الريــم
01-02-2023, 02:40 PM
La decisi?n deMario Vargas Llosa de dejar el domicilio que compart?a con Isabel Preysler desde hace siete a?os en las afueras de Madrid para regresar a su casa en la calle Flora de la capital de Espa?a ha hallado en un cuento, Los vientos, publicado hace dos a?os en la revista Letras Libres, caldo de cultivo para relacionar una vez m?s la literatura que él hace con la vida del escritor peruano. La ruptura del Nobel con la madre de sus tres hijos nunca tuvo comentarios p?blicos por parte de ella, Patricia Llosa, prima suya, con la que se hab?a casado en 1965.
El cuento Los vientos fue publicado ante cierta indiferencia p?blica o literaria, pues, como el mismo personaje que dibuja el autor de Los Cachorros en el citado relato, cada vez se lee menos y, adem?s, cada vez se escribe peor. En todo caso, el cuento y la vida parec?a que iban en paralelo, por lo que coligen ahora diarios, revistas, programas de televisi?n, dedicados a las idas y venidas de los respectivos corazones.
Seg?n esas interpretaciones, lo que explica el protagonista del cuento, un hombre extraviado cuya edad provecta lo obliga a soportar sus propias ventosidades, es met?fora del drama que el mismo Vargas Llosa estaba viviendo en los tiempos en que escrib?a el relato.
Los vientos constituir?a, pues, la cr?nica de la imparable ruptura de aquella relaci?n. Por lo cual se deduce que durante estos dos a?os que han pasado el autor de La ciudad y los perros estar?a viviendo una situaci?n cuyo previsible final ser?a marcado por la noticia que dar?a esta ?ltima semana la propia Isabel Preysler en Hola. El argumento ofrecido por ella en la citada cr?nica de la revista con la que colabora fue la exhibici?n de celos por parte de su compa?ero. ?l no ha dicho nada al respecto.
Las especulaciones que siguieron a la nota oficial de la ahora excompa?era de Vargas Llosa fueron alimentadas con los materiales encontrados en el ahora tan citado relato. Numerosos periodistas o asimilados a?adieron, adem?s, testimonios an?nimos (atribuidos, en uno y otro caso) a entornos o allegados, de modo que ahora Madrid, y no tan solo esta ciudad, est? infectado de conocedores de cada uno de los aspectos de esa relaci?n que se ha roto, igual que se inici?, con el amparo informativo esencial de la citada revista.
Es improbable que esta serie de interpretaciones, que han tenido en la existencia de Los vientos la ra?z de una credibilidad que no ha sido avalada por el protagonista masculino de la ruptura, sean dilucidadas con rigor al menos hasta que se pronuncie Vargas Llosa y complete lo que de novela est? teniendo el suceso. O puede que a partir de ahora sea el silencio el que acoja una larga espera de la presente diatriba.
Hace muchos a?os, en 1976, Vargas Llosa protagoniz? un suceso que lo desuni? para siempre de uno de los grandes amigos de su vida: Gabriel Garc?a M?rquez. El incidente que produjo esa ruptura ha sido materia de numerosas especulaciones que ahora han circulado otra vez. Alimentado por ambos silencios, el de Gabo y el de Mario, aquel trompazo que propin? este ?ltimo al autor de Cien a?os de soledad a la entrada de un cine en México ha sido relatado como si hubiera sido visto por mil ojos.
La versi?n de Preysler es la de los “celos” de su compa?ero; la de Vargas Llosa la est?n sacando de su propio cuento, pero él no ha dicho nada”
Ni Vargas Llosa ni Gabriel Garc?a M?rquez quisieron explicar qué hab?a sucedido, y sus mujeres respectivas, Patricia Vargas y Mercedes Barcha, tampoco dijeron nada. A lo largo de los a?os, sin embargo, hubo pocos en el mundo de la literatura, el periodismo y sus aleda?os que no tuvieran materia para dar una versi?n que s?lo hall? silencio, como puede ocurrir ahora en este nuevo caso en el que el Nobel peruano vuelve a ser el otro protagonista. La versi?n de Preysler es la de los “celos” de su compa?ero; la de Vargas Llosa la est?n sacando de su propio cuento, pero él no ha dicho nada. Como en la ruptura Gabo/Mario, esta otra ruptura est? abierta a las m?s diversas versiones.
