الريــم
12-27-2022, 08:00 PM
Seg?n datos del Ministerio de Consumo, el n?mero de jugadores online menores de 25 a?os ha aumentado de manera alarmante. Mientras que en 2016 ese perfil representaba el 28%, en 2021 alcanz? el 48% del total. Para concienciar del riesgo que suponen los juegos de azar entre la poblaci?n m?s joven, el pasado mes de noviembre el Ministerio de Consumo lanz? la campa?a #PERO (https://www.youtube.com/watch?v=iZqYBGs8byg&ab_channel=MinisteriodeConsumo), estrategia de comunicaci?n que convive con una serie de recomendaciones legales, como la de prohibir la apertura de salas de juego a menos de quinientos metros de un centro escolar, que algunos gobiernos regionales, con las competencias de juego transferidas, ya han anunciado que no cumplir?n.
El gobierno de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha mostrado su rechazo a las sugerencias del Ministerio de Consumo, as? como a los objetivos de prevenci?n de la ludopat?a recogidos en la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 del Plan Nacional sobre Drogas (https://pnsd.sanidad.gob.es/pnsd/estrategiaNacional/docs/180209_ESTRATEGIA_N.ADICCIONES_2017-2024__aprobada_CM.pdf), e incluso las recomendaciones del Decreto 19/2022, de 20 de abril del Consejo de Gobierno, de Planificaci?n de Determinados Establecimiento de Juego (https://gestiona.madrid.org/wleg_pub/secure/normativas/contenidoNormativa.jsf?opcion=VerHtml&nmnorma=12618&cdestado=P#no-back-button) de la propia Comunidad y en el que se insta a la administraci?n a regular el juego de azar por sus graves efectos sobre la salud p?blica. En consecuencia, la presidenta Isabel D?az Ayuso confirm? hace unas semanas que no solo no limitar? la apertura de locales de apuestas en las cercan?as de los centros escolares, sino que permitir? el pago con tarjetas de crédito o sistemas como Bizum, aumentando as? el riesgo de endeudamiento, de hurtos el entorno familiar y, en ?ltimo término, de adicciones entre la poblaci?n m?s joven.
"Es para echarse las manos a la cabeza. No hay m?s que ver los datos. Cada vez bajan m?s las edades y sube el porcentaje de j?venes que apuestan, tanto de manera online como in situ, y eso que est? prohibido el acceso a las casas de apuestas a menores de 18 a?os. Cualquiera que pase por las inmediaciones de esos locales puede ver que siempre hay adolescentes en los alrededores, por lo que est? claro que, cuanto m?s cerca pongas estos locales de los institutos, m?s posibilidades tienes de que ese p?blico acceda a ellos", comenta Ledicia Costas, escritora que acaba de publicar La liebre mec?nica (Anaya (https://www.anayainfantilyjuvenil.com/libro/narrativa-juvenil/la-liebre-mecanica-9788414333129/), 2022), una novela sobre la ludopat?a entre adolescentes que ha sido galardonada con el Premio Lazarillo.
"Ha sido muy heavy porque es la tercera vez que lo gano, lo que me ha convertido en la primera persona que lo ha ganado en tantas ocasiones. Salir con el aval del premio Lazarillo, que es el decano de la literatura infantil y juvenil en Espa?a, es important?simo porque, para las personas que escribimos literatura infantil y juvenil, es un milagro conseguir visibilidad. Solo nos hacen caso en Navidades y Reyes. El resto del a?o no existimos", explica Costas, a la que su exitosa carrera como escritora infantil y juvenil le ha llevado a visitar con frecuencia los centros escolares para charlar con sus lectores sobre sus libros, muchos de los cuales se leen a lo largo del curso escolar.
Fue ese contacto con el mundo adolescente lo que hizo que la autora empezase a tomar conciencia de la importancia que el juego online y las apuestas estaban adquiriendo entre ese colectivo. "Adem?s de ver a muchos j?venes en las inmediaciones de las casas de apuestas, me llamaba mucho la atenci?n que, desde el exterior de las salas de juego, fuera imposible ver qué suced?a dentro. Pensé que, si no pod?a ver lo que estaba pasando en el interior, tal vez fuera porque era un poco turbio y, a partir de ah?, decid? profundizar m?s. Visité casas de apuestas, me abr? una cuenta online, que cuando quise retirar los quince euros que hab?a fue bloqueada, y hablé con profesores de secundaria que ten?an alumnos con problemas provocados por el juego en sus aulas. Quer?a conocer c?mo afectaba la ludopat?a a su rendimiento escolar y a su relaci?n con sus compa?eros. Con todo eso en la cabeza y teniendo como referentes novelas de realismo social que me hab?an marcado en mi adolescencia como Rebeldes o La ley de la calle de S. E. Hinton, decid? escribir el libro".
