الريــم
01-07-2023, 06:51 PM
“La independencia de la Justicia es la garant?a de toda libertad. Pero la reforma socialista del Poder Judicial trata de politizarlo e intervenirlo”. La cantinela suena familiar, pero tiene ya 36 a?os, y sus autores de entonces son los mismos que contin?an enton?ndola ahora. Aparec?a en el programa electoral de Alianza Popular en 1986, un a?o después de que el PSOE reformara por primera vez la ley del ?rgano de gobierno de los jueces para dejar en manos de las Cortes la elecci?n de sus veinte miembros. El TC aval? el sistema pero apunt? al riesgo e incluso la probabilidad de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se viera arrastrado por la lucha de partidos.
Han pasado 36 a?os y once programas electorales de los populares, en los que no han faltado alusiones a garantizar “la absoluta independencia pol?tica” de los jueces y “devolver la independencia al Poder Judicial”. La insistencia parecer?a coherente, salvo porque en 15 de esos 36 a?os era el Partido Popular el que ocupaba el Gobierno. Toc? la ley en dos ocasiones, pero solo para introducir matices y sin alterar la esencia del modo de elecci?n.
Desde aquella reforma socialista de 1985, rojos y azules se han turnado en La Moncloa sin que ninguno haya hecho nada por cambiar un sistema que, con m?s o menos retraso y bronca pol?tica, los sigui? poniendo de acuerdo para repartirse los nombramientos. Hasta que, en diciembre de 2018, cuando los dos grandes ya ultimaban los nombres para el pacto, la filtraci?n de unos mensajes de WhatsApp en los que el senador popular Ignacio Cosid? se jactaba de que controlar?an “por detr?s" la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo fueron demasiado sonrojantes como para mantener el acuerdo. Desde entonces, la c?pula judicial sigue en funciones mientras contin?a un bloqueo de cuatro a?os en los que se han sucedido episodios de exigencias, vetos y dos reformas exprés; aunque una de ellas se qued? en amenaza cuando hasta Europa tuvo que dar la se?al de alarma.
La reforma de 1985
La primera ley org?nica del CGPJ lleg? en 1980, de la mano de la UCD. En lo que a la elecci?n de los jueces se refiere, sigui? a pies juntillas el mandato constitucional: de los 20 vocales, Congreso y Senado nombrar?an solo a los ocho cuya elecci?n se atribuye expl?citamente a las C?maras por mayor?a cualificada en la Carta Magna. Los otros 12 deb?an ser elegidos por todos los jueces y magistrados en activo.
La reforma del 85 supuso que esa docena, de la que la Constituci?n no dec?a nada expresamente, fuera también nombrada por las Cortes, de manera que los 20 miembros se elegir?an a partes iguales, diez y diez, por las mayor?as cualificadas de Congreso y Senado. La iniciativa parti? de la enmienda del diputado vasco de Euskadiko Ezkerra (EE) Juan Mar?a Bandrés, y el Gobierno socialista la acept? de buen agrado, con el convencimiento de que hab?a que darle un giro a la carrera judicial, de estructura conservadora. Desde la minor?a catalana, Josep Mar?a Tr?as de Bes lo verbaliz? en su cr?tica a la reforma: “Contraponen la soberan?a a una magistratura que hoy tildan de conservadora; pero, citando a Max Weber, la parlamentarizaci?n y la democratizaci?n no est?n en modo alguno en relaci?n de reciprocidad necesaria. En esto se equivocan los se?ores de la mayor?a”.
El portavoz de Alianza Popular, José Mar?a Ruiz-Gallard?n, protagoniz? uno de los momentos m?s tensos del pleno que votaba las enmiendas: “Si ustedes, se?ores socialistas, lo que pretenden hacer a través de esta ley es lo que Lenin quer?a para el Soviet en 1917…”. Su partido llev? la norma al Constitucional, que la aval?. Y desde entonces, la alusi?n a reformar el sistema empez? a tener su sitio asegurado en sus programas electorales.
La batalla del PP… hasta que gobern?
