الريــم
12-18-2022, 03:14 PM
A este misterioso local, casi oculto desde el exterior, como si se tratase de un speakeasy neoyorkino, se accede apartando una tupida cortina negra. Las luces rojas y los peque?os focos de las velas repartidas por todo el espacio se reflejan sobre los innumerables objetos esotéricos que decoran esta cocteler?a. Aqu? todo, desde el apelativo de las pociones a los carteles de detr?s de la barra, que anuncian hechizos de amor, hace referencia al esoterismo. Incluso el nombre del bar, La Santor?a.
https://www.uc-4u.com/clip/213676e2-8917-4cb0-b0ca-e48830aaf1ee_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Interior de la cocteler?a La Santor?a. | Alba Vigaray
En este 'templo' de santer?a se han congregado Mariano Amor, uno de los propietarios, Diego, coctelero, y Giuli Desp?sito, tarotista. Todas las semanas fijan dos d?as de lectura de cartas. En esta ocasi?n, se trata de un lunes lluvioso que podr?a vaticinar malos presagios. O escasos clientes. Pero no es as?. Giuli, de 21 a?os y argentina, como el resto de trabajadores de esta cocteler?a, camina alrededor de las mesas preguntando si alguien se anima a saber qué le dicen las cartas. Ella se form? durante tres a?os, m?s uno de postgrado, en la escuela de astrolog?a YIN -antes Espacio Nuevo Tiempo-.
Ve el tarot como una "herramienta evolutiva" que sirve como una "oportunidad para charlar sobre algo que forma parte de vos". Desbloquea pensamientos que quien se sienta frente a ella en la mesa en la que se presentan las cartas tiene enquistados, no para predecir el futuro. "Ese pensamiento qued? viejo, quiz? las generaciones de nuestros padres iban a la bruja a preguntar esas cosas, pero ahora es diferente. ?Para qué te sirve a vos que te diga que te va a pasar algo en tantos d?as si a lo mejor eso no sabes si vas a llegar?", reflexiona la porte?a.
https://www.uc-4u.com/clip/a7983083-211e-4891-a5bd-574d221f3e4a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Giuliana Desp?sito, la tarotista de La Santor?a, muestra dos cartas del tarot. | Alba Vigaray
Echa el tarot en este bar los lunes y los jueves en un ambiente envuelto en humo de Palo Santo. El primer d?a de la semana, suele tener unos 30 o 35 clientes a raz?n de cinco euros por una lectura de unos 10 o 15 minutos. Por cada nueva pregunta, se pagan cinco euros m?s. Los jueves, tiene el doble de trabajo, alrededor de 60 interesados. Adem?s de sus paradas por La Santor?a, Giuli Desp?sito agenda consultas particulares. "La gente viene a tomarse su c?ctel, a la experiencia de La Santor?a y, si tiene ganas, se lee las cartas directamente conmigo aqu?, pero, si quiere algo m?s extenso y profundizar, yo le doy mi tarjeta y lo arreglamos por fuera", explica la joven tarotista.
De cuba a Malasa?a
En otro local, a pocos kil?metros de este del barrio de Las Letras, se ubica La Reina Lagarta, un bar con concepto circense que cuenta también con una lectora de cartas gitanas. Tiene el pelo rubio platino muy largo y va vestida de negro. Lo que m?s destaca de su atuendo es un gorro de pitonisa, también oscuro, sellado por uno broche de brillantes. Ella cobra ocho euros por interpretar qué dicen las im?genes en cuatro minutos. Se hace llamar Dama Drag?n, pero sus hijos, que gestionan el bar, se refieren a ella como Estrella, el nombre de una de las cartas m?s valoradas del tarot, una baraja que a ella no le gusta especialmente.
