الريــم
12-17-2022, 10:11 AM
Incluso antes de que el bal?n empiece a rodar ma?ana en el estadio Lusail, la final del Mundial ya tiene un ganador: Qatar. M?s all? de la opacidad, de la compra de votos y de la gran cantidad de atropellos perpetrados, sobre todo en lo que se refiere a la vulneraci?n de los derechos de la mujer, del colectivo LGTBIQ+ y de los trabajadores migrantes, el emirato ha conseguido que el planeta esté pendiente del cara a cara entre dos jugadores. Dos futbolistas que comparten equipo y que han significado dos de las mayores inversiones de la historia de este deporte, dos ?dolos que llegan al choque decisivo como m?ximos goleadores del torneo, empatados a cinco tantos. Eso s?, uno de los dos lleva también tres asistencias, dos de ellas estratosféricas. Lionel Messi y Kylian Mbappé ser?n m?ximos rivales por un d?a. Ya lo fueron cuando el PSG elimin? al Barça en los octavos de la Champions de la temporada 19-20 o cuando Francia elimin? a Argentina en la misma ronda de Rusia’18, con exhibici?n de Mbappé en ambos cruces, pero no lo han vuelto a ser desde que Nasser Al Khelaïfi los junt? en el club m?s rico del mundo (verano de 2021).
Dos jugadores extraordinarios
Messi y Mbappé han completado un Mundial abrumador. Su compa?ero en el PSG, Neymar Jr, también se estaba luciendo hasta que Croacia decidi? sobrevivir en el ?ltimo aliento de los cuartos de final y asest? el golpe a Brasil en los penaltis para evitar que la gran primera final se viviera en las semis. Argentina y la ‘Canarinha’ se hubieran enfrentado por un lugar en Lusail. Pero no fue as? y Messi y los suyos se zamparon a Croacia sin piedad para esperar en la final a la banda de Mbappé, que termin? con el bonito sue?o de Marruecos.Ahora, las dos mayores estrellas del Paris Saint-Germain copar?n todos los focos del gran ?ltimo episodio que le queda al Mundial. Y aqu?, quién ya ha ganado es Catar. En mayo del 2011, el emirato del golfo Pérsico decidi? dar un paso m?s en su apuesta por mejorar su posicionamiento geopol?tico a través del deporte y compr? el PSG. En estos once a?os, el club parisino ha invertido m?s de 1.500 millones de euros en fichajes, 100 millones menos que el Barça, pero con la diferencia de que el conjunto azulgrana ha ingresado casi 8.000 millones en estos once a?os, mientras que el club francés ha superado m?nimamente los 5.500 millones de facturaci?n. El emir Tamim bin Hamad Al Thani le entreg? las llaves de la entidad a su buen amigo Nasser Al Khelaïfi y le dio libertad para gastarse lo que hiciera falta. El objetivo: crecer, tener a los mejores futbolistas, ganar la Champions League y situar a Catar en el mapa antes de la cita mundialista de 2022. La Champions no la ha levantado –pese a haberla rozado en 2020–, pero Catar s? ha logrado que los estandartes de las dos selecciones que luchar?n por la Copa del Mundo sean también la bandera de su propio equipo.Una final so?ada para algunos
“Quien m?nimamente haya seguido la geopol?tica del f?tbol en los ?ltimos a?os, sabr? que una final como la de ma?ana era el sue?o h?medo del emir y de Al Khelaifi”, expresa a Sport Dossier Xavier Ginesta, periodista, profesor de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya y coautor del estudio La construcci?n de la marca Catar a partir del deporte, publicado en el a?o 2013. “Esta final beneficia enormemente la estrategia de posicionamiento geopol?tico de Catar, su idea de creaci?n de marca a través del deporte y su apuesta en el PSG, algo que de rebote también refuerza el poder de Al Khelaïfi en el f?tbol europeo”, apunta el profesor.En la misma l?nea se sit?a Ravi Kumar, periodista y editor del digital catar? Inside Qatar, que también atiende a Sport Dossier el d?a antes de la gran final: “Gane quién gane, Catar estar? en el foco porque posee el PSG y dos de sus grandes estrellas liderar?n a los equipos opuestos en la final”. El periodista indio, que trabaja en medios del emirato desde hace m?s de una década, considera este duelo como una pura coincidencia, aunque reconoce que el partido y sus dos principales cromos conllevan una victoria simb?lica –e importante– para el pa?s: “Adem?s, Messi y Mbappé han marcado cinco goles cada uno y han dejado actuaciones estelares, con lo que son los favoritos para ganar el Bal?n de Oro y la Bota de Oro del torneo. Todo parece estar en perfecto lugar para las estrellas del PSG y, por lo tanto, también para la imagen de Catar”.Una inversi?n justificada
Con esta final, el emir de Catar valida ante sus ciudadanos todo el dinero destinado al PSG. También, y con énfasis, los esfuerzos para que Kylian Mbappé se quedara este verano en el Parque de los Pr?ncipes y siguiera vistiendo la camiseta azul pese a su intenci?n de marcharse al Real Madrid. Tanto necesitaba Catar que Mbappé siguiese jugando en el PSG que incluso utiliz? las mismas armas que ya hab?a usado m?s de diez a?os antes para convencer a Michel Platini de apostar por el Mundial en el pa?s del Golfo. El presidente de la Rep?blica, Emmanuel Macron, convenci? al futbolista para quedarse, de la misma manera que Nicolas Sarkozy, su hom?logo de 2007 a 2012, persuadi? a la leyenda francesa y por aquel entonces presidente de la UEFA de las bondades de celebrar el torneo en Catar. “Es tan importante esta final para el emirato que hasta le permite justificar su inversi?n en el PSG. De hecho, su estrategia para proyectarse al mundo a través del deporte part?a de tres ejes: los eventos deportivos –véase el Mundial–, las inversiones exteriores –principalmente la del PSG– y la promoci?n del pa?s como lugar de excelencia”, resalta Ginesta. Y ha conseguido, como m?nimo, dos de sus tres objetivos: “El Mundial es su gran evento y la final refrenda su inversi?n en el club parisino”.
