الريــم
01-09-2023, 09:51 PM
Pasado el espanto y la zozobra, el Gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva volv?a este lunes a recuperar el control del espacio p?blico en Brasilia y otras ciudades donde se hab?a naturalizado la presencia de campamentos bolsonaristas. La polic?a levant? finalmente el reducto de ultraderechistas que a lo largo de dos meses se hab?a instalado a las puertas del cuartel general del Ejército en el distrito capitalino. Seg?n inform? la agencia Efe, han sido arrestadas al menos 1.500 personas. Pero la reacci?n m?s importante provino de los tres poderes del Estado cuyos edificios hab?an sido destruidos el domingo por la ultraderecha (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/brasil-vive-particular-asalto-capitolio-80855907). Lula, en nombre del Ejecutivo, las autoridades del Senado y el Congreso de los Diputados, Veneziano Vital do Rêgo y Arthur Lira, y la titular del Tribunal Supremo (STF), Rosa Weber, rechazaron "los actos terroristas, vand?licos, criminales y golpistas". El documento conjunto no tiene precedentes porque también es inédita la magnitud de la crisis pol?tica. "Estamos unidos para que se tomen medidas institucionales. Hacemos un llamamiento a la sociedad para que mantenga la serenidad, en defensa de la paz y la democracia en nuestra patria".
La gran pregunta de los analistas se relacionaba con la eficacia de las "medidas institucionales" tendientes a enfrentar el desaf?o que bolsonarismo radical plantea en las calles, hist?ricamente hegemonizadas por la izquierda, y las redes sociales. Para Bruno Boghossian, columnista de 'Folha' de Sao Paulo, el fin de los campamentos deber?a ser "s?lo el principio" de "una acci?n permanente para sofocar la articulaci?n de grupos organizados que atacan el orden democr?tico". Seg?n Boghossian, "el movimiento desinhibido de los radicales en los ?ltimos 70 d?as, bajo la complacencia de diversas autoridades, prueba que las amenazas a la democracia brasile?a han alcanzado un grado de sedimentaci?n que no se restringe a las puertas de los cuarteles".
M?s informaci?n (Auto)
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Otros analistas recuerdan que el bolsonarismo, en sus expresiones m?s agresivas, se ha consolidado a lo largo de cuatro a?os sin controles. La tolerancia concedida a estos grupos mientras gobernaba Jair Bolsonaro los anim? a traducir en hechos las palabras que en otro momento habr?an sido impronunciables: derrocamiento, intervenci?n militar, uso de la fuerza. El estupor por los sucesos del 8 de enero es ahora doble: de un lado est?n las im?genes del vandalismo de hombres que portaban armas, machetes y lanzaban consignas alucinadas. Pero, nunca como antes, se ha instalado la certeza de que los peligros no se desvanecer?n por inspiraci?n divina ni en un santiamén. El Gobierno entrante no estaba preparado para semejante reto.
De Moraes entra en escena
Los campamentos en Brasilia y R?o de Janeiro se disolvieron en menos de 24 horas después de la orden dada por la justicia. La velocidad con la que se llev? a cabo la medida contrast? con la displicencia y confusi?n previas. Desde el 3 de enero se ven?a preparando en Brasilia la toma de la sede de los tres poderes del Estado. "Nada justificaba la existencia de campamentos de terroristas", dijo el presidente del Supremo Tribunal Electoral (STE), Alexandre de Moraes, cuya figura, demonizada por el excapit?n del Ejército y sus seguidores, se ha robustecido. Su decisi?n de destituir al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, fue, seg?n 'O Globo', un aviso para otras autoridades p?blicas.