"El tarot es muy radical y muy feo. A m? no sé si es porque soy m?s infantil, pero no me gusta, me parece horroroso", desliza Dama Drag?n, sin querer "ofender a nadie". Lleva 30 a?os leyendo las cartas gitanas, desde que en un viaje a Cuba le dijeron que ve?an en ella "un don". En este pa?s latinoamericano la santer?a es una pr?ctica religiosa muy arraigada después de la llegada de los esclavos africanos y, en especial, los yoruba, en la época colonial.
Estrella calcula que su lectura cuenta con una vigencia de cuatro meses "m?s o menos". Algunos se pasan por su bar para verla exclusivamente a ella. Otros lo hacen para tomarse una cerveza y, de improvisto, dan con la lectora de cartas suelen y se acercan para averiguar algo de, casi siempre, lo mismo: "Las preguntas sobre el amor son las que m?s me hacen". La gente joven, la que principalmente accede a esta cocteler?a, "mata por amor", afirma. Les interesa mucho menos la salud.
Mujeres y colectivo LGTBI+
Si en algo coincide ambos locales es que la mayor?a de los clientes que se apartan para hacer una lectura de cartas son mujeres. La escritora feminista Jessa Crispin trajo a Espa?a este pensamiento de la mano de la editorial Alpha Decay con su libro El tarot creativo: una gu?a moderna para una vida inspirada. Durante su promoci?n, defendi? su uso como herramienta de introspecci?n y critic? algunas reacciones frente a la astrolog?a por entender que se deb?a, en gran parte, a que es un mundo mayoritariamente femenino.
https://www.uc-4u.com/clip/78450319-b87b-48c3-9929-dc4dcf331b6f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Giuliana Desp?sito, la tarotista de La Santor?a, muestra cartas de su tarot. | Alba Vigaray
Aunque haya cada vez m?s locales que ofrezcan una tirada de cartas a la vista de otras personas, y no en la intimidad como se ven?a haciendo, el tarot no est? del todo normalizado en el pa?s. Mariano Amor cree que es, sobre todo, por la tradici?n cat?lica y por los cuarenta a?os de franquismo. "Ustedes est?n atravesados por una construcci?n donde la religi?n era parte de su d?a a d?a. En Argentina, los colegios del Estado no eran religiosos, como aqu?, por lo que la fe se vive de una manera totalmente diferente", explica. Solo las clases m?s altas, con acceso a la educaci?n privada, la reciben. Con todo, considera que "hay una oleada feminista que est? deconstruyendo esa cuesti?n". "El 75% de seguidores que tenemos en la cuenta de Instagram de este bar son mujeres, cuando en una cocteler?a es totalmente lo contrario. Hay un renacer de esas nuevas pr?cticas para el bienestar que van de la mano del feminismo y de lo que est? pasando a nivel social y cultural. Nuestro p?blico es joven y curioso. Viene rompiendo con estas cuestiones que arrastran otras generaciones", asegura.
Tanto Giuli como Mariano defienden que el tarot sirve como herramienta de bienestar de las personas. En ambos locales, el momento de echar las cartas se asemeja un poco al 'confesionario', donde el cliente algunas veces se abre el canal y ellas prometen guardarles las palabras en secreto. Pero para que esta experiencia sea completa, necesitan que todas vayan predispuestas. Y, en este sentido, Giuliana reconoce que no es lo mismo hacerle una tirada a un "chico s?per heteronormativo que a un queer". Los segundos creen m?s porque, dice, todos necesitamos creer en algo y el catolicismo los ha rechazado durante demasiado tiempo.
“Hasta los términos del tarot se cambian para que no sea binario”, asegura Giulia
También hay diferencias entre ellas y ellos a la hora de abrirse. "La construcci?n de la masculinidad hace tapar las sensibilidades de ese tipo. Mientras que en la mujer lo sensible es posible, el hombre tiene vetado llorar. Esas cuestiones también hacen que te abras de forma diferente", apunta Mariano Amor. Si hace unos a?os las cartas del tarot se pod?an dividir entre femeninas y masculinas, ahora son o activas (si tienen capacidad de penetrar en el ambiente) y pasivas (con capacidad de recibir est?mulos del ambiente). "Hasta los términos se cambian para que no quede binario", a?ade Giulia.
