الريــم
12-31-2022, 03:13 PM
Culmina el a?o m?s contradictorio de Podemos. A falta de doce meses para las elecciones generales, el balance del partido morado es del todo parad?jico. De la uni?n de las izquierdas que prodigaban hace un a?o bajo el ala de Yolanda D?az, a un escenario prebélico tras un proceso de 'bunkerizaci?n' y divisi?n. Por una parte, quienes apuestan por D?az y sus nuevas maneras de hacer pol?tica y, por otro, quienes siguen las tesis de la direcci?n y exigen que el partido lidere el proyecto de la gallega. Estas tensiones han llevado a Podemos a revivir los ecos de Vistalegre 2, que fractur? el partido en dos partes y lo reconvirti? en un ecosistema cerrado, sin margen para la divergencia. La nueva pugna abierta amenaza de nuevo con la salida de una parte del partido, donde ya se dibuja un horizonte de ruptura.
Yolanda D?az, quien hace un a?o todav?a revest?a el t?tulo de candidata de Podemos, termin? por convertirse en una de las mayores competidoras de la formaci?n, que desde hace meses libra un pulso con la vicepresidenta para mantener su protagonismo en la futura opci?n electoral. Esta pugna comenz? a principios de 2022 con la aprobaci?n de la reforma laboral. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo negoci? durante meses con sindicatos y patronal. Su m?xima era que los empresarios también firmasen el texto para que su medida estrella naciera fruto del consenso. La reforma, sin embargo, no gust? en Podemos, que lejos de celebrar el acuerdo la recibieron con extrema frialdad en p?blico y cr?ticas en privado que iban en l?nea ERC, uno de los partidos que la critic? con m?s fiereza.
La reforma se aprob? en una votaci?n de infarto y s?lo al error del diputado del PP Alberto Casero, sin los apoyos de socios habituales como los republicanos o Bildu. Una circunstancia que fue empleada por la direcci?n de Podemos para tratar de marcar el paso a la vicepresidenta gallega. Pablo Iglesias, que llevaba ya algunos meses liderando el partido desde los distintos altavoces medi?ticos -generando malestar a la propia D?az por sus “vaticinios de tertuliano”- quien advirti? y mand? ‘deberes’ a la vicepresidenta, eximiendo de culpa de los partidos de izquierdas que votaron ‘no’: “De no ser por un error, hoy la derecha podr?a haber asestado un golpe dur?simo a Yolanda y a UP. Toca rehacer y cuidar el bloque plurinacional”, dijo entonces. Era el primer aviso de los muchos que el dirigente dedicar?a después a la gallega.
Este primer golpe vino seguido de otro de los episodios que han marcado la legislatura. Fue una vez declarada la invasi?n de Rusa a Ucrania, cuando Podemos se opuso al env?o de ayuda militar, generando fuertes tensiones dentro del Gobierno y con la oposici?n de la propia Yolanda D?az, que s? respald? esta medida. Fue la primera brecha visible en Unidas Podemos, donde se ve?an dos opciones diferenciadas entre su futura candidata -hoy en duda- y el partido principal del espacio.
A aquella pugna le han seguido muchas otras a lo largo de 2022. Pero el momento en que se quebr? la relaci?n D?az-Podemos tiene un escenario claro: Andaluc?a. Después de meses de tiras y aflojas para un acuerdo entre las distintas fuerzas de izquierda de cara a las elecciones anticipadas de junio, la vicepresidenta segunda desembarc? en Sevilla en medio de la feria de abril para tratar de acercar posturas. Y su apoyo abierto a la candidata de IU, Inmaculada Nieto, frente a Juan Antonio Delgado, la apuesta de Podemos, fue interpretado como todo un desaf?o que los morados no han olvidado.
El pacto lleg? de una manera desastrosa: a ?ltima hora y sin que Podemos quedase oficialmente dentro la coalici?n de izquierdas ‘Por Andaluc?a’, por apuntarse al acuerdo en el ?ltimo minuto. Los resultados en las urnas tampoco acompa?aron, y todas las partes quisieron desentenderse de aquello; tanto D?az, que se desmarc? del modelo de acuerdos andaluz, como Podemos, que asegur? que los malos resultados se deb?an a que ellos no hab?an controlado la campa?a electoral. Después de la debacle electoral, ning?n dirigente compareci? los medios y el partido se cuid? de guardar un escrupuloso silencio durante d?as. Si ellos no hab?an tenido la voz cantante en campa?a, tampoco estaban dispuestos a asumir la responsabilidad de la derrota.