El PP lleg? al Gobierno en 1996, con José Mar?a Aznar al frente y un programa electoral que manten?a esa reivindicaci?n hist?rica de elegir a los vocales “de entre y por Jueces y Magistrados de todas las categor?as”. En sus propuestas para los comicios del a?o 2000, el PP insist?a en esta medida y se compromet?a a llegar a un consenso con el resto de partidos, mientras que el PSOE segu?a defendiendo la elecci?n parlamentaria de los vocales. Fue as? como, en 2001, los populares aprobaron su primera reforma de la ley de los jueces, pero solo matizaron el sistema incluyendo que los elegidos lo ser?an de un listado elaborado por las asociaciones profesionales de jueces: los nombramientos segu?an estando en manos del poder pol?tico.
En el programa electoral de 2004, ya con Mariano Rajoy como candidato, el PP sac? pecho de aquella reforma: “Hemos aprobado un nuevo procedimiento de designaci?n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial, basado en la doble legitimaci?n que otorga la elecci?n por Jueces y Magistrados de carrera y por las Cortes Generales”. Pero esa doble legitimaci?n segu?a dejando a los diputados la ?ltima palabra, a lo que el PP se hab?a negado desde hac?a décadas.
Vetos, bloqueos y la reforma de 2013
Cuando, en 2004, el PP volvi? a la oposici?n, el reparto de nombres se complic?. Los portavoces de PSOE, CiU, ERC, PNV, IU-ICV y el grupo Mixto pactaron un documento en el que acusaban al PP de una conducta "sectaria" y "antidemocr?tica" por bloquear la renovaci?n de “una presidencia y una mayor?a que le es af?n" y que cumpl?a ya un a?o en funciones.
As?, en el programa electoral de 2008, el PP retom? la promesa de consagrar “la independencia del Consejo General del Poder Judicial, promoviendo la elecci?n de doce de sus miembros por y entre jueces y magistrados”, mientras que el PSOE aprovech? para reivindicar que “ser?a much?simo mejor” haber tenido “una oposici?n que no hubiera bloqueado las instituciones all? donde ha tenido posibilidad de hacerlo, como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial”. Pese a todo, tras las elecciones, hubo pacto y reparto de sillones.
En 2011, el PP volvi? a La Moncloa con una victoria abrumadora. Cuando en 2013 decidi? cambiar la ley, lejos de incluir que sus miembros fueran elegidos por los propios jueces, us? su mayor?a absoluta para aprobar la reforma con el ?nico apoyo de su grupo parlamentario e incluy? la posibilidad de constituir el CGPJ con los vocales elegidos por una sola C?mara. As? se proteg?a ante un posible bloqueo, puesto que le daban los n?meros en el Senado. Sin embargo, no hizo falta activar el mecanismo: PP y PSOE volvieron a repartirse los asientos y haciendo uso de la f?rmula que tantas veces hab?an criticado.
Las promesas de S?nchez
Los de 2011 fueron los ?ltimos comicios de la era del bipartidismo. En la larga precampa?a electoral de 2014, cuando Pablo Iglesias y Albert Rivera apretaban a PSOE y PP con discursos de renovaci?n y atacando a los repartos de instituciones como el CGPJ que hist?ricamente hab?an acordado los dos grandes, la promesa de despolitizar la Justicia llen? los m?tines y encuentros electorales.
“Hay que despolitizar el CGPJ. Que los partidos dejen de proponer candidatos”, dec?a el entonces candidato socialista y hoy presidente del Gobierno, Pedro S?nchez. “Estoy dispuesto a que el PSOE no sea quien proponga a los miembros del CGPJ, porque yo soy de los que cree que estas comodidades del bipartidismo a quienes han hecho peor es al PSOE”. Es Pedro S?nchez quien estuvo a punto de cerrar el acuerdo que salt? por los aires con los mensajes en los que Cosid? se jactaba del control de la Justicia. También es quien amag? con una reforma exprés que le hubiera permitido designar vocales por una mayor?a incluso inferior a los tres quintos.
