الريــم
01-05-2023, 07:50 PM
La elecci?n de presidente de la C?mara de Representantes de Estados Unidos, y con ello la actividad legislativa, est? bloqueada por el rechazo de un grupo de 20 congresistas del sector m?s ultraderechista del Partido Republicano a Kevin McCarthy, el congresista californiano que la propia formaci?n eligi? para optar al cargo tras recuperar en las legislativas de noviembre la mayor?a en la C?mara Baja.
Aunque hay matices de diferencia entre ellos, varias l?neas comunes ayudan a trazar el retrato general de este grupo que mantiene secuestrada a su propia formaci?n, gan?ndose insultos de sus compa?eros de bancada como “talibanes”, “payasos” y “puta gente”.
Su lucha es, supuestamente, contra el ‘statu quo’ y contra un liderazgo y un aparato que denuncian como demasiado alineado con las f?rmulas y tradiciones de un sistema pol?tico que ven fallido y corrupto, pero encarnan también el populismo m?s desaforado. Y son parte de la nueva estirpe de pol?ticos personalistas al estilo de Donald Trump, centrados en crear su propia marca, que han hecho de caos y espect?culo su forma de hacer pol?tica, desprecian abiertamente las instituciones y ponen los intereses propios por delante de los partido o el pa?s. “Tienen escaso interés en legislar y les importa m?s quemar la estructura de liderazgo republicano”, ha dicho el estratega republicano Karl Rove.
Freedom Caucus
La mayor?a de los 20 son miembros del Freedom Caucus, una agrupaci?n informal dentro de la bancada republicano que se fund? en 2015 y aun? a representantes del extremista Tea Party y a los que luego ser?an m?ximos representantes del trumpismo.
Con unos 30 congresistas actualmente, ese caucus representa la facci?n m?s ultraderechista dentro de la formaci?n republicana en la C?mara Baja. Y mientras algunos miembros destacados del grupo como Marjorie Taylor Greene se han aliado con McCarthy después de obtener de él promesas de asignaciones en comités que le dar?n m?s poder real, los rebeldes consideran sus muchas concesiones, de momento, insuficientes.
Apoyo de Trump y negacionismo electoral
La mayor?a de los “rebeldes” fueron elegidos c?modamente en noviembre en distritos s?lidamente republicanos, 15 de ellos renovando el esca?o y cinco como nuevos congresistas. Pr?cticamente todos fueron respaldados en sus campa?as por el expresidente Donald Trump.
Ese apoyo no es de extra?ar. La inmensa mayor?a son lo que se denomina “negacionistas electorales”, que adoptando la “gran mentira” de Trump sobre un supuesto e inexistente fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2020 que perdi? frente a Joe Biden han cuestionado de diversas formas la legalidad de aquellos resultados leg?timos y retado al sistema electoral.
Eso no les diferencia de la mayor?a de republicanos elegidos para la C?mara de Representantes en noviembre (175 de los cuales también entran en la categor?a de negacionistas, y 157 de los cuales han estado martes y miércoles votando a favor de McCarthy). Y aunque 14 de los 20 rebeldes que renovaron el cargo en noviembre votaron tras el asalto al Capitolio contra la certificaci?n de la victoria de Biden, es algo que también hicieron un total de 139 congresistas republicanos, entre ellos el propio McCarthy o Steve Scalise, cuyo nombre m?s se baraja como posible alternativa para ‘speaker’.
La influencia de Trump en estos ac?litos se ha evaporado. Y el miércoles, después de que el expresidente les urgiera a apoyar a McCarthy, y les llamara personalmente, ignoraron por completo su mensaje y ni uno solo cambi? en las cuarta, quinta y sexta votaci?n el voto contra el californiano. De hecho la radical congresista de Colorado Lauren Boebert inst? en un discurso en la C?mara Baja a su “presidente favorito” a no presionarles a ellos sino a McCarthy para que retire su candidatura a ‘speaker’.
“El movimiento ha eclipsado el liderazgo de Trump”, le ha dicho a 'The New York Times' John Fredericks, un comentarista conservador de radio que presidi? las campa?as del expresidente en Virginia. “El movimiento es abrazar el caos”.