El peligro de las adicciones
El problema surge cuando los clientes van porque buscan a alguien, de forma compulsiva, que les indique qué decisiones deben tomar en la vida, lo que puede derivar en una adicci?n. "Las personas que consultan habitualmente el tarot no lo suelen hacer en p?blico", sostiene Consuelo Tom?s, psic?loga del Instituto Valenciano de Ludopat?a y Adicciones no T?xicas. Sin embargo, esta especialista en psicolog?a cl?nica destaca que la entrada de las cartas en lugares que normalmente se frecuentan en momentos de ocio acercan esta pr?ctica a personas m?s vulnerables a volverse adictas. "Existe entonces una normalizaci?n, una permisividad y una accesibilidad con el tarot", dice.
https://www.uc-4u.com/clip/d17d3e6a-be36-4409-983c-ef9cbecd3e2a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Giuliana Desp?sito, la tarotista de La Santor?a, muestra cartas de su tarot. | Alba Vigaray
"Volv? al tarot durante una época especialmente dif?cil de mi vida. Con una tarotista experta, fui capaz de ver mis circunstancias de un modo distinto. Me ayud? a encontrar un relato en medio de toda la confusi?n. En resumen, me cont? una historia nueva sobre mi vida y lo que estaba experimentando. Una historia en la que pod?a moverme y ver c?mo actuaban los dem?s personajes y situaciones. Después de aquello, me enganché", reconoce Jessa Crispin en su ensayo.
“Yo siempre digo que la ayuda tiene que ser corta. No pueden tener una rutina conmigo porque, si no, no hay movimiento en la otra persona. Vienen, se sientan, escuchan y charlan. Lo tienen todo claro en la sesi?n, pero en la vida no lo van a poner en pr?ctica”, asegura Giulia. Ella hace tres sesiones seguidas como mucho, con 30 d?as de por medio. De esta forma, logra que la gente “procese esa informaci?n sin generar dependencia”, algo que también explica a sus clientes. Porque ni a ella, ni a nadie, les gusta que jueguen con su cabeza.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/tarotboom-madrid-echan-cartas-tomas-80119310)
https://www.uc-4u.com/clip/213676e2-8917-4cb0-b0ca-e48830aaf1ee_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Interior de la cocteler?a La Santor?a. | Alba Vigaray
En este 'templo' de santer?a se han congregado Mariano Amor, uno de los propietarios, Diego, coctelero, y Giuli Desp?sito, tarotista. Todas las semanas fijan dos d?as de lectura de cartas. En esta ocasi?n, se trata de un lunes lluvioso que podr?a vaticinar malos presagios. O escasos clientes. Pero no es as?. Giuli, de 21 a?os y argentina, como el resto de trabajadores de esta cocteler?a, camina alrededor de las mesas preguntando si alguien se anima a saber qué le dicen las cartas. Ella se form? durante tres a?os, m?s uno de postgrado, en la escuela de astrolog?a YIN -antes Espacio Nuevo Tiempo-.
Ve el tarot como una "herramienta evolutiva" que sirve como una "oportunidad para charlar sobre algo que forma parte de vos". Desbloquea pensamientos que quien se sienta frente a ella en la mesa en la que se presentan las cartas tiene enquistados, no para predecir el futuro. "Ese pensamiento qued? viejo, quiz? las generaciones de nuestros padres iban a la bruja a preguntar esas cosas, pero ahora es diferente. ?Para qué te sirve a vos que te diga que te va a pasar algo en tantos d?as si a lo mejor eso no sabes si vas a llegar?", reflexiona la porte?a.
