الريــم
01-04-2023, 07:00 AM
Lo que deb?a ser una jornada de celebraci?n para el Partido Republicano de Estados Unidos tras recuperar en las legislativas de noviembre el control de la C?mara Baja (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/republicanos-mayoria-camara-representantes-78662408) se ha convertido en el primer d?a del nuevo Congreso en un espect?culo de caos, enfrentamiento y drama que ha subrayado las divisiones internas en la formaci?n, que no son nuevas pero se han intensificado desde que lleg? a su liderazgo Donald Trump.
El representante californiano Kevin McCarthy, nominado por los conservadores para ocupar el cargo de presidente de la C?mara de Representantes, no ha conseguido superar una rebeli?n de algunos de los miembros m?s radicales del partido contra su elecci?n para ese cargo. En la primera ronda de votaci?n, 19 de los 222 congresistas republicanos no han optado por él, dej?ndole en 203 votos, lejos de los 218 que necesitaba. Y por primera vez en un siglo la selecci?n del ‘speaker’ no se ha logrado en la primera votaci?n.
Aunque inmediatamente se ha iniciado la segunda ronda, tampoco en esa McCarthy ha logrado los votos necesarios, con la misma resistencia de 19 de sus colegas. Inmediatamente ha seguido la tercera, donde la oposici?n interna a McCarthy se ha elevado a 20 votos. Y finalmente se ha decidido suspender la sesi?n y reiniciarla este miércoles al mediod?a.
Con las dos partes enconadas en sus posturas y sumidas en un aparente duelo de resistencia, el proceso entra en una fase llena de complicaciones e incertidumbres pero también con una certeza: incluso si McCarthy decide resistir y no retirarse y aunque acabe logrando la elecci?n, una posibilidad no garantizada, ser?a un l?der debilitado. El Partido Republicano adem?s ha lanzado en esta primera jornada un mensaje nada prometedor sobre su capacidad para unirse en la oposici?n a Joe Biden y los dem?cratas y ha expuesto su propia guerra civil entre moderados y radicales.
Las consecuencias son, adem?s, pr?cticas: hasta que no haya un presidente de la C?mara esta no podr? tomar el juramento de los nuevos miembros y empezar el trabajo legislativo, de comités o en otras votaciones.
El peso del ala radical
Los débiles resultados en las elecciones de noviembre, en las que los republicanos conquistaron 222 esca?os frente a los 212 dem?cratas (hay un esca?o vacante), dejaban a McCarthy poco margen para perder votos este martes. Durante un mes ha estado negociando, en los ?ltimos d?as y horas de manera frenética. Y ha acabado haciendo importantes concesiones al ala de la extrema derecha, incluyendo cambiar las reglas para que solo cinco congresistas puedan iniciar una moci?n de censura contra el liderazgo o ampliar su presencia en los comités. Incluso as?, los ultras quieren m?s, incluyendo poder iniciar el proceso contra el 'speaker' si lo plantea un solo congresista, y McCarthy no ha logrado su mayor?a.
En la primera votaci?n también aparec?an los nombres del candidato dem?crata Hakeem Jeffries (que ha logrado 212 votos, insuficientes pero m?s que McCarthy), as? como el del congresista republicano Andy Biggs, que aunque no ten?a ninguna opci?n pod?a restar votos cruciales a McCarthy. Otros republicanos han sumado votos de protesta contra el californiano dando su voto a otros candidatos sin opciones, como Jim Jordan. Y aunque este ha pedido justo antes de la segunda vuelta el voto para McCarthy, recordando a los republicanos en un discurso que sus diferencias internas palidecen frente a las que mantienen con los dem?cratas, su esfuerzo ha estado condenado al fracaso.
De hecho, el propio Jordan ha sido nominado por el ultra Matt Gaetz, y en la segunda votaci?n restaba la mayor?a necesaria a McCarthy. En la tercera suced?a lo mismo, con el agravante para McCarthy de un voto m?s para Jordan. Y ante el impasse se ha decidido aplazar la continuaci?n del proceso hasta el miércoles.