Si el fallido pacto andaluz lleg? en mayo, este mes también trajo otro de los hitos m?s remarcables del 2022. El 18 de mayo El Peri?dico de Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, adelantaba en estas p?ginas el lanzamiento de D?az de Sumar, registrado en forma de asociaci?n. La elecci?n y el registro de la marca gener? un fuerte malestar en Podemos, que no ten?a conocimiento previo de este movimiento. Este episodio marc? un punto de inflexi?n en la direcci?n morada, que desde entonces acusa a D?az de dise?ar su propio partido, con que quieren negociar una coalici?n de igual a igual, sin permitirle a la vicepresidenta ejercer el liderazgo pleno del espacio.
Las tensiones internas entre las ministras de Podemos y la gallega comenzaron entonces a hacerse evidentes incluso en el funcionamiento dentro del Gobierno. También en mayo, después del lanzamiento de ‘Sumar’, Moncloa certific? la ruptura de puentes entre las dos facciones de Unidas Podemos, una circunstancia que obliga a negociar “a tres bandas” dentro de la coalici?n los asuntos de calado.
Podemos aprovech? la puesta de largo de Sumar para marcar distancias. Un d?a después del primer gran acto en Matadero de Madrid, el partido abog? por ignorar el acto y reivindicar a Irene Montero, se?al?ndola como la autora de las leyes “m?s importantes” del Gobierno, por delante de otras medidas logradas por Yolanda D?az como la reforma laboral o las subidas del SMI. Este pulso, abierto en verano por la organizaci?n, ha ido cogiendo envergadura, y se ha convertido en todo un ?rdago a la vicepresidenta. Montero ha emergido como candidata alternativa a D?az.
Entre quienes han lanzado a Montero como una opci?n est? el propio Pablo Iglesias, que aprovech? la crisis de la ley del s?lo s? es s? para abrir brecha en el espacio, criticando a la vicepresidenta del Gobierno por su tibio apoyo a la titular de Igualdad. Finalmente los ataques de Vox terminaron por dar ox?geno a la dirigente de Podemos, que revirti? la situaci?n declar?ndose v?ctima de “violencia pol?tica”, con actos organizados por el partido para ensalzarla.
El ex vicepresidente del Gobierno, que anunci? su salida de la pol?tica tras su fracaso electoral en las elecciones madrile?as de mayo de 2021, ha vuelto con fuerza este a?o. Si bien no est? dentro del plano institucional, contin?a siendo una suerte de l?der espiritual en la formaci?n, y ejerce el poder en el partido desde los micr?fonos de las tertulias, donde marca l?neas pol?ticas que luego son seguidas por la c?pula de Podemos. El culmen de esta situaci?n se escenific? en la Universidad de Oto?o del partido, donde el ex vicepresidente cerr? las jornadas con un duro discurso contra D?az, a la que acusaba de tibieza en sus posiciones. Estos ataques y el seguidismo de la c?pula a sus tesis también han generado cierto malestar en las filas moradas, donde algunos censuraban el regreso del ex l?der, que contin?a siendo presidente del think tank de la formaci?n.
El papel de Iglesias ha contribuido a enconar las posiciones dentro del espacio de Unidas Podemos. Las federaciones territoriales del partido se debaten entre dos lealtades, hacia la candidata que aspira a presidir el Gobierno y hacia su propia direcci?n, que ha torpedeado el papel de D?az en los ?ltimos meses. La posici?n es extremadamente dif?cil para los territorios, que tratan de mantener prietas las filas al menos hasta las auton?micas y municipales del 28 de mayo. Y ser? después de esta cita electoral cuando se pongan las armas en alto.