Ahora, tras cuatro a?os de bloqueo, el PP de Alberto N??ez Feij?o vuelve a instalarse en su antigua promesa de que sean los jueces los que elijan registrando una propuesta de reforma en el Congreso y neg?ndose a cualquier pacto, pese a las llamadas insistentes de los socialistas a que “cumplan con sus obligaciones constitucionales”. Mientras tanto, despolitizar la Justicia sigue como asignatura pendiente y quiz?s resurja de nuevo cuando haya que redactar el programa electoral.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/larga-tradicion-pp-psoe-politizar-80817471)
Han pasado 36 a?os y once programas electorales de los populares, en los que no han faltado alusiones a garantizar “la absoluta independencia pol?tica” de los jueces y “devolver la independencia al Poder Judicial”. La insistencia parecer?a coherente, salvo porque en 15 de esos 36 a?os era el Partido Popular el que ocupaba el Gobierno. Toc? la ley en dos ocasiones, pero solo para introducir matices y sin alterar la esencia del modo de elecci?n.
Desde aquella reforma socialista de 1985, rojos y azules se han turnado en La Moncloa sin que ninguno haya hecho nada por cambiar un sistema que, con m?s o menos retraso y bronca pol?tica, los sigui? poniendo de acuerdo para repartirse los nombramientos. Hasta que, en diciembre de 2018, cuando los dos grandes ya ultimaban los nombres para el pacto, la filtraci?n de unos mensajes de WhatsApp en los que el senador popular Ignacio Cosid? se jactaba de que controlar?an “por detr?s" la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo fueron demasiado sonrojantes como para mantener el acuerdo. Desde entonces, la c?pula judicial sigue en funciones mientras contin?a un bloqueo de cuatro a?os en los que se han sucedido episodios de exigencias, vetos y dos reformas exprés; aunque una de ellas se qued? en amenaza cuando hasta Europa tuvo que dar la se?al de alarma.
La reforma de 1985
La primera ley org?nica del CGPJ lleg? en 1980, de la mano de la UCD. En lo que a la elecci?n de los jueces se refiere, sigui? a pies juntillas el mandato constitucional: de los 20 vocales, Congreso y Senado nombrar?an solo a los ocho cuya elecci?n se atribuye expl?citamente a las C?maras por mayor?a cualificada en la Carta Magna. Los otros 12 deb?an ser elegidos por todos los jueces y magistrados en activo.
La reforma del 85 supuso que esa docena, de la que la Constituci?n no dec?a nada expresamente, fuera también nombrada por las Cortes, de manera que los 20 miembros se elegir?an a partes iguales, diez y diez, por las mayor?as cualificadas de Congreso y Senado. La iniciativa parti? de la enmienda del diputado vasco de Euskadiko Ezkerra (EE) Juan Mar?a Bandrés, y el Gobierno socialista la acept? de buen agrado, con el convencimiento de que hab?a que darle un giro a la carrera judicial, de estructura conservadora. Desde la minor?a catalana, Josep Mar?a Tr?as de Bes lo verbaliz? en su cr?tica a la reforma: “Contraponen la soberan?a a una magistratura que hoy tildan de conservadora; pero, citando a Max Weber, la parlamentarizaci?n y la democratizaci?n no est?n en modo alguno en relaci?n de reciprocidad necesaria. En esto se equivocan los se?ores de la mayor?a”.
El portavoz de Alianza Popular, José Mar?a Ruiz-Gallard?n, protagoniz? uno de los momentos m?s tensos del pleno que votaba las enmiendas: “Si ustedes, se?ores socialistas, lo que pretenden hacer a través de esta ley es lo que Lenin quer?a para el Soviet en 1917…”. Su partido llev? la norma al Constitucional, que la aval?. Y desde entonces, la alusi?n a reformar el sistema empez? a tener su sitio asegurado en sus programas electorales.
La batalla del PP… hasta que gobern?
El PP lleg? al Gobierno en 1996, con José Mar?a Aznar al frente y un programa electoral que manten?a esa reivindicaci?n hist?rica de elegir a los vocales “de entre y por Jueces y Magistrados de todas las categor?as”. En sus propuestas para los comicios del a?o 2000, el PP insist?a en esta medida y se compromet?a a llegar a un consenso con el resto de partidos, mientras que el PSOE segu?a defendiendo la elecci?n parlamentaria de los vocales. Fue as? como, en 2001, los populares aprobaron su primera reforma de la ley de los jueces, pero solo matizaron el sistema incluyendo que los elegidos lo ser?an de un listado elaborado por las asociaciones profesionales de jueces: los nombramientos segu?an estando en manos del poder pol?tico.