Mientras esos misterios con los que la prensa (y no s?lo la del coraz?n) expresa su interés por la materia real de la ruptura, regresa a la palestra espa?ola la costumbre de relacionar la vida personal, la actitud pol?tica y lo que escribe el autor peruano. Mientras ha durado esta relaci?n entre los que ahora han roto, ciudadanos de la pluma y de la cr?tica pol?tica o cultural han hecho c?balas sobre la influencia que los compromisos sociales, e incluso pol?ticos, del autor de El pez en el agua, han sostenido sobre su propia literatura period?stica o de ficci?n. A partir de ah? han arreciado los ataques contra sus posiciones pol?ticas, de car?cter conservador, como argumento para denostar también su obra literaria.
En los d?as en que se ha producido este desenlace sentimental de su vida personal ha habido especulaciones, numerosos escritos de prensa y, también, mucha referencia al significado de Los vientos. Quiz? la que con m?s sustancia refleja lo que podr?a ser una interpretaci?n humana de esta situaci?n que habita entre Kafka y, por cierto, algunos textos del propio Vargas Llosa, es la que acaba de publicar en Facebook el escritor Sergio del Molino.
Su comentario nace de ese cuento, Los vientos, precisamente, y sobre lo que deducen de la propia vida privada de su autor los numerosos comentaristas del momento. En el cuento, se?ala Sergio del Molino, “hay mucha m?s tragedia que comedia, y m?s verdad humana que en todos los chistes, burlas y odios sobre los hombres viejos y poderosos ? la mode. Es f?cil re?rse de un escritor enco?ado, eso lo hace cualquier bot de Podemos con cuatro memes a mano en su m?vil. Lo dif?cil y hermoso es compadecerse del hombre perdido, de quien lo tiene todo y lo es todo y lo pierde todo por una ofuscaci?n juvenil, por su propia banalidad del mal, y se da cuenta muy tarde de que es un desgraciado, que se ha enga?ado a s? mismo sin poder excusarse como se excusar?a un joven: no puede alegar inexperiencia”.
Sigue Del Molino, sobre el cuento en el que el protagonista lamenta haber dejado a 'Carmencita' su mujer por otra de la que ya ni se acuerda, que este viejo que no puede aguantar sus ventosidades y lamenta que su pichula (su pene, se dice as? en Per?) ya no sirva sino para hacer pip? “ha ca?do en la trampa como un adolescente furioso en plena confusi?n hormonal”. Un personaje as? “despierta simpat?a y compasi?n en cualquier persona que entienda algo de la vida y sepa bien lo f?cil que es tropezar y caer en las tumbas que nosotros mismos cavamos con entusiasmo”.
No es f?cil hoy en el periodismo, de cualquier género, hallar una interpretaci?n de esta clase, pues, como le dijo el propio Sergio del Molino a este periodista, es muy frecuente advertir ahora la “muy antip?tica soberbia moral” que lleva a mucha gente a burlarse “de las human?simas debilidades de un hombre”.
