الريــم
01-08-2023, 12:11 AM
En su primer discurso como presidente de la C?mara de Representantes de Estados Unidos, una elecci?n cosechada en la madrugada del s?bado tras una cruenta y debilitadora batalla con el ala m?s radical dentro del Partido Republicano, Kevin McCarthy (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/congreso-eeuu-sigue-presidente-rebelion-80794757) declar?: "Espero que una cosa haya quedado clara: nunca me rindo". El congresista californiano de 57 a?os, tras 14 humillantes votaciones fallidas y cuatro d?as de drama y caos retransmitidos en directo ante todo el pa?s, ten?a por fin el cargo que ha ambicionado pr?cticamente desde que entr? en pol?tica. El precio que ha pagado por conseguirlo, no obstante, amenaza con ser alto, para él y para el pa?s.
McCarthy solo ha conseguido la presidencia realizando trascendentales concesiones a los ultraconservadores. Con algunas de ellas, como permitir que un solo legislador pueda iniciar el proceso para destituirle, ha mermado enormemente su propio poder. Pero, con otras, como dar a los m?s radicales un determinante papel en comités vitales para el funcionamiento de la C?mara o la capacidad de alterar el debate de las propuestas legislativas de gasto ha elevado el relevante peso que tendr? la facci?n m?s radical dentro del ya radicalizado Partido Republicano y en la pol?tica estadounidense.
Gobierno dividido
La claudicaci?n de McCarthy, cruzando l?neas rojas que hab?a prometido no traspasar, llega en un momento en que la fr?gil mayor?a en la C?mara Baja y el control dem?crata del Senado y la Casa Blanca ya permit?an anticipar dos a?os de bloqueo legislativo casi total en EEUU. Y quedan palabras que el propio McCarthy, en su primer discurso como ‘speaker’, o el presidente Joe Biden, en su mensaje felicit?ndole, lanzaron llamando a la cooperaci?n, aunque bajo cualquier perspectiva realista est? claro que las opciones de colaboraci?n bipartidista son m?nimas.
El empoderamiento de extremistas populistas y con una destacada vena antigubernamental y de desprecio a las instituciones ha quedado en evidencia esta semana en el bochornoso espect?culo de la elecci?n y en las dificultades de McCarthy para aunar a su bancada. Y dispara los miedos sobre las dificultades que los republicanos tendr?n para gobernar, y las que crear?n para el gobierno.
El techo de la deuda
En ning?n terreno es m?s acentuado ese temor que en lo que se refiere al techo de la deuda. EEUU tendr? que elevarlo este a?o, seg?n los c?lculos actuales en el tercer trimestre, si no quiere entrar por primera vez en su historia en impago, algo que tendr?a graves repercusiones globales. Pero para llegar a la presidencia de la C?mara McCarthy se ha comprometido con los ultras a que no habr? subida si no va acompa?ada de profundos recortes paralelos en el gasto federal (algo que los republicanos olvidaron, convenientemente, durante el mandato de Donald Trump).
Resucitan as?, pero intensificados, los fantasmas de 2011, cuando un duelo similar entre Barack Obama y los republicanos entonces marcados por el extremismo del Tea Party ya estuvo a punto de provocar un cataclismo. Se solvent? solo en el ?ltimo momento, y no evit? que EEUU viera rebajada la calificaci?n de su deuda.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
El pacto negociado por McCarthy, que se conocer? plenamente el lunes cuando se voten las reglas de la C?mara, anticipa m?s pesadillas presupuestarias. Plantea, por ejemplo, obligar a que cualquier nueva partida de gasto vaya acompa?ada de un recorte equivalente. Y se ve en peligro legislaci?n vital para financiar Defensa y otros departamentos y agencias gubernamentales, seguir enviando ayuda a Ucrania o mantener programas de prestaciones para los estadounidenses de m?s bajos ingresos.
El flamante ‘speaker’ también ha accedido a que se usen leyes de apropiaci?n para reducir salarios de cargos o buscar destituirlos, algo que podr?an tratar de emplear los republicanos para sus campa?as contra secretarios que tienen en su diana como el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, al que responsabilizan junto a Biden de la crisis migratoria.
Investigaciones y Trump
La era MCarthy también va a llegar marcada por el sello institucional a batallas que los republicanos llevan dos a?os librando en la oposici?n. Y, en su primer discurso, el 'speaker' record? que van a poner en marcha m?ltiples investigaciones, desde sobre los or?genes de covid hasta sobre la retirada de Afganist?n. No mencion? ni ha incluido en la propuesta de reglas otra investigaci?n que se da por segura: la de Hunter Biden, el hijo del presidente.
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El presidente de la C?mara también ha pactado crear dentro del comité Judicial un subcomité especial para estudiar el “uso como arma del Gobierno Federal” y, en concreto, del FBI y el Departamento de Justicia. Y ese panel llevar? a Capitol Hill de nuevo las denuncias de supuesta persecuci?n pol?tica de Donald Trump, cuya figura sigue sobrevolando todo en el Partido Republicano.
En la dram?tica noche de elecci?n de McCarthy, que coincidi? con el segundo aniversario del asalto al Capitolio, el expresidente llam? a varios de los congresistas que la estaban frenando (en d?as previos sus llamadas a votar por McCarthy no hab?an tenido efecto). Y el nuevo ‘speaker’, en sus primeras declaraciones a la prensa, quiso dar “especialmente las gracias” a Trump. “No creo que nadie deba dudar de su influencia”, dijo McCarthy.
