الريــم
01-13-2023, 02:36 PM
El juez e investigador docente Joaquim Bosch ha diseccionado la corrupci?n en su libro 'La patria en la cartera. Pasado y presente de la corrupci?n en Espa?a', que sigue presentando por diferentes ciudades de Espa?a.
Estar? ya cansado de hablar de esto. Qué va, me encanta. Adem?s, veo a la gente con mucha receptividad, tanto a periodistas como a la ciudadan?a. El tema va por la quinta edici?n, lo que demuestra que de verdad preocupa a la sociedad.?Lo hace? Parece que desde hace un tiempo no se oye hablar tanto de corrupci?n como antes. Hace unos a?os hab?a un constante bombardeo de noticias sobre redes y tramas, y ahora ha bajado la intensidad informativa. ?Lo percibe as?? Yo percibo que no hay tantos esc?ndalos de corrupci?n como a?os atr?s, pero eso no significa que no se siga perpetrando. Los casos no aparecen inmediatamente, algunos tardan cinco, diez o m?s a?os, porque son pr?cticas que se perpetran en la oscuridad, y que a veces se conocen y otras no. La de ahora se conocer?, la que se conozca, dentro de algunos a?os. Es cierto que en nuestro pa?s en los ?ltimos tiempos hay un mayor descontento social ante la corrupci?n. Esto provoc? un estallido de denuncias, de casos, de una mayor implicaci?n de los medios, y quiz?s esto pueda haber favorecido que no haya tanta corrupci?n, aunque no hay semana que no conozcamos un nuevo caso. ?Se ha utilizado la corrupci?n como arma de campa?a por algunos partidos cuando estaban en la oposici?n?Se ha utilizado y se sigue utilizando en el ?mbito pol?tico, y, en ?ltima instancia, con independencia de que haya formas que puedan ser m?s correctas que otras, a m? me parece positivo crear debate p?blico y que haya una rendici?n de cuentas, que los gobernantes tengan que dar explicaciones de si han actuado de manera limpia o no. Que se utilice de una forma adecuada me parece positivo, no como esos tiempos en los que hab?a much?sima corrupci?n y no se hablaba de ella, ni siquiera era objeto de reproche. Hubo un avance importante: hace no muchos a?os, era habitual que imputados por corrupci?n estuviesen en candidaturas o en cargos de Gobierno. Hoy eso genera cierto desgaste pol?tico y cada vez es m?s raro de ver.Espa?a es uno de los pa?ses que menos conf?a en sus gobernantes, pero parece que se exonera al corrupto y que esta no es una de las grandes preocupaciones sociales. Habla de electorado corrupto, pero a la hora de castigar al pol?tico, el meter la mano en la caja es lo primero a lo que se apela. Mi impresi?n es que en los ?ltimos a?os, aunque de manera desigual, la corrupci?n s? que ha pasado factura electoral. Creo que deber?a haber m?s concienciaci?n ciudadana. Todav?a hay rasgos de electorado corrupto, hay una parte de la ciudadan?a, sobre todo se ve en algunos ayuntamientos medios o peque?os, que saben perfectamente que tienen un alcalde que ha incurrido en pr?cticas corruptas, y a pesar de eso lo revalidan en su cargo, con conocimiento, en una especie de cooperaci?n necesaria. Todav?a no existe el reproche generalizado que deber?a existir, y en todos los territorios no ha pasado la misma factura. Hay comunidades aut?nomas en la que la corrupci?n s? que ha apartado a gobernante de las instituciones. Los partidos pretenden presentarse ante la sociedad como grandes abanderados de la lucha contra la corrupci?n. Algunos discursos pueden ser m?s sinceros que otros, pero s? que creo que hay una nueva forma de presentarse ante la sociedad en todo lo relacionado con la corrupci?n. Pone el foco sobre la normalidad del tema en Espa?a. ?Sentencias ejemplarizantes a caras visibles de gobiernos, que ahora est?n en prisi?n o apartados de la vida pol?tica, como P?nica o Gürtel, han marcado un antes y un después en la concepci?n social de este mal?En la pr?ctica no han cambiado grandes cosas. Ha cambiado la estética partidista, pero no tanto la ética, porque mientras que no se afronten las reformas institucionales necesarias, tenemos datos que nos dicen que la corrupci?n se sigue produciendo a grandes niveles en nuestro pa?s. Simplemente tenemos que ver la perspectiva de conjunto: tenemos unos niveles de corrupci?n pol?tica que no tienen equivalentes en la Europa democr?tica. Si nos fijamos, tenemos condenados, encausados