Todo apunta a que ser? entonces cuando se abra la negociaci?n entre D?az y Podemos para la futura candidatura a las generales. Mientras la c?pula morada quiere una negociaci?n bilateral, desde Sumar parecen resistirse a este extremo, y abogan por un marco multilateral, con varios actores sentados en la mesa. Una f?rmula que restar?a al partido morado el peso que reclama en el proyecto, y que puede hacer saltar por los aires cualquier opci?n de entendimiento, llevando a una ruptura para la que todos se est?n ya preparando.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/2022-podemos-volvio-trincheras-vistalegre-80556495)
Yolanda D?az, quien hace un a?o todav?a revest?a el t?tulo de candidata de Podemos, termin? por convertirse en una de las mayores competidoras de la formaci?n, que desde hace meses libra un pulso con la vicepresidenta para mantener su protagonismo en la futura opci?n electoral. Esta pugna comenz? a principios de 2022 con la aprobaci?n de la reforma laboral. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo negoci? durante meses con sindicatos y patronal. Su m?xima era que los empresarios también firmasen el texto para que su medida estrella naciera fruto del consenso. La reforma, sin embargo, no gust? en Podemos, que lejos de celebrar el acuerdo la recibieron con extrema frialdad en p?blico y cr?ticas en privado que iban en l?nea ERC, uno de los partidos que la critic? con m?s fiereza.
La reforma se aprob? en una votaci?n de infarto y s?lo al error del diputado del PP Alberto Casero, sin los apoyos de socios habituales como los republicanos o Bildu. Una circunstancia que fue empleada por la direcci?n de Podemos para tratar de marcar el paso a la vicepresidenta gallega. Pablo Iglesias, que llevaba ya algunos meses liderando el partido desde los distintos altavoces medi?ticos -generando malestar a la propia D?az por sus “vaticinios de tertuliano”- quien advirti? y mand? ‘deberes’ a la vicepresidenta, eximiendo de culpa de los partidos de izquierdas que votaron ‘no’: “De no ser por un error, hoy la derecha podr?a haber asestado un golpe dur?simo a Yolanda y a UP. Toca rehacer y cuidar el bloque plurinacional”, dijo entonces. Era el primer aviso de los muchos que el dirigente dedicar?a después a la gallega.
Este primer golpe vino seguido de otro de los episodios que han marcado la legislatura. Fue una vez declarada la invasi?n de Rusa a Ucrania, cuando Podemos se opuso al env?o de ayuda militar, generando fuertes tensiones dentro del Gobierno y con la oposici?n de la propia Yolanda D?az, que s? respald? esta medida. Fue la primera brecha visible en Unidas Podemos, donde se ve?an dos opciones diferenciadas entre su futura candidata -hoy en duda- y el partido principal del espacio.
A aquella pugna le han seguido muchas otras a lo largo de 2022. Pero el momento en que se quebr? la relaci?n D?az-Podemos tiene un escenario claro: Andaluc?a. Después de meses de tiras y aflojas para un acuerdo entre las distintas fuerzas de izquierda de cara a las elecciones anticipadas de junio, la vicepresidenta segunda desembarc? en Sevilla en medio de la feria de abril para tratar de acercar posturas. Y su apoyo abierto a la candidata de IU, Inmaculada Nieto, frente a Juan Antonio Delgado, la apuesta de Podemos, fue interpretado como todo un desaf?o que los morados no han olvidado.
El pacto lleg? de una manera desastrosa: a ?ltima hora y sin que Podemos quedase oficialmente dentro la coalici?n de izquierdas ‘Por Andaluc?a’, por apuntarse al acuerdo en el ?ltimo minuto. Los resultados en las urnas tampoco acompa?aron, y todas las partes quisieron desentenderse de aquello; tanto D?az, que se desmarc? del modelo de acuerdos andaluz, como Podemos, que asegur? que los malos resultados se deb?an a que ellos no hab?an controlado la campa?a electoral. Después de la debacle electoral, ning?n dirigente compareci? los medios y el partido se cuid? de guardar un escrupuloso silencio durante d?as. Si ellos no hab?an tenido la voz cantante en campa?a, tampoco estaban dispuestos a asumir la responsabilidad de la derrota.
