الريــم
01-04-2023, 02:21 PM
Dos aventureros del siglo XX, intelectual uno, espa?ol transterrado, comunista juvenil, decepcionado en su primera madurez, y el otro un m?sico, bailar?n enamoradizo, actor comprometido, son las caras (y las cruces) de un libro, Ivo y Jorge (Tusquets (https://www.planetadelibros.com/libro-ivo-y-jorge/350233)), que es a la vez una historia intelectual y pol?tica del siglo XX.
Uno es, naturalmente, Jorge Sempr?n, aquel Federico S?nchez que vivi? de prestado, clandestino, en varias casas de Madrid (una de ellas, la del poeta ?ngel Gonz?lez, enfrente del Ministerio de Obras P?blicas del franquismo). Y el otro es Yves Montand, artista de la voz y del baile, y también de los escenarios cinematogr?ficos, que poco a poco fue abrazando también las ideas de la lucha del proletariado. Poco a poco ambos, a lo largo de una historia que incluy?, en el caso de Sempr?n, el exilio espa?ol y la guerra europea, se fueron encontrando, hasta ser al final amigos ?ntimos y colaboradores.
Poco a poco, adem?s, los dos fueron desencant?ndose de la idea central de los artistas comprometidos de aquel tiempo, el comunismo. Los dos ven?an de intereses y bagajes muy diferentes. El espa?ol era hijo de la aristocracia liberal espa?ola y el marsellés era hijo, por decirlo as?, de la calle y de la ascendencia comunista. Sus educaciones difer?an, por tanto, y a los dos les pic? de una manera distinta el arte. El uno abraz? la literatura como modo de luchar contra su melancol?a o su rabia cuando estuvo preso por los nazis en Buchenwald, e Ivo (Yves) se las arregl? como pudo en las calles dif?ciles de su ciudad natal, Marsella, donde le prosper? el comunismo en las venas.
Se juntaron, cuando ya el desencanto era el final de partida (y de partido) para los dos, as? que ambos se convirtieron en met?fora (ruidosa primero, porque Sempr?n no se call? sus discrepancias con Mosc?, y con Santiago Carrillo, su jefe en el comunismo espa?ol, y luego poco a poco m?s o menos ruidosa y socialdem?crata en ambos casos) de las desavenencias que durante una época que vino a acabar con la ca?da del Muro de Berl?n vivieron con quienes estuvieron m?s comprometidos con el comunismo de la posguerra.
No era dif?cil juntarlos, porque durante a?os, desde que se conocieron, fueron cada vez amigos m?s pr?ximos, pero nunca hab?a habido antes alguien que se atreviera a sentarlos, al menos literariamente, y también de veras, en asientos contiguos, hasta hacerlos aparecer juntos en un libro. Quien lo ha logrado, con resultados bien emocionantes e ins?litos, es Patrick Rotman, cineasta, periodista, documentalista y escritor francés, autor de veinte documentales, entre ellos el que abraza uno de los grandes libros del protagonista espa?ol de esta historia de dos: La escritura o la vida (también en Tusquets), una obra maestra de la narraci?n de memorias en cualquier lengua. Es también autor de obras documentales sobre la liberaci?n francesa de la ocupaci?n nazi y de una biograf?a del propio Montand.
http://uc-4u.com/clip/99ab9fc4-ff6c-4576-9d45-f93a1cb5f1cd_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Yves Montad (dcha.) en un fotograma de 'La guerra ha terminado', film dirigido por Alain Resnais con gui?n de Sempr?n en el que el actor francés interpreta a un militante comunista espa?ol exiliado en Par?s. | Archivo
Es una obra de no ficci?n; es decir, puede entenderse que en algunas ramas de este ?rbol el autor ha reinterpretado di?logos que posiblemente ocurrieron pero que dichos en escritura no desmerecen aquellos que de veras pudieron pasar entre estos dos personajes que terminaron unidos por la voluntad rocosa de la historia del siglo XX. La guerra espa?ola destroz? la vida juvenil de Sempr?n, la guerra europea lo hizo militante comunista; esta misma guerra hizo militante, hasta que fue comunista y m?s all?, a Montand; los dos padecieron a la vez los l?tigos del fascismo, y a los dos los sac? de la historia com?n de aquellos a?os (la militancia de partido) el desinterés por el exceso de raz?n que reclamaba para s? la autoridad de origen moscovita.