Tres lustros de deriva
Todo lo sucedido ha puesto bajo unos focos nada favorecedores la tensiones intestinas entre los conservadores. Estas empezaron a radicalizarse desde el surgimiento del Tea Party tras la victoria de Barack Obama y la formaci?n del Freedom Caucus, que ya consigui? en 2015 sacar del liderazgo en la C?mara a John Boehner y sustituirlo por Paul Ryan (frustrando el primer intento de McCarthy de llegar al cargo).
Son divisiones que el trumpismo ha cimentado en la formaci?n, en la que se ha acrecentado el peso del extremismo y enraizado el enfrentamiento al aparato m?s tradicional (aunque ese aparato se entreg? durante los a?os de presidencia de Trump a su liderazgo, algo que también hizo el propio McCarthy como l?der de la minor?a republicana en la C?mara).
?nimos caldeados
En una tensa reuni?n por la ma?ana a puerta cerrada antes de que arrancaran las votaciones los ?nimos se han caldeado, exponiendo la tensi?n. Ha habido gritos, salidas de tono y hasta amenazas, seg?n han revelado personas con conocimiento de ese encuentro. Y cuando McCarthy ha dicho “me he ganado el cargo” se ha llegado a o?r como respuesta de alg?n o alguna congresista republicano radical: “gilipolleces”.
McCarthy ha prometido no cejar en su empe?o y seguir sometiendo su nominaci?n a votaci?n, recordando que tiene el récord de discurso m?s largo en la C?mara y est? dispuesto a tener también el de m?s votaciones (hasta ahora marcado en 1855, cuando hicieron falta 133 en dos meses).*Adem?s, ha cuestionado a “unos pocos individuos que quieren algo para s? mismos” y les ha acusado de poner sus intereses personales por delante de los del partido y del pa?s.
Es la misma idea que han remarcado algunos de los muchos aliados que tiene en su bancada, que han cuestionado abiertamente a los colegas que han impedido la elecci?n. El congresista Dan Crenshaw, por ejemplo, ha acusado a los m?s ultras de “estar buscando claramente notoriedad sobre los principios”. “Si eres un narcisista y crees que t? opini?n es mucho m?s importante que la de todos los dem?s vas a seguir y romper el equipo para beneficio de los dem?cratas”, ha dicho. Mike Rogers, otro congresista conservador de Alabama, ha sugerido en la reuni?n matutina antes de la votaci?n quitar a quienes se han opuesto a McCarthy sus asignaciones en comités. Y Kat Cammack, otra aliada del candidato a ‘speaker’, ha denunciado al “radical 2%” de la formaci?n.
Hasta Marjorie Taylor Greene, una de las congresistas m?s extremistas, pero en este caso aliada a McCarthy, ha asegurado que los que est?n oponiéndose al californiano est?n "jugando a la ruleta rusa" con la recientemente lograda mayor?a. "Esto es lo peor que pod?a pasar", ha escrito en Twitter.
If the base only understood that 19 Republicans voting against McCarthy are playing Russian roulette with our hard earned Republican majority right now.
This is the worst thing that could possibly happen. https://t.co/ncY6GgGIM1
— Rep. Marjorie Taylor Greene?? (@RepMTG) 3 de enero de 2023 (https://twitter.com/RepMTG/status/1610389053702307840?ref_src=twsrc%5Etfw)2024 y los dem?cratas
El caos también ha exasperado a la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, que en una aparici?n en Fox News ha denunciado que lo sucedido da?a a sus perspectivas de recuperar la Casa Blanca en 2024. “Tenemos que arreglar esta presidencia de la C?mara y seguir adelante si queremos tener éxito en 2024 como un partido unificado”, ha declarado. “Esto ahora mismo ejemplifica exactamente lo que los dem?cratas quieren ver de nuestro partido”.
