الريــم
12-22-2022, 01:51 PM
El acuerdo para untar al tesorero municipal de Detroit se cerr? en el reservado de un club de striptease en la ciudad del motor. “B?sicamente le est?s pagando a todo el mundo, de modo que también me deber?as pagar a m?”, le dijo el tesorero al empresario Robert Shumake en aquella conversaci?n de 2007, seg?n este ?ltimo declar? después a las autoridades estadounidenses. Shumake acab? poniendo al tesorero en n?mina, uno m?s de los funcionarios locales al frente del fondo municipal de pensiones a los que pag? un d?a de crucero por las Bahamas con billete de avi?n incluido y gastos para apostar en el casino durante la traves?a. A cambio Shumake se asegur? que el fondo invertir?a millones de d?lares en uno de sus negocios inmobiliarios, as? como una comisi?n personal de 1.2 millones de d?lares. “El peor desenlace posible para el sistema de pensiones”, afirmaron después los fiscales.
El cambalache fue desastroso para la ciudad. Su fondo de pensiones, del que depend?a la jubilaci?n de miles de bomberos y polic?as, perdi? millones de d?lares en varias inversiones fallidas y el aluvi?n de comisiones. Varios implicados en la trama de sobornos acabaron en la c?rcel, pero Shumake no estaba entre ellos. No solo se las ingeni? para salir airoso tras cooperar con la investigaci?n, sino que un a?o después de declarar en el juicio recibi? un codiciado cargo que le sirvi? para obtener un cierto grado de protecci?n legal y privilegios a la hora de atravesar fronteras. Y todo gracias a Botsuana, que en 2012 le nombr? c?nsul honorario en Estados Unidos. (Un a?o después cambiar?a de bandera para representar a Tanzania).
Su nombramiento fue aprobado con diligencia por el Departamento de Estado, encargado de ratificar a los c?nsules honorarios en el pa?s. Y eso que, poco antes, la prensa local de Detroit public? que Michigan hab?a retirado a Shumake su licencia como agente inmobiliario o que este hab?a pagado miles de d?lares para cerrar un caso de presunto fraude bancario. Nada de eso hizo que Washington cuestionara su nombramiento.
Shumake forma parte de los m?s de 500 c?nsules honorarios de todo el mundo que han tenido problemas con la justicia o se han visto involucrados en serias controversias mientras ejerc?an el cargo, seg?n una investigaci?n period?stica global liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci?n (ICIJ) y ProPublica, en la que ha participado EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica, junto a El Pa?s, La Sexta y decenas de medios internacionales. Otros fueron ratificados por los Estados receptores a pesar de las sombras que afloraban de sus historiales, que en algunos casos llegaron a incluir condenas previas por fraude, asalto o tr?fico de armas.
Supervisi?n de los honorarios
Y es que ni Estados Unidos ni la mayor?a de pa?ses del mundo han tomado medidas para supervisar a los c?nsules honorarios o modificar el tratado internacional que regula sus funciones a pesar de los numerosos abusos documentados en las ?ltimas décadas, seg?n ha comprobado esta investigaci?n. A ra?z de sus revelaciones, pa?ses como Paraguay, Finlandia y Brasil han anunciado que revisar?n las pr?cticas de sus honorarios, pero su ejemplo est? lejos de ser la norma. “Nadie los controla”, asegura Bob Jarvis, profesor de Derecho Internacional de la universidad de Nova Southeastern, en Florida, y uno de los primeros expertos que examin? el sistema de los honorarios all? por los a?os ochenta. “?Qué hace esta gente? ?Y quiénes son?”.
Los c?nsules honorarios son ciudadanos particulares sin formaci?n diplom?tica que representan voluntariamente los intereses de un pa?s en el extranjero. Escogidos por su reputaci?n y arraigo en la naci?n donde sirven, sus nombramientos deben ser aceptados por el pa?s receptor. Pero muchos Estados resuelven el tr?mite sin someter a escrutinio alguno al elegido. Ni siquiera examinando sus posibles antecedentes penales. “Es un sistema basado en la confianza”, asegura Lawrence Dunham, ex director adjunto de protocolo del Departamento de Estado de EEUU, un pa?s que no utiliza c?nsules honorarios, pero s? los acepta en su territorio.