Acaso Mario Vargas Llosa cuente alguna vez lo que ha vivido y lo haga, de nuevo, recurriendo a la ficci?n que ahora sirve al periodismo para sustituir su silencio. Mientras tanto, se sabe de él que ha viajado fuera de Madrid, lejos del escenario de aquel cuento y de sus circunstancias. Su hijo ?lvaro subi? a Twitter unas im?genes de su padre leyendo en alto la primera edici?n de Madame Bovary, la obra de Flaubert que tanto ha influido en su literatura. En febrero ingresa en la Academia Francesa y seguramente esa lectura es vital de cara al compromiso p?blico que lo va a unir con la cultura literaria del pa?s que primero ampar? su vocaci?n de escritor. Ya fueron aquel libro y ese novelista su piedra de toque para toda su literatura. Ahora va, otra vez pues, en busca de Madame Bovary.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/mario-vargas-llosa-busca-vez-80605383)
El cuento Los vientos fue publicado ante cierta indiferencia p?blica o literaria, pues, como el mismo personaje que dibuja el autor de Los Cachorros en el citado relato, cada vez se lee menos y, adem?s, cada vez se escribe peor. En todo caso, el cuento y la vida parec?a que iban en paralelo, por lo que coligen ahora diarios, revistas, programas de televisi?n, dedicados a las idas y venidas de los respectivos corazones.
Seg?n esas interpretaciones, lo que explica el protagonista del cuento, un hombre extraviado cuya edad provecta lo obliga a soportar sus propias ventosidades, es met?fora del drama que el mismo Vargas Llosa estaba viviendo en los tiempos en que escrib?a el relato.
Los vientos constituir?a, pues, la cr?nica de la imparable ruptura de aquella relaci?n. Por lo cual se deduce que durante estos dos a?os que han pasado el autor de La ciudad y los perros estar?a viviendo una situaci?n cuyo previsible final ser?a marcado por la noticia que dar?a esta ?ltima semana la propia Isabel Preysler en Hola. El argumento ofrecido por ella en la citada cr?nica de la revista con la que colabora fue la exhibici?n de celos por parte de su compa?ero. ?l no ha dicho nada al respecto.
Las especulaciones que siguieron a la nota oficial de la ahora excompa?era de Vargas Llosa fueron alimentadas con los materiales encontrados en el ahora tan citado relato. Numerosos periodistas o asimilados a?adieron, adem?s, testimonios an?nimos (atribuidos, en uno y otro caso) a entornos o allegados, de modo que ahora Madrid, y no tan solo esta ciudad, est? infectado de conocedores de cada uno de los aspectos de esa relaci?n que se ha roto, igual que se inici?, con el amparo informativo esencial de la citada revista.
Es improbable que esta serie de interpretaciones, que han tenido en la existencia de Los vientos la ra?z de una credibilidad que no ha sido avalada por el protagonista masculino de la ruptura, sean dilucidadas con rigor al menos hasta que se pronuncie Vargas Llosa y complete lo que de novela est? teniendo el suceso. O puede que a partir de ahora sea el silencio el que acoja una larga espera de la presente diatriba.
Hace muchos a?os, en 1976, Vargas Llosa protagoniz? un suceso que lo desuni? para siempre de uno de los grandes amigos de su vida: Gabriel Garc?a M?rquez. El incidente que produjo esa ruptura ha sido materia de numerosas especulaciones que ahora han circulado otra vez. Alimentado por ambos silencios, el de Gabo y el de Mario, aquel trompazo que propin? este ?ltimo al autor de Cien a?os de soledad a la entrada de un cine en México ha sido relatado como si hubiera sido visto por mil ojos.
La versi?n de Preysler es la de los “celos” de su compa?ero; la de Vargas Llosa la est?n sacando de su propio cuento, pero él no ha dicho nada”
Ni Vargas Llosa ni Gabriel Garc?a M?rquez quisieron explicar qué hab?a sucedido, y sus mujeres respectivas, Patricia Vargas y Mercedes Barcha, tampoco dijeron nada. A lo largo de los a?os, sin embargo, hubo pocos en el mundo de la literatura, el periodismo y sus aleda?os que no tuvieran materia para dar una versi?n que s?lo hall? silencio, como puede ocurrir ahora en este nuevo caso en el que el Nobel peruano vuelve a ser el otro protagonista. La versi?n de Preysler es la de los “celos” de su compa?ero; la de Vargas Llosa la est?n sacando de su propio cuento, pero él no ha dicho nada. Como en la ruptura Gabo/Mario, esta otra ruptura est? abierta a las m?s diversas versiones.