?Corregir las deficiencias humanas?
Ahora bien, faltar? por ver si Qatar cumple con la tercera pata de sus prop?sitos tras la celebraci?n del torneo. Un objetivo menos atractivo cuando los focos medi?ticos desaparecen y las decenas de miles de aficionados se marchan a sus casas. “Desde el punto de vista operativo todo sali? bien, no hubo ni un solo incidente adverso. Ni peleas, ni arrestos, ni violencia, ni gente ebria, ni quejas de equipos o aficionados”, asegura Kumar. Pero Ginesta no tiene tan claro que Qatar logre corregir las deficiencias humanitarias una vez el emirato vuelva a la normalidad. “Durante el Mundial parece que ha ganado la batalla del relato, pero habr? que ver c?mo gestiona el post-Mundial. El éxito del relato inmediato se acaba matizando por la gesti?n de los legados”, reflexiona el profesor, que pone como ejemplo en positivo el crecimiento de Barcelona tras los Juegos Ol?mpicos, pero también a Atlanta, Pek?n, R?o de Janeiro o Sochi como paradigma de la mala evoluci?n tras la celebraci?n de las Olimpiadas. “?Catar ser? m?s democr?tico, mejorar? sus pol?ticas de salud p?blica y se consolidar? como un lugar tur?stico? No lo podemos saber. Debemos analizarlo dentro de cinco a?os para saber si el Mundial ha sido un éxito real”, reconoce Xavier Ginesta.Lo que s? se puede asegurar hoy es que Catar ha jugado todas sus cartas para seguir creciendo en el mapa geopol?tico durante la celebraci?n del evento m?s importante del f?tbol mundial. En el inicio del torneo, el emir Al Thani se sent? junto a Mohammed bin Salman, pr?ncipe heredero de la corona de Arabia Saud?, su gran enemigo en los ?ltimos a?os por las diferencias pol?ticas e ideol?gicas que han generado duras tensiones. Y un mes después, el mismo emir se abraz? con Macron demostrando, todav?a m?s si cabe, que las relaciones entre Catar y Francia son pr?cticamente familiares. “Es la cuadratura del c?rculo”, concluye Ginesta.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sport-dossier-by-panenka/qatar-capital-paris-80061035)
Dos jugadores extraordinarios
Messi y Mbappé han completado un Mundial abrumador. Su compa?ero en el PSG, Neymar Jr, también se estaba luciendo hasta que Croacia decidi? sobrevivir en el ?ltimo aliento de los cuartos de final y asest? el golpe a Brasil en los penaltis para evitar que la gran primera final se viviera en las semis. Argentina y la ‘Canarinha’ se hubieran enfrentado por un lugar en Lusail. Pero no fue as? y Messi y los suyos se zamparon a Croacia sin piedad para esperar en la final a la banda de Mbappé, que termin? con el bonito sue?o de Marruecos.Ahora, las dos mayores estrellas del Paris Saint-Germain copar?n todos los focos del gran ?ltimo episodio que le queda al Mundial. Y aqu?, quién ya ha ganado es Catar. En mayo del 2011, el emirato del golfo Pérsico decidi? dar un paso m?s en su apuesta por mejorar su posicionamiento geopol?tico a través del deporte y compr? el PSG. En estos once a?os, el club parisino ha invertido m?s de 1.500 millones de euros en fichajes, 100 millones menos que el Barça, pero con la diferencia de que el conjunto azulgrana ha ingresado casi 8.000 millones en estos once a?os, mientras que el club francés ha superado m?nimamente los 5.500 millones de facturaci?n. El emir Tamim bin Hamad Al Thani le entreg? las llaves de la entidad a su buen amigo Nasser Al Khelaïfi y le dio libertad para gastarse lo que hiciera falta. El objetivo: crecer, tener a los mejores futbolistas, ganar la Champions League y situar a Catar en el mapa antes de la cita mundialista de 2022. La Champions no la ha levantado –pese a haberla rozado en 2020–, pero Catar s? ha logrado que los estandartes de las dos selecciones que luchar?n por la Copa del Mundo sean también la bandera de su propio equipo.Una final so?ada para algunos