Los dem?cratas, mientras, han optado por b?sicamente acomodarse en un segundo plano para dejar que el caos y la disfuncionalidad de los republicanos queden expuestos por s? mismos. Y al presentar a su nominado para el liderazgo, el congresista neoyorquino Jeffries, que da el relevo a Nancy Pelosi al frente del partido en la C?mara Baja y tiene el respaldo un?nime de la formaci?n, el mensaje de contraste que ha dejado el congresista Pete Aguilar ha sido claro: “los dem?cratas de la C?mara Baja estamos unidos”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/partido-republicano-implosiona-arranque-nuevo-80665460)
El representante californiano Kevin McCarthy, nominado por los conservadores para ocupar el cargo de presidente de la C?mara de Representantes, no ha conseguido superar una rebeli?n de algunos de los miembros m?s radicales del partido contra su elecci?n para ese cargo. En la primera ronda de votaci?n, 19 de los 222 congresistas republicanos no han optado por él, dej?ndole en 203 votos, lejos de los 218 que necesitaba. Y por primera vez en un siglo la selecci?n del ‘speaker’ no se ha logrado en la primera votaci?n.
Aunque inmediatamente se ha iniciado la segunda ronda, tampoco en esa McCarthy ha logrado los votos necesarios, con la misma resistencia de 19 de sus colegas. Inmediatamente ha seguido la tercera, donde la oposici?n interna a McCarthy se ha elevado a 20 votos. Y finalmente se ha decidido suspender la sesi?n y reiniciarla este miércoles al mediod?a.
Con las dos partes enconadas en sus posturas y sumidas en un aparente duelo de resistencia, el proceso entra en una fase llena de complicaciones e incertidumbres pero también con una certeza: incluso si McCarthy decide resistir y no retirarse y aunque acabe logrando la elecci?n, una posibilidad no garantizada, ser?a un l?der debilitado. El Partido Republicano adem?s ha lanzado en esta primera jornada un mensaje nada prometedor sobre su capacidad para unirse en la oposici?n a Joe Biden y los dem?cratas y ha expuesto su propia guerra civil entre moderados y radicales.
Las consecuencias son, adem?s, pr?cticas: hasta que no haya un presidente de la C?mara esta no podr? tomar el juramento de los nuevos miembros y empezar el trabajo legislativo, de comités o en otras votaciones.
El peso del ala radical
Los débiles resultados en las elecciones de noviembre, en las que los republicanos conquistaron 222 esca?os frente a los 212 dem?cratas (hay un esca?o vacante), dejaban a McCarthy poco margen para perder votos este martes. Durante un mes ha estado negociando, en los ?ltimos d?as y horas de manera frenética. Y ha acabado haciendo importantes concesiones al ala de la extrema derecha, incluyendo cambiar las reglas para que solo cinco congresistas puedan iniciar una moci?n de censura contra el liderazgo o ampliar su presencia en los comités. Incluso as?, los ultras quieren m?s, incluyendo poder iniciar el proceso contra el 'speaker' si lo plantea un solo congresista, y McCarthy no ha logrado su mayor?a.
En la primera votaci?n también aparec?an los nombres del candidato dem?crata Hakeem Jeffries (que ha logrado 212 votos, insuficientes pero m?s que McCarthy), as? como el del congresista republicano Andy Biggs, que aunque no ten?a ninguna opci?n pod?a restar votos cruciales a McCarthy. Otros republicanos han sumado votos de protesta contra el californiano dando su voto a otros candidatos sin opciones, como Jim Jordan. Y aunque este ha pedido justo antes de la segunda vuelta el voto para McCarthy, recordando a los republicanos en un discurso que sus diferencias internas palidecen frente a las que mantienen con los dem?cratas, su esfuerzo ha estado condenado al fracaso.
De hecho, el propio Jordan ha sido nominado por el ultra Matt Gaetz, y en la segunda votaci?n restaba la mayor?a necesaria a McCarthy. En la tercera suced?a lo mismo, con el agravante para McCarthy de un voto m?s para Jordan. Y ante el impasse se ha decidido aplazar la continuaci?n del proceso hasta el miércoles.
Tres lustros de deriva
Todo lo sucedido ha puesto bajo unos focos nada favorecedores la tensiones intestinas entre los conservadores. Estas empezaron a radicalizarse desde el surgimiento del Tea Party tras la victoria de Barack Obama y la formaci?n del Freedom Caucus, que ya consigui? en 2015 sacar del liderazgo en la C?mara a John Boehner y sustituirlo por Paul Ryan (frustrando el primer intento de McCarthy de llegar al cargo).