o en prisi?n provisional en bastantes territorios auton?micos: presidentes y consejeros auton?micos, presidentes de diputaciones, alcaldes y concejales de las principales ciudades, y tenemos corrupci?n en todos los niveles institucionales: municipal, provincial, auton?mico, estatal; en gran parte de los territorios m?s relevantes. Los porcentajes de cargos pol?ticos imputados no tienen equivalente en la Europa democr?tica, y se aproximan peligrosamente a los de Honduras o Guatemala. No tenemos una corrupci?n sistémica como en Centroamérica, que afecte a pol?ticos, funcionarios, a jueces o polic?as y militares, pero en el ?mbito estrictamente pol?tico hay una concentraci?n muy elevada que no tiene paralelismos con otros pa?ses europeos democr?ticos, con algunas paradojas relevantes: estamos a la cola de Europa en el n?mero de jueces y a la cabeza en el n?mero de corruptos. Hay deficiencias institucionales que nos separan de la Europa democr?tica. ?Cu?les son las reformas institucionales necesarias para corregir ese desequilibrio?Hacen falta m?s medios de persecuci?n y m?s recursos en los juzgados, pero es mucho m?s importante la prevenci?n, dificultar que pueda producirse la corrupci?n. El Tribunal de Cuentas europeo detect? hace a?os que las autopistas espa?olas en igualdad de condiciones orogr?ficas costaban el doble que las alemanas. No encontraban explicaciones y loa atribuyeron a los mecanismos de adjudicaci?n de los contratos p?blicos en Espa?a, que permiten fraccionamientos, modificados, y que nos demuestran eso que se ha llamado habitualmente “la Espa?a del despilfarro”. A menudo no ha habido una gesti?n negligente o derrochadora, lo que se han producido son sobrecostes que siempre est?n presentes cuando hay corrupci?n. Es importante en materia preventiva que nuestros mecanismos de gasto p?blico se aproximen lo m?s posible a los precios de mercado. Hace falta m?s transparencia en el funcionamiento de las instituciones, necesitamos mejores controles internos de la gesti?n p?blica, crear infraestructuras éticas, partidos pol?ticos con m?s controles internos de sus tesorer?as, y por ejemplo es muy importante en materia de controles que en los espacios de vigilancia institucional que no haya una colonizaci?n partidista como la que tenemos. En todos los organismos de contrapeso tenemos cerca de 100.000 cargos de confianza en el conjunto de las instituciones p?blicas, en espacios donde deber?a haber funcionarios p?blicos, y no comisarios de partido. En Europa existe una administraci?n p?blica muy profesionalizada. El caso Baltar, entre otros, es un caso claro de clientelismo, que viene de muy atr?s y que explica que los controles internos sean tan fr?giles.Apela a las inercias del franquismo como germen. En Galicia existen dos casos de corrupci?n franquista: el pazo de Meir?s y la casa Cornide. En una estructura corrupta por definici?n como es una dictadura, ?c?mo se distingue lo que es corrupci?n de lo que no?En el libro explico el caso del pazo de Meir?s y de la casa Cornide. Fueron casos de corrupci?n como tant?simos que hubo durante la dictadura. La corrupci?n por definici?n es el abuso del poder p?blico para la obtenci?n de beneficios privados. Me parece claro que muchos de los ministros, generales y gobernadores civiles de Franco perpetraron todo tipo de abusos de poder para obtener beneficios privados valiéndose del espacio institucional que se ocupaba. Durante el franquismo la corrupci?n estaba absolutamente generalizada, como pasa en las dictaduras donde no hay contrapesos, ni justicia independiente, ni periodistas, ni pluralismo pol?tica. Una de las cuestiones que planteo es ?por qué nuestro sistema democr?tico no fue capaz de cortar con las pr?cticas corruptas generalizadas que ven?an de la dictadura? Mi respuesta es que la forma en la que tuvo que hacerse la Transici?n dificult? que no hubiera esas continuidades. La Transici?n aport? cosas positivas, como que en poco tiempo pudiese articular un sistema democr?tico y aprobar una Constituci?n, pero hubo enormes continuidades. También en Galicia, con numerosos cargos pol?ticos del franquismo que luego continuaron en democracia, y que continuaron toda la cultura pol?tica empresarial y funcionarial del franquismo. La democracia no fue capaz de cortar con esto.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/joaquim-bosch-porcentaje-imputados-corrupcion-81127398)
