الريــم
12-19-2022, 07:06 PM
La euforia mundialista, con el océano humano inundando las calles argentinas, tuvo, a la par su agujero negro en el mundo de las letras: pocas horas antes de la final ante Francia (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/resultado-argentina-francia-final-mundial-qatar-80138132), se supo de la muerte del autor argentino*Marcelo Cohen,*a los 71 a?os. El mazazo de la noticia no tard? en advertirse. Las opiniones de escritoras y escritores fue compartida:*Cohen era un grande de*las letras*de este pa?s y América Latina, con una estatura inversamente proporcional a su desapego y su humildad que lo hab?a llevado a abandonar toda b?squeda del prestigio y la notoriedad por considerarla in?til: sus libros pod?an hablar en su nombre sin la necesidad de otros oropeles.
Hab?a nacido en la ciudad de Buenos Aires en el seno de una*familia jud?a, en 1951. Fue periodista y uno de los m?s grandes traductores al espa?ol de América Latina. Se exili? en Barcelona en 1975, antes del golpe de Estado, y permaneci? all? hasta 1996. Se desempe?? como redactor de la revista literaria 'Quimera' y, m?s tarde de la revista*'El viejo topo'. Fue un*asiduo colaboradores de los medios catalanes.
Territorios imaginarios
La gran carrera literaria y como traductor de Cohen comienza a desarrollarse en la ciudad condal, donde public? algunos de sus primeros y can?nicos libros, como la serie de cuentos reunidos en*'El fin de lo mismo' o la novela 'El testamento de O´Jaral'.*All? empiezan a vislumbrarse algunos de los rasgos que definir?an el universo de Cohen: una torsi?n con el lenguaje, con su propio repertorio idiom?tico, palabras que solo pod?an encontrarse en esas p?ginas, y, a la vez territorios imaginarios y perturbadores que pod?an emparentarse con*J. G. Ballard, Phillip Dick o Gene Wolfe, cuyas novelas supo traducir en cantidad. Pero Cohen era, ante todo, un*escritor argentino que hab?a metabolizado las tradiciones*y absorbido otros afluentes que lo llevaron a*transitar lo que se conoce como género fant?stico, pero que, en su caso, fue apenas una*adscripci?n enga?osa.*Por el desparpajo de su imaginaci?n, por el cruce de temas y preocupaciones, debido al modo en el que lo pol?tico y ut?pico poblaban sus historias, literatura de Cohen,*carece de parang?n regional.*“Renovador incansable del horizonte de posibilidades de la literatura y, por tanto, acérrimo contrincante tanto de sus formas gastadas como del uso servil y protocolar de la lengua, nunca cej? en su af?n de limar las fronteras que dividen el realismo y lo fant?stico en obras de rigor imaginativo y destreza argumental”, dijo el cr?tico ico Juan F. Comperatore.
Sus lectores constitu?an una legi?n de apasionados seguidores de cada paso dado. ?Cu?l es el mejor libro? Las discusiones entre ellos podr?an ser interminables: algunos se inclinan por 'El o?do absoluto' (1989), otros por la gran novela 'Donde yo no estaba' (2006), y muchos por la serie de cuentos 'Los acu?ticos' que inaugura su propio mundo: el*Delta Panor?mico.*La narradora y cr?tica Elsa Drucaroff no duda al respecto: “Los primeros espacios decadentes y post-industriales, las primeras representaciones literarias de esos espacios que termin? construyendo el capitalismo salvaje, los le? en las novelas y los cuentos largos de Cohen. El primer atisbo de una literatura donde la desconfianza por el avance de la historia produc?a relatos quietos, relatos donde la sintaxis narrativa estaba quebrada, aparece en su literatura durante los a?os 1990?. Y a?ade: “Ten?a una imaginaci?n prodigiosa y una capacidad técnica para darle*verosimilitud y materialidad y consistencia que he visto en muy pocos escritores en el pa?s”.