Ese di?logo, naturalmente, se fue haciendo por separado, consigo mismo o con los otros (en el caso de Sempr?n, con disidentes espa?oles como Fernando Claud?n) y a partir del com?n descubrimiento, tras la guerra, de la noche y las mujeres, en el caso de Yves, y de la literatura de la experiencia, que le ayud? a Sempr?n a ahondar en sus propias contradicciones, que hasta el d?a de hoy no han cesado de pasarle facturas. Con el agravante de que el primero que las puso de manifiesto, en sus libros, en sus declaraciones, en este mismo libro, fue el propio exministro de Cultura de Felipe Gonz?lez.
http://uc-4u.com/clip/ad3f7c3b-e020-4581-8eb1-a5aaca2cf382_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Jorge Sempr?n en 1989, cuando era Ministro de Cultura del gobierno socialista. | A. Mart?n
De esos libros que dej? como testimonio es La escritura o la vida el que cava m?s hondo, porque mezcla todo lo que le pas? en la guerra (y bajo el dominio nazi, en el campo de concentraci?n) con sus dudas en el propio encarcelamiento, sus sucesivas contradicciones acerca del papel que ha de tener un preso cuando adem?s goza de algunos privilegios carcelarios. Rotman habla con Jorge Sempr?n y con Yves Montand; la conversaci?n, que tiene como base la realidad que ambos vivieron, en sitios distantes y distintos, se va enredando hasta que ambos coinciden en un viaje a Mosc? cuando ya no hay all?, oficialmente, comunismo, y los dos van contando pausadamente, pero sin vuelo en el verso, como si el entrevistador los pusiera ante un ejercicio de confesi?n mutua, lo que les pas?, lo que los hiri? pol?ticamente y lo que humanamente fue consecuencia de esas vidas paralelas.
Ese encuentro en Mosc? en torno a 1990, antes de que Sempr?n fuera nombrado en Espa?a, por un gobierno socialista, ministro de Cultura, es un hallazgo mayor de este libro de Patrick Roman, pues simboliza el final de una larga escapada, iniciada cuando mirar hac?a Mosc? era, para los j?venes comprometidos que hab?an sido estos dos amigos europeos, como el viaje al Santo Grial. Ahora, enfrentados a la podredumbre en que quedaron las esperanzas juveniles, ya no tienen otro arrebato que el de contar, uno escribiendo o haciendo guiones, el otro interpretando episodios de las maldades del pasado, hasta dar con pel?culas que dejaron por escrito (escrito en el cine) testimonios como La confesi?n, que Costa Gavras (cineasta preferido de ambos) convirti? en una met?fora de lo que a ninguno de los dos le result? ajena como piedra angular de su melancol?a de militantes burlados.
“El comunismo no era la juventud del mundo, pero fue nuestra juventud”, le dice Sempr?n a Montand, ante el recogijo de la esposa de este, la actriz Simone Signoret, y este ?ltimo expresa en sus ojos “la melancol?a de los d?as pasados, de los a?os desvanecidos”.