https://www.uc-4u.com/clip/a7983083-211e-4891-a5bd-574d221f3e4a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Giuliana Desp?sito, la tarotista de La Santor?a, muestra dos cartas del tarot. | Alba Vigaray
Echa el tarot en este bar los lunes y los jueves en un ambiente envuelto en humo de Palo Santo. El primer d?a de la semana, suele tener unos 30 o 35 clientes a raz?n de cinco euros por una lectura de unos 10 o 15 minutos. Por cada nueva pregunta, se pagan cinco euros m?s. Los jueves, tiene el doble de trabajo, alrededor de 60 interesados. Adem?s de sus paradas por La Santor?a, Giuli Desp?sito agenda consultas particulares. "La gente viene a tomarse su c?ctel, a la experiencia de La Santor?a y, si tiene ganas, se lee las cartas directamente conmigo aqu?, pero, si quiere algo m?s extenso y profundizar, yo le doy mi tarjeta y lo arreglamos por fuera", explica la joven tarotista.
De cuba a Malasa?a
En otro local, a pocos kil?metros de este del barrio de Las Letras, se ubica La Reina Lagarta, un bar con concepto circense que cuenta también con una lectora de cartas gitanas. Tiene el pelo rubio platino muy largo y va vestida de negro. Lo que m?s destaca de su atuendo es un gorro de pitonisa, también oscuro, sellado por uno broche de brillantes. Ella cobra ocho euros por interpretar qué dicen las im?genes en cuatro minutos. Se hace llamar Dama Drag?n, pero sus hijos, que gestionan el bar, se refieren a ella como Estrella, el nombre de una de las cartas m?s valoradas del tarot, una baraja que a ella no le gusta especialmente.
"El tarot es muy radical y muy feo. A m? no sé si es porque soy m?s infantil, pero no me gusta, me parece horroroso", desliza Dama Drag?n, sin querer "ofender a nadie". Lleva 30 a?os leyendo las cartas gitanas, desde que en un viaje a Cuba le dijeron que ve?an en ella "un don". En este pa?s latinoamericano la santer?a es una pr?ctica religiosa muy arraigada después de la llegada de los esclavos africanos y, en especial, los yoruba, en la época colonial.
Estrella calcula que su lectura cuenta con una vigencia de cuatro meses "m?s o menos". Algunos se pasan por su bar para verla exclusivamente a ella. Otros lo hacen para tomarse una cerveza y, de improvisto, dan con la lectora de cartas suelen y se acercan para averiguar algo de, casi siempre, lo mismo: "Las preguntas sobre el amor son las que m?s me hacen". La gente joven, la que principalmente accede a esta cocteler?a, "mata por amor", afirma. Les interesa mucho menos la salud.
Mujeres y colectivo LGTBI+
Si en algo coincide ambos locales es que la mayor?a de los clientes que se apartan para hacer una lectura de cartas son mujeres. La escritora feminista Jessa Crispin trajo a Espa?a este pensamiento de la mano de la editorial Alpha Decay con su libro El tarot creativo: una gu?a moderna para una vida inspirada. Durante su promoci?n, defendi? su uso como herramienta de introspecci?n y critic? algunas reacciones frente a la astrolog?a por entender que se deb?a, en gran parte, a que es un mundo mayoritariamente femenino.
https://www.uc-4u.com/clip/78450319-b87b-48c3-9929-dc4dcf331b6f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Giuliana Desp?sito, la tarotista de La Santor?a, muestra cartas de su tarot. | Alba Vigaray
Aunque haya cada vez m?s locales que ofrezcan una tirada de cartas a la vista de otras personas, y no en la intimidad como se ven?a haciendo, el tarot no est? del todo normalizado en el pa?s. Mariano Amor cree que es, sobre todo, por la tradici?n cat?lica y por los cuarenta a?os de franquismo. "Ustedes est?n atravesados por una construcci?n donde la religi?n era parte de su d?a a d?a. En Argentina, los colegios del Estado no eran religiosos, como aqu?, por lo que la fe se vive de una manera totalmente diferente", explica. Solo las clases m?s altas, con acceso a la educaci?n privada, la reciben. Con todo, considera que "hay una oleada feminista que est? deconstruyendo esa cuesti?n". "El 75% de seguidores que tenemos en la cuenta de Instagram de este bar son mujeres, cuando en una cocteler?a es totalmente lo contrario. Hay un renacer de esas nuevas pr?cticas para el bienestar que van de la mano del feminismo y de lo que est? pasando a nivel social y cultural. Nuestro p?blico es joven y curioso. Viene rompiendo con estas cuestiones que arrastran otras generaciones", asegura.