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La detenci?n masiva de cientos de personas involucradas es, seg?n la publicaci?n, el primer mensaje de Moraes de que "la respuesta a estos ataques ser? dura" y que alcanzar? no solo a civiles sino también a uniformados. Pero el ministro tiene a su vez en la mira a 'influencers' y agitadores en las plataformas digitales y por eso ha pedido a las empresas tecnol?gicas que proporcionen datos de registro de los usuarios que instigaron actos antidemocr?ticos. Moraes asegur? a su vez que los financiadores de la invasi?n ser?n identificados y sancionados. Ya ha ordenado el decomiso de 87 buses. La Agencia Nacional de Transporte Terrestre (ANTI) debe llevar a cabo un registro de todos los veh?culos que entraron a Brasilia entre 5 y 8 de enero. Bajo estas nuevas circunstancias, De Moraes tendr? en adelante v?a libre para profundizar dos causas judiciales que involucran al clan Bolsonaro: el uso de las fake news y las llamadas 'milicias digitales'.
El magistrado llam? la atenci?n de las autoridades p?blicas que no pudieron evitar una "tragedia anunciada" con "absoluta publicidad" a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajer?a, como WhatsApp y Telegram. Los hombres y mujeres que invadieron la Explanada de los Ministerios, en Brasilia pueden ser acusados de diferentes delitos, desde multas hasta 12 a?os de c?rcel. Por lo pronto, Meta, propietaria de Facebook e Instagram, inform? de que retirar? contenidos que apoyen o ensalcen los actos golpistas. Moraes se propone adem?s llegar hasta la ra?z del problema: "Los financiadores, instigadores y agentes p?blicos conspiradores y criminales anteriores y actuales, que contin?an en la conducci?n il?cita de la pr?ctica de actos antidemocr?ticos".
Extradici?n de Bolsonaro
A diferencia de lo que hizo Donald Trump tras perder las elecciones, estimulando la reacci?n de los manifestantes, Bolsonaro se mantuvo dos meses en funciones ejecutivas y emiti? se?ales dudosas sobre los actos ultras realizados a lo largo y ancho del pa?s en su favor. Intent? tomar distancia de los ataques. Sin embargo, el historial de sus palabras poniendo en duda la transparencia de las elecciones en las que fue derrotado, as? como su simpat?a con las manifestaciones en su favor y su decisi?n de no entregarle los atributos de mando a Lula, el 1 de enero, lo se?alan como un protagonista silente de las acciones de sus seguidores. As? lo subray? su sucesor en su intervenci?n del domingo.
"Los actos terroristas hicieron temer entre los aliados de Jair Bolsonaro que el expresidente termine detenido en alg?n momento de los pr?ximos meses", se?al? Mal? Gaspar, columnista del diario carioca 'O Globo'. Antes incluso de la tentativa desestabilizadora del domingo, estos interlocutores "evaluaron que hab?a un riesgo medio de arresto". Ahora, "la lectura compartida por aliados del expresidente y por ministros de tribunales superiores es que la situaci?n se ha vuelto extremadamente delicada". En este contexto, comenzaron a escucharse voces favorables a la extradici?n de Bolsonaro, quien se encuentra en Florida (Estados Unidos) y este lunes fue ingresado por fuertes dolores abdominales (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/bolsonaro-hospitalizado-fuertes-dolores-abdominales-80931379). Por lo pronto, el Congreso brasile?o ya ha recogido 14 de las 27 firmas de senadores necesarias para abrir una Comisi?n Parlamentaria de Investigaci?n (CPI) por los episodios del 8 de enero.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/brasil-ofensiva-frenar-bolsonarismo-asalto-poderes-80937384)
La gran pregunta de los analistas se relacionaba con la eficacia de las "medidas institucionales" tendientes a enfrentar el desaf?o que bolsonarismo radical plantea en las calles, hist?ricamente hegemonizadas por la izquierda, y las redes sociales. Para Bruno Boghossian, columnista de 'Folha' de Sao Paulo, el fin de los campamentos deber?a ser "s?lo el principio" de "una acci?n permanente para sofocar la articulaci?n de grupos organizados que atacan el orden democr?tico". Seg?n Boghossian, "el movimiento desinhibido de los radicales en los ?ltimos 70 d?as, bajo la complacencia de diversas autoridades, prueba que las amenazas a la democracia brasile?a han alcanzado un grado de sedimentaci?n que no se restringe a las puertas de los cuarteles".