“Quien m?nimamente haya seguido la geopol?tica del f?tbol en los ?ltimos a?os, sabr? que una final como la de ma?ana era el sue?o h?medo del emir y de Al Khelaifi”, expresa a Sport Dossier Xavier Ginesta, periodista, profesor de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya y coautor del estudio La construcci?n de la marca Catar a partir del deporte, publicado en el a?o 2013. “Esta final beneficia enormemente la estrategia de posicionamiento geopol?tico de Catar, su idea de creaci?n de marca a través del deporte y su apuesta en el PSG, algo que de rebote también refuerza el poder de Al Khelaïfi en el f?tbol europeo”, apunta el profesor.En la misma l?nea se sit?a Ravi Kumar, periodista y editor del digital catar? Inside Qatar, que también atiende a Sport Dossier el d?a antes de la gran final: “Gane quién gane, Catar estar? en el foco porque posee el PSG y dos de sus grandes estrellas liderar?n a los equipos opuestos en la final”. El periodista indio, que trabaja en medios del emirato desde hace m?s de una década, considera este duelo como una pura coincidencia, aunque reconoce que el partido y sus dos principales cromos conllevan una victoria simb?lica –e importante– para el pa?s: “Adem?s, Messi y Mbappé han marcado cinco goles cada uno y han dejado actuaciones estelares, con lo que son los favoritos para ganar el Bal?n de Oro y la Bota de Oro del torneo. Todo parece estar en perfecto lugar para las estrellas del PSG y, por lo tanto, también para la imagen de Catar”.Una inversi?n justificada
Con esta final, el emir de Catar valida ante sus ciudadanos todo el dinero destinado al PSG. También, y con énfasis, los esfuerzos para que Kylian Mbappé se quedara este verano en el Parque de los Pr?ncipes y siguiera vistiendo la camiseta azul pese a su intenci?n de marcharse al Real Madrid. Tanto necesitaba Catar que Mbappé siguiese jugando en el PSG que incluso utiliz? las mismas armas que ya hab?a usado m?s de diez a?os antes para convencer a Michel Platini de apostar por el Mundial en el pa?s del Golfo. El presidente de la Rep?blica, Emmanuel Macron, convenci? al futbolista para quedarse, de la misma manera que Nicolas Sarkozy, su hom?logo de 2007 a 2012, persuadi? a la leyenda francesa y por aquel entonces presidente de la UEFA de las bondades de celebrar el torneo en Catar. “Es tan importante esta final para el emirato que hasta le permite justificar su inversi?n en el PSG. De hecho, su estrategia para proyectarse al mundo a través del deporte part?a de tres ejes: los eventos deportivos –véase el Mundial–, las inversiones exteriores –principalmente la del PSG– y la promoci?n del pa?s como lugar de excelencia”, resalta Ginesta. Y ha conseguido, como m?nimo, dos de sus tres objetivos: “El Mundial es su gran evento y la final refrenda su inversi?n en el club parisino”.
?Corregir las deficiencias humanas?
Ahora bien, faltar? por ver si Qatar cumple con la tercera pata de sus prop?sitos tras la celebraci?n del torneo. Un objetivo menos atractivo cuando los focos medi?ticos desaparecen y las decenas de miles de aficionados se marchan a sus casas. “Desde el punto de vista operativo todo sali? bien, no hubo ni un solo incidente adverso. Ni peleas, ni arrestos, ni violencia, ni gente ebria, ni quejas de equipos o aficionados”, asegura Kumar. Pero Ginesta no tiene tan claro que Qatar logre corregir las deficiencias humanitarias una vez el emirato vuelva a la normalidad. “Durante el Mundial parece que ha ganado la batalla del relato, pero habr? que ver c?mo gestiona el post-Mundial. El éxito del relato inmediato se acaba matizando por la gesti?n de los legados”, reflexiona el profesor, que pone como ejemplo en positivo el crecimiento de Barcelona tras los Juegos Ol?mpicos, pero también a Atlanta, Pek?n, R?o de Janeiro o Sochi como paradigma de la mala evoluci?n tras la celebraci?n de las Olimpiadas. “?Catar ser? m?s democr?tico, mejorar? sus pol?ticas de salud p?blica y se consolidar? como un lugar tur?stico? No lo podemos saber. Debemos analizarlo dentro de cinco a?os para saber si el Mundial ha sido un éxito real”, reconoce Xavier Ginesta.Lo que s? se puede asegurar hoy es que Catar ha jugado todas sus cartas para seguir creciendo en el mapa geopol?tico durante la celebraci?n del evento m?s importante del f?tbol mundial. En el inicio del torneo, el emir Al Thani se sent? junto a Mohammed bin Salman, pr?ncipe heredero de la corona de Arabia Saud?, su gran enemigo en los ?ltimos a?os por las diferencias pol?ticas e ideol?gicas que han generado duras tensiones. Y un mes después, el mismo emir se abraz? con Macron demostrando, todav?a m?s si cabe, que las relaciones entre Catar y Francia son pr?cticamente familiares. “Es la cuadratura del c?rculo”, concluye Ginesta.
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