الريــم
01-02-2023, 02:40 PM
"Me encanta Shostak?vich desde que era un ni?o. Su m?sica es excelente para los adolescentes malhumorados", confiesa M. T. Anderson, escritor y periodista estadounidense que, durante su juventud, tuvo noticia de una curiosa historia sobre el compositor ruso: "Leyendo los libretos de los CD y los programas de mano de los conciertos me enteré de que la partitura de la Sinfon?a n?mero 7 de Shostak?vich hab?a sido fotografiada, puesta en un microfilm y sacada de contrabando de la Uni?n Soviética con destino a Estados Unidos".
Antes de llegar a Nueva York, su destino final, la partitura recorri? Medio Oriente, el norte de ?frica, Brasil y Washington DC, ciudad en la que el funcionario encargado de su transporte decidi? hacer un alto en el camino para tomar un tentempié en una cafeter?a. Cuando sali? del local, se dio cuenta de que hab?a olvidado dentro el microfilm, que a punto estuvo de acabar en la basura.
"Por lo general, se asume que los microfilmes se emplean para guardar los planos de un submarino nuclear o la clave del c?digo Enigma, pero no para una pieza musical. Si se decidi? trasladar la partitura a Estados Unidos en ese soporte fue para que pudiera ser interpretada por la orquesta de la NBC dirigida por Arturo Toscanini y que la poblaci?n americana apoyase la ayuda estadounidense a Mosc?", explica Anderson que, fascinado por la historia, decidi? comenzar a investigar sobre ella.
https://uc-4u.com/clip/075a8c64-eda8-4f31-88e9-fbe027c453ac_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Dimitri Shostak?vic, en una imagen de archivo. | RTVE
El resultado es Sinfon?a de la ciudad de los muertos (http://espop.es/catalogo/es-pop-ensayo/sinfonia-para-la-ciudad-de-los-muertos/) (EsPop, 2022), un ensayo que repasa la vida de Shostak?vich, su infancia en el seno de una familia acomodada, sus inicios como compositor, su trabajo bajo los principios de la Revoluci?n de octubre, su éxito como compositor proletario, su ca?da en desgracia durante el régimen de Stalin y su redenci?n como autor de una sinfon?a, la n?mero 7, que relataba los sufrimientos del pueblo de Leningrado, actual San Petersburgo, durante uno de los mayores sitios que ha vivido una ciudad en la historia de la humanidad. Nada menos que 872 d?as con las v?as de avituallamiento cortadas que, entre otros muchos dramas, provoc? miles de muertes por congelaci?n, inanici?n y atroces casos de canibalismo.
"La sinfon?a fue interpretada en 1942 dentro de los muros de la sitiada Leningrado por una orquesta de m?sicos hambrientos que estaban a punto de desfallecer y justo en mitad del asalto de las tropas nazis. El evento fue tan arriesgado, que el Ejército Rojo tuvo que bombardear a los alemanes desde el otro lado de la ciudad para tratar de alejar el fuego de la sala de conciertos", explica M. T. Anderson que encontr? no pocas dificultades a la hora de desarrollar su investigaci?n.
"Es dif?cil reconstruir cualquier vida a partir de documentos. Pero lo es a?n m?s cuando est?s analizando una dictadura, como la de Stalin, donde todos ten?an una raz?n para mentir, traicionar y falsificar registros. Los soviéticos crearon un sistema en el que no se pod?a confiar en nadie. La propaganda borr? la verdad, las personas fueron juzgadas y ejecutadas por cr?menes que no cometieron y todo el mundo minti? para sobrevivir. Hasta el propio Shostak?vich ocult? cosas a sus hijos porque, si dec?an algo inapropiado en la escuela, toda la familia hubiera estado en peligro", relata Anderson que, todo sea dicho, tampoco tuvo las cosas f?ciles después de la ca?da de la URSS.
"50 a?os después, cuando el régimen soviético se derrumb?, esas mentiras comenzaron a operar en la direcci?n opuesta: todos quer?an contar una historia sobre c?mo hab?an sido secretamente disidentes. El problema de los Gobiernos construidos sobre mentiras es que, cuando tratas de escribir sobre hechos sucedidos en la Uni?n Soviética, siempre hay un halo de irrealidad. Ese es un desaf?o con el que Estados Unidos est? lidiando en este momento porque, ?c?mo evitamos que el veneno de las mentiras enferme a toda la naci?n?", se pregunta el autor.