Dif?cil salida
Cinco de los 20 (Andy Biggs, Bob Good, Matt Gaetz, Matt Rosendale y Ralph Norman) eran lo que se conoce como “nunca Kevin”. El nombre de Norman ha desaparecido de la lista, seg?n Politico, pero se ha cambiado por el de Boebert. Y ese rechazo inamovible a McCarthy que hace por ahora inviable que el californiano pueda salir elegido, pues dada la precaria mayor?a de 222 esca?os frente a los 112 dem?cratas solo puede permitirse perder cuatro apoyos si votan nominalmente todos los representantes.
?Qué quieren?
Las demandas de los ultras en rebeli?n contra McCarthy son sobre poder y visibilidad, con un fuerte componente personalista. Buscan, sobre el papel, que la agenda de la C?mara Baja refleje de forma m?s prominente su agenda ultraconservadora y que su movimiento tenga m?s peso frente al liderazgo y el aparato. Analistas, observadores y McCarthy y sus aliados denuncian, no obstante, que cuando el aspirante a ‘speaker’ accede a sus demandas “mueven la porter?a”.
De momento McCarthy les ha hecho ya m?ltiples concesiones, pero se duda de que sean suficientes para convencer a suficientes rebeldes. Tras la ?ltima reuni?n con ellos el miércoles accedi?, por ejemplo, a permitir que se puede iniciar una votaci?n para deponer al ‘speaker’ si lo solicita un solo congresista (y no cinco, como les hab?a ofrecido antes del martes). Es una cesi?n que debilita profundamente a quien sea que acabe como presidente de la C?mara.
McCarthy también ha accedido a dar a miembros del Freedom Caucus dos asientos en el poderoso Comité de Reglas (aunque algunos de los ultras piden cuatro). Ha prometido, adem?s, una votaci?n para imponer l?mites en las veces que un congresista puede ser reelegido (otra de las reclamaciones de la extrema derecha), as? como cambios en el proceso de apropiaciones que dar?an a los conservadores m?s poder para asignar (y limitar) gasto federal.
El miércoles también se acord? que los comités y supercomités de Acci?n Pol?tica alineados aliados con McCarthy y el liderazgo republicano que destinan fondos a las carreras electorales no entrar?n en carreras de primarias abiertas para esca?os en feudos conservadores, una respuesta a las cr?ticas de que esos grupos han estado apoyando a candidatos moderados frente a los ultraconservadores y extremistas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/son-quieren-20-republicanos-ultras-80758686)
Aunque hay matices de diferencia entre ellos, varias l?neas comunes ayudan a trazar el retrato general de este grupo que mantiene secuestrada a su propia formaci?n, gan?ndose insultos de sus compa?eros de bancada como “talibanes”, “payasos” y “puta gente”.
Su lucha es, supuestamente, contra el ‘statu quo’ y contra un liderazgo y un aparato que denuncian como demasiado alineado con las f?rmulas y tradiciones de un sistema pol?tico que ven fallido y corrupto, pero encarnan también el populismo m?s desaforado. Y son parte de la nueva estirpe de pol?ticos personalistas al estilo de Donald Trump, centrados en crear su propia marca, que han hecho de caos y espect?culo su forma de hacer pol?tica, desprecian abiertamente las instituciones y ponen los intereses propios por delante de los partido o el pa?s. “Tienen escaso interés en legislar y les importa m?s quemar la estructura de liderazgo republicano”, ha dicho el estratega republicano Karl Rove.
Freedom Caucus
La mayor?a de los 20 son miembros del Freedom Caucus, una agrupaci?n informal dentro de la bancada republicano que se fund? en 2015 y aun? a representantes del extremista Tea Party y a los que luego ser?an m?ximos representantes del trumpismo.
Con unos 30 congresistas actualmente, ese caucus representa la facci?n m?s ultraderechista dentro de la formaci?n republicana en la C?mara Baja. Y mientras algunos miembros destacados del grupo como Marjorie Taylor Greene se han aliado con McCarthy después de obtener de él promesas de asignaciones en comités que le dar?n m?s poder real, los rebeldes consideran sus muchas concesiones, de momento, insuficientes.
Apoyo de Trump y negacionismo electoral
La mayor?a de los “rebeldes” fueron elegidos c?modamente en noviembre en distritos s?lidamente republicanos, 15 de ellos renovando el esca?o y cinco como nuevos congresistas. Pr?cticamente todos fueron respaldados en sus campa?as por el expresidente Donald Trump.
