الريــم
12-30-2022, 02:02 PM
Las secuelas de la paliza que recibi? el pasado viernes 23 de diciembre en Ibiza son m?s que evidentes. En sus 30 a?os como técnico de*ambulancias, Toni Gonz?lez ya hab?a sufrido numerosos insultos y amenazas, igual que el resto de sus compa?eros. Incluso estuvo seis meses de baja después de que, a principios de temporada, lo arrollara un motorista porque no quer?a esperar a que el veh?culo sanitario cargara al paciente. Fue en Cala de Bou, mientras el médico y el enfermero atend?an en una casa a un ni?o que sufr?a convulsiones. "Me dijo ?qu?tate, gilipollas, que te mato!’ mientras me pasaba por encima", recuerda contrariado. El motorista le fractur? la cadera y escap?, pero pudo denunciarlo porque un vecino reconoci? al agresor.
M?s informaci?n (Auto)
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A?n estaba pendiente del juicio por ese caso cuando se encontr? con una nueva agresi?n que, esta vez s?, le hizo temer por su vida y que ha colmado la paciencia de todo su colectivo. El a?o pasado, se registraron 19 ataques a personal sanitario o de ambulancias en Baleares, un 20% m?s que el a?o anterior, pero ninguno de ellos alcanz? las dimensiones que el del pasado viernes.
Gonz?lez llevaba tres d?as reincorporado a su puesto en la UVI m?vil de Sant Antoni cuando, sobre las seis y cuarto de la tarde, tuvo que movilizarse a un domicilio. Los familiares de un enfermo mental de 44 a?os hab?an llamado a la centralita del 061 para reclamar asistencia. Tal y como marca el protocolo en los casos de pacientes psiqui?tricos, la ambulancia debe estar asistida por la polic?a.
http://uc-4u.com/clip/21af69d9-d547-4c80-8621-74d4aa380d94_source-aspect-ratio_default_0.jpgSin acompa?amiento policial
Al recibir el servicio, Gonz?lez pregunt? por la presencia de agentes. "Me dicen que la Polic?a no va porque est? tranquilo el paciente", explica Gonz?lez. Lleg? con la ambulancia al domicilio, en el centro de Sant Antoni, junto a la médica y la doctora. Aunque van juntos, dependen de estamentos diferentes. ?l, como técnico, forma parte de la empresa p?blica Gesti?n sanitaria y asistencial de las Islas Baleares (Gesaib), mientras que sus compa?eras son personal estatutario del SAMU 061.
Como el veh?culo cortaba la calle, solicit? otra vez presencia policial. La enfermera y la doctora subieron hacia el segundo piso desde el que les hab?an reclamado asistencia y él decidi? acompa?arles. All? se encontraban los padres, ambos mayores de 80 a?os, y una mujer que, por la edad, Gonz?lez cree que era la hermana del paciente. Una familia local, de Sant Antoni de toda la vida. Les comentaron que el enfermo llevaba mucho tiempo sin tomar su tratamiento y se encontraba extra?o. No lo ve?an en la sala.
"De repente apareci? de una habitaci?n exaltado. Solt? una patada en la cara a la doctora e iba agredirla m?s", explica a?n con el miedo en la mirada. Gonz?lez pasa a relatar con detalle unos momentos de pesadilla que, entre golpes y estrés, en su mente le parece que se alargaron unos diez minutos: para proteger a la médica, se arroj? sobre el agresor y cay? sobre él, en el suelo. "Estaba completamente fuera de s? y es un hombre fuerte", apunta Gonz?lez. A pesar de tratar de sostenerlo, el paciente le iba dando patadas y pu?etazos. Las dos sanitarias escapan a la calle para pedir ayuda. Pese a la edad, los padres se sumaron y empezaron a darle patadas. La madre le parti? la nariz a golpe de puntas del zapato. Si trataba de protegerse con sus manos desde el suelo de esas patadas, entonces el paciente desde el suelo volv?a a darle pu?etazos.