Caos en vez de m?sica
El 26 de enero de 1936, Stalin asisti? a una de las representaciones de Lady Macbeth del distrito de Mtsensk, ?pera en cuatro actos escrita por Aleksandr Preis y compuesta por Shostak?vich. El m?sico, que a pesar de origen burgués hab?a conseguido desarrollar una obra que combinaba la vanguardia art?stica con el esp?ritu proletario, fue testigo de c?mo el l?der comunista se revolv?a en el palco, cuchicheaba con sus acompa?antes y mostraba su desagrado ante lo que escuchaba.
Al d?a siguiente, el diario Pravda, que hab?a alabado la ?pera en los meses previos, public? Caos en vez de m?sica, una cr?tica hostil al trabajo de Shostak?vich que, en esa época, pod?a ser el desencadenante de graves problemas para el compositor. A partir de entonces, el m?sico intent? mostrar su adhesi?n hacia Stalin moderando sus declaraciones p?blicas, ofreciéndose voluntario para combatir en la Segunda Guerra Mundial con el ejército ruso y, cuando fue rechazado, alist?ndose en el cuerpo de bomberos de Leningrado, labor que compaginaba con la composici?n de la Séptima Sinfon?a que, en algunos de sus movimientos, inclu?an veladas cr?ticas a Stalin.
https://uc-4u.com/clip/88b275c9-5e97-4089-9d05-b5442c44fd3f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg V?lkovo es uno de los cementerios no ortodoxos m?s grandes y antiguos de San Petersburgo. | RIA NOVOSTI ARCHIVE
"De alguna manera, la forma de la sinfon?a parece contener un mensaje oculto sobre el terrible ascenso de Stalin al poder. El primer movimiento es interrumpido por una melod?a de marcha un tanto tontorrona que, al principio, suena inofensiva pero que crece y crece hasta que se vuelve furiosa y violenta, destruyendo todo a su alrededor. La gente, que no el propio Shostak?vich, la ha llamado el tema de la “invasi?n”. Lo que llama la atenci?n, sin embargo, es que esa m?sica no recuerda en nada a la invasi?n alemana de Rusia, que fue repentina e inmediatamente espantosa, sino que se acerca m?s al ascenso de Stalin, que al principio parec?a ser un payaso dentro del séquito que rodeaba a Lenin, pero que, para sorpresa de todos, lleg? a ser el gobernante supremo de la URSS", comenta M. T. Anderson, que aclara que Shostakovich nunca reconoci? expresamente esa cr?tica al l?der soviético. "Le dijo a su vecino que la sinfon?a trataba sobre las fuerzas que oprimen el esp?ritu humano dondequiera que estén, lo que abarca tanto a Hitler como a Stalin y a todos esos hombres peligrosos, torpes en su ego?smo y mortales en su vanidad".
Propaganda sinf?nica
A pesar de esa supuesta cr?tica a Stalin, el gobierno soviético consider? que la séptima sinfon?a era una composici?n inspiradora que glosaba el esfuerzo y la heroicidad del pueblo de Leningrado, por lo que pod?a convertirse en una pieza de propaganda que contribuyese a que los aliados olvidasen el pacto Molotov-Ribbentrop que los soviéticos hab?an firmado con los nazis unos a?os antes.
"Nunca sabremos exactamente qué sinti? Shostakovich ante esa decisi?n porque era demasiado peligroso escribir sus opiniones, pero me imagino que se sentir?a usado por el Partido Comunista. Entre otras cosas porque, cuando finalmente se vio obligado a afiliarse a él, se supone que llor? y pens? en suicidarse. Por otro lado, creo que el compositor sent?a un amor sincero por el pueblo ruso y por la ciudad de Leningrado. Estaba profundamente conmovido por la dif?cil situaci?n de su ciudad natal, quer?a mostrarla al mundo, quer?a que sus conciudadanos tuvieran esperanza y que se produjera una victoria ante los nazis. En ese sentido, la sinfon?a no era solo propaganda, sino que transmit?a los verdaderos sentimientos que el m?sico tuvo mientras vigilaba, como bombero y desde en el techo del Conservatorio de Leningrado, c?mo su querida ciudad estaba siendo atacada".