Ese apoyo no es de extra?ar. La inmensa mayor?a son lo que se denomina “negacionistas electorales”, que adoptando la “gran mentira” de Trump sobre un supuesto e inexistente fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2020 que perdi? frente a Joe Biden han cuestionado de diversas formas la legalidad de aquellos resultados leg?timos y retado al sistema electoral.
Eso no les diferencia de la mayor?a de republicanos elegidos para la C?mara de Representantes en noviembre (175 de los cuales también entran en la categor?a de negacionistas, y 157 de los cuales han estado martes y miércoles votando a favor de McCarthy). Y aunque 14 de los 20 rebeldes que renovaron el cargo en noviembre votaron tras el asalto al Capitolio contra la certificaci?n de la victoria de Biden, es algo que también hicieron un total de 139 congresistas republicanos, entre ellos el propio McCarthy o Steve Scalise, cuyo nombre m?s se baraja como posible alternativa para ‘speaker’.
La influencia de Trump en estos ac?litos se ha evaporado. Y el miércoles, después de que el expresidente les urgiera a apoyar a McCarthy, y les llamara personalmente, ignoraron por completo su mensaje y ni uno solo cambi? en las cuarta, quinta y sexta votaci?n el voto contra el californiano. De hecho la radical congresista de Colorado Lauren Boebert inst? en un discurso en la C?mara Baja a su “presidente favorito” a no presionarles a ellos sino a McCarthy para que retire su candidatura a ‘speaker’.
“El movimiento ha eclipsado el liderazgo de Trump”, le ha dicho a 'The New York Times' John Fredericks, un comentarista conservador de radio que presidi? las campa?as del expresidente en Virginia. “El movimiento es abrazar el caos”.
Dif?cil salida
Cinco de los 20 (Andy Biggs, Bob Good, Matt Gaetz, Matt Rosendale y Ralph Norman) eran lo que se conoce como “nunca Kevin”. El nombre de Norman ha desaparecido de la lista, seg?n Politico, pero se ha cambiado por el de Boebert. Y ese rechazo inamovible a McCarthy que hace por ahora inviable que el californiano pueda salir elegido, pues dada la precaria mayor?a de 222 esca?os frente a los 112 dem?cratas solo puede permitirse perder cuatro apoyos si votan nominalmente todos los representantes.
?Qué quieren?
Las demandas de los ultras en rebeli?n contra McCarthy son sobre poder y visibilidad, con un fuerte componente personalista. Buscan, sobre el papel, que la agenda de la C?mara Baja refleje de forma m?s prominente su agenda ultraconservadora y que su movimiento tenga m?s peso frente al liderazgo y el aparato. Analistas, observadores y McCarthy y sus aliados denuncian, no obstante, que cuando el aspirante a ‘speaker’ accede a sus demandas “mueven la porter?a”.
De momento McCarthy les ha hecho ya m?ltiples concesiones, pero se duda de que sean suficientes para convencer a suficientes rebeldes. Tras la ?ltima reuni?n con ellos el miércoles accedi?, por ejemplo, a permitir que se puede iniciar una votaci?n para deponer al ‘speaker’ si lo solicita un solo congresista (y no cinco, como les hab?a ofrecido antes del martes). Es una cesi?n que debilita profundamente a quien sea que acabe como presidente de la C?mara.
McCarthy también ha accedido a dar a miembros del Freedom Caucus dos asientos en el poderoso Comité de Reglas (aunque algunos de los ultras piden cuatro). Ha prometido, adem?s, una votaci?n para imponer l?mites en las veces que un congresista puede ser reelegido (otra de las reclamaciones de la extrema derecha), as? como cambios en el proceso de apropiaciones que dar?an a los conservadores m?s poder para asignar (y limitar) gasto federal.
El miércoles también se acord? que los comités y supercomités de Acci?n Pol?tica alineados aliados con McCarthy y el liderazgo republicano que destinan fondos a las carreras electorales no entrar?n en carreras de primarias abiertas para esca?os en feudos conservadores, una respuesta a las cr?ticas de que esos grupos han estado apoyando a candidatos moderados frente a los ultraconservadores y extremistas.
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