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Otros analistas recuerdan que el bolsonarismo, en sus expresiones m?s agresivas, se ha consolidado a lo largo de cuatro a?os sin controles. La tolerancia concedida a estos grupos mientras gobernaba Jair Bolsonaro los anim? a traducir en hechos las palabras que en otro momento habr?an sido impronunciables: derrocamiento, intervenci?n militar, uso de la fuerza. El estupor por los sucesos del 8 de enero es ahora doble: de un lado est?n las im?genes del vandalismo de hombres que portaban armas, machetes y lanzaban consignas alucinadas. Pero, nunca como antes, se ha instalado la certeza de que los peligros no se desvanecer?n por inspiraci?n divina ni en un santiamén. El Gobierno entrante no estaba preparado para semejante reto.
De Moraes entra en escena
Los campamentos en Brasilia y R?o de Janeiro se disolvieron en menos de 24 horas después de la orden dada por la justicia. La velocidad con la que se llev? a cabo la medida contrast? con la displicencia y confusi?n previas. Desde el 3 de enero se ven?a preparando en Brasilia la toma de la sede de los tres poderes del Estado. "Nada justificaba la existencia de campamentos de terroristas", dijo el presidente del Supremo Tribunal Electoral (STE), Alexandre de Moraes, cuya figura, demonizada por el excapit?n del Ejército y sus seguidores, se ha robustecido. Su decisi?n de destituir al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, fue, seg?n 'O Globo', un aviso para otras autoridades p?blicas.
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El magistrado llam? la atenci?n de las autoridades p?blicas que no pudieron evitar una "tragedia anunciada" con "absoluta publicidad" a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajer?a, como WhatsApp y Telegram. Los hombres y mujeres que invadieron la Explanada de los Ministerios, en Brasilia pueden ser acusados de diferentes delitos, desde multas hasta 12 a?os de c?rcel. Por lo pronto, Meta, propietaria de Facebook e Instagram, inform? de que retirar? contenidos que apoyen o ensalcen los actos golpistas. Moraes se propone adem?s llegar hasta la ra?z del problema: "Los financiadores, instigadores y agentes p?blicos conspiradores y criminales anteriores y actuales, que contin?an en la conducci?n il?cita de la pr?ctica de actos antidemocr?ticos".
Extradici?n de Bolsonaro
A diferencia de lo que hizo Donald Trump tras perder las elecciones, estimulando la reacci?n de los manifestantes, Bolsonaro se mantuvo dos meses en funciones ejecutivas y emiti? se?ales dudosas sobre los actos ultras realizados a lo largo y ancho del pa?s en su favor. Intent? tomar distancia de los ataques. Sin embargo, el historial de sus palabras poniendo en duda la transparencia de las elecciones en las que fue derrotado, as? como su simpat?a con las manifestaciones en su favor y su decisi?n de no entregarle los atributos de mando a Lula, el 1 de enero, lo se?alan como un protagonista silente de las acciones de sus seguidores. As? lo subray? su sucesor en su intervenci?n del domingo.
"Los actos terroristas hicieron temer entre los aliados de Jair Bolsonaro que el expresidente termine detenido en alg?n momento de los pr?ximos meses", se?al? Mal? Gaspar, columnista del diario carioca 'O Globo'. Antes incluso de la tentativa desestabilizadora del domingo, estos interlocutores "evaluaron que hab?a un riesgo medio de arresto". Ahora, "la lectura compartida por aliados del expresidente y por ministros de tribunales superiores es que la situaci?n se ha vuelto extremadamente delicada". En este contexto, comenzaron a escucharse voces favorables a la extradici?n de Bolsonaro, quien se encuentra en Florida (Estados Unidos) y este lunes fue ingresado por fuertes dolores abdominales (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/bolsonaro-hospitalizado-fuertes-dolores-abdominales-80931379). Por lo pronto, el Congreso brasile?o ya ha recogido 14 de las 27 firmas de senadores necesarias para abrir una Comisi?n Parlamentaria de Investigaci?n (CPI) por los episodios del 8 de enero.
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