Estar? ya cansado de hablar de esto. Qué va, me encanta. Adem?s, veo a la gente con mucha receptividad, tanto a periodistas como a la ciudadan?a. El tema va por la quinta edici?n, lo que demuestra que de verdad preocupa a la sociedad.?Lo hace? Parece que desde hace un tiempo no se oye hablar tanto de corrupci?n como antes. Hace unos a?os hab?a un constante bombardeo de noticias sobre redes y tramas, y ahora ha bajado la intensidad informativa. ?Lo percibe as?? Yo percibo que no hay tantos esc?ndalos de corrupci?n como a?os atr?s, pero eso no significa que no se siga perpetrando. Los casos no aparecen inmediatamente, algunos tardan cinco, diez o m?s a?os, porque son pr?cticas que se perpetran en la oscuridad, y que a veces se conocen y otras no. La de ahora se conocer?, la que se conozca, dentro de algunos a?os. Es cierto que en nuestro pa?s en los ?ltimos tiempos hay un mayor descontento social ante la corrupci?n. Esto provoc? un estallido de denuncias, de casos, de una mayor implicaci?n de los medios, y quiz?s esto pueda haber favorecido que no haya tanta corrupci?n, aunque no hay semana que no conozcamos un nuevo caso. ?Se ha utilizado la corrupci?n como arma de campa?a por algunos partidos cuando estaban en la oposici?n?Se ha utilizado y se sigue utilizando en el ?mbito pol?tico, y, en ?ltima instancia, con independencia de que haya formas que puedan ser m?s correctas que otras, a m? me parece positivo crear debate p?blico y que haya una rendici?n de cuentas, que los gobernantes tengan que dar explicaciones de si han actuado de manera limpia o no. Que se utilice de una forma adecuada me parece positivo, no como esos tiempos en los que hab?a much?sima corrupci?n y no se hablaba de ella, ni siquiera era objeto de reproche. Hubo un avance importante: hace no muchos a?os, era habitual que imputados por corrupci?n estuviesen en candidaturas o en cargos de Gobierno. Hoy eso genera cierto desgaste pol?tico y cada vez es m?s raro de ver.Espa?a es uno de los pa?ses que menos conf?a en sus gobernantes, pero parece que se exonera al corrupto y que esta no es una de las grandes preocupaciones sociales. Habla de electorado corrupto, pero a la hora de castigar al pol?tico, el meter la mano en la caja es lo primero a lo que se apela. Mi impresi?n es que en los ?ltimos a?os, aunque de manera desigual, la corrupci?n s? que ha pasado factura electoral. Creo que deber?a haber m?s concienciaci?n ciudadana. Todav?a hay rasgos de electorado corrupto, hay una parte de la ciudadan?a, sobre todo se ve en algunos ayuntamientos medios o peque?os, que saben perfectamente que tienen un alcalde que ha incurrido en pr?cticas corruptas, y a pesar de eso lo revalidan en su cargo, con conocimiento, en una especie de cooperaci?n necesaria. Todav?a no existe el reproche generalizado que deber?a existir, y en todos los territorios no ha pasado la misma factura. Hay comunidades aut?nomas en la que la corrupci?n s? que ha apartado a gobernante de las instituciones. Los partidos pretenden presentarse ante la sociedad como grandes abanderados de la lucha contra la corrupci?n. Algunos discursos pueden ser m?s sinceros que otros, pero s? que creo que hay una nueva forma de presentarse ante la sociedad en todo lo relacionado con la corrupci?n. Pone el foco sobre la normalidad del tema en Espa?a. ?Sentencias ejemplarizantes a caras visibles de gobiernos, que ahora est?n en prisi?n o apartados de la vida pol?tica, como P?nica o Gürtel, han marcado un antes y un después en la concepci?n social de este mal?En la pr?ctica no han cambiado grandes cosas. Ha cambiado la estética partidista, pero no tanto la ética, porque mientras que no se afronten las reformas institucionales necesarias, tenemos datos que nos dicen que la corrupci?n se sigue produciendo a grandes niveles en nuestro pa?s. Simplemente tenemos que ver la perspectiva de conjunto: tenemos unos niveles de corrupci?n pol?tica que no tienen equivalentes en la Europa democr?tica. Si nos fijamos, tenemos condenados, encausados o en prisi?n provisional en bastantes territorios auton?micos: presidentes y consejeros