Son divisiones que el trumpismo ha cimentado en la formaci?n, en la que se ha acrecentado el peso del extremismo y enraizado el enfrentamiento al aparato m?s tradicional (aunque ese aparato se entreg? durante los a?os de presidencia de Trump a su liderazgo, algo que también hizo el propio McCarthy como l?der de la minor?a republicana en la C?mara).
?nimos caldeados
En una tensa reuni?n por la ma?ana a puerta cerrada antes de que arrancaran las votaciones los ?nimos se han caldeado, exponiendo la tensi?n. Ha habido gritos, salidas de tono y hasta amenazas, seg?n han revelado personas con conocimiento de ese encuentro. Y cuando McCarthy ha dicho “me he ganado el cargo” se ha llegado a o?r como respuesta de alg?n o alguna congresista republicano radical: “gilipolleces”.
McCarthy ha prometido no cejar en su empe?o y seguir sometiendo su nominaci?n a votaci?n, recordando que tiene el récord de discurso m?s largo en la C?mara y est? dispuesto a tener también el de m?s votaciones (hasta ahora marcado en 1855, cuando hicieron falta 133 en dos meses).*Adem?s, ha cuestionado a “unos pocos individuos que quieren algo para s? mismos” y les ha acusado de poner sus intereses personales por delante de los del partido y del pa?s.
Es la misma idea que han remarcado algunos de los muchos aliados que tiene en su bancada, que han cuestionado abiertamente a los colegas que han impedido la elecci?n. El congresista Dan Crenshaw, por ejemplo, ha acusado a los m?s ultras de “estar buscando claramente notoriedad sobre los principios”. “Si eres un narcisista y crees que t? opini?n es mucho m?s importante que la de todos los dem?s vas a seguir y romper el equipo para beneficio de los dem?cratas”, ha dicho. Mike Rogers, otro congresista conservador de Alabama, ha sugerido en la reuni?n matutina antes de la votaci?n quitar a quienes se han opuesto a McCarthy sus asignaciones en comités. Y Kat Cammack, otra aliada del candidato a ‘speaker’, ha denunciado al “radical 2%” de la formaci?n.
Hasta Marjorie Taylor Greene, una de las congresistas m?s extremistas, pero en este caso aliada a McCarthy, ha asegurado que los que est?n oponiéndose al californiano est?n "jugando a la ruleta rusa" con la recientemente lograda mayor?a. "Esto es lo peor que pod?a pasar", ha escrito en Twitter.
If the base only understood that 19 Republicans voting against McCarthy are playing Russian roulette with our hard earned Republican majority right now.
This is the worst thing that could possibly happen. https://t.co/ncY6GgGIM1
— Rep. Marjorie Taylor Greene?? (@RepMTG) 3 de enero de 2023 (https://twitter.com/RepMTG/status/1610389053702307840?ref_src=twsrc%5Etfw)2024 y los dem?cratas
El caos también ha exasperado a la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, que en una aparici?n en Fox News ha denunciado que lo sucedido da?a a sus perspectivas de recuperar la Casa Blanca en 2024. “Tenemos que arreglar esta presidencia de la C?mara y seguir adelante si queremos tener éxito en 2024 como un partido unificado”, ha declarado. “Esto ahora mismo ejemplifica exactamente lo que los dem?cratas quieren ver de nuestro partido”.
Los dem?cratas, mientras, han optado por b?sicamente acomodarse en un segundo plano para dejar que el caos y la disfuncionalidad de los republicanos queden expuestos por s? mismos. Y al presentar a su nominado para el liderazgo, el congresista neoyorquino Jeffries, que da el relevo a Nancy Pelosi al frente del partido en la C?mara Baja y tiene el respaldo un?nime de la formaci?n, el mensaje de contraste que ha dejado el congresista Pete Aguilar ha sido claro: “los dem?cratas de la C?mara Baja estamos unidos”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/partido-republicano-implosiona-arranque-nuevo-80665460)