Durante varios a?os, Costas se ha dedicado a pulir un texto conciso, no demasiado largo y en el que "no sobra ni una coma", que desentra?a los mecanismos que hacen que el juego resulte tan adictivo y acerca a los j?venes una realidad m?s compleja y lesiva de lo que ellos suponen.
Las casas 'online' han desarrollado un sistema para captarlos sin vulnerar la legalidad, que consiste en que los menores jueguen sin apostar dinero. La experiencia genera la misma adrenalina"
"Todo en el mundo del juego est? preparado para llamar su atenci?n. Todo est? vestido de fiesta, lleno de glamour y con est?mulos pensados para generar endorfinas. De hecho, las casas online han desarrollado un sistema para captarlos sin vulnerar la legalidad, que consiste en que los menores jueguen sin apostar dinero. Salvo lo que se refiere a la cuesti?n econ?mica, la experiencia genera la misma adrenalina y todas las dem?s sensaciones que operan cuando se juega de verdad porque el objetivo es que, cuando tengan 18 a?os, estén ya habituados y se hagan una cuenta real".
Un chico cualquiera
Cuervo, el protagonista de La liebre mec?nica, es un adolescente que no se diferencia demasiado del resto de sus compa?eros de instituto. Como a sus amigos, le gustan los videojuegos, los monopatines, ver cine, escuchar m?sica, leer c?mics, utilizar el teléfono m?vil y pasar el rato con Nana, su novia, de la que, todo hay que decirlo, se ha distanciado un poco en los ?ltimos tiempos. Aunque ni Nana ni el resto de sus amigos conocen la raz?n de ese desapego, muchos empiezan a relacionarlo con la nueva afici?n de Cuervo: las apuestas online.
Solo saltan las alarmas cuando ya hay un problema grave de adicci?n, cuando empiezan los hurtos en las familias, cuando desaparecen tarjetas de crédito"
"A diferencia de lo que sucede con la palabra droga, que est? muy asociada al peligro, “juego” no tiene un significado peyorativo, todo lo contrario. Adem?s, jugar online es escandalosamente f?cil. Solo es necesario tener un m?vil o un ordenador y, si para abrirte la cuenta necesitas ser mayor de edad, mientes, la abres con el DNI de alguien de tu familia o te la abre un amigo que ya tenga los 18. Todo eso hace que, para un adulto, resulte pr?cticamente imposible darse cuenta de que su hijo o su hija est?n apostando. Solo saltan las alarmas cuando ya hay un problema grave de adicci?n, cuando empiezan los hurtos en las familias, cuando desaparecen tarjetas de crédito, cuando hay un cambio en el comportamiento porque baja el rendimiento académico o se vuelven hura?os. Cuando eso sucede, al problema de adicci?n se suma el estigma social y el hecho de que todav?a no hay demasiados psic?logos especializados en ludopat?a entre adolescentes. Por eso, cuanto m?s se divulgue y se visibilice el tema, antes conseguiremos evitar este tipo de problemas".
A pesar de su afici?n a los juegos de azar y su comportamiento hosco, nadie en la pandilla de Cuervo considera que el muchacho tenga un problema grave con el juego. Sin embargo, todo cambiar? cuando, intrigado por lo que sucede en los locales de apuestas, el chico decida acudir a uno, cuyo portero le franquea el paso sin importarle demasiado si es o no menor de edad. Deslumbrado por lo que ve dentro y deseoso de ayudar a un amigo en apuros econ?micos, Cuervo empieza a apostar cantidades cada vez mayores que le obligan a solicitar un crédito a un prestamista. A partir de entonces, el miedo y la vergüenza hacen que el futuro del muchacho quede en manos de un grupo de criminales.