Si el fallido pacto andaluz lleg? en mayo, este mes también trajo otro de los hitos m?s remarcables del 2022. El 18 de mayo El Peri?dico de Espa?a, del grupo Prensa Ibérica, adelantaba en estas p?ginas el lanzamiento de D?az de Sumar, registrado en forma de asociaci?n. La elecci?n y el registro de la marca gener? un fuerte malestar en Podemos, que no ten?a conocimiento previo de este movimiento. Este episodio marc? un punto de inflexi?n en la direcci?n morada, que desde entonces acusa a D?az de dise?ar su propio partido, con que quieren negociar una coalici?n de igual a igual, sin permitirle a la vicepresidenta ejercer el liderazgo pleno del espacio.
Las tensiones internas entre las ministras de Podemos y la gallega comenzaron entonces a hacerse evidentes incluso en el funcionamiento dentro del Gobierno. También en mayo, después del lanzamiento de ‘Sumar’, Moncloa certific? la ruptura de puentes entre las dos facciones de Unidas Podemos, una circunstancia que obliga a negociar “a tres bandas” dentro de la coalici?n los asuntos de calado.
Podemos aprovech? la puesta de largo de Sumar para marcar distancias. Un d?a después del primer gran acto en Matadero de Madrid, el partido abog? por ignorar el acto y reivindicar a Irene Montero, se?al?ndola como la autora de las leyes “m?s importantes” del Gobierno, por delante de otras medidas logradas por Yolanda D?az como la reforma laboral o las subidas del SMI. Este pulso, abierto en verano por la organizaci?n, ha ido cogiendo envergadura, y se ha convertido en todo un ?rdago a la vicepresidenta. Montero ha emergido como candidata alternativa a D?az.
Entre quienes han lanzado a Montero como una opci?n est? el propio Pablo Iglesias, que aprovech? la crisis de la ley del s?lo s? es s? para abrir brecha en el espacio, criticando a la vicepresidenta del Gobierno por su tibio apoyo a la titular de Igualdad. Finalmente los ataques de Vox terminaron por dar ox?geno a la dirigente de Podemos, que revirti? la situaci?n declar?ndose v?ctima de “violencia pol?tica”, con actos organizados por el partido para ensalzarla.
El ex vicepresidente del Gobierno, que anunci? su salida de la pol?tica tras su fracaso electoral en las elecciones madrile?as de mayo de 2021, ha vuelto con fuerza este a?o. Si bien no est? dentro del plano institucional, contin?a siendo una suerte de l?der espiritual en la formaci?n, y ejerce el poder en el partido desde los micr?fonos de las tertulias, donde marca l?neas pol?ticas que luego son seguidas por la c?pula de Podemos. El culmen de esta situaci?n se escenific? en la Universidad de Oto?o del partido, donde el ex vicepresidente cerr? las jornadas con un duro discurso contra D?az, a la que acusaba de tibieza en sus posiciones. Estos ataques y el seguidismo de la c?pula a sus tesis también han generado cierto malestar en las filas moradas, donde algunos censuraban el regreso del ex l?der, que contin?a siendo presidente del think tank de la formaci?n.
El papel de Iglesias ha contribuido a enconar las posiciones dentro del espacio de Unidas Podemos. Las federaciones territoriales del partido se debaten entre dos lealtades, hacia la candidata que aspira a presidir el Gobierno y hacia su propia direcci?n, que ha torpedeado el papel de D?az en los ?ltimos meses. La posici?n es extremadamente dif?cil para los territorios, que tratan de mantener prietas las filas al menos hasta las auton?micas y municipales del 28 de mayo. Y ser? después de esta cita electoral cuando se pongan las armas en alto.
Todo apunta a que ser? entonces cuando se abra la negociaci?n entre D?az y Podemos para la futura candidatura a las generales. Mientras la c?pula morada quiere una negociaci?n bilateral, desde Sumar parecen resistirse a este extremo, y abogan por un marco multilateral, con varios actores sentados en la mesa. Una f?rmula que restar?a al partido morado el peso que reclama en el proyecto, y que puede hacer saltar por los aires cualquier opci?n de entendimiento, llevando a una ruptura para la que todos se est?n ya preparando.
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