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/acf05d38-6bef-4353-9104-c512de7e7b17_source-aspect-ratio_default_0.jpgM?s de 60 a?os después, la Sinfon?a N?mero 7 de Shostak?vich es considerada una de las obras cumbres de la m?sica rusa. La pieza forma parte del repertorio de las orquestas de todo el mundo y, desde hace unos meses, se vuelve a interpretar en un contexto bélico y autoritarista como el que la inspir?: la Guerra de Ucrania y el gobierno de Vladimir Putin.
"El a?o pasado por estas fechas, me invitaron a hablar sobre la séptima sinfon?a en una conferencia en San Petersburgo que se iba a celebrar en agosto de 2022. Cuando comenz? la guerra, los organizadores me preguntaron si todav?a ten?a intenci?n de asistir y rechacé la invitaci?n. En ese momento no les di una explicaci?n, pero es la siguiente: ?c?mo podr?a asistir a una conferencia sobre pol?tica y m?sica soviética en tiempos de guerra sin se?alar que las tornas hab?an cambiado y que ahora son los rusos los que hablan con orgullo de la despiadada invasi?n en la que est?n implicados y de c?mo van a matar de hambre al enemigo durante un duro invierno de asedio? Adem?s, ?c?mo podr?a decir ese tipo de cosas en voz alta sabiendo que los organizadores de la conferencia podr?an ser responsables de mis palabras en un régimen que, una vez m?s y como suced?a con Stalin, amenaza con encarcelar a cualquiera que se pronunciase en contra?", reflexiona M. T. Anderson, que invita a aquellos rusos que consideran a Shostak?vich un héroe de la patria a que lo escuchen prestando especial atenci?n "a su compasi?n, su indignaci?n ante la injusticia, su desaf?o frente a la crueldad. Pero también invito a que lo escuchemos en occidente para recordar que, detr?s de ese muro de silencio, no todos son tan obedientes como parece. No obstante, nunca podremos conocer el sufrimiento de los dem?s hasta que no les escuchemos realmente".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/sinfonia-shostakovich-combatio-hitler-burlo-80605064)
Antes de llegar a Nueva York, su destino final, la partitura recorri? Medio Oriente, el norte de ?frica, Brasil y Washington DC, ciudad en la que el funcionario encargado de su transporte decidi? hacer un alto en el camino para tomar un tentempié en una cafeter?a. Cuando sali? del local, se dio cuenta de que hab?a olvidado dentro el microfilm, que a punto estuvo de acabar en la basura.
"Por lo general, se asume que los microfilmes se emplean para guardar los planos de un submarino nuclear o la clave del c?digo Enigma, pero no para una pieza musical. Si se decidi? trasladar la partitura a Estados Unidos en ese soporte fue para que pudiera ser interpretada por la orquesta de la NBC dirigida por Arturo Toscanini y que la poblaci?n americana apoyase la ayuda estadounidense a Mosc?", explica Anderson que, fascinado por la historia, decidi? comenzar a investigar sobre ella.
https://uc-4u.com/clip/075a8c64-eda8-4f31-88e9-fbe027c453ac_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Dimitri Shostak?vic, en una imagen de archivo. | RTVE
El resultado es Sinfon?a de la ciudad de los muertos (http://espop.es/catalogo/es-pop-ensayo/sinfonia-para-la-ciudad-de-los-muertos/) (EsPop, 2022), un ensayo que repasa la vida de Shostak?vich, su infancia en el seno de una familia acomodada, sus inicios como compositor, su trabajo bajo los principios de la Revoluci?n de octubre, su éxito como compositor proletario, su ca?da en desgracia durante el régimen de Stalin y su redenci?n como autor de una sinfon?a, la n?mero 7, que relataba los sufrimientos del pueblo de Leningrado, actual San Petersburgo, durante uno de los mayores sitios que ha vivido una ciudad en la historia de la humanidad. Nada menos que 872 d?as con las v?as de avituallamiento cortadas que, entre otros muchos dramas, provoc? miles de muertes por congelaci?n, inanici?n y atroces casos de canibalismo.