Y aunque abundan los honorarios que desempe?an sus funciones consulares y de representaci?n con honradez, otros abusan de algunos de los privilegios que el cargo acarrea. Desde la inviolabilidad de sus comunicaciones, a la posibilidad de viajar sin que se revisen sus bultos o el pasaporte diplom?tico, solo concedido por algunos Estados. Algunos lo hacen para cometer delitos graves; otros, rid?culas cacicadas.
Décadas de abusos
En Estados Unidos, por ejemplo, un c?nsul honorario de Malasia en Denver se ampar? en su estatus diplom?tico para tratar de no pagar una multa de tr?fico de 10 d?lares. Y otro de la Rep?blica Checa en el Medio Oeste trat? de escurrir el IBI de su vivienda arguyendo que hab?a pasado a ser propiedad del Gobierno checo tras su designaci?n. Otros pa?ses, sin embargo, han tenido problemas m?s graves que les obligaron a adoptar medidas dr?sticas.
Hace un cuarto de siglo, Bolivia tuvo que revisar toda su estructura de c?nsules honorarios después de varios sonados esc?ndalos. En uno de ellos tuvo que cesar a su representante en Hait? después de que la polic?a del pa?s descubriera un arsenal de armas en su residencia particular, armas que seg?n sospecharon las autoridades eran para respaldar a grupos de paramilitares opuestos al Gobierno. “Habr?a reevaluar completamente este sistema desfasado de los c?nsules honorarios”, escribi? entonces el diario boliviano La Raz?n en un editorial que llevaba por t?tulo “El problema cr?nico de los c?nsules honorarios”.
Por aquella época también Costa Rica ces? a muchos de sus honorarios en el extranjero tras saberse que su Gobierno hab?a nombrado a un capo mafioso ruso para representar sus intereses en Rusia. Hungr?a también se replante? su sistema en 2003, después de que un br?ker buscado por fraude escapara del pa?s en el Mercedes de un c?nsul honorario. Y cuatro a?os después, Liberia destituy? a parte de su plantel tras descubrirse que algunos traficantes de droga y blanqueadores de dinero ten?an pasaportes liberianos de c?nsul honorario.
El ?ltimo en mover ficha fue Canad? en 2019 tras descubrir que el representante de Siria en la ciudad se mov?a por la ciudad con un Humvee con un retrato colgado de Bashar Al Asad, el dictador sirio. Su Gobierno introdujo un nuevo proceso para escrutar a los nominados a?adiéndole un c?digo de conducta.
La postura de Espa?a
No ha habido hasta ahora, sin embargo, un esfuerzo colectivo o una tendencia a reevaluar este sistema propenso al abuso y m?s opaco incluso que la diplomacia tradicional. De los m?s de 180 pa?ses que utilizan honorarios o los aceptan en su territorio, solo 42 publican informaci?n actualizada con sus nombres y destinos, seg?n el recuento de esta investigaci?n. Decenas de pa?ses optan por el apag?n total.
Tampoco Espa?a tiene planes para reexaminar el sistema, a pesar de la existencia de, al menos, 29 honorarios que han tenido problemas con la justicia. Problemas, eso s?, raramente directamente relacionados con su cargo. La ley espa?ola permite al Gobierno forzar el cese de estos auxiliares consulares en determinadas circunstancias, como injerencias en asuntos internos, y cada a?o Exteriores emite informes sobre el desempe?o de sus funciones, seg?n fuentes diplom?ticas. “Los agentes consulares deben cumplir la ley de los Estados ejercen sus funciones y, por tanto, est?n sujetos a los sistemas judiciales y a la normativa en su conjunto”, aseguran esas mismas fuentes. En Barcelona, dos de los c?nsules honorarios investigados por blanqueo de dinero dejaron su cargo al estallar el caso y un tercero pidi? este octubre dejar el cargo.
Hace solo dos a?os Naciones Unidas puso en marcha un curso para formar a los c?nsules honorarios en cuestiones éticas y normativas de su trabajo. Algo que vienen reclamando desde hace tiempo los expertos en diplomacia, que demandan un m?nimo de formaci?n y supervisi?n para sus actividades. “Sin un mecanismo fuerte de gobernanza y transparencia, los c?nsules honorarios pueden acabar aislados y envueltos en actividades contrarias a los intereses del Estado emisor”, dijo entonces el instituto de la ONU al frente del curso. Aquel curso, sin embargo, nunca volvi? a repetirse. No pas? de su primera edici?n porque, seg?n sus organizadores, no ten?a suficientes participantes.