Amante del jazz
Al virtuosismo, Cohen le a?ad?a un especial toque musical.*Mel?mano consumado, con una especial predilecci?n por el jazz, pero una apertura a toda innovaci?n posible, sus historias est?n pobladas no solo de m?sicas imaginarias sino también de instrumentos y de experiencias de escucha. Cohen también adquiri? renombre como traductor, no solo de*Wolfe y Ballard, sino de Nathaniel Hawthorne, Alice Munro, Clarice Lispector, William Burroughs, J.A. Baker, J.M. Coetzee, M. John Harrison, Julia Armfield, entre tantos. “Traducir requiere mucha disciplina. En cierto modo es como un taxista. El d?a en que no trabaja o trabaja menos lo que se gana por mes es menos. Hay que ser muy disciplinado y yo soy bastante neura, obsesivo”. Fue también un gran activista cultural. Dirig?a junto con su esposa y gran ensayista, Graciela Szperanza, la revista*'Otra*Parte'.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/muere-autor-argentino-marcelo-cohen-80186644)
Hab?a nacido en la ciudad de Buenos Aires en el seno de una*familia jud?a, en 1951. Fue periodista y uno de los m?s grandes traductores al espa?ol de América Latina. Se exili? en Barcelona en 1975, antes del golpe de Estado, y permaneci? all? hasta 1996. Se desempe?? como redactor de la revista literaria 'Quimera' y, m?s tarde de la revista*'El viejo topo'. Fue un*asiduo colaboradores de los medios catalanes.
Territorios imaginarios
La gran carrera literaria y como traductor de Cohen comienza a desarrollarse en la ciudad condal, donde public? algunos de sus primeros y can?nicos libros, como la serie de cuentos reunidos en*'El fin de lo mismo' o la novela 'El testamento de O´Jaral'.*All? empiezan a vislumbrarse algunos de los rasgos que definir?an el universo de Cohen: una torsi?n con el lenguaje, con su propio repertorio idiom?tico, palabras que solo pod?an encontrarse en esas p?ginas, y, a la vez territorios imaginarios y perturbadores que pod?an emparentarse con*J. G. Ballard, Phillip Dick o Gene Wolfe, cuyas novelas supo traducir en cantidad. Pero Cohen era, ante todo, un*escritor argentino que hab?a metabolizado las tradiciones*y absorbido otros afluentes que lo llevaron a*transitar lo que se conoce como género fant?stico, pero que, en su caso, fue apenas una*adscripci?n enga?osa.*Por el desparpajo de su imaginaci?n, por el cruce de temas y preocupaciones, debido al modo en el que lo pol?tico y ut?pico poblaban sus historias, literatura de Cohen,*carece de parang?n regional.*“Renovador incansable del horizonte de posibilidades de la literatura y, por tanto, acérrimo contrincante tanto de sus formas gastadas como del uso servil y protocolar de la lengua, nunca cej? en su af?n de limar las fronteras que dividen el realismo y lo fant?stico en obras de rigor imaginativo y destreza argumental”, dijo el cr?tico ico Juan F. Comperatore.
Sus lectores constitu?an una legi?n de apasionados seguidores de cada paso dado. ?Cu?l es el mejor libro? Las discusiones entre ellos podr?an ser interminables: algunos se inclinan por 'El o?do absoluto' (1989), otros por la gran novela 'Donde yo no estaba' (2006), y muchos por la serie de cuentos 'Los acu?ticos' que inaugura su propio mundo: el*Delta Panor?mico.*La narradora y cr?tica Elsa Drucaroff no duda al respecto: “Los primeros espacios decadentes y post-industriales, las primeras representaciones literarias de esos espacios que termin? construyendo el capitalismo salvaje, los le? en las novelas y los cuentos largos de Cohen. El primer atisbo de una literatura donde la desconfianza por el avance de la historia produc?a relatos quietos, relatos donde la sintaxis narrativa estaba quebrada, aparece en su literatura durante los a?os 1990?. Y a?ade: “Ten?a una imaginaci?n prodigiosa y una capacidad técnica para darle*verosimilitud y materialidad y consistencia que he visto en muy pocos escritores en el pa?s”.
Amante del jazz
Al virtuosismo, Cohen le a?ad?a un especial toque musical.*Mel?mano consumado, con una especial predilecci?n por el jazz, pero una apertura a toda innovaci?n posible, sus historias est?n pobladas no solo de m?sicas imaginarias sino también de instrumentos y de experiencias de escucha. Cohen también adquiri? renombre como traductor, no solo de*Wolfe y Ballard, sino de Nathaniel Hawthorne, Alice Munro, Clarice Lispector, William Burroughs, J.A. Baker, J.M. Coetzee, M. John Harrison, Julia Armfield, entre tantos. “Traducir requiere mucha disciplina. En cierto modo es como un taxista. El d?a en que no trabaja o trabaja menos lo que se gana por mes es menos. Hay que ser muy disciplinado y yo soy bastante neura, obsesivo”. Fue también un gran activista cultural. Dirig?a junto con su esposa y gran ensayista, Graciela Szperanza, la revista*'Otra*Parte'.
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