que describir la crianza y las necesidades de las familias.
Con ojo cl?nico para las batallas culturales de todo signo, G?mez Urzaiz también percibe que la idea del instinto materno ha pasado a ocupar un lugar central en el debate pol?tico. "Caricaturizando, se dir?a que el mundo se divide entre partidarios de la madre-mam?fera (que no cree, por ejemplo, que las bajas de paternidad deban ser intransferibles ni que beneficien al conjunto de la sociedad) y los de la madre desapegada o independizadora".
Y aunque las "guerras maternas" a menudo solo interesan a las madres, en esos debates, a?ade, también se reproducen muchas batallas ideol?gicas actuales. "Por ejemplo, hay una fusi?n casi natural del feminismo trans-exclusionario con las posiciones m?s biologicistas y neotradicionales en torno a la maternidad. Y tiene todo el sentido: las dos posturas pasan por dar mucha importancia a la configuraci?n biol?gica de las mujeres, al hecho de tener un ?tero". Seg?n la periodista, una parte de la izquierda también mantiene que "el sistema nos quiere trabajando y no criando" para defender el natalismo y calificar de ego?stas a quienes postergan o no ejercen la maternidad. As? que la batalla del instinto materno tiene cuerda para rato.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/mito-instinto-maternal-inventaron-hombres-81202120)