En la elaboraci?n del art?culo han participado: Debbie Cenziper, Will Fitzgibbon, Eva Herscowitz, Emily Anderson Stern y Jordan Anderson.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/gobiernos-mundo-miran-lado-abusos-80297037)
El cambalache fue desastroso para la ciudad. Su fondo de pensiones, del que depend?a la jubilaci?n de miles de bomberos y polic?as, perdi? millones de d?lares en varias inversiones fallidas y el aluvi?n de comisiones. Varios implicados en la trama de sobornos acabaron en la c?rcel, pero Shumake no estaba entre ellos. No solo se las ingeni? para salir airoso tras cooperar con la investigaci?n, sino que un a?o después de declarar en el juicio recibi? un codiciado cargo que le sirvi? para obtener un cierto grado de protecci?n legal y privilegios a la hora de atravesar fronteras. Y todo gracias a Botsuana, que en 2012 le nombr? c?nsul honorario en Estados Unidos. (Un a?o después cambiar?a de bandera para representar a Tanzania).
Su nombramiento fue aprobado con diligencia por el Departamento de Estado, encargado de ratificar a los c?nsules honorarios en el pa?s. Y eso que, poco antes, la prensa local de Detroit public? que Michigan hab?a retirado a Shumake su licencia como agente inmobiliario o que este hab?a pagado miles de d?lares para cerrar un caso de presunto fraude bancario. Nada de eso hizo que Washington cuestionara su nombramiento.
Shumake forma parte de los m?s de 500 c?nsules honorarios de todo el mundo que han tenido problemas con la justicia o se han visto involucrados en serias controversias mientras ejerc?an el cargo, seg?n una investigaci?n period?stica global liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci?n (ICIJ) y ProPublica, en la que ha participado EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica, junto a El Pa?s, La Sexta y decenas de medios internacionales. Otros fueron ratificados por los Estados receptores a pesar de las sombras que afloraban de sus historiales, que en algunos casos llegaron a incluir condenas previas por fraude, asalto o tr?fico de armas.
Supervisi?n de los honorarios
Y es que ni Estados Unidos ni la mayor?a de pa?ses del mundo han tomado medidas para supervisar a los c?nsules honorarios o modificar el tratado internacional que regula sus funciones a pesar de los numerosos abusos documentados en las ?ltimas décadas, seg?n ha comprobado esta investigaci?n. A ra?z de sus revelaciones, pa?ses como Paraguay, Finlandia y Brasil han anunciado que revisar?n las pr?cticas de sus honorarios, pero su ejemplo est? lejos de ser la norma. “Nadie los controla”, asegura Bob Jarvis, profesor de Derecho Internacional de la universidad de Nova Southeastern, en Florida, y uno de los primeros expertos que examin? el sistema de los honorarios all? por los a?os ochenta. “?Qué hace esta gente? ?Y quiénes son?”.
Los c?nsules honorarios son ciudadanos particulares sin formaci?n diplom?tica que representan voluntariamente los intereses de un pa?s en el extranjero. Escogidos por su reputaci?n y arraigo en la naci?n donde sirven, sus nombramientos deben ser aceptados por el pa?s receptor. Pero muchos Estados resuelven el tr?mite sin someter a escrutinio alguno al elegido. Ni siquiera examinando sus posibles antecedentes penales. “Es un sistema basado en la confianza”, asegura Lawrence Dunham, ex director adjunto de protocolo del Departamento de Estado de EEUU, un pa?s que no utiliza c?nsules honorarios, pero s? los acepta en su territorio.
Y aunque abundan los honorarios que desempe?an sus funciones consulares y de representaci?n con honradez, otros abusan de algunos de los privilegios que el cargo acarrea. Desde la inviolabilidad de sus comunicaciones, a la posibilidad de viajar sin que se revisen sus bultos o el pasaporte diplom?tico, solo concedido por algunos Estados. Algunos lo hacen para cometer delitos graves; otros, rid?culas cacicadas.
