الريــم
12-13-2022, 11:17 AM
En broma, sus allegados le dicen que no se morir? nunca. ?l responde que lo est? haciendo despacio. Pero m?s all? de la fortaleza f?sica -se ha recuperado de un ictus a los 92 a?os-, el 'expresident' Jordi Pujol prosigue una carrera discreta pero constante en favor de la restituci?n de su honor. De su legado pol?tico y ético, que est? como m?nimo cuestionado tras la confesi?n de haber ocultado durante decenios una fortuna familiar. Uno de los pilares de esta restauraci?n moral es una pr?xima reedici?n de sus textos cuando estuvo encarcelado, "Des dels turons a l'altra banda del riu" con sus textos cuando estuvo encarcelado en 1961 por los llamados "fets del Palau".
Después de esa confesi?n, Pujol y su esposa Marta Ferrusola no pod?an salir, literalmente, a la calle sin ser insultados. Ahora el 'expresident' participar? en un acto de los 90 a?os del Parlament. Y no es una excepci?n. Al poco de recuperar la movilidad y la capacidad mental -limitada por algunos olvidos de memoria reciente- Pujol recuper? su agenda. Con prudencia y ayudado siempre por un acompa?ante. Y ahora nadie le insulta por la calle. Al contrario.
Los dilemas morales
Esta din?mica no ha sido casual sino fruto de la fortaleza mental del personaje y también de un proceso de restituci?n por parte de su entorno inmediato. Ello ha hecho que Pujol reapareciera ya en 2018 en un homenaje de una entidad cultural, que participara en un documental sobre cooperaci?n emitido en TV-3, o que protagonizara un debate sobre Europa junto a otros 'expresidents' en la Universitat de Barcelona en febrero de este a?o.
Pujol, en la intimidad, dice de s? mismo que se siente triste y despliega un argumentario cristiano sobre la culpa, sin paliativos. Pero quienes le conocen bien saben que esa no deja de ser una parte de la historia. Que Pujol sigue interes?ndose por todo, incluido su legado. Y que por supuesto sufre por el desmembramiento de lo que fue Convergència, el partido que él cre? al final del franquismo. Pero Pujol sigue siendo Pujol y sigue interes?ndose por reivindicarse. A través de terceros, pero reivindicarse. El t?tulo del di?logo que public? junto al periodista y escritor Vicenç Villatoro da cuentas del proceso de restituci?n: "Entre el dolor y la esperanza". Por eso no es de extra?ar que tenga interés en declarar en el juicio que se celebrar? por el caso del dinero oculto por parte de toda la familia. O que se prepare la reedici?n de su libro "Dels turons a l'altra banda del riu", que repasa unos hechos que forjaron el liderazgo y la popularidad del joven Pujol en pleno franquismo.
Ahora también hay una faceta personal?sima, que son los cuidados que dedica a su esposa, aquejada por el Alzheimer. Ambos, con ayuda, conviven en su casa de siempre. Mientras a ella le cuesta mantener una conversaci?n racional, él sigue empe?ado en seguir adelante. Con rehabilitaci?n, con ayuda, pero sigue siendo Jordi Pujol. Y el juicio inminente y las debilidades de salud han conseguido adem?s generar una cierta unidad de la familia al completo. Unidad que redunda también en favor de este proceso por el que se trata de limpiar la imagen del 'expresident'.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/infinitas-resurrecciones-esfera-publica-jordi-79890613)
Después de esa confesi?n, Pujol y su esposa Marta Ferrusola no pod?an salir, literalmente, a la calle sin ser insultados. Ahora el 'expresident' participar? en un acto de los 90 a?os del Parlament. Y no es una excepci?n. Al poco de recuperar la movilidad y la capacidad mental -limitada por algunos olvidos de memoria reciente- Pujol recuper? su agenda. Con prudencia y ayudado siempre por un acompa?ante. Y ahora nadie le insulta por la calle. Al contrario.
Los dilemas morales
Esta din?mica no ha sido casual sino fruto de la fortaleza mental del personaje y también de un proceso de restituci?n por parte de su entorno inmediato. Ello ha hecho que Pujol reapareciera ya en 2018 en un homenaje de una entidad cultural, que participara en un documental sobre cooperaci?n emitido en TV-3, o que protagonizara un debate sobre Europa junto a otros 'expresidents' en la Universitat de Barcelona en febrero de este a?o.
Pujol, en la intimidad, dice de s? mismo que se siente triste y despliega un argumentario cristiano sobre la culpa, sin paliativos. Pero quienes le conocen bien saben que esa no deja de ser una parte de la historia. Que Pujol sigue interes?ndose por todo, incluido su legado. Y que por supuesto sufre por el desmembramiento de lo que fue Convergència, el partido que él cre? al final del franquismo. Pero Pujol sigue siendo Pujol y sigue interes?ndose por reivindicarse. A través de terceros, pero reivindicarse. El t?tulo del di?logo que public? junto al periodista y escritor Vicenç Villatoro da cuentas del proceso de restituci?n: "Entre el dolor y la esperanza". Por eso no es de extra?ar que tenga interés en declarar en el juicio que se celebrar? por el caso del dinero oculto por parte de toda la familia. O que se prepare la reedici?n de su libro "Dels turons a l'altra banda del riu", que repasa unos hechos que forjaron el liderazgo y la popularidad del joven Pujol en pleno franquismo.
Ahora también hay una faceta personal?sima, que son los cuidados que dedica a su esposa, aquejada por el Alzheimer. Ambos, con ayuda, conviven en su casa de siempre. Mientras a ella le cuesta mantener una conversaci?n racional, él sigue empe?ado en seguir adelante. Con rehabilitaci?n, con ayuda, pero sigue siendo Jordi Pujol. Y el juicio inminente y las debilidades de salud han conseguido adem?s generar una cierta unidad de la familia al completo. Unidad que redunda también en favor de este proceso por el que se trata de limpiar la imagen del 'expresident'.
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