الريــم
12-15-2022, 10:41 PM
Si no tenemos en cuenta el precio de las habitaciones de hotel y la actuaci?n de la selecci?n espa?ola (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/resumen-espana-marruecos-muere-penaltis-79641851), me han timado tres veces desde que llegué a Qatar (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/primeras-24-horas-mundial-qatar-78691033), hace exactamente un mes este viernes. La primera ni siquiera puede considerarse como tal, pues ya era consciente de que iban a cobrarme alrededor de 13 euros por un botell?n de cerveza (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/debut-esperado-mundial-qatar-cerveza-78798692) la primera vez que ped? uno. Y las siguientes que han ido viniendo después, claro.
As? que podemos decir que, en realidad, me han estafado dos veces. La primera fue cuando un taxista pirata, a eso de la una de la madrugada, se aprovech? de mi desesperaci?n por finalizar cuanto antes mi jornada de trabajo a la salida del estadio Al Thumama. Le tuve que dejar mi m?vil para que utilizara Google Maps, porque a él se le hab?an agotado los datos, o eso dec?a, y encima me cobr? unos 40 euros por una carrera de 20 minutitos. Que por otra parte es parecido a lo que me cobr? el taxista de Madrid por llevarme a Barajas el d?a que cog? el vuelo a Doha.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
"Era un taxi pirata y lo sab?as. Eso no puede considerarse un timo, el timo iba impl?cito", pensar? alg?n lector con cierta raz?n. Bien. Lleguemos a la segunda estafa, la de este jueves. Hoy, sin espacio para la duda, he sido timado en Qatar. Y no 13 euros ni 40, porque ha sido gratis, sino algo de mayor valor: seis horas de mi vida. Una apropiaci?n indebida de mi tiempo que he decidido amortizar, con un punto de ansias de revancha, para qué negarlo, a través de este art?culo.
Vamos de excursi?n
Hace unos d?as, los periodistas acreditados para el Mundial recibimos un correo en el que se nos ofrec?an varios planes tur?sticos. Uno de ellos ten?a muy buena pinta. Se llamaba Zekreet Tour y consist?a, seg?n contaban, en una excursi?n de la zona oeste del pa?s (Doha est? en la costa este) para conocer el desierto qatar? y complejos esculturales de Richard Serra, un reputado artista cuya obra se puede conocer, por ejemplo, en el Museo Guggenheim (https://www.sport.es/es/galerias/cultura/20221018/guggenheim-bilbao-primera-piedra-inauguracion-imagenes-77406146) de Bilbao.
La cosa ya ha empezado mal. Acudo al lugar indicado del centro de Doha a la hora indicada, a las 13.00 horas, pero me indican que finalmente el autob?s sale a las 14.00. Un compa?ero que también iba a venir dice que le da mala espina, que a saber a qué hora volvemos y que mejor no va. Sabia decisi?n la suya.
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Lo de que sal?a a las 14.00 era un decir. Hasta las 14.20 el autob?s no emprende una marcha que, frente a la previsi?n de que durar? "unos 50 minutos" se acaba marchando hasta la hora y cuarto. Llegamos a un punto rodeado por toneladas de arena y unas simp?ticas ovejas dentro de un cerco, en lo que sin duda era una granja. Me ilusiono con poder conocer un poco la vida rural de las gentes de Qatar en esta peque?a aventura. Me desilusiono enseguida.
La nada m?s absoluta
El ch?fer se pierde durante unos minutos (es rayano a una costumbre aqu? (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/inauguracion-mundial-qatar-trafico-78849162), como algo cultural) hasta que encuentra a un cocho todoterreno que le gu?a hasta el punto final. "?Es aqu??", pregunta un periodista mexicano de un autob?s lleno de, t?pico real en este caso, japoneses. En efecto, era ah?. En mitad de la nada m?s absoluta, solo moteada por cuatro gigantescas planchas de hierro oxidado.