Esa frase, ese di?logo en el que uno es quien certifica y el otro el que oye, refleja al fin casi toda la corriente alterna de este libro que es a la vez electricidad y temporal, historia y arrepentimiento, alegr?a y extra?eza. Si quieren saber por d?nde fueron esos derroteros y qué supone sentarse con dos que cabalgaron juntos para encontrarse en la misma duda y en iguales arrepentimientos, vayan a la librer?a, pidan Ivo y Jorge, y adm?rense de c?mo se administra, period?stica, literariamente, un di?logo absorbente, contempor?neo y abierto. Gracias a Patrick Roman y, naturalmente, a estos dos protagonistas de la parte m?s dif?cil del siglo pasado.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/ivo-jorge-cruz-cara-aventureros-80675258)
Uno es, naturalmente, Jorge Sempr?n, aquel Federico S?nchez que vivi? de prestado, clandestino, en varias casas de Madrid (una de ellas, la del poeta ?ngel Gonz?lez, enfrente del Ministerio de Obras P?blicas del franquismo). Y el otro es Yves Montand, artista de la voz y del baile, y también de los escenarios cinematogr?ficos, que poco a poco fue abrazando también las ideas de la lucha del proletariado. Poco a poco ambos, a lo largo de una historia que incluy?, en el caso de Sempr?n, el exilio espa?ol y la guerra europea, se fueron encontrando, hasta ser al final amigos ?ntimos y colaboradores.
Poco a poco, adem?s, los dos fueron desencant?ndose de la idea central de los artistas comprometidos de aquel tiempo, el comunismo. Los dos ven?an de intereses y bagajes muy diferentes. El espa?ol era hijo de la aristocracia liberal espa?ola y el marsellés era hijo, por decirlo as?, de la calle y de la ascendencia comunista. Sus educaciones difer?an, por tanto, y a los dos les pic? de una manera distinta el arte. El uno abraz? la literatura como modo de luchar contra su melancol?a o su rabia cuando estuvo preso por los nazis en Buchenwald, e Ivo (Yves) se las arregl? como pudo en las calles dif?ciles de su ciudad natal, Marsella, donde le prosper? el comunismo en las venas.
Se juntaron, cuando ya el desencanto era el final de partida (y de partido) para los dos, as? que ambos se convirtieron en met?fora (ruidosa primero, porque Sempr?n no se call? sus discrepancias con Mosc?, y con Santiago Carrillo, su jefe en el comunismo espa?ol, y luego poco a poco m?s o menos ruidosa y socialdem?crata en ambos casos) de las desavenencias que durante una época que vino a acabar con la ca?da del Muro de Berl?n vivieron con quienes estuvieron m?s comprometidos con el comunismo de la posguerra.
No era dif?cil juntarlos, porque durante a?os, desde que se conocieron, fueron cada vez amigos m?s pr?ximos, pero nunca hab?a habido antes alguien que se atreviera a sentarlos, al menos literariamente, y también de veras, en asientos contiguos, hasta hacerlos aparecer juntos en un libro. Quien lo ha logrado, con resultados bien emocionantes e ins?litos, es Patrick Rotman, cineasta, periodista, documentalista y escritor francés, autor de veinte documentales, entre ellos el que abraza uno de los grandes libros del protagonista espa?ol de esta historia de dos: La escritura o la vida (también en Tusquets), una obra maestra de la narraci?n de memorias en cualquier lengua. Es también autor de obras documentales sobre la liberaci?n francesa de la ocupaci?n nazi y de una biograf?a del propio Montand.
http://uc-4u.com/clip/99ab9fc4-ff6c-4576-9d45-f93a1cb5f1cd_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Yves Montad (dcha.) en un fotograma de 'La guerra ha terminado', film dirigido por Alain Resnais con gui?n de Sempr?n en el que el actor francés interpreta a un militante comunista espa?ol exiliado en Par?s. | Archivo
Es una obra de no ficci?n; es decir, puede entenderse que en algunas ramas de este ?rbol el autor ha reinterpretado di?logos que posiblemente ocurrieron pero que dichos en escritura no desmerecen aquellos que de veras pudieron pasar entre estos dos personajes que terminaron unidos por la voluntad rocosa de la historia del siglo XX. La guerra espa?ola destroz? la vida juvenil de Sempr?n, la guerra europea lo hizo militante comunista; esta misma guerra hizo militante, hasta que fue comunista y m?s all?, a Montand; los dos padecieron a la vez los l?tigos del fascismo, y a los dos los sac? de la historia com?n de aquellos a?os (la militancia de partido) el desinterés por el exceso de raz?n que reclamaba para s? la autoridad de origen moscovita.