En el programa electoral de 2004, ya con Mariano Rajoy como candidato, el PP sac? pecho de aquella reforma: “Hemos aprobado un nuevo procedimiento de designaci?n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial, basado en la doble legitimaci?n que otorga la elecci?n por Jueces y Magistrados de carrera y por las Cortes Generales”. Pero esa doble legitimaci?n segu?a dejando a los diputados la ?ltima palabra, a lo que el PP se hab?a negado desde hac?a décadas.
Vetos, bloqueos y la reforma de 2013
Cuando, en 2004, el PP volvi? a la oposici?n, el reparto de nombres se complic?. Los portavoces de PSOE, CiU, ERC, PNV, IU-ICV y el grupo Mixto pactaron un documento en el que acusaban al PP de una conducta "sectaria" y "antidemocr?tica" por bloquear la renovaci?n de “una presidencia y una mayor?a que le es af?n" y que cumpl?a ya un a?o en funciones.
As?, en el programa electoral de 2008, el PP retom? la promesa de consagrar “la independencia del Consejo General del Poder Judicial, promoviendo la elecci?n de doce de sus miembros por y entre jueces y magistrados”, mientras que el PSOE aprovech? para reivindicar que “ser?a much?simo mejor” haber tenido “una oposici?n que no hubiera bloqueado las instituciones all? donde ha tenido posibilidad de hacerlo, como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial”. Pese a todo, tras las elecciones, hubo pacto y reparto de sillones.
En 2011, el PP volvi? a La Moncloa con una victoria abrumadora. Cuando en 2013 decidi? cambiar la ley, lejos de incluir que sus miembros fueran elegidos por los propios jueces, us? su mayor?a absoluta para aprobar la reforma con el ?nico apoyo de su grupo parlamentario e incluy? la posibilidad de constituir el CGPJ con los vocales elegidos por una sola C?mara. As? se proteg?a ante un posible bloqueo, puesto que le daban los n?meros en el Senado. Sin embargo, no hizo falta activar el mecanismo: PP y PSOE volvieron a repartirse los asientos y haciendo uso de la f?rmula que tantas veces hab?an criticado.
Las promesas de S?nchez
Los de 2011 fueron los ?ltimos comicios de la era del bipartidismo. En la larga precampa?a electoral de 2014, cuando Pablo Iglesias y Albert Rivera apretaban a PSOE y PP con discursos de renovaci?n y atacando a los repartos de instituciones como el CGPJ que hist?ricamente hab?an acordado los dos grandes, la promesa de despolitizar la Justicia llen? los m?tines y encuentros electorales.
“Hay que despolitizar el CGPJ. Que los partidos dejen de proponer candidatos”, dec?a el entonces candidato socialista y hoy presidente del Gobierno, Pedro S?nchez. “Estoy dispuesto a que el PSOE no sea quien proponga a los miembros del CGPJ, porque yo soy de los que cree que estas comodidades del bipartidismo a quienes han hecho peor es al PSOE”. Es Pedro S?nchez quien estuvo a punto de cerrar el acuerdo que salt? por los aires con los mensajes en los que Cosid? se jactaba del control de la Justicia. También es quien amag? con una reforma exprés que le hubiera permitido designar vocales por una mayor?a incluso inferior a los tres quintos.
Ahora, tras cuatro a?os de bloqueo, el PP de Alberto N??ez Feij?o vuelve a instalarse en su antigua promesa de que sean los jueces los que elijan registrando una propuesta de reforma en el Congreso y neg?ndose a cualquier pacto, pese a las llamadas insistentes de los socialistas a que “cumplan con sus obligaciones constitucionales”. Mientras tanto, despolitizar la Justicia sigue como asignatura pendiente y quiz?s resurja de nuevo cuando haya que redactar el programa electoral.
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