Bajamos del autob?s en busca de la c?mara oculta (eso también pasa mucho aqu?) y nos topamos con dos gu?as, mujer y hombre, que nos explican que son esculturas del prestigioso artistas Richard Serra, construidas en 2014. Miden entre 40 y 60 metros y han ido adelgazando con el tiempo, fruto de la erosi?n de la arena y de la humedad del cercano mar. También nos explican que han ido cambiado de color fruto de esas mismas circunstancias.
Quiz? yo sea un zoquete cultural, un tipo demasiado simple, pero no le termino de encontrar la gracia a una obra escultural que voy a ver una sola vez en mi vida (o alguna m?s, quién sabe, pero pocas y muy espaciadas en el tiempo, en todo caso) cuya mayor virtud es una mutaci?n tan lenta que jam?s ser? capaz de percibir. Menos, en tan fugaz visita.
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Serra es un genio
En todo caso, me parece de genio absoluto por parte de Serra haber sido capaz de vender las consabidas cuatro planchas gigantes de hierro oxidado a la dictadura qatar? para que las plante en medio del desierto, en medio de una nada absoluta. Cuenta Juan Tall?n, columnista de Prensa Ibérica, en su ?ltimo libro, 'Obra Maestra' (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/juan-tallon-he-llevado-vida-75664815), en el que mezcla con su habitual brillantez realidad y ficci?n, que Serra las estuvo visitando junto a Jean Nouvel, arquitecto del Museo Nacional de Qatar, y que estuvieron a punto de que el Land Rover les dejara tirados en mitad del desierto de Zekreet. Al menos las planchas les podr?an haber dado sombra.
El caso es que los gu?as nos dar esos cuatro detallitos de la obra escult?rica, nos invitan a preguntar si queremos saber m?s (tampoco me parec?a que hubiera mucho m?s por saber) y nos invitan a 35 minutos de recreo por la zona antes de que el autob?s regrese de vuelta a Doha. Que el recreo llegue poco antes del anochecer mitiga el desasosiego, pues al menos las fotos y los v?deos van a quedar pintones, pienso yo.
Pasada a esa media hora, volvemos a subir al autob?s, que nos conduce de vuelta a Doha durante otra hora y cuarto. Para colmo, el punto final es diferente al de partida, algo de lo que avisan sobre la marcha, y me espera media hora en metro antes de ponerme a escribir este reportaje. Cuando lo termino, justo ahora, recuerdo con nostalgia el d?a en que un taxista pirata me tim?. C?mo a?oro los buenos tiempos.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/visita-richard-serra-zekreet-mundial-qatar-80017992)
As? que podemos decir que, en realidad, me han estafado dos veces. La primera fue cuando un taxista pirata, a eso de la una de la madrugada, se aprovech? de mi desesperaci?n por finalizar cuanto antes mi jornada de trabajo a la salida del estadio Al Thumama. Le tuve que dejar mi m?vil para que utilizara Google Maps, porque a él se le hab?an agotado los datos, o eso dec?a, y encima me cobr? unos 40 euros por una carrera de 20 minutitos. Que por otra parte es parecido a lo que me cobr? el taxista de Madrid por llevarme a Barajas el d?a que cog? el vuelo a Doha.
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"Era un taxi pirata y lo sab?as. Eso no puede considerarse un timo, el timo iba impl?cito", pensar? alg?n lector con cierta raz?n. Bien. Lleguemos a la segunda estafa, la de este jueves. Hoy, sin espacio para la duda, he sido timado en Qatar. Y no 13 euros ni 40, porque ha sido gratis, sino algo de mayor valor: seis horas de mi vida. Una apropiaci?n indebida de mi tiempo que he decidido amortizar, con un punto de ansias de revancha, para qué negarlo, a través de este art?culo.
Vamos de excursi?n
Hace unos d?as, los periodistas acreditados para el Mundial recibimos un correo en el que se nos ofrec?an varios planes tur?sticos. Uno de ellos ten?a muy buena pinta. Se llamaba Zekreet Tour y consist?a, seg?n contaban, en una excursi?n de la zona oeste del pa?s (Doha est? en la costa este) para conocer el desierto qatar? y complejos esculturales de Richard Serra, un reputado artista cuya obra se puede conocer, por ejemplo, en el Museo Guggenheim (https://www.sport.es/es/galerias/cultura/20221018/guggenheim-bilbao-primera-piedra-inauguracion-imagenes-77406146) de Bilbao.