Tanto Giuli como Mariano defienden que el tarot sirve como herramienta de bienestar de las personas. En ambos locales, el momento de echar las cartas se asemeja un poco al 'confesionario', donde el cliente algunas veces se abre el canal y ellas prometen guardarles las palabras en secreto. Pero para que esta experiencia sea completa, necesitan que todas vayan predispuestas. Y, en este sentido, Giuliana reconoce que no es lo mismo hacerle una tirada a un "chico s?per heteronormativo que a un queer". Los segundos creen m?s porque, dice, todos necesitamos creer en algo y el catolicismo los ha rechazado durante demasiado tiempo.
“Hasta los términos del tarot se cambian para que no sea binario”, asegura Giulia
También hay diferencias entre ellas y ellos a la hora de abrirse. "La construcci?n de la masculinidad hace tapar las sensibilidades de ese tipo. Mientras que en la mujer lo sensible es posible, el hombre tiene vetado llorar. Esas cuestiones también hacen que te abras de forma diferente", apunta Mariano Amor. Si hace unos a?os las cartas del tarot se pod?an dividir entre femeninas y masculinas, ahora son o activas (si tienen capacidad de penetrar en el ambiente) y pasivas (con capacidad de recibir est?mulos del ambiente). "Hasta los términos se cambian para que no quede binario", a?ade Giulia.
El peligro de las adicciones
El problema surge cuando los clientes van porque buscan a alguien, de forma compulsiva, que les indique qué decisiones deben tomar en la vida, lo que puede derivar en una adicci?n. "Las personas que consultan habitualmente el tarot no lo suelen hacer en p?blico", sostiene Consuelo Tom?s, psic?loga del Instituto Valenciano de Ludopat?a y Adicciones no T?xicas. Sin embargo, esta especialista en psicolog?a cl?nica destaca que la entrada de las cartas en lugares que normalmente se frecuentan en momentos de ocio acercan esta pr?ctica a personas m?s vulnerables a volverse adictas. "Existe entonces una normalizaci?n, una permisividad y una accesibilidad con el tarot", dice.
https://www.uc-4u.com/clip/d17d3e6a-be36-4409-983c-ef9cbecd3e2a_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Giuliana Desp?sito, la tarotista de La Santor?a, muestra cartas de su tarot. | Alba Vigaray
"Volv? al tarot durante una época especialmente dif?cil de mi vida. Con una tarotista experta, fui capaz de ver mis circunstancias de un modo distinto. Me ayud? a encontrar un relato en medio de toda la confusi?n. En resumen, me cont? una historia nueva sobre mi vida y lo que estaba experimentando. Una historia en la que pod?a moverme y ver c?mo actuaban los dem?s personajes y situaciones. Después de aquello, me enganché", reconoce Jessa Crispin en su ensayo.
“Yo siempre digo que la ayuda tiene que ser corta. No pueden tener una rutina conmigo porque, si no, no hay movimiento en la otra persona. Vienen, se sientan, escuchan y charlan. Lo tienen todo claro en la sesi?n, pero en la vida no lo van a poner en pr?ctica”, asegura Giulia. Ella hace tres sesiones seguidas como mucho, con 30 d?as de por medio. De esta forma, logra que la gente “procese esa informaci?n sin generar dependencia”, algo que también explica a sus clientes. Porque ni a ella, ni a nadie, les gusta que jueguen con su cabeza.
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