Ese di?logo, naturalmente, se fue haciendo por separado, consigo mismo o con los otros (en el caso de Sempr?n, con disidentes espa?oles como Fernando Claud?n) y a partir del com?n descubrimiento, tras la guerra, de la noche y las mujeres, en el caso de Yves, y de la literatura de la experiencia, que le ayud? a Sempr?n a ahondar en sus propias contradicciones, que hasta el d?a de hoy no han cesado de pasarle facturas. Con el agravante de que el primero que las puso de manifiesto, en sus libros, en sus declaraciones, en este mismo libro, fue el propio exministro de Cultura de Felipe Gonz?lez.
http://uc-4u.com/clip/ad3f7c3b-e020-4581-8eb1-a5aaca2cf382_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Jorge Sempr?n en 1989, cuando era Ministro de Cultura del gobierno socialista. | A. Mart?n
De esos libros que dej? como testimonio es La escritura o la vida el que cava m?s hondo, porque mezcla todo lo que le pas? en la guerra (y bajo el dominio nazi, en el campo de concentraci?n) con sus dudas en el propio encarcelamiento, sus sucesivas contradicciones acerca del papel que ha de tener un preso cuando adem?s goza de algunos privilegios carcelarios. Rotman habla con Jorge Sempr?n y con Yves Montand; la conversaci?n, que tiene como base la realidad que ambos vivieron, en sitios distantes y distintos, se va enredando hasta que ambos coinciden en un viaje a Mosc? cuando ya no hay all?, oficialmente, comunismo, y los dos van contando pausadamente, pero sin vuelo en el verso, como si el entrevistador los pusiera ante un ejercicio de confesi?n mutua, lo que les pas?, lo que los hiri? pol?ticamente y lo que humanamente fue consecuencia de esas vidas paralelas.
Ese encuentro en Mosc? en torno a 1990, antes de que Sempr?n fuera nombrado en Espa?a, por un gobierno socialista, ministro de Cultura, es un hallazgo mayor de este libro de Patrick Roman, pues simboliza el final de una larga escapada, iniciada cuando mirar hac?a Mosc? era, para los j?venes comprometidos que hab?an sido estos dos amigos europeos, como el viaje al Santo Grial. Ahora, enfrentados a la podredumbre en que quedaron las esperanzas juveniles, ya no tienen otro arrebato que el de contar, uno escribiendo o haciendo guiones, el otro interpretando episodios de las maldades del pasado, hasta dar con pel?culas que dejaron por escrito (escrito en el cine) testimonios como La confesi?n, que Costa Gavras (cineasta preferido de ambos) convirti? en una met?fora de lo que a ninguno de los dos le result? ajena como piedra angular de su melancol?a de militantes burlados.
“El comunismo no era la juventud del mundo, pero fue nuestra juventud”, le dice Sempr?n a Montand, ante el recogijo de la esposa de este, la actriz Simone Signoret, y este ?ltimo expresa en sus ojos “la melancol?a de los d?as pasados, de los a?os desvanecidos”.
Esa frase, ese di?logo en el que uno es quien certifica y el otro el que oye, refleja al fin casi toda la corriente alterna de este libro que es a la vez electricidad y temporal, historia y arrepentimiento, alegr?a y extra?eza. Si quieren saber por d?nde fueron esos derroteros y qué supone sentarse con dos que cabalgaron juntos para encontrarse en la misma duda y en iguales arrepentimientos, vayan a la librer?a, pidan Ivo y Jorge, y adm?rense de c?mo se administra, period?stica, literariamente, un di?logo absorbente, contempor?neo y abierto. Gracias a Patrick Roman y, naturalmente, a estos dos protagonistas de la parte m?s dif?cil del siglo pasado.
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