Décadas de abusos
En Estados Unidos, por ejemplo, un c?nsul honorario de Malasia en Denver se ampar? en su estatus diplom?tico para tratar de no pagar una multa de tr?fico de 10 d?lares. Y otro de la Rep?blica Checa en el Medio Oeste trat? de escurrir el IBI de su vivienda arguyendo que hab?a pasado a ser propiedad del Gobierno checo tras su designaci?n. Otros pa?ses, sin embargo, han tenido problemas m?s graves que les obligaron a adoptar medidas dr?sticas.
Hace un cuarto de siglo, Bolivia tuvo que revisar toda su estructura de c?nsules honorarios después de varios sonados esc?ndalos. En uno de ellos tuvo que cesar a su representante en Hait? después de que la polic?a del pa?s descubriera un arsenal de armas en su residencia particular, armas que seg?n sospecharon las autoridades eran para respaldar a grupos de paramilitares opuestos al Gobierno. “Habr?a reevaluar completamente este sistema desfasado de los c?nsules honorarios”, escribi? entonces el diario boliviano La Raz?n en un editorial que llevaba por t?tulo “El problema cr?nico de los c?nsules honorarios”.
Por aquella época también Costa Rica ces? a muchos de sus honorarios en el extranjero tras saberse que su Gobierno hab?a nombrado a un capo mafioso ruso para representar sus intereses en Rusia. Hungr?a también se replante? su sistema en 2003, después de que un br?ker buscado por fraude escapara del pa?s en el Mercedes de un c?nsul honorario. Y cuatro a?os después, Liberia destituy? a parte de su plantel tras descubrirse que algunos traficantes de droga y blanqueadores de dinero ten?an pasaportes liberianos de c?nsul honorario.
El ?ltimo en mover ficha fue Canad? en 2019 tras descubrir que el representante de Siria en la ciudad se mov?a por la ciudad con un Humvee con un retrato colgado de Bashar Al Asad, el dictador sirio. Su Gobierno introdujo un nuevo proceso para escrutar a los nominados a?adiéndole un c?digo de conducta.
La postura de Espa?a
No ha habido hasta ahora, sin embargo, un esfuerzo colectivo o una tendencia a reevaluar este sistema propenso al abuso y m?s opaco incluso que la diplomacia tradicional. De los m?s de 180 pa?ses que utilizan honorarios o los aceptan en su territorio, solo 42 publican informaci?n actualizada con sus nombres y destinos, seg?n el recuento de esta investigaci?n. Decenas de pa?ses optan por el apag?n total.
Tampoco Espa?a tiene planes para reexaminar el sistema, a pesar de la existencia de, al menos, 29 honorarios que han tenido problemas con la justicia. Problemas, eso s?, raramente directamente relacionados con su cargo. La ley espa?ola permite al Gobierno forzar el cese de estos auxiliares consulares en determinadas circunstancias, como injerencias en asuntos internos, y cada a?o Exteriores emite informes sobre el desempe?o de sus funciones, seg?n fuentes diplom?ticas. “Los agentes consulares deben cumplir la ley de los Estados ejercen sus funciones y, por tanto, est?n sujetos a los sistemas judiciales y a la normativa en su conjunto”, aseguran esas mismas fuentes. En Barcelona, dos de los c?nsules honorarios investigados por blanqueo de dinero dejaron su cargo al estallar el caso y un tercero pidi? este octubre dejar el cargo.
Hace solo dos a?os Naciones Unidas puso en marcha un curso para formar a los c?nsules honorarios en cuestiones éticas y normativas de su trabajo. Algo que vienen reclamando desde hace tiempo los expertos en diplomacia, que demandan un m?nimo de formaci?n y supervisi?n para sus actividades. “Sin un mecanismo fuerte de gobernanza y transparencia, los c?nsules honorarios pueden acabar aislados y envueltos en actividades contrarias a los intereses del Estado emisor”, dijo entonces el instituto de la ONU al frente del curso. Aquel curso, sin embargo, nunca volvi? a repetirse. No pas? de su primera edici?n porque, seg?n sus organizadores, no ten?a suficientes participantes.
En la elaboraci?n del art?culo han participado: Debbie Cenziper, Will Fitzgibbon, Eva Herscowitz, Emily Anderson Stern y Jordan Anderson.
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