Y cuando volv?a a sostenerle los brazos para seguir inmoviliz?ndolo en el suelo, recib?a mordiscos en dedos, la barriga o los test?culos y quedaba indefenso ante las patadas de los mayores. No ten?a escapatoria. Durante la paliza, no recuerda si la otra mujer de la familia estaba presente o se ocult?. En cualquier caso, "no hizo nada por ayudar". También lleg? a ver a la madre irse fugazmente dentro de la casa y volver con un objeto punzante que, desde el suelo, no lleg? a atinar "si era un cuchillo o unas tijeras".Escapar como sea
"Pensaba que me mataban. Tem? por mi vida", sentencia. Afortunadamente para él, la enfermera regres? al piso. Le estir? del chaleco para ayudarle a levantarse. Mientras bajaban por la escalera, la madre le arroj? una botella o un jarr?n que le golpe? en la espalda y un cenicero que le acert? en la cabeza. A?n no estaba la Polic?a. Se encerr? en la cabina de la ambulancia y, a partir de ese momento, se le difuminan los recuerdos. Sabe que le pasaron a la camilla de atr?s y que hab?a otras dos ambulancias para atenderle y trasladarle al Hospital Can Misses.
Lleg? la Polic?a Local y la Guardia Civil, que se llevaron a los padres, mientras que el paciente era trasladado, esposado, en otra ambulancia. A pesar de todo el sufrido, la v?ctima se consuela con que su reacci?n fue la debida. "Si no llego a estar all? en medio, no quiero ni imaginar lo que hubieran hecho con la doctora".
Fallo del protocolo
Para contar su testimonio, Gonz?lez est? acompa?ado de dos compa?eros, el presidente del comité de empresa en las Pitiusas, José Manuel Maroto, y el responsable del comité de salud laboral de Gesaib, Pablo Roig. "Vamos a pedir todas las llamadas para dirimir d?nde fall? el protocolo [por el que fall? la presencia policial] para que esto no vuelva a ocurrir", anuncian.
Desde la gerencia del 061 confirmaron este jueves que se han revisado las grabaciones telef?nicas y los partes de este servicio para iniciar una investigaci?n interna. Un portavoz del servicio confirm? que hab?a fallado el protocolo porque, tal y como est? establecido en las atenciones a pacientes con trastornos mentales, era obligatorio que all? estuvieran agentes como protecci?n. Este portavoz asegur? que el acompa?amiento policial estaba solicitado en el informe, pero ayer por la tarde a?n quedaba por dirimir si se trataba de la Polic?a Local o la Guardia Civil
Para evitar estos casos, Maroto y Roig también elevar?n sus peticiones a la Delegaci?n del Gobierno de Baleares. Tal y como recuerdan, los técnicos y el personal sanitario, durante el ejercicio de sus funciones, tienen la consideraci?n de autoridad, por lo que cualquier acto contra ellos supone un delito. «Hay polic?as que esto no lo tienen asimilado y, cuando nos atacan y amenazan, no se llevan detenido al agresor como lo har?an si se lo hicieran a ellos mismos», advierten. Desgraciadamente, cada vez sufren m?s estas situaciones. "Antes no pasaba de esta manera y cada vez va a peor, parece que hay impunidad. Afortunadamente, Toni [Gonz?lez] lo puede contar, pero esto no puede repetirse", subrayan.
La v?ctima ha pasado una semana de visitas médicas y deber?n operarle la nariz, fracturada por varias partes. También le examina el otorrinolaring?logo por las secuelas que hayan podido quedarle de tantos golpes en los o?dos y necesitar? intervenci?n maxilofacial. Todo su rostro est? cubierto de moratones, sobre todo los ojos. Pero estas secuelas no son las que m?s le duelen. "Estoy muy mal y necesito atenci?n psicol?gica. Lo peor es cuando mi hija de seis a?os me ve la cara y se pone a llorar".
Exigen formaci?n espec?fica para reaccionar a las agresiones
Aunque el caso de la paliza a Toni Gonz?lez ha sido extremo, el colectivo de ambulancias de Ibiza denuncia que, lamentablemente, los insultos y las amenazas mientras est?n trabajando ya forman parte de su rutina. A pesar de que se trate de emergencias sanitarias, se encuentran con que hay gente que no entiende que el veh?culo sanitario debe permanecer junto a un domicilio en caso de emergencia. Igualmente, en el caso de los servicios programados, como recoger a una paciente de hemodi?lisis o de rehabilitaci?n, tienen que escuchar improperios y violentarse con bocinazos mientras cargan a esa persona.
"Antes no pasaba, pero en los ?ltimos a?os ha ido a peor y cada vez es m?s grave", denuncian José Manuel Maroto y Pablo Roig, del comité de empresa de Gesaib. De hecho, se han llegado a encontrar la ambulancia cambiada de sitio o alg?n conductor inc?vico tratando de moverla al bajar del domicilio en el que interven?an.
