الريــم
12-19-2022, 07:06 PM
La Audiencia Provincial de A Coru?a ha condenado, como autor de un delito de agresi?n sexual, a catorce a?os de c?rcel a J.E.A.G. por violar a su cu?ada en enero de 2005, cuando ten?a 17 a?os. El tribunal también le ha impuesto la prohibici?n de comunicarse con la v?ctima y de acercarse a ella durante veintid?s a?os, as? como el pago de una indemnizaci?n de 30.000 euros.
Los magistrados consideran probado que el acusado, el 17 de enero de 2005, tras telefonear a primera hora de la ma?ana en dos ocasiones a la v?ctima para decirle que quer?a devolverle un dinero a su padre, se present? delante de su casa y la convenci?, “aprovech?ndose de su relaci?n de parentesco”, para que se subiese a su coche, “aduciendo que ir?an a recoger ese dinero”. Tras entrar la menor en el veh?culo, el acusado, seg?n la sentencia, “condujo a gran velocidad” hasta el parque San Mamede, en el Ayuntamiento de Lousame, donde se sit?a la capilla de San Lourenzo, “en un entorno forestal”. Los jueces subrayan que ese lugar es “muy poco frecuentado a esa hora en un d?a como el de los hechos”.
Una vez all?, seg?n el fallo, después de intercambiar unas palabras y hacerse con el teléfono de su cu?ada y guardarlo, el condenado “sac? un cuchillo grande y se lo exhibi? a la v?ctima, al tiempo que se lo pasaba a modo de advertencia de su posible uso por cerca del cuerpo”. Los magistrados relatan que con el arma blanca “siempre en la mano”, le dijo que le realizara una felaci?n, a lo que la menor se neg?. Entonces, siempre seg?n el relato de hechos probados de la sentencia, la requiri? para que se desnudara, le dio un camis?n para que se lo pusiera, se coloc? sobre ella en el asiento de copiloto y, “manteniendo el cuchillo en la mano y cerca del cuerpo de la menor como amenaza”, la viol?. Después, le dijo que si relataba a alguien lo sucedido “la matar?a a ella, a su hermana y a la hija de la hermana, que también era hija de él, adem?s de matarse él mismo”.
El tribunal asegura que, como consecuencia de estos hechos, la denunciante “padeci? cambios sustanciales en su vida cotidiana, con aficiones negativas en sus relaciones sociales, familiares, sexuales y afectivas”.
La Audiencia explica que los elementos de prueba fundamentales son: la declaraci?n de la v?ctima, el testimonio de la amiga a la que le cont? lo sucedido ese mismo d?a y la declaraci?n de los agentes que realizaron en el 2005, acompa?ados por la denunciante y por su madre, la inspecci?n ocular del lugar donde sucedieron los hechos.
Los magistrados entienden acreditado que la afectada “no alberga una voluntad vengativa” y aseguran que su relato es coherente, pues “no tiene ninguna quiebra l?gica o con las reglas de la experiencia que impida su valoraci?n”. Adem?s, recalcan que es persistente porque la denunciante “sostuvo de forma continuada la misma versi?n de los hechos”.
El tribunal, adem?s, afirma que “todos los elementos sustanciales de su declaraci?n no variaron en ning?n momento”, as? como que el relato que la menor hizo ese d?a de lo sucedido a su amiga y a su hermana dota “de mayor apoyo a?n” su declaraci?n. Los jueces también resaltan que “los diversos elementos del relato de la denunciante no fueron refutados por ninguno otro medio de prueba”.
En la resoluci?n, los magistrados inciden en la relevancia probatoria de la forma en que la denunciante cont? por primera vez a una amiga, en el instituto, que hab?a sido violada por su cu?ado. “Es relevante es que no se trata de trasladar un hecho que se afirme sucedido tiempo antes, sino que se afirma que acaba de suceder. Tal dato reduce las posibilidades de preparaci?n de un relato fabulado, pues es dif?cil sostener que una menor de 17 a?os preparara ese escenario”, se?ala el tribunal, que a?ade que también manifiesta que la agresi?n sexual sucedi? “precisamente en el d?a en que el propio acusado reconoce que no estaba en su trabajo”. As?, manifiesta que lo que pod?a esperar la denunciante en aquel momento era que su cu?ado estuviera en el puesto de trabajo, “de forma tal que si lo que pretend?a era imputarle falsamente un encuentro con ella, no es razonable que lo hiciera precisamente en su horario laboral”.
“Todo el comportamiento inmediato de ella ese d?a es plenamente coherente con acabar de padecer un hecho como el descrito y hace poco probable que respondiera a una simple simulaci?n”, subraya la Audiencia, al tiempo que indica que uno de los agentes que participaron al d?a siguiente en la inspecci?n ocular del lugar en el que sucedieron los hechos testific? que la menor “era muy clara e indicaba con precisi?n lo que hab?a sucedido”.
Los magistrados aseguran que son “completamente asumibles las conclusiones del informe del Imelga del a?o 2018, tanto respeto de la cr?tica del informe del 2005 (de carencias y errores habla el informe del 2018), como respeto de la existencia de huella ps?quica en la v?ctima, compatible con la vivencia de unos hechos como los denunciados”.