La cosa ya ha empezado mal. Acudo al lugar indicado del centro de Doha a la hora indicada, a las 13.00 horas, pero me indican que finalmente el autob?s sale a las 14.00. Un compa?ero que también iba a venir dice que le da mala espina, que a saber a qué hora volvemos y que mejor no va. Sabia decisi?n la suya.
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Lo de que sal?a a las 14.00 era un decir. Hasta las 14.20 el autob?s no emprende una marcha que, frente a la previsi?n de que durar? "unos 50 minutos" se acaba marchando hasta la hora y cuarto. Llegamos a un punto rodeado por toneladas de arena y unas simp?ticas ovejas dentro de un cerco, en lo que sin duda era una granja. Me ilusiono con poder conocer un poco la vida rural de las gentes de Qatar en esta peque?a aventura. Me desilusiono enseguida.
La nada m?s absoluta
El ch?fer se pierde durante unos minutos (es rayano a una costumbre aqu? (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/inauguracion-mundial-qatar-trafico-78849162), como algo cultural) hasta que encuentra a un cocho todoterreno que le gu?a hasta el punto final. "?Es aqu??", pregunta un periodista mexicano de un autob?s lleno de, t?pico real en este caso, japoneses. En efecto, era ah?. En mitad de la nada m?s absoluta, solo moteada por cuatro gigantescas planchas de hierro oxidado.
Bajamos del autob?s en busca de la c?mara oculta (eso también pasa mucho aqu?) y nos topamos con dos gu?as, mujer y hombre, que nos explican que son esculturas del prestigioso artistas Richard Serra, construidas en 2014. Miden entre 40 y 60 metros y han ido adelgazando con el tiempo, fruto de la erosi?n de la arena y de la humedad del cercano mar. También nos explican que han ido cambiado de color fruto de esas mismas circunstancias.
Quiz? yo sea un zoquete cultural, un tipo demasiado simple, pero no le termino de encontrar la gracia a una obra escultural que voy a ver una sola vez en mi vida (o alguna m?s, quién sabe, pero pocas y muy espaciadas en el tiempo, en todo caso) cuya mayor virtud es una mutaci?n tan lenta que jam?s ser? capaz de percibir. Menos, en tan fugaz visita.
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Serra es un genio
En todo caso, me parece de genio absoluto por parte de Serra haber sido capaz de vender las consabidas cuatro planchas gigantes de hierro oxidado a la dictadura qatar? para que las plante en medio del desierto, en medio de una nada absoluta. Cuenta Juan Tall?n, columnista de Prensa Ibérica, en su ?ltimo libro, 'Obra Maestra' (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/juan-tallon-he-llevado-vida-75664815), en el que mezcla con su habitual brillantez realidad y ficci?n, que Serra las estuvo visitando junto a Jean Nouvel, arquitecto del Museo Nacional de Qatar, y que estuvieron a punto de que el Land Rover les dejara tirados en mitad del desierto de Zekreet. Al menos las planchas les podr?an haber dado sombra.
El caso es que los gu?as nos dar esos cuatro detallitos de la obra escult?rica, nos invitan a preguntar si queremos saber m?s (tampoco me parec?a que hubiera mucho m?s por saber) y nos invitan a 35 minutos de recreo por la zona antes de que el autob?s regrese de vuelta a Doha. Que el recreo llegue poco antes del anochecer mitiga el desasosiego, pues al menos las fotos y los v?deos van a quedar pintones, pienso yo.
Pasada a esa media hora, volvemos a subir al autob?s, que nos conduce de vuelta a Doha durante otra hora y cuarto. Para colmo, el punto final es diferente al de partida, algo de lo que avisan sobre la marcha, y me espera media hora en metro antes de ponerme a escribir este reportaje. Cuando lo termino, justo ahora, recuerdo con nostalgia el d?a en que un taxista pirata me tim?. C?mo a?oro los buenos tiempos.
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