Por ello, reclaman que el colectivo de técnicos reciba cursos de formaci?n, sobre todo para tratar con pacientes o familiares agresivos y saber c?mo repeler los ataques, tal y como ya imparten al personal sanitario. "A nosotros nos dan charlas, pero no una formaci?n especializada", lamentan.
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M?s informaci?n (Auto)
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A?n estaba pendiente del juicio por ese caso cuando se encontr? con una nueva agresi?n que, esta vez s?, le hizo temer por su vida y que ha colmado la paciencia de todo su colectivo. El a?o pasado, se registraron 19 ataques a personal sanitario o de ambulancias en Baleares, un 20% m?s que el a?o anterior, pero ninguno de ellos alcanz? las dimensiones que el del pasado viernes.
Gonz?lez llevaba tres d?as reincorporado a su puesto en la UVI m?vil de Sant Antoni cuando, sobre las seis y cuarto de la tarde, tuvo que movilizarse a un domicilio. Los familiares de un enfermo mental de 44 a?os hab?an llamado a la centralita del 061 para reclamar asistencia. Tal y como marca el protocolo en los casos de pacientes psiqui?tricos, la ambulancia debe estar asistida por la polic?a.
http://uc-4u.com/clip/21af69d9-d547-4c80-8621-74d4aa380d94_source-aspect-ratio_default_0.jpgSin acompa?amiento policial
Al recibir el servicio, Gonz?lez pregunt? por la presencia de agentes. "Me dicen que la Polic?a no va porque est? tranquilo el paciente", explica Gonz?lez. Lleg? con la ambulancia al domicilio, en el centro de Sant Antoni, junto a la médica y la doctora. Aunque van juntos, dependen de estamentos diferentes. ?l, como técnico, forma parte de la empresa p?blica Gesti?n sanitaria y asistencial de las Islas Baleares (Gesaib), mientras que sus compa?eras son personal estatutario del SAMU 061.
Como el veh?culo cortaba la calle, solicit? otra vez presencia policial. La enfermera y la doctora subieron hacia el segundo piso desde el que les hab?an reclamado asistencia y él decidi? acompa?arles. All? se encontraban los padres, ambos mayores de 80 a?os, y una mujer que, por la edad, Gonz?lez cree que era la hermana del paciente. Una familia local, de Sant Antoni de toda la vida. Les comentaron que el enfermo llevaba mucho tiempo sin tomar su tratamiento y se encontraba extra?o. No lo ve?an en la sala.
"De repente apareci? de una habitaci?n exaltado. Solt? una patada en la cara a la doctora e iba agredirla m?s", explica a?n con el miedo en la mirada. Gonz?lez pasa a relatar con detalle unos momentos de pesadilla que, entre golpes y estrés, en su mente le parece que se alargaron unos diez minutos: para proteger a la médica, se arroj? sobre el agresor y cay? sobre él, en el suelo. "Estaba completamente fuera de s? y es un hombre fuerte", apunta Gonz?lez. A pesar de tratar de sostenerlo, el paciente le iba dando patadas y pu?etazos. Las dos sanitarias escapan a la calle para pedir ayuda. Pese a la edad, los padres se sumaron y empezaron a darle patadas. La madre le parti? la nariz a golpe de puntas del zapato. Si trataba de protegerse con sus manos desde el suelo de esas patadas, entonces el paciente desde el suelo volv?a a darle pu?etazos.
Y cuando volv?a a sostenerle los brazos para seguir inmoviliz?ndolo en el suelo, recib?a mordiscos en dedos, la barriga o los test?culos y quedaba indefenso ante las patadas de los mayores. No ten?a escapatoria. Durante la paliza, no recuerda si la otra mujer de la familia estaba presente o se ocult?. En cualquier caso, "no hizo nada por ayudar". También lleg? a ver a la madre irse fugazmente dentro de la casa y volver con un objeto punzante que, desde el suelo, no lleg? a atinar "si era un cuchillo o unas tijeras".Escapar como sea
"Pensaba que me mataban. Tem? por mi vida", sentencia. Afortunadamente para él, la enfermera regres? al piso. Le estir? del chaleco para ayudarle a levantarse. Mientras bajaban por la escalera, la madre le arroj? una botella o un jarr?n que le golpe? en la espalda y un cenicero que le acert? en la cabeza. A?n no estaba la Polic?a. Se encerr? en la cabina de la ambulancia y, a partir de ese momento, se le difuminan los recuerdos. Sabe que le pasaron a la camilla de atr?s y que hab?a otras dos ambulancias para atenderle y trasladarle al Hospital Can Misses.