"Me da mucha rabia cuando escucho 'es que los j?venes de ahora no son como los de antes', 'los j?venes de antes s? que sab?amos lo que era disciplina', 'antes éramos m?s educados…'. Hay gente que est? todo el rato recordando con nostalgia esa juventud de los a?os 60 y 70 que, adem?s, es mentira. Siempre estamos criminalizando a los chavales cuando, si te preocupas por escucharlos, saben un mont?n de cosas y van un paso por delante de ti en cuestiones de modas o tendencias. Adem?s, culparles por caer en la ludopat?a es injusto porque, cuando eso les sucede, es en gran parte porque los adultos hemos creado un sistema perverso", explica Ledicia Costas, que tiene claro que el problema del juego no es solo una cuesti?n legal, sino ética. "?Qué necesidad tienen los ?dolos juveniles o los deportistas de élite de anunciar casas de apuestas? ?No se dan cuenta de que son modelos de comportamiento para los j?venes? Por cosas como esas creo que hay que dejar de poner el foco en los chavales y ponerlo en los adultos; los chavales son las v?ctimas".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/liebre-mecanica-novela-explica-ludopatia-80431312)
El gobierno de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha mostrado su rechazo a las sugerencias del Ministerio de Consumo, as? como a los objetivos de prevenci?n de la ludopat?a recogidos en la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 del Plan Nacional sobre Drogas (https://pnsd.sanidad.gob.es/pnsd/estrategiaNacional/docs/180209_ESTRATEGIA_N.ADICCIONES_2017-2024__aprobada_CM.pdf), e incluso las recomendaciones del Decreto 19/2022, de 20 de abril del Consejo de Gobierno, de Planificaci?n de Determinados Establecimiento de Juego (https://gestiona.madrid.org/wleg_pub/secure/normativas/contenidoNormativa.jsf?opcion=VerHtml&nmnorma=12618&cdestado=P#no-back-button) de la propia Comunidad y en el que se insta a la administraci?n a regular el juego de azar por sus graves efectos sobre la salud p?blica. En consecuencia, la presidenta Isabel D?az Ayuso confirm? hace unas semanas que no solo no limitar? la apertura de locales de apuestas en las cercan?as de los centros escolares, sino que permitir? el pago con tarjetas de crédito o sistemas como Bizum, aumentando as? el riesgo de endeudamiento, de hurtos el entorno familiar y, en ?ltimo término, de adicciones entre la poblaci?n m?s joven.
"Es para echarse las manos a la cabeza. No hay m?s que ver los datos. Cada vez bajan m?s las edades y sube el porcentaje de j?venes que apuestan, tanto de manera online como in situ, y eso que est? prohibido el acceso a las casas de apuestas a menores de 18 a?os. Cualquiera que pase por las inmediaciones de esos locales puede ver que siempre hay adolescentes en los alrededores, por lo que est? claro que, cuanto m?s cerca pongas estos locales de los institutos, m?s posibilidades tienes de que ese p?blico acceda a ellos", comenta Ledicia Costas, escritora que acaba de publicar La liebre mec?nica (Anaya (https://www.anayainfantilyjuvenil.com/libro/narrativa-juvenil/la-liebre-mecanica-9788414333129/), 2022), una novela sobre la ludopat?a entre adolescentes que ha sido galardonada con el Premio Lazarillo.
"Ha sido muy heavy porque es la tercera vez que lo gano, lo que me ha convertido en la primera persona que lo ha ganado en tantas ocasiones. Salir con el aval del premio Lazarillo, que es el decano de la literatura infantil y juvenil en Espa?a, es important?simo porque, para las personas que escribimos literatura infantil y juvenil, es un milagro conseguir visibilidad. Solo nos hacen caso en Navidades y Reyes. El resto del a?o no existimos", explica Costas, a la que su exitosa carrera como escritora infantil y juvenil le ha llevado a visitar con frecuencia los centros escolares para charlar con sus lectores sobre sus libros, muchos de los cuales se leen a lo largo del curso escolar.
Fue ese contacto con el mundo adolescente lo que hizo que la autora empezase a tomar conciencia de la importancia que el juego online y las apuestas estaban adquiriendo entre ese colectivo. "Adem?s de ver a muchos j?venes en las inmediaciones de las casas de apuestas, me llamaba mucho la atenci?n que, desde el exterior de las salas de juego, fuera imposible ver qué suced?a dentro. Pensé que, si no pod?a ver lo que estaba pasando en el interior, tal vez fuera porque era un poco turbio y, a partir de ah?, decid? profundizar m?s. Visité casas de apuestas, me abr? una cuenta online, que cuando quise retirar los quince euros que hab?a fue bloqueada, y hablé con profesores de secundaria que ten?an alumnos con problemas provocados por el juego en sus aulas. Quer?a conocer c?mo afectaba la ludopat?a a su rendimiento escolar y a su relaci?n con sus compa?eros. Con todo eso en la cabeza y teniendo como referentes novelas de realismo social que me hab?an marcado en mi adolescencia como Rebeldes o La ley de la calle de S. E. Hinton, decid? escribir el libro".
Durante varios a?os, Costas se ha dedicado a pulir un texto conciso, no demasiado largo y en el que "no sobra ni una coma", que desentra?a los mecanismos que hacen que el juego resulte tan adictivo y acerca a los j?venes una realidad m?s compleja y lesiva de lo que ellos suponen.