"La sinfon?a fue interpretada en 1942 dentro de los muros de la sitiada Leningrado por una orquesta de m?sicos hambrientos que estaban a punto de desfallecer y justo en mitad del asalto de las tropas nazis. El evento fue tan arriesgado, que el Ejército Rojo tuvo que bombardear a los alemanes desde el otro lado de la ciudad para tratar de alejar el fuego de la sala de conciertos", explica M. T. Anderson que encontr? no pocas dificultades a la hora de desarrollar su investigaci?n.
"Es dif?cil reconstruir cualquier vida a partir de documentos. Pero lo es a?n m?s cuando est?s analizando una dictadura, como la de Stalin, donde todos ten?an una raz?n para mentir, traicionar y falsificar registros. Los soviéticos crearon un sistema en el que no se pod?a confiar en nadie. La propaganda borr? la verdad, las personas fueron juzgadas y ejecutadas por cr?menes que no cometieron y todo el mundo minti? para sobrevivir. Hasta el propio Shostak?vich ocult? cosas a sus hijos porque, si dec?an algo inapropiado en la escuela, toda la familia hubiera estado en peligro", relata Anderson que, todo sea dicho, tampoco tuvo las cosas f?ciles después de la ca?da de la URSS.
"50 a?os después, cuando el régimen soviético se derrumb?, esas mentiras comenzaron a operar en la direcci?n opuesta: todos quer?an contar una historia sobre c?mo hab?an sido secretamente disidentes. El problema de los Gobiernos construidos sobre mentiras es que, cuando tratas de escribir sobre hechos sucedidos en la Uni?n Soviética, siempre hay un halo de irrealidad. Ese es un desaf?o con el que Estados Unidos est? lidiando en este momento porque, ?c?mo evitamos que el veneno de las mentiras enferme a toda la naci?n?", se pregunta el autor.
Caos en vez de m?sica
El 26 de enero de 1936, Stalin asisti? a una de las representaciones de Lady Macbeth del distrito de Mtsensk, ?pera en cuatro actos escrita por Aleksandr Preis y compuesta por Shostak?vich. El m?sico, que a pesar de origen burgués hab?a conseguido desarrollar una obra que combinaba la vanguardia art?stica con el esp?ritu proletario, fue testigo de c?mo el l?der comunista se revolv?a en el palco, cuchicheaba con sus acompa?antes y mostraba su desagrado ante lo que escuchaba.
Al d?a siguiente, el diario Pravda, que hab?a alabado la ?pera en los meses previos, public? Caos en vez de m?sica, una cr?tica hostil al trabajo de Shostak?vich que, en esa época, pod?a ser el desencadenante de graves problemas para el compositor. A partir de entonces, el m?sico intent? mostrar su adhesi?n hacia Stalin moderando sus declaraciones p?blicas, ofreciéndose voluntario para combatir en la Segunda Guerra Mundial con el ejército ruso y, cuando fue rechazado, alist?ndose en el cuerpo de bomberos de Leningrado, labor que compaginaba con la composici?n de la Séptima Sinfon?a que, en algunos de sus movimientos, inclu?an veladas cr?ticas a Stalin.
https://uc-4u.com/clip/88b275c9-5e97-4089-9d05-b5442c44fd3f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg V?lkovo es uno de los cementerios no ortodoxos m?s grandes y antiguos de San Petersburgo. | RIA NOVOSTI ARCHIVE
"De alguna manera, la forma de la sinfon?a parece contener un mensaje oculto sobre el terrible ascenso de Stalin al poder. El primer movimiento es interrumpido por una melod?a de marcha un tanto tontorrona que, al principio, suena inofensiva pero que crece y crece hasta que se vuelve furiosa y violenta, destruyendo todo a su alrededor. La gente, que no el propio Shostak?vich, la ha llamado el tema de la “invasi?n”. Lo que llama la atenci?n, sin embargo, es que esa m?sica no recuerda en nada a la invasi?n alemana de Rusia, que fue repentina e inmediatamente espantosa, sino que se acerca m?s al ascenso de Stalin, que al principio parec?a ser un payaso dentro del séquito que rodeaba a Lenin, pero que, para sorpresa de todos, lleg? a ser el gobernante supremo de la URSS", comenta M. T. Anderson, que aclara que Shostakovich nunca reconoci? expresamente esa cr?tica al l?der soviético. "Le dijo a su vecino que la sinfon?a trataba sobre las fuerzas que oprimen el esp?ritu humano dondequiera que estén, lo que abarca tanto a Hitler como a Stalin y a todos esos hombres peligrosos, torpes en su ego?smo y mortales en su vanidad".