El paquete de reglas de la C?mara presentado incluye una propuesta para dar m?s fondos a la resoluci?n de disputas sobre resultados electorales.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/pacto-mccarthy-ultras-congreso-anticipa-80826262)
McCarthy solo ha conseguido la presidencia realizando trascendentales concesiones a los ultraconservadores. Con algunas de ellas, como permitir que un solo legislador pueda iniciar el proceso para destituirle, ha mermado enormemente su propio poder. Pero, con otras, como dar a los m?s radicales un determinante papel en comités vitales para el funcionamiento de la C?mara o la capacidad de alterar el debate de las propuestas legislativas de gasto ha elevado el relevante peso que tendr? la facci?n m?s radical dentro del ya radicalizado Partido Republicano y en la pol?tica estadounidense.
Gobierno dividido
La claudicaci?n de McCarthy, cruzando l?neas rojas que hab?a prometido no traspasar, llega en un momento en que la fr?gil mayor?a en la C?mara Baja y el control dem?crata del Senado y la Casa Blanca ya permit?an anticipar dos a?os de bloqueo legislativo casi total en EEUU. Y quedan palabras que el propio McCarthy, en su primer discurso como ‘speaker’, o el presidente Joe Biden, en su mensaje felicit?ndole, lanzaron llamando a la cooperaci?n, aunque bajo cualquier perspectiva realista est? claro que las opciones de colaboraci?n bipartidista son m?nimas.
El empoderamiento de extremistas populistas y con una destacada vena antigubernamental y de desprecio a las instituciones ha quedado en evidencia esta semana en el bochornoso espect?culo de la elecci?n y en las dificultades de McCarthy para aunar a su bancada. Y dispara los miedos sobre las dificultades que los republicanos tendr?n para gobernar, y las que crear?n para el gobierno.
El techo de la deuda
En ning?n terreno es m?s acentuado ese temor que en lo que se refiere al techo de la deuda. EEUU tendr? que elevarlo este a?o, seg?n los c?lculos actuales en el tercer trimestre, si no quiere entrar por primera vez en su historia en impago, algo que tendr?a graves repercusiones globales. Pero para llegar a la presidencia de la C?mara McCarthy se ha comprometido con los ultras a que no habr? subida si no va acompa?ada de profundos recortes paralelos en el gasto federal (algo que los republicanos olvidaron, convenientemente, durante el mandato de Donald Trump).
Resucitan as?, pero intensificados, los fantasmas de 2011, cuando un duelo similar entre Barack Obama y los republicanos entonces marcados por el extremismo del Tea Party ya estuvo a punto de provocar un cataclismo. Se solvent? solo en el ?ltimo momento, y no evit? que EEUU viera rebajada la calificaci?n de su deuda.
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El pacto negociado por McCarthy, que se conocer? plenamente el lunes cuando se voten las reglas de la C?mara, anticipa m?s pesadillas presupuestarias. Plantea, por ejemplo, obligar a que cualquier nueva partida de gasto vaya acompa?ada de un recorte equivalente. Y se ve en peligro legislaci?n vital para financiar Defensa y otros departamentos y agencias gubernamentales, seguir enviando ayuda a Ucrania o mantener programas de prestaciones para los estadounidenses de m?s bajos ingresos.
El flamante ‘speaker’ también ha accedido a que se usen leyes de apropiaci?n para reducir salarios de cargos o buscar destituirlos, algo que podr?an tratar de emplear los republicanos para sus campa?as contra secretarios que tienen en su diana como el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, al que responsabilizan junto a Biden de la crisis migratoria.
Investigaciones y Trump
La era MCarthy también va a llegar marcada por el sello institucional a batallas que los republicanos llevan dos a?os librando en la oposici?n. Y, en su primer discurso, el 'speaker' record? que van a poner en marcha m?ltiples investigaciones, desde sobre los or?genes de covid hasta sobre la retirada de Afganist?n. No mencion? ni ha incluido en la propuesta de reglas otra investigaci?n que se da por segura: la de Hunter Biden, el hijo del presidente.
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El presidente de la C?mara también ha pactado crear dentro del comité Judicial un subcomité especial para estudiar el “uso como arma del Gobierno Federal” y, en concreto, del FBI y el Departamento de Justicia. Y ese panel llevar? a Capitol Hill de nuevo las denuncias de supuesta persecuci?n pol?tica de Donald Trump, cuya figura sigue sobrevolando todo en el Partido Republicano.
En la dram?tica noche de elecci?n de McCarthy, que coincidi? con el segundo aniversario del asalto al Capitolio, el expresidente llam? a varios de los congresistas que la estaban frenando (en d?as previos sus llamadas a votar por McCarthy no hab?an tenido efecto). Y el nuevo ‘speaker’, en sus primeras declaraciones a la prensa, quiso dar “especialmente las gracias” a Trump. “No creo que nadie deba dudar de su influencia”, dijo McCarthy.
El paquete de reglas de la C?mara presentado incluye una propuesta para dar m?s fondos a la resoluci?n de disputas sobre resultados electorales.
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