Lleg? la Polic?a Local y la Guardia Civil, que se llevaron a los padres, mientras que el paciente era trasladado, esposado, en otra ambulancia. A pesar de todo el sufrido, la v?ctima se consuela con que su reacci?n fue la debida. "Si no llego a estar all? en medio, no quiero ni imaginar lo que hubieran hecho con la doctora".
Fallo del protocolo
Para contar su testimonio, Gonz?lez est? acompa?ado de dos compa?eros, el presidente del comité de empresa en las Pitiusas, José Manuel Maroto, y el responsable del comité de salud laboral de Gesaib, Pablo Roig. "Vamos a pedir todas las llamadas para dirimir d?nde fall? el protocolo [por el que fall? la presencia policial] para que esto no vuelva a ocurrir", anuncian.
Desde la gerencia del 061 confirmaron este jueves que se han revisado las grabaciones telef?nicas y los partes de este servicio para iniciar una investigaci?n interna. Un portavoz del servicio confirm? que hab?a fallado el protocolo porque, tal y como est? establecido en las atenciones a pacientes con trastornos mentales, era obligatorio que all? estuvieran agentes como protecci?n. Este portavoz asegur? que el acompa?amiento policial estaba solicitado en el informe, pero ayer por la tarde a?n quedaba por dirimir si se trataba de la Polic?a Local o la Guardia Civil
Para evitar estos casos, Maroto y Roig también elevar?n sus peticiones a la Delegaci?n del Gobierno de Baleares. Tal y como recuerdan, los técnicos y el personal sanitario, durante el ejercicio de sus funciones, tienen la consideraci?n de autoridad, por lo que cualquier acto contra ellos supone un delito. «Hay polic?as que esto no lo tienen asimilado y, cuando nos atacan y amenazan, no se llevan detenido al agresor como lo har?an si se lo hicieran a ellos mismos», advierten. Desgraciadamente, cada vez sufren m?s estas situaciones. "Antes no pasaba de esta manera y cada vez va a peor, parece que hay impunidad. Afortunadamente, Toni [Gonz?lez] lo puede contar, pero esto no puede repetirse", subrayan.
La v?ctima ha pasado una semana de visitas médicas y deber?n operarle la nariz, fracturada por varias partes. También le examina el otorrinolaring?logo por las secuelas que hayan podido quedarle de tantos golpes en los o?dos y necesitar? intervenci?n maxilofacial. Todo su rostro est? cubierto de moratones, sobre todo los ojos. Pero estas secuelas no son las que m?s le duelen. "Estoy muy mal y necesito atenci?n psicol?gica. Lo peor es cuando mi hija de seis a?os me ve la cara y se pone a llorar".
Exigen formaci?n espec?fica para reaccionar a las agresiones
Aunque el caso de la paliza a Toni Gonz?lez ha sido extremo, el colectivo de ambulancias de Ibiza denuncia que, lamentablemente, los insultos y las amenazas mientras est?n trabajando ya forman parte de su rutina. A pesar de que se trate de emergencias sanitarias, se encuentran con que hay gente que no entiende que el veh?culo sanitario debe permanecer junto a un domicilio en caso de emergencia. Igualmente, en el caso de los servicios programados, como recoger a una paciente de hemodi?lisis o de rehabilitaci?n, tienen que escuchar improperios y violentarse con bocinazos mientras cargan a esa persona.
"Antes no pasaba, pero en los ?ltimos a?os ha ido a peor y cada vez es m?s grave", denuncian José Manuel Maroto y Pablo Roig, del comité de empresa de Gesaib. De hecho, se han llegado a encontrar la ambulancia cambiada de sitio o alg?n conductor inc?vico tratando de moverla al bajar del domicilio en el que interven?an.
Por ello, reclaman que el colectivo de técnicos reciba cursos de formaci?n, sobre todo para tratar con pacientes o familiares agresivos y saber c?mo repeler los ataques, tal y como ya imparten al personal sanitario. "A nosotros nos dan charlas, pero no una formaci?n especializada", lamentan.
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