Mientras esos misterios con los que la prensa (y no s?lo la del coraz?n) expresa su interés por la materia real de la ruptura, regresa a la palestra espa?ola la costumbre de relacionar la vida personal, la actitud pol?tica y lo que escribe el autor peruano. Mientras ha durado esta relaci?n entre los que ahora han roto, ciudadanos de la pluma y de la cr?tica pol?tica o cultural han hecho c?balas sobre la influencia que los compromisos sociales, e incluso pol?ticos, del autor de El pez en el agua, han sostenido sobre su propia literatura period?stica o de ficci?n. A partir de ah? han arreciado los ataques contra sus posiciones pol?ticas, de car?cter conservador, como argumento para denostar también su obra literaria.
En los d?as en que se ha producido este desenlace sentimental de su vida personal ha habido especulaciones, numerosos escritos de prensa y, también, mucha referencia al significado de Los vientos. Quiz? la que con m?s sustancia refleja lo que podr?a ser una interpretaci?n humana de esta situaci?n que habita entre Kafka y, por cierto, algunos textos del propio Vargas Llosa, es la que acaba de publicar en Facebook el escritor Sergio del Molino.
Su comentario nace de ese cuento, Los vientos, precisamente, y sobre lo que deducen de la propia vida privada de su autor los numerosos comentaristas del momento. En el cuento, se?ala Sergio del Molino, “hay mucha m?s tragedia que comedia, y m?s verdad humana que en todos los chistes, burlas y odios sobre los hombres viejos y poderosos ? la mode. Es f?cil re?rse de un escritor enco?ado, eso lo hace cualquier bot de Podemos con cuatro memes a mano en su m?vil. Lo dif?cil y hermoso es compadecerse del hombre perdido, de quien lo tiene todo y lo es todo y lo pierde todo por una ofuscaci?n juvenil, por su propia banalidad del mal, y se da cuenta muy tarde de que es un desgraciado, que se ha enga?ado a s? mismo sin poder excusarse como se excusar?a un joven: no puede alegar inexperiencia”.
Sigue Del Molino, sobre el cuento en el que el protagonista lamenta haber dejado a 'Carmencita' su mujer por otra de la que ya ni se acuerda, que este viejo que no puede aguantar sus ventosidades y lamenta que su pichula (su pene, se dice as? en Per?) ya no sirva sino para hacer pip? “ha ca?do en la trampa como un adolescente furioso en plena confusi?n hormonal”. Un personaje as? “despierta simpat?a y compasi?n en cualquier persona que entienda algo de la vida y sepa bien lo f?cil que es tropezar y caer en las tumbas que nosotros mismos cavamos con entusiasmo”.
No es f?cil hoy en el periodismo, de cualquier género, hallar una interpretaci?n de esta clase, pues, como le dijo el propio Sergio del Molino a este periodista, es muy frecuente advertir ahora la “muy antip?tica soberbia moral” que lleva a mucha gente a burlarse “de las human?simas debilidades de un hombre”.
Acaso Mario Vargas Llosa cuente alguna vez lo que ha vivido y lo haga, de nuevo, recurriendo a la ficci?n que ahora sirve al periodismo para sustituir su silencio. Mientras tanto, se sabe de él que ha viajado fuera de Madrid, lejos del escenario de aquel cuento y de sus circunstancias. Su hijo ?lvaro subi? a Twitter unas im?genes de su padre leyendo en alto la primera edici?n de Madame Bovary, la obra de Flaubert que tanto ha influido en su literatura. En febrero ingresa en la Academia Francesa y seguramente esa lectura es vital de cara al compromiso p?blico que lo va a unir con la cultura literaria del pa?s que primero ampar? su vocaci?n de escritor. Ya fueron aquel libro y ese novelista su piedra de toque para toda su literatura. Ahora va, otra vez pues, en busca de Madame Bovary.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/mario-vargas-llosa-busca-vez-80605383)