auton?micos, presidentes de diputaciones, alcaldes y concejales de las principales ciudades, y tenemos corrupci?n en todos los niveles institucionales: municipal, provincial, auton?mico, estatal; en gran parte de los territorios m?s relevantes. Los porcentajes de cargos pol?ticos imputados no tienen equivalente en la Europa democr?tica, y se aproximan peligrosamente a los de Honduras o Guatemala. No tenemos una corrupci?n sistémica como en Centroamérica, que afecte a pol?ticos, funcionarios, a jueces o polic?as y militares, pero en el ?mbito estrictamente pol?tico hay una concentraci?n muy elevada que no tiene paralelismos con otros pa?ses europeos democr?ticos, con algunas paradojas relevantes: estamos a la cola de Europa en el n?mero de jueces y a la cabeza en el n?mero de corruptos. Hay deficiencias institucionales que nos separan de la Europa democr?tica. ?Cu?les son las reformas institucionales necesarias para corregir ese desequilibrio?Hacen falta m?s medios de persecuci?n y m?s recursos en los juzgados, pero es mucho m?s importante la prevenci?n, dificultar que pueda producirse la corrupci?n. El Tribunal de Cuentas europeo detect? hace a?os que las autopistas espa?olas en igualdad de condiciones orogr?ficas costaban el doble que las alemanas. No encontraban explicaciones y loa atribuyeron a los mecanismos de adjudicaci?n de los contratos p?blicos en Espa?a, que permiten fraccionamientos, modificados, y que nos demuestran eso que se ha llamado habitualmente “la Espa?a del despilfarro”. A menudo no ha habido una gesti?n negligente o derrochadora, lo que se han producido son sobrecostes que siempre est?n presentes cuando hay corrupci?n. Es importante en materia preventiva que nuestros mecanismos de gasto p?blico se aproximen lo m?s posible a los precios de mercado. Hace falta m?s transparencia en el funcionamiento de las instituciones, necesitamos mejores controles internos de la gesti?n p?blica, crear infraestructuras éticas, partidos pol?ticos con m?s controles internos de sus tesorer?as, y por ejemplo es muy importante en materia de controles que en los espacios de vigilancia institucional que no haya una colonizaci?n partidista como la que tenemos. En todos los organismos de contrapeso tenemos cerca de 100.000 cargos de confianza en el conjunto de las instituciones p?blicas, en espacios donde deber?a haber funcionarios p?blicos, y no comisarios de partido. En Europa existe una administraci?n p?blica muy profesionalizada. El caso Baltar, entre otros, es un caso claro de clientelismo, que viene de muy atr?s y que explica que los controles internos sean tan fr?giles.Apela a las inercias del franquismo como germen. En Galicia existen dos casos de corrupci?n franquista: el pazo de Meir?s y la casa Cornide. En una estructura corrupta por definici?n como es una dictadura, ?c?mo se distingue lo que es corrupci?n de lo que no?En el libro explico el caso del pazo de Meir?s y de la casa Cornide. Fueron casos de corrupci?n como tant?simos que hubo durante la dictadura. La corrupci?n por definici?n es el abuso del poder p?blico para la obtenci?n de beneficios privados. Me parece claro que muchos de los ministros, generales y gobernadores civiles de Franco perpetraron todo tipo de abusos de poder para obtener beneficios privados valiéndose del espacio institucional que se ocupaba. Durante el franquismo la corrupci?n estaba absolutamente generalizada, como pasa en las dictaduras donde no hay contrapesos, ni justicia independiente, ni periodistas, ni pluralismo pol?tica. Una de las cuestiones que planteo es ?por qué nuestro sistema democr?tico no fue capaz de cortar con las pr?cticas corruptas generalizadas que ven?an de la dictadura? Mi respuesta es que la forma en la que tuvo que hacerse la Transici?n dificult? que no hubiera esas continuidades. La Transici?n aport? cosas positivas, como que en poco tiempo pudiese articular un sistema democr?tico y aprobar una Constituci?n, pero hubo enormes continuidades. También en Galicia, con numerosos cargos pol?ticos del franquismo que luego continuaron en democracia, y que continuaron toda la cultura pol?tica empresarial y funcionarial del franquismo. La democracia no fue capaz de cortar con esto.
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