La Audiencia explica que el informe del 2018, realizado por el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), analiza los dos informes anteriores. “A los efectos de ahondar en el estudio cr?tico del informe en el que pretende apoyarse la defensa, que fue emitido por la Unidad de Psicolog?a forense de la Universidade de Santiago de Compostela, hace falta reflejar c?mo en este nuevo informe se hace constar la imposibilidad de obtener de esa Unidad documentaci?n fundamental del realizado en el 2005”, se?alan los jueces, quienes recalcan que la versi?n de la defensa del acusado “no tiene capacidad para suscitar las dudas razonables que impedir?an tener por acreditada la versi?n de la acusaci?n”. La sentencia no es firme, pues contra ella cabe presentar recurso.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/chicle-asesino-diana-quer-condenado-violacion-cunada-80186729)
Los magistrados consideran probado que el acusado, el 17 de enero de 2005, tras telefonear a primera hora de la ma?ana en dos ocasiones a la v?ctima para decirle que quer?a devolverle un dinero a su padre, se present? delante de su casa y la convenci?, “aprovech?ndose de su relaci?n de parentesco”, para que se subiese a su coche, “aduciendo que ir?an a recoger ese dinero”. Tras entrar la menor en el veh?culo, el acusado, seg?n la sentencia, “condujo a gran velocidad” hasta el parque San Mamede, en el Ayuntamiento de Lousame, donde se sit?a la capilla de San Lourenzo, “en un entorno forestal”. Los jueces subrayan que ese lugar es “muy poco frecuentado a esa hora en un d?a como el de los hechos”.
Una vez all?, seg?n el fallo, después de intercambiar unas palabras y hacerse con el teléfono de su cu?ada y guardarlo, el condenado “sac? un cuchillo grande y se lo exhibi? a la v?ctima, al tiempo que se lo pasaba a modo de advertencia de su posible uso por cerca del cuerpo”. Los magistrados relatan que con el arma blanca “siempre en la mano”, le dijo que le realizara una felaci?n, a lo que la menor se neg?. Entonces, siempre seg?n el relato de hechos probados de la sentencia, la requiri? para que se desnudara, le dio un camis?n para que se lo pusiera, se coloc? sobre ella en el asiento de copiloto y, “manteniendo el cuchillo en la mano y cerca del cuerpo de la menor como amenaza”, la viol?. Después, le dijo que si relataba a alguien lo sucedido “la matar?a a ella, a su hermana y a la hija de la hermana, que también era hija de él, adem?s de matarse él mismo”.
El tribunal asegura que, como consecuencia de estos hechos, la denunciante “padeci? cambios sustanciales en su vida cotidiana, con aficiones negativas en sus relaciones sociales, familiares, sexuales y afectivas”.
La Audiencia explica que los elementos de prueba fundamentales son: la declaraci?n de la v?ctima, el testimonio de la amiga a la que le cont? lo sucedido ese mismo d?a y la declaraci?n de los agentes que realizaron en el 2005, acompa?ados por la denunciante y por su madre, la inspecci?n ocular del lugar donde sucedieron los hechos.
Los magistrados entienden acreditado que la afectada “no alberga una voluntad vengativa” y aseguran que su relato es coherente, pues “no tiene ninguna quiebra l?gica o con las reglas de la experiencia que impida su valoraci?n”. Adem?s, recalcan que es persistente porque la denunciante “sostuvo de forma continuada la misma versi?n de los hechos”.
El tribunal, adem?s, afirma que “todos los elementos sustanciales de su declaraci?n no variaron en ning?n momento”, as? como que el relato que la menor hizo ese d?a de lo sucedido a su amiga y a su hermana dota “de mayor apoyo a?n” su declaraci?n. Los jueces también resaltan que “los diversos elementos del relato de la denunciante no fueron refutados por ninguno otro medio de prueba”.
En la resoluci?n, los magistrados inciden en la relevancia probatoria de la forma en que la denunciante cont? por primera vez a una amiga, en el instituto, que hab?a sido violada por su cu?ado. “Es relevante es que no se trata de trasladar un hecho que se afirme sucedido tiempo antes, sino que se afirma que acaba de suceder. Tal dato reduce las posibilidades de preparaci?n de un relato fabulado, pues es dif?cil sostener que una menor de 17 a?os preparara ese escenario”, se?ala el tribunal, que a?ade que también manifiesta que la agresi?n sexual sucedi? “precisamente en el d?a en que el propio acusado reconoce que no estaba en su trabajo”. As?, manifiesta que lo que pod?a esperar la denunciante en aquel momento era que su cu?ado estuviera en el puesto de trabajo, “de forma tal que si lo que pretend?a era imputarle falsamente un encuentro con ella, no es razonable que lo hiciera precisamente en su horario laboral”.
“Todo el comportamiento inmediato de ella ese d?a es plenamente coherente con acabar de padecer un hecho como el descrito y hace poco probable que respondiera a una simple simulaci?n”, subraya la Audiencia, al tiempo que indica que uno de los agentes que participaron al d?a siguiente en la inspecci?n ocular del lugar en el que sucedieron los hechos testific? que la menor “era muy clara e indicaba con precisi?n lo que hab?a sucedido”.
Los magistrados aseguran que son “completamente asumibles las conclusiones del informe del Imelga del a?o 2018, tanto respeto de la cr?tica del informe del 2005 (de carencias y errores habla el informe del 2018), como respeto de la existencia de huella ps?quica en la v?ctima, compatible con la vivencia de unos hechos como los denunciados”.
La Audiencia explica que el informe del 2018, realizado por el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), analiza los dos informes anteriores. “A los efectos de ahondar en el estudio cr?tico del informe en el que pretende apoyarse la defensa, que fue emitido por la Unidad de Psicolog?a forense de la Universidade de Santiago de Compostela, hace falta reflejar c?mo en este nuevo informe se hace constar la imposibilidad de obtener de esa Unidad documentaci?n fundamental del realizado en el 2005”, se?alan los jueces, quienes recalcan que la versi?n de la defensa del acusado “no tiene capacidad para suscitar las dudas razonables que impedir?an tener por acreditada la versi?n de la acusaci?n”. La sentencia no es firme, pues contra ella cabe presentar recurso.
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