Las casas 'online' han desarrollado un sistema para captarlos sin vulnerar la legalidad, que consiste en que los menores jueguen sin apostar dinero. La experiencia genera la misma adrenalina"
"Todo en el mundo del juego est? preparado para llamar su atenci?n. Todo est? vestido de fiesta, lleno de glamour y con est?mulos pensados para generar endorfinas. De hecho, las casas online han desarrollado un sistema para captarlos sin vulnerar la legalidad, que consiste en que los menores jueguen sin apostar dinero. Salvo lo que se refiere a la cuesti?n econ?mica, la experiencia genera la misma adrenalina y todas las dem?s sensaciones que operan cuando se juega de verdad porque el objetivo es que, cuando tengan 18 a?os, estén ya habituados y se hagan una cuenta real".
Un chico cualquiera
Cuervo, el protagonista de La liebre mec?nica, es un adolescente que no se diferencia demasiado del resto de sus compa?eros de instituto. Como a sus amigos, le gustan los videojuegos, los monopatines, ver cine, escuchar m?sica, leer c?mics, utilizar el teléfono m?vil y pasar el rato con Nana, su novia, de la que, todo hay que decirlo, se ha distanciado un poco en los ?ltimos tiempos. Aunque ni Nana ni el resto de sus amigos conocen la raz?n de ese desapego, muchos empiezan a relacionarlo con la nueva afici?n de Cuervo: las apuestas online.
Solo saltan las alarmas cuando ya hay un problema grave de adicci?n, cuando empiezan los hurtos en las familias, cuando desaparecen tarjetas de crédito"
"A diferencia de lo que sucede con la palabra droga, que est? muy asociada al peligro, “juego” no tiene un significado peyorativo, todo lo contrario. Adem?s, jugar online es escandalosamente f?cil. Solo es necesario tener un m?vil o un ordenador y, si para abrirte la cuenta necesitas ser mayor de edad, mientes, la abres con el DNI de alguien de tu familia o te la abre un amigo que ya tenga los 18. Todo eso hace que, para un adulto, resulte pr?cticamente imposible darse cuenta de que su hijo o su hija est?n apostando. Solo saltan las alarmas cuando ya hay un problema grave de adicci?n, cuando empiezan los hurtos en las familias, cuando desaparecen tarjetas de crédito, cuando hay un cambio en el comportamiento porque baja el rendimiento académico o se vuelven hura?os. Cuando eso sucede, al problema de adicci?n se suma el estigma social y el hecho de que todav?a no hay demasiados psic?logos especializados en ludopat?a entre adolescentes. Por eso, cuanto m?s se divulgue y se visibilice el tema, antes conseguiremos evitar este tipo de problemas".
A pesar de su afici?n a los juegos de azar y su comportamiento hosco, nadie en la pandilla de Cuervo considera que el muchacho tenga un problema grave con el juego. Sin embargo, todo cambiar? cuando, intrigado por lo que sucede en los locales de apuestas, el chico decida acudir a uno, cuyo portero le franquea el paso sin importarle demasiado si es o no menor de edad. Deslumbrado por lo que ve dentro y deseoso de ayudar a un amigo en apuros econ?micos, Cuervo empieza a apostar cantidades cada vez mayores que le obligan a solicitar un crédito a un prestamista. A partir de entonces, el miedo y la vergüenza hacen que el futuro del muchacho quede en manos de un grupo de criminales.
"Me da mucha rabia cuando escucho 'es que los j?venes de ahora no son como los de antes', 'los j?venes de antes s? que sab?amos lo que era disciplina', 'antes éramos m?s educados…'. Hay gente que est? todo el rato recordando con nostalgia esa juventud de los a?os 60 y 70 que, adem?s, es mentira. Siempre estamos criminalizando a los chavales cuando, si te preocupas por escucharlos, saben un mont?n de cosas y van un paso por delante de ti en cuestiones de modas o tendencias. Adem?s, culparles por caer en la ludopat?a es injusto porque, cuando eso les sucede, es en gran parte porque los adultos hemos creado un sistema perverso", explica Ledicia Costas, que tiene claro que el problema del juego no es solo una cuesti?n legal, sino ética. "?Qué necesidad tienen los ?dolos juveniles o los deportistas de élite de anunciar casas de apuestas? ?No se dan cuenta de que son modelos de comportamiento para los j?venes? Por cosas como esas creo que hay que dejar de poner el foco en los chavales y ponerlo en los adultos; los chavales son las v?ctimas".
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