Propaganda sinf?nica
A pesar de esa supuesta cr?tica a Stalin, el gobierno soviético consider? que la séptima sinfon?a era una composici?n inspiradora que glosaba el esfuerzo y la heroicidad del pueblo de Leningrado, por lo que pod?a convertirse en una pieza de propaganda que contribuyese a que los aliados olvidasen el pacto Molotov-Ribbentrop que los soviéticos hab?an firmado con los nazis unos a?os antes.
"Nunca sabremos exactamente qué sinti? Shostakovich ante esa decisi?n porque era demasiado peligroso escribir sus opiniones, pero me imagino que se sentir?a usado por el Partido Comunista. Entre otras cosas porque, cuando finalmente se vio obligado a afiliarse a él, se supone que llor? y pens? en suicidarse. Por otro lado, creo que el compositor sent?a un amor sincero por el pueblo ruso y por la ciudad de Leningrado. Estaba profundamente conmovido por la dif?cil situaci?n de su ciudad natal, quer?a mostrarla al mundo, quer?a que sus conciudadanos tuvieran esperanza y que se produjera una victoria ante los nazis. En ese sentido, la sinfon?a no era solo propaganda, sino que transmit?a los verdaderos sentimientos que el m?sico tuvo mientras vigilaba, como bombero y desde en el techo del Conservatorio de Leningrado, c?mo su querida ciudad estaba siendo atacada".
https://estaticos-cdn.epe.es/clip/acf05d38-6bef-4353-9104-c512de7e7b17_source-aspect-ratio_default_0.jpgM?s de 60 a?os después, la Sinfon?a N?mero 7 de Shostak?vich es considerada una de las obras cumbres de la m?sica rusa. La pieza forma parte del repertorio de las orquestas de todo el mundo y, desde hace unos meses, se vuelve a interpretar en un contexto bélico y autoritarista como el que la inspir?: la Guerra de Ucrania y el gobierno de Vladimir Putin.
"El a?o pasado por estas fechas, me invitaron a hablar sobre la séptima sinfon?a en una conferencia en San Petersburgo que se iba a celebrar en agosto de 2022. Cuando comenz? la guerra, los organizadores me preguntaron si todav?a ten?a intenci?n de asistir y rechacé la invitaci?n. En ese momento no les di una explicaci?n, pero es la siguiente: ?c?mo podr?a asistir a una conferencia sobre pol?tica y m?sica soviética en tiempos de guerra sin se?alar que las tornas hab?an cambiado y que ahora son los rusos los que hablan con orgullo de la despiadada invasi?n en la que est?n implicados y de c?mo van a matar de hambre al enemigo durante un duro invierno de asedio? Adem?s, ?c?mo podr?a decir ese tipo de cosas en voz alta sabiendo que los organizadores de la conferencia podr?an ser responsables de mis palabras en un régimen que, una vez m?s y como suced?a con Stalin, amenaza con encarcelar a cualquiera que se pronunciase en contra?", reflexiona M. T. Anderson, que invita a aquellos rusos que consideran a Shostak?vich un héroe de la patria a que lo escuchen prestando especial atenci?n "a su compasi?n, su indignaci?n ante la injusticia, su desaf?o frente a la crueldad. Pero también invito a que lo escuchemos en occidente para recordar que, detr?s de ese muro de silencio, no todos son tan obedientes como parece. No obstante, nunca podremos conocer el sufrimiento de los dem?